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Entre Sombras por Vegeta II

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Notas del capitulo:

Había comenzado a escribir este cap, y como que al principio me aburría, luego se me empezó a ocurrir algo... y le mando todo emocionada, aunque luego me desilucioné de mi misma cuando al final de todo no pasó nada XDDD

Incluso yo me desiluciono con esto (?) 

Espero que les guste el nuevo capítulo. 

Capítulo 9

 

‘’ Molestias ‘’

 

 

El tiempo pasó y dio fin a las vacaciones, dándole la bienvenida a las clases nuevamente.  Por desgracia para algunos alumnos holgazanes y uno que otro profesor cansado de la rutina. Neville por un lado estaba entre sentirse contento y entre no, pues ese año iba a estar Parkinson, y el, obviamente no se sentía muy a gusto siquiera pensar en su presencia a cada rato. Aquella chica ya se había vuelto tan cercana con todos en tan poco tiempo, que no podía evitar sentirse un poco encabronado ¿Eran celos? Digamos que sí, y no tenía ni un problema en admitirlo.

Pero el problema, no se centra solamente en ello, él no tenía ningún inconveniente en que la chica se acercara a Harry o Draco. El problema era que todo lo que había quedado de vacaciones ¡La muy…! Divina, había estado muy, demasiado apegada a Theodore, y él no podía estar más que frustrado por ese hecho. Era increíble con que libertad la chica abrazaba o conversaba con él, no es que estuviese mal a simple vista. Pero es que a él le había tomado tanto tiempo acercarse al pelinegro que le daba mucha ¿envidia?

Aún estaba tratando de poner en claro sus ‘’sentimientos’’ hacia el antipático hombre. Pero todo se le hacía muy confuso y extraño, no sabía cómo llamar aquella calidez que sentía de vez en cuando, nunca había sentido algo así por Luna ni por nadie antes, era simplemente extraño y lindo a la vez.

Dejando atrás sus celos y conflictos emocionales, tenía otras cosas mejores que hacer, como abordar un tren para ir a Hogwarts. Ya se encontraba en la estación y se suponía que sus amigos ya tendrían que estar allí, pero al parecer se habían demorado. Desde que había comenzado a ser profesor, siempre tomaba el Tren con Harry y Draco para ir al dicho colegio, aquellos dos tenían que darse prisa o el tren no los esperaría. Pasó el tiempo y el silbato que indicaba que tenían que abordar llego a los oídos de Neville y ¡Ni Harry y Draco o Theo se habían presentado! Simplemente no podía creerlo. Ya se había subido al tren y este inmediatamente se puso en marcha. Estaba muy enojado ¿Por qué? No lo sabía exactamente, si era el hecho de que lo habían dejado plantado o por que curiosamente ese día se sentía demasiado sólo y todo el maldito viaje lo había pasado completamente sólo…

 

Ese año le tocaba a él guiar a los niños de primer año, no se sentía para nada nervioso, sin embargo y como buen adulto que era, debía dar una buena impresión ante los pequeños  y por lo tanto debía de calmarse y cambiar su semblante de cabrón, el cual le estaba costando mucho trabajo, y el ceño fruncido no ayudaba mucho en su aspecto que digamos, no podía dejar de estar enojado.

— Waa, este lugar es impresionante. — Dijo un niño emocionado. — ¡Es inmenso! — Seguía exclamando el muchachito.

— No es para tanto… — Esto lo dijeron un par de niños que a simple vista se notaba que eran gemelos, como unos pequeños Fred y George, pero en rubios.  Neville por un momento olvidó su enojo y prosiguió a acercarse a los nuevos alumnos.

— Niños, pónganse en fila. — Ordenó el profesor de herbología a lo que los hobbits obedecieron inmediatamente. — Soy el profesor Longbottom y yo los guiaré hasta el gran comedor y allí… ¡Serán sometidos dolorosamente! — Bromeó Neville y algunos niños se miraron entre ellos con horror y  terror.

 — ¡Profesor, no es gracioso! — Se quejó una pequeña niña de cabellos castaños y lisos, quien no había caído en la pésima broma.

— ¿Quién dijo que estoy siendo gracioso? — Preguntó Neville poniéndose las manos en la cadera, esperando la sutil respuesta de la pequeña.

— Allí, el sombrero seleccionador revelará a que casa iremos durante los próximos años. — Contestó con seguridad la niña.

— ¿Cómo te llamas? 

— Jessie Laughtom, señor. — Contestó la simpática niña.

— Bien señorita Laughtom, tiene un punto. — Dijo Neville a lo que la pequeña sonrió triunfante y orgullosa por su ‘’logro’’.

— ¿Eh? Eso no es justo. — Dijeron al unísono los gemelos rubios y la ‘’adorable’’ niña les sacó la lengua burlonamente.  Neville miraba divertido la escena, luego miró su reloj y vio que era hora de llevar a los pequeños al comedor  y así lo hizo, al llegar, abrió las puertas de par en par, indicando su presencia y encaminándose  por el centro, los niños tímidamente comenzaron a caminar cuan patitos seguían a su madre.

 

— Ahí viene Neville…— Dijo lo evidente, Harry. Con algo de nerviosismo.

— Si, ya lo vi. — Le contestó Draco.

— ¿Crees que esté enojado? — Preguntó preocupado.

—  ¿Por qué tendría que estarlo? — Preguntó Pansy que estaba sentada junto a Draco.

— Es que siempre viajamos con él en el expreso. — Contestó Harry.

—  ¿Y?

— Y esta vez lo dejamos plantado en la estación, solo para venir en tu espectacular auto.  — Le contestó Harry molesto por el comentario de la chica.

— No es para tanto, seguro lo superará. — Dijo Pansy restándole toda la importancia al asunto, y Harry la miró con algo de molestia, era cierto lo que le había dicho Theodore. En ese momento se acercó Neville a la mesa, ya que McGonagall había dicho que ella llevaría a cabo la ceremonia de selección de casas.

— Ehem… — Harry trató de llamar la atención del castaño, pero este no se lo escuchó o simplemente fingió no haberlo hecho. — Nev… — Aunque no por mucho, al parecer Harry no lo iba a dejar hasta que este lo mire siquiera.

— ¿Qué pasa, Harry? — Preguntó Neville tratando de verse pacifico, aunque Harry pudo notar  en su tono de voz que no estaba para nada contento.

— ¿Tuviste un buen viaje? —  En ese momento Draco lo miró y en su mirada podía leer que decía; ‘’ ¡De todas las preguntas que podías hacer! ¡¿Tenías que elegir esa?! Bravo Potter’’. 

— ¿Por qué lo preguntas? — Dijo Neville. — Fue tranquilo y sin problemas ¿Por qué tendría que pasar algo malo? — La ironía y el sarcasmo fueron tan fuerte que se hicieron notar hasta Beauxbatons. Al famoso mago le recorrió cierto escalofrío por toda su espina dorsal. Nunca había visto a Neville usar esos tonitos, jamás creyó que el castaño tuviera un lado ‘’Slytherin’’ en lo más profundo de su ser. Así que simplemente se calló y se apegó un poco a Draco, no tanto, para sentirse más ‘’seguro’’. Neville le daba miedo y mucho.

Por otro lado, Neville se había quedado mirando entretenido la selección de casas de ese año, descubrió el nombre de los gemelos rubios, Tomas y Marcus Glorian, Ambos habían sido ubicados en  Gryffindor, al igual que la inteligente niña, llamada Jessie Laughtom. Aquellos niños parecían llevarse bien, suponía que serían muy buenos amigos en un futuro no muy lejano. Neville sonrió por un momento, para confusión de Draco y Harry, aquel hombre sí que era algo bipolar.

 

La cena acabó y todos se dirigieron a dormir. A la mañana siguiente las clases comenzaron con total normalidad y tranquilidad. Durante el desayuno Neville se había mostrado igual que la noche anterior, no charlaba con nadie y estaba distante de todos.  Y así pasó por varias semanas, esto había llegado a los oídos de Theodore, ya que Harry no paraba de lanzar quejas a todo el mundo sobre el repentino comportamiento de Neville.  A Theodore le pareció curioso, de hecho se había comenzado a preocupar por el castaño, debía de hacer algo.

 

— ¡No se olviden de hacer el informe! — Gritó  Neville, cuando todos los pequeños salieron de la sala, donde llevaba a cabo su clase. El profesor se había quedado en su oficina la cual estaba en un cuarto situado al lado del aula. Theo entró cuando todos los alumnos se fueron del aula, Neville parecía muy concentrado en lo suyo, así que Theo quedo en el marco de la puerta,  apoyado contra su hombro. No pasó mucho cuando Theo decidió que debía de hacer algo para llamar su preciada atención.

— ¿Hola? — Saludó Theo, se sentía un poco ofendido por el castaño, ya que desde que llegó a la escuela este no lo fue ni a saludar. Neville lo miró pero sin levantar la cabeza de entre las hojas que tenía en la mano.

— Ya te vi. — Contestó, entonces Theodore frunció el ceño, el tono de Neville sonaba tan …l para su gusto. Sin embargo no iba a negar que no se había excitado por la actitud rebelde que jamás había visto en Neville.  (Dale duro contra el muro, los niños malos deben ser castigados)

— Y bien… — Comenzó Theodore. — ¿A que se tu repentino cambio de humor? Si se podría saber.

— Pero ¿Qué dices? Yo estoy como siempre. — Dijo Neville, convencido de sí mismo.

— ¿Enserio? El Longbottom que yo conozco es conversador, atento y sonríe. — Dijo Theo acercándose al escritorio y quedando frente a Neville, ambas manos del pelinegro estaban apoyadas sobre el escritorio, y se había inclinado un poco más para quedar cara a cara contra Neville. — ¿Qué es esa arruguita entre tus cejas? — Preguntó burlonamente el medimago.

— No todo es lo que parece… — Dijo seriamente Nevilla, mirándolo fijamente a los ojos, Theo le sostuvo la mirada desafiante. Sin tan solo Nevi supiera que inconscientemente estaba provocándole de cierta manera al pelinegro.

— ¿Enserio? Eso quiere decir que mi punto de vista de ti todo este tiempo estuvo mal. — Dijo Theo, entonces Neville se paró de su asiento y quedó parado frente a Nott, encarándolo, fue tarde cuando se dio cuenta de que el pelinegro era mucho más alto que él y al momento de quedar frente a frente se había quedado mirándolo desde abajo. Theo lentamente se aproximó más a Neville, Estaban tan, pero tan cerca que incluso sus narices estaban a punto de chocarse. Neville no resistió más y un mega sonrojo se coló por toda su cara. Theo sonrió triunfante.

— Ese es el Neville que yo conozco… — Dijo mientras con una de sus manos agarraba el mentón de Neville haciendo que levantara más la cabeza, el corazón de Neville se aceleró con aquel gesto, no sabía que hacer parecía que Theo estaba a punto de besarle ya que sus rostros estaban tan, pero tan cercas…

— ¡Profesor! — Se escuchó que lo llamaron desde el aula. Era una de las alumnas de Neville, entonces Theo se separó rápidamente, chasqueando la lengua al ser interrumpido. — ¡Profesor Longbottom! — Llamó la niña y Neville de inmediato se fue a atender, claro que antes tuvo que relajarse un poco, su cara seguía algo roja.

— ¿Si? ¿Qué pasa, señorita Laughtom? — Le peguntó al pequeño.

— Quería saber si no me podía dar nuevamente las preguntas para el informe de la semana que viene. — Pidió la niña.

— ¿No lo habías copiado? — Preguntó Neville enarcando una ceja.

— No es para mí, es para Marcus… — Dijo.

— Ah, ya veo, entonces espera aquí. — Pidió Neville y al momento Theo salió de la oficina, sabía que no podía continuar con lo que estaba, así que era mejor irse.

— Nos vemos más tarde, Neville… — Se despidió Theodore para luego salir del salón. Neville no contestó solo se limitó a ver como aquel hombre salía ¿Qué había pasado? No tenía ni la más mínima idea, pero algo sabía; que su corazón no dejaba de latir aceleradamente.

— Profesor…— Se había quedado colgado por un momento.

— Ah, lo siento. — Se disculpó Neville. El castaño no podía dejar de pensar en Theo, si, aquel acercamiento había despertado cosas que jamás creyó que podía tener y sentir en su interior ¿Cómo era que le llamaban los muggles? Ah, sí. Mariposas revoloteando en su estómago.

 

 Era una molestia…

 

Malditas Mariposas…

 

 

 

 

 

 

 


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