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Entre Sombras por Vegeta II

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Capítulo 11

‘’ ¿Por qué merece la pena seguir luchando? ’’

 

 

 

Había estado toda una semana pensando y por ese motivo había estado muy distraído, y todos, absolutamente todos se dieron cuenta de ello, pero nadie le dio importancia al asunto. Neville estaba raro, y todo era a causa de lo que había pasado aquel día en la enfermería con el pelinegro, sip, aquel beso hizo que él castaño perdiera la cabeza por completo y sobre todo, no podía dejar de pensar en Theo.

Cada vez que recordaba aquel día, aquel beso. No podía dejar de pensar en Theodore Nott, no podía evitar sonrojarse cada vez que su mente le recordaba todo los acontecimientos de ese extraño día, no podía evitar distraerse al escuchar la sensual voz llamándole en su mente…

¡¿Pero en qué estaba pensando?!

¡Él no era gay! No podía serlo ¿verdad? Porque durante mucho tiempo había estado mirando solo chicas y eso no podía cambiar de un día para otro ¿O sí? Porque aquellos sentimientos que sentía en esos momentos no eran nada ¿Verdad? ¡No era amor! ¡Aquel beso no significó nada! Y seguramente Theo estaba jugando con él. No podía confiar en el pelinegro, de ninguna manera.

Pero, a pesar de que se decía a si mismo que no sentía absolutamente nada, aun así confiado de sus pensamientos para con el pelinegro. Era inevitable, tal vez… No muy en el fondo, pero en alguna parte de su corazón que poco a poco comenzaba a despertar. Le decía que definitivamente estaba enamorado de Theodore. Si, otra cosa no podía ser, no podía ver al pelinegro de otra forma. ‘’Vamos Neville, deja de pensar en ‘’ese’’ tema’’ Se decía una y otra vez, pero aun así no servía en mucho. ‘’Solo olvídalo, trata ¡por todos los medios olvidarlo!’’ Inútil, era inútil.

Se encontraba caminando por los pasillos del colegía, estaba aburrido. Todos se habían ido a Hogsmeade y él no se encontraba con los ánimos ni las ganas de ir. Harry y Draco se lo habían pedido muchas veces que los acompañara, pero él se negó, no quería salir. No estaba enojado ni nada, simplemente, no quería salir del castillo.

— Neville… — Escuchó que lo llamaban, y no podía dejar de sentirse nervioso, conocía esa voz.

— ¿Theo? — Dijo girando a ver y en efecto, se trataba de Theodore.

—  Creí que estarías en Hogsmeade con los chicos.

— Y yo creí que estarías en tu cueva como siempre. — Theo rio. Entonces lo miró.

— No, como no hay casi nadie hoy, me permití salir un rato. — Oh, era eso. Neville y Theo decidieron pasear un rato por los jardines, hacía algo de frío sin embargo eso no les impedía pasarla juntos.

— ¿Cómo ha estado tu brazo? — Preguntó Theo, refiriéndose a lo que había pasado hace una semana.

— Pues… Bien, a veces me duele, pero luego se me pasa. — El brazo de Neville ya estaba completamente soldado, pero como la poción que le había dado Theo no hacía más que soldar el hueso, había días que a Neville le dolía. Pero el pelinegro le había dado otra pócima para el dolor,  hasta que su brazo esté completamente sano.

— Sabes que si se te acaba el frasco debes ir a pedirme más. — Le recordó Theodore, acercándose más a él como si fuera a besarle. Neville se sonrojó.

—Sí, lo tengo en mente. — Le contestó Neville acelerando su caminata por el nerviosismo. Theo  le siguió el paso, habían llegado a un gran árbol y como ese lugar les pareció muy bonito y pacífico se quedaron, a pesar de estar en silencio y sin emitir ningún sonido alguno, Neville se sentía a gusto con la compañía del pelinegro.

— Este lugar me recuerda a cuando aún era un estudiante… — Dijo de pronto Theo y Neville lo miró expectante. Entonces recordó…

— Hmm, no recuerdo haberte visto antes, cuando éramos estudiantes. — Confesó Neville. Y Theo lo miró sorprendido, luego hizo una mueca de tristeza. Enserio ¿No lo recordaba? El pelinegro suspiró.

— Solo nos vimos  un par de veces, tú siempre andabas distraído. — Contestó Theo mirando hacia otro lado. Neville lo miraba serio, y por extraño que parezca al pelinegro mucho no le gustaba la frialdad de él, lo prefería más cálido.

— Hmm, quien sabe…  — Simplemente contestó Neville, quitándole importancia al asunto.

— Siento… Que si no te lo digo, jamás te darás cuenta de ellos…— Dijo Theo y el castaño lo miró extrañado.

—  ¿Qué cosa? — Theo se apartó del árbol en donde estaba apoyado y se acercó al castaño para poder quedar frente a frente, Nev se sorprendió un poco cuando el pelinegro colocó ambas manos acunando sus mejillas. Entonces su corazón se aceleró, allí estaba de nuevo, latiendo en nombre de aquel chico que tenía junto a él. — ¿Th…Theo? — Tartamudeó.

— Te quiero. — Declaró el medimago. Neville se encontraba tieso ante tales palabras, acaso ¿Escuchó bien? — Te quiero tanto… — Entonces el pelinegro lo abrazó fuertemente, como si tuviera miedo de que aquella persona que apretaba contra su cuerpo desapareciera. — Te amo. — Neville tenía los ojos bien abiertos y cristalizados, no sabía que decir. El hecho de que alguien se le declarara de esa manera le hacía sentir de una manera indescriptible, y el hecho de que esa persona sea la que le gustaba, no tenía precio ni reacción alguna. ¿Qué debía hacer entonces? No estaba listo para esa declaración, aun no sabía si sus sentimientos por el pelinegro se trataba de amor. No sabía…

— Theo… — Repitió Neville esperando una respuesta y tratando de deshacer el agarre del pelinegro. Theo no contestó, solo apretó más el abrazo, Neville tenía miedo de que este notara su nerviosismo.

— He esperado por mucho tiempo, para decirte todo lo que sentía… Lo siento, pero ya no creo pode guardarme todo esto por más tiempo. — Dijo Theo, entonces el pelinegro se separó un poco y en un acto de total distracción para el castaño, lo besó. Nuevamente sus labios se unieron, Neville nunca se imaginó volverlos a probar. El castaño cerró sus ojos fuertemente, su corazón latía a mil por minuto y entonces… Empujó a Theodore, alejándolo de él y corrió, corrió, hasta no verlo a lo lejos.

Theodore se sentía de lo peor, sin duda había sido un error confesarse justo en ese momento. Pero en verdad necesitaba hacerlo, en verdad necesitaba decirle que lo amaba. No podía resistirlo más, su corazón se contrajo dolorosamente en su pecho. Se dejó caer de rodillas sobre el frío césped del jardín, y permitió que aquellas lágrimas que se habían acumulado en sus ojos surcaran por sus mejillas. Tal vez Pansy tenía razón, y debía de dejar de guardar aquella esperanza de ser correspondido, tal vez era lo mejor…

Por otro lado, Neville había dejado de correr, solo para detenerse un momento para tomar un poco de aire ¿Cuánto había corrido? No tenía la menor idea, tal vez correr de esa manera, no fue la mejor idea. Pero es que si se quedaba allí, seguramente iba a ser descubierto, su corazón latía fuerte, no solo por la corrida que se había mandado sino, y más bien por lo que había pasado minutos antes con el pelinegro. No quería, aun no quería decirle sobre sus sentimientos a Theo hasta tenerlos bien en claro, así como el agua. Pero… Tampoco correr fue la idea más brillante. Se preguntaba ¿Qué pensará Theo? Sin duda era un tonto, tonto, tonto.

— Valla, con que rompiendo corazones ¿Eh? Dime ¿Qué se siente ilusionar personas y luego defraudarlas? — Esa voz… La odiaba con todo su ser.

— Parkinson. — Se giró a verla. La chica lo había estado siguiendo todo ese tiempo, se preguntaba ¿Habrá visto lo de Theodore y él?

— Cállate. Eres un estúpido… Pero sabes, te agradezco por dejarme el campo libre. — Decía la chica mientras sonreía de manera coqueta que a Neville le desagradaba por completo. — Pobre Theo, debe estar devastado… Yo le advertí que no valías nada. — Como lo sospechó, ella lo vio todo.

— Tu, no sabes nada, así que mejor no te entrometas. — Le dijo Neville fríamente, a lo que la chica rio.

— Ni en sueños, además. Tú ya perdiste por haber rechazado a mi adorado Theo.

— ¡Yo no lo rechacé!

— ¿Entonces por qué huiste? Lo tenías ahí servido, podías haberlo aceptado ¡Pero no! No lo hiciste, y ahora es demasiado tarde como para arrepentirse ¿Sabes por qué? Porque ahora él es mío ¡Y tu quedas fuera! — Neville no podía dejar de verla con odio puro, aquella mujer lo estaba sacando se sus casillas.

— ¡No es cierto! ¡Theo es…!— Se detuvo al darse cuenta de lo que estaba a punto de decir ‘’Theo es mío…’’ No podía decir eso, no estaba en su derecho reclamar al pelinegro como de su propiedad.

— ¿Theo es…?  ¿Theo es? ¡Theo nada! — La chica se acercó a Neville tomándolo del cuello de su túnica. — Olvídate de Theodore Nott. Olvida que existe, no lo mires, no le hables ¡Desaparece! — Dijo por último para luego dejarlo ir, la chica se giró en sus talones para caminar, alejándose de Neville, quién quedó totalmente anonadado. De nuevo, comenzó a correr, corrió hasta su cuarto y allí se tiró contra la cama, empezando a llorar. No podía creerlo, aquella mujer no podía estar diciendo esas cosas en serio. Tenía que hablar con Theo, tenía que aclarar las cosas en cuanto antes. Antes de que su mente pudiese procesar otra cosa más, se quedó dormido, en un sueño intranquilo.

En otra parte del castillo Pansy había estado buscando a Theo, seguro había vuelto a su cuarto que quedaba pegado a la enfermería. No tenía que buscar mucho a decir verdad. Al llegar, abrió la puerta y sin permiso alguno entró a la habitación. El pelinegro se encontraba tumbado en la cama boca arriba, mirando al techo con los ojos completamente rojos. Justo como lo quería encontrar…

— Theo, mi amor… — Dijo con una voz amorosa mientas se acercaba a él. Este la miró por un momento, para luego regresar su vista nuevamente al techo. La chica suspiró sonoramente, entonces se acercó a la cama y se recostó junto a él pelinegro. — Sé que no es el momento pero… Te lo advertí.

— … — Theo no respondió, solo cerró los ojos tratando de olvidar todo lo que había pasado, pero era inútil, no resultaba. Pansy se levantó un poco, para quedar encima de Theo, este no le dio importancia a él hecho, simplemente le dio igual. Había decidido dejar que la chica ganara e hiciera lo que quisiera con él, después de todo, él ya lo perdió todo. La chica sin consentimiento alguno besó los labios de Theodore y este, simplemente se dejó llevar por la chica. Esta, al ver que el pelinegro no la rechazaba ni tampoco hacía gestos de disgusto, prosiguió a besar su cuello,  desabrochó su túnica y la camisa que llevaba debajo también dejando ver el pecho desnudo de pelinegro. Pansy se quitó sus ropas también y ambos, simplemente se dejaron llevar por sus sentimientos.

Theo, durante el acto no pudo dejar de penar en Neville y Pansy, simplemente se aprovechó de la debilidad del hombre.

No vale la pena, ¿O sí?

Todos habían perdido esa tarde…

Nadie, absolutamente nadie tenía el derecho de ganar.

 

 

 

 

 

 

 

Contunuará...

Notas finales:

Oooooooooh, como lo siento, en verdad, lo lamento tanto. 

Escribí este capítulo como 3 veces casi, y estuve cambiando y modificando un monton de partes. ¡Estaba desesperada! 

Pero bueno, he llegado hasta aquí con este capítulo. 

Descuiden, esto no se va a quedar así, va a cambiar y Theo y Nev quedarán juntos ¡No me vallan a linchar! 

Y para los que tienen dudas sobre Theo y Pansy. 

Si

Lo hicieron. *Huye gaymente* 

¡¡¡No vemos en el próximo caaaaaaaap!!! 


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