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Entre Sombras por Vegeta II

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Capítulo 14

‘’ Simplemente Theo’’

 

 

— ¿Los Aurores no dijeron nada al respecto? —Preguntó Draco, quien estaba en su escritorio del aula donde daba clases, revisando algunos papeles.

—No, solo que tratarían de hacer lo posible para resolver este problema. — Contestó  con molestia Theo. — ¿Tienes idea de cómo me siento ahora mismo? Es insoportable…— Continuó.

—No lo dudo, pero aun así; no debes bajar los brazos por nada. — Trató de animarle el rubio, aunque sea por ese momento. Theo simplemente bufó desganado, ya no sabía con certeza que más hacer.

—Los Aurores no harán nada, estoy seguro de ello. — Se quejó el pelinegro golpeando con fuerza  la mesa, haciendo exaltar un poco a Draco, quien dejó lo que estaba haciendo y lo miró.

—Tú no sabes eso, tal vez aun…

— ¿Aún qué? — Cortó Theo, haciendo callar de inmediato a Draco. — No están haciendo nada ahora, y menos en el futuro.

—Oye…

— ¡Ah! Pero si se trata de alguien famoso si se moverían ¿verdad?

—Oye.

—Tal vez si fuera Potter harían algo.

— ¡Oye! — Exclamó Draco parándose enojado y poniendo las manos sobre la mesa. Nadie hablaba mal de Harry delante de él, ni siquiera sus amigos. En ese momento Theodore cobró algo de conciencia y se dio cuenta de lo que había dicho. Así que se calmó, por el bien  —por el bien de su amistad—  y por su propio bien.

—Lo siento, no fue mi intención. — Se disculpó Theo frustrado y cansado. Draco simplemente asintió sentándose nuevamente, relajándose a sí mismo y volviendo a lo que estaba.

— ¿Cómo esta Longbottom? — Theo lo miró incrédulo, es cosa rara que su amigo preguntara por Neville, ya que siempre dijo que le importaba poco la vida de los demás. Al parecer convivir mucho tiempo con Potter lo había cambiado un poco.

—Pues… No sale, no habla, se la pasa encerrado con sus plantas. —Contestó Nott con un deje de tristeza.

—Lo sé… — ‘’ ¿Y entonces para qué preguntas?’’ Pensó Theo con molestia. — Harry va a verlo de vez en cuando cuándo no tiene clases que dar. Dice que al parecer tiene un trauma.

—Oh, yo también pienso lo mismo. — Opinó el pelinegro. — Se ha vuelto demasiado limitado con las visitas, no deja pasar a nadie sin antes someterlo a una serie de preguntas molestas e incomodas.  —  Decía con tristeza el pelinegro, le dolía que su amante se comportara de esa manera hasta con él.

— ¿Crees que Pansy esté involucrada en esto? Digo, podría ser muy sospechosa y no nos olvidemos que últimamente esa mujer está más loca que Filch. — El pelinegro pensó en las palabras dicha de su amigo, y todo podría tener sentido. La mujer seguramente trataría de vengarse de Neville y de él, solo que  les faltaba algo muy importante para inculparla.

—No tenemos pruebas de que sea ella. — Nada podría encajar mejor que Pansy y su locura, pero tampoco podía ir y decir; ‘’Pansy, sabemos que eres tú’’, y entregarla así sin más. Draco rodó sus ojos, no podía seguir confiando en la que alguna vez fue una gran amiga.

—Pansy no es tan lista como lo cree ser, estoy muy seguro de que ella trama algo. Y que me perdone Merlín si estoy equivocado, pero yo no confiaría mucho en ella. — Dijo Draco, Theo solo sonrió, al menos tenían una ‘’idea’’ de quien podría ser el culpable.  Se había jurado a si mismo proteger a su amante, en las buenas y en las malas el estaría allí para ayudarlo, pero en esos momentos se sentía invalido y sin una pisca de raciocinio o idea de que hacer.

—Si te sirve de consuelo, yo hubiera actuado igual que Longbottom después de que me intentaran violar dos veces. — Porque no solo fue aquella vez en la oficina de Theodore Nott, también lo habían estado esperando en el baño de profesores, y esa fue la segunda vez. Desde ese entonces Neville no quiere salir siquiera a respirar por la ventana de su cuarto.

 

Por otro lado, en otro lugar más alejado del castillo. Neville se encontraba en su cuarto encerrado, hace algunas horas había vuelto de dar su clase del día, y como alma que lleva el dementor volvió a su cuarto, es decir, corriendo. Lo único que hacía allí encerrado era; además de corregir la tarea de sus alumnos, era cuidar de sus plantas, leer y cuidar de sus plantar, preparar exámenes, tarea, ¿y ya había dicho cuidar de sus plantas? Bueno, lo hacía todo el día.

—¡Neville! ¿Estás ahí? — Era Harry, pero Neville no confiaba simplemente con escuchar su voz. Así que se dirigió lentamente hacia la puerta y miró por la cerradura de esta. Si, era la apariencia de Harry Potter, pero ¿lo era en verdad? Hace unos días había ideado un método que solo Harry y Theo sabían y se había asegurado de que solamente ellos dos lo supieran.

—¿Contraseña? —  Pidió Neville del otro lado de la puerta. Harry miró para ambos lados del pasillo antes de hablar.

Inter Umbras…

—Ab imo pectore.

—Ínter ami.

— Ínter amatore,

— Ínter siletium. — Al terminar, Neville abrió la puerta dejando entrar a Harry. El pelinegro se horrorizó al ver la apariencia de su querido amigo,  en esos momentos se moría de ganas por decirle algo como;

‘’Oh, por Merlín Neville, hasta la profesora Emma tiene mejor cabello que tú, y se viste mejor que tú. ‘’

Enserio, quería decirle eso, pero no estaba allí para deprimirlo más de lo que ya estaba. No, estaba allí para darle el profeta del día. Oh, bueno. Eso tampoco era muy alentador que digamos. Pero  suponía que su visita hacía feliz al castaño, o eso creía.

—Te traje el profeta…— Dijo Harry dejando el dicho periódico en la mesita que tenía en frente. Para luego ser tomado por el mismo Longbottom, este simplemente miró la portada para luego volver a dejarlo en su lugar. — Y ¿Cómo has estado? — ¿Enserio? ¿Después de todo lo que ha pasado pregunta por cómo estaba?  Neville tenía ganas de preguntar, pero tampoco quería tratar mal a su amigo.

—Supongo que bien…— Simplemente respondió sin ánimo. — ¿Cómo quieres que esté? — Esta vez lo dijo con evidente sarcasmo, cosa que últimamente usaba demasiado (tal vez Nott lo había contagiado).

—¿Hasta cuándo? — Neville lo miró incrédulo, no entendió la pregunta de Harry. — ¿Crees que estar encerrado aquí, los problemas de allá afuera se resolverán por si solos?  ¿No crees que estas siendo un poco egoísta con Nott? — Dijo Harry mirándolo con evidente angustia.

—Yo… No sabría qué hacer. — Confesó. Harry suspiro.

—Yo sé que lo que has vivido fue traumático y difícil de superar, pero creo que como todo en la vida, debes seguir adelante. — Continuó hablando, la mirada de Neville se llenaba de lágrimas sin derramar. Harry estaba en lo cierto, era un inútil, un mal amigo y un mal novio. — Debes luchar, amigo. — Neville simplemente asintió a lo que el pelinegro se acercó hasta el para abrazarlo. El castaño correspondió aquel abrazo por un momento. Harry se separó de él y le sonrió. —Creo que ya me tengo que ir, si Nott me pesca abrazándote, no me gustaría perder mis brazos. — Neville soltó una leve risa, estaba seguro de que su amante no era tan celoso como Harry creía. — Espero verte en la cena. — Dijo Harry dirigiéndose a la puerta, al abrirla se encontró cara a cara con Theo. A lo que Harry lo miró sorprendido, muy fingido a decir vedad. —¡Te juro que no le hice nada! — Exclamó Harry poniéndose de rodillas  y suplicando piedad, todo en una gran actuación.

—Pues mi instinto está en desacuerdo, Potter. — Dijo Theo poniendo cara de asesino seria, psicópata, mata conejitos. También estaba fingiendo y siguiéndole el juego al de ojos verdes.  

—Ya, dejen de hacer el idiota. —  Pidió Neville a punto de largarse a carcajadas por la estupidez espontanea de su amigo y su novio.

—Está bien, mejor me voy, nos vemos Nev. — Y con eso Harry se despidió. Dejando solos a Theo y Neville. El pelinegro cerró la puerta en cuanto el otro se retiró del cuarto, el castaño había dejado de reír. A Theodore le llenaba de felicidad ver que en algún momento su pareja sonreía, amaba verlo feliz y sin preocupaciones.

—Hola — saludó Theo, a lo que Nev sonrió bobamente.

—Hola— Respondió este, sonriéndole tiernamente. Theodore se acercó a él, no había necesidad de que Neville se alejara, ya que él conocía perfectamente a Theo. Lo podría reconocer a kilómetros de distancia si se le daba el caso. Sabía que él era el verdadero, el cálido y a la vez frío Theodore Nott. Cuando estuvo lo suficientemente cerca de él, lo abrazó y besó su frente. Nev cerró sus ojos cuando sintió aquel pequeño y simple contacto, le hacía sentir diferente, y aunque antes hubiera dicho que era raro, ahora diría que es especial y le encantaba.

Entonces Theo lo besó, primero comenzó siendo un beso tierno y parsimonioso, como al castaño le encantaba que lo besara. Pero sin darse cuenta aquel beso se iba intensificando cada vez más, volviéndose apasionado. Pero claro, en algún momento el aire les tenía que faltar.

—Nev… — Susurró Theo, el aludido lo miró con ojos brillantes y deseosos y esta vez, fue el quien se le tiró encima, rodeando sus piernas en la cintura del hombre más alto y abrazándolo por el cuello, comenzando un nuevo beso más apasionado. Theo quien no se lo esperaba, se tambaleaba con Neville en brazo y no le quedó otra que correr hacia la cama y continuar con el beso allí, a no ser ambos quieran caerse y hacerlo allí mismo en el suelo.

—¡Neville! — Exclamó Theodore sorprendido en cuanto se separaron nuevamente para respirar.

—¡¿Qué?! — Cuestionó el más bajo con la respiración agitada, mirándolo con ojitos brillosos y llenos de deseo sexual (no está de más decir que aún no lo han hecho de lo que llevan de relación).

—Nada…— Al caño todo, él quería hacerlo suyo en ese mismo momento. Theo volvió a apoderarse de los labios del castaño y viceversa, una pelea en la cual el más hambriento ganaba, Theo por su puesto. El pelinegro fue recorriendo con una de sus manos el cuerpo que tenía debajo, metiéndose entre las telas para poder tocas mejor la delicada piel de su amante. Neville suspiró por lo bajo al sentir las manos de su amante recorrer por su cintura y su vientre.

—Ah, tienes las manos muy frías. — Dijo Neville sintiendo escalofríos, a lo que el nombrado sonrió.

—Bueno, podemos calentarlas un poco. — Dijo con voz seductora,  el castaño se sonrojó tiernamente girando su rostro para otro lado, sintiéndose muy avergonzado. Theo besó su mejilla izquierda, luego subió sus manos al rostro de Neville y girando su cabeza el mismo, para luego besar sus labios nuevamente.

Túnicas, suéteres y pantalones andaban repartidos a un costado de la cama. Los gemidos por parte de ambos se hacían notar, aunque fuera por lo bajo. Una embestida más y ya habían llegado al clímax del que fue su primera vez en s relación. Theo había terminado agotado,  recostándose sobre el cuerpo de Neville y este lo abrazaba fuertemente. El castaño acariciaba las hebras negras de su amante, quien descansaba en su pecho y a la vez sintiendo más de cerca la respiración de su querido Nev, le agradaba estar de esa manera con su amante, y esperaba repetirlo hasta el resto de sus días con la persona que más amaba en el mundo. Entonces Neville se detuvo en seco, haciendo que Theo frunciera el ceño.

—Em… ¿Theo? — Llamó Neville, a lo que el aludido murmuró algo inentendible. —Theo.

—Que…— Respondió sin más.

—Ahora que lo pienso ¿no tenías pacientes que atender hoy? — Entonces Theo levantó su cabeza rápidamente, mirando a Neville a los ojos con cierta complicidad. — oh, por Merlín, que irresponsable.  — Neville comenzó a reír fuertemente, aunque Theo se quedó estático pensando en su trabajo. Pero luego de pensarlo mucho y ver como Neville se partía de la risa, se volvió a relajar en el pecho de su novio.

—Al demonio, no me pagaron el mes pasado, que se jodan. — Dijo Theo y Nevi lanzó una nueva carcajada.

—Oh, no espero para ver la cara furiosa de McGonagall. — Dijo Neville a lo que Theo rezongó un poco, estaba seguro de que pagaría su descuido, o por lo menos Minerva se encargaría de que lo haga.

—Neville…— Llamó Theo.

— ¿Mmh? — Ronroneó Neville.

—Te amo. — Aquellas palabras hicieron que el corazón de Neville saltara, y latiera trémulo. Solo Theo hacía que su corazón latiera de esa manera, solo él podría hacerle sentir especial y solo él lo amaba con tal devoción. Solo Theo.

Decidieron quedarse un rato más de esa manera, ya que el castaño no tenía nada que hacer, y aunque Theo tenía muchos deberes por hacer iba a dárselas por rebelde. Enserio, no tenía ganas de hacer nada más que besar y abrazar a su pareja. Aunque esta de  vez en cuando le recordara sus obligaciones.

—Enserio The, creo que deberías ir a trabajar…— Dijo por última vez Neville.

—En un rato… — Neville suspiró sabiendo que ese rato se volvería en otros minutos, en media hora y en horas. El pelinegro tenía más rastros de niño grande que él mismo. 

 

 

Notas finales:

Hola, tanto tiempo. Si lo sé, soy un asco de escritora y un asco de persona por no actualizar desde hace mucho ¿Hace cuanto no me pasaba por acá? Creo que un monton de tiempo. 

Espero que me sepan perdonar, y ya ni se si hay gente que lee este fic, pero bueno. (Probablemente ya les dejó de interesar) Pero tengan en cuenta que no pienso dejar ni un fic inconcluso (aunque pase 1 año). 

La razón por la que he abandonado mis fic fue que no conseguía tiempo para escribir, la escuela me tenía atrapada literalmente. Pero luego se me fueron las ideas y las ganas asi que, caí en desgracía creativa. Ahora que me las he dado de rebelde, y dejara las tarea a un lado para escribir, les traígo este corto capítulo que se me ocurrió mientras comía (?). 

Aun no puedo esperar a ver la cara de desilucion de tod@ cuando vean que no hay lemon explicito. MUAJAJAJAJA

Ok no, ya pero enserio, ¿Alguién me da clases de lemon? ¿Nadie? Necesito un sempai que me de clases, o podrían darme consejos para escribir lemon. SOY UN DESASTRE. 

En fin, espero que les guste...Esto. 

Dejen comentario o quemenlo. 

Bye!

PD: Actualizaré dentro de 1 mes más. 

PD2: Es mentira, cuando tenga tiempo. 


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