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Entre Sombras por Vegeta II

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Capítulo 16

‘’Arrepentimiento’’

 

 

Pansy estaba arrepentida de muchas cosas, entre ellas, haber conocido a Seamus Finnigan. En ese momento jamás creyó que ese hombre en algún momento se convertiría en su más grave error, nunca vio lo que venía detrás de él. Aquella persona que había aparentado ser alguien que no era, ahora se mostraba totalmente diferente. Y tanto Neville como ella temían por sus propias vidas.

—No creí que fueras capaz de traicionarme…—  Decía Seamus jugando con su varita moviéndola de un lado a otro, mientras caminaba alrededor de las dos personas que tenía inmóvil en medio del cuarto. — Pero bueno ¿qué importa eso ahora? Para cuando acabe el día ustedes dos ya estarán muertos. — Dijo provocando un estremecimiento en Neville. Pansy no había cambiado su expresión de odio puro ante el hombre y estaba decidida a que no se saldría con la suya.

— ¿Por qué nos haces esto? — Preguntó Pansy sin cambiar su tono frío. Seamus sonrió, estaba segura de que el solo estaba haciendo eso por maldad y tal vez por venganza.

—Mmh… No sé. — Fue la corta respuesta que dio, en ningún momento aquella sonrisa siniestra desapareció de su rostro. — Tal vez sea por venganza… O porque si ¿Qué te convence más? — Ambos lo miraron con mucho resentimiento, sobre todo Pansy porque gracias a él había cometido más errores que nunca. — Lo mejor está por venir, ya que después de todo yo soy inocente. — Neville solo podía observar y escuchar con atención, sentía mucho miedo en esos momentos pero trataba de no ser tan evidente. — Lo que quiero decir es que todos creen que fuiste tú la que secuestró a Neville, todos  vienen por tu cabeza mi querida Pansy.

— ¿Crees que esto es un juego? ¿Crees que puedes jugar con vidas ajenas? Solo eres un imbécil que se cree dueño del mundo. Escucha, no es mi problema que Longbottom no te pase ni la hora y que tu otro amante se haya casado con una mujer. Tu venganza es tan absurda como tu existencia y si crees que vas a salirte con la tuya estás muy equivocado. — Decía Pansy sin cambiar su expresión amenazante. — Eres un león contra una serpiente, un estúpido y descerebrado león contra una astuta e inteligente serpiente ¿Qué oportunidad crees que tienes?

—Oh, conque te crees lista. Pues no nos encontrarán, estamos alejados de cualquier civilización. No escucharán tus gritos de dolor o… Los gemidos de Neville…— Esto lo dijo acercándose al castaño. — Te enseñare lo que el imbécil de Nott nunca te enseñará. — Continuó susurrando al oído de Neville, seguido de lo último dicho depositó un brusco beso en la mejilla de Neville, logrando así un mueca de asco y de repulsión por parte de este. Luego de una maniática y ruidosa carcajada por parte de Finnigan este salió por la puerta, dejando a Parkinson y a Longbottom solos.

 

Al quedar completamente solos en aquel cuarto, ambos soltaron todo el aire que habían estado conteniendo hacía un rato. El castaño observó de reojo a Pansy quien tenía la cabeza agachas y su pelo negro le cubría todo el rostro.

—Sabes, siempre creí que tú llegarías a hacer este tipo de cosas. — Neville habló rompiendo así el silencio tan incómodo que se había formado en esas cuatro paredes, logrando que Pansy se volteara a verlo.

—Sí, puede ser. Pero no estoy tan loca como aparento…— Confesó sin cambiar su tono frío para con Neville, a el castaño le pareció que Parkinson estaba siendo amable con él en ese momento ya que no sentía el mismo veneno que antes. Por lo tanto lo dejó un tanto confundido, mirándola con total incredulidad, acto que ella notó de inmediato.

—Bueno, me imagino que en Hogwarts ya se habrán dado cuenta de que desaparecimos. — Dijo Neville luego de una pausa, tratando de alentar un poco la situación.

—Querrás decir solo de ti. Yo ya fui despedida, así que hoy estaba por irme. — Contestó la pelinegra, pero sin voltear a verlo. — Pero conociendo a Theo y su obsesión por ti, seguro tiene a medio ejército de Aurores buscándote por todos lados. — Ambos rieron ante la declaración de la chica, eso podría ser tan posible. Luego de un largo rato permanecieron en silencio, quedando ensimismados cada uno en sus pensamientos.

Pansy aún no caía en lo que estaba sucediendo, en su vida había esperado que estaría metida en esa situación tan extrema. Ninguno de los dos estaba preparado para algo tan ‘’emocionante’’ en sus vidas. Sin duda lamentaba todo lo que había hecho anteriormente, estaba segura de que si ella desde un primer instante hubiera aceptado su rechazo, en vez de estar allí aprisionada estaría en su casa. Tal vez si no hubiera enloquecido principalmente…

Aunque le costaba admitirlo y sobre todo aceptarlo, Neville no tenía la culpa de nada. Se sintió celosa y eso mismo la llevó a cometer locuras y estupideces. Había hecho sufrir a muchas personas por tratar de conseguir lo que no le pertenecía, pero sobre todo, se había ganado el odio de la persona que ella creía que era el amor de su vida.

¿Qué tan ciega pudo ser en ese entonces? ¿Qué tan ridícula y egoísta estaba siendo? Y todo por un capricho, una absurda pelea que solo en ese momento se dio cuenta que nunca ganaría. Theodore Nott no la amaba a ella y lo único que provocó fue alejarlo cada vez más, ahora era demasiado tarde para retractarse, porque el pelinegro estaba fuera de su alcance a esas alturas. Resentía a Longbottom por tener lo que ella no, por lograr lo que ella siempre había querido lograr. Por conseguir ser feliz a lado de la persona que amaba. Celos, malditos celos que la consumían y la desquiciaban. No merecía el amor de Nott luego de todo lo que había hecho.

Miró a Neville por el rabillo del ojo. Su orgullo no le permitía disculpase con él, tampoco sentía que lo necesitara de todos modos. Aun lo odiaba, pero la culpa la consumía lentamente. Así que soltando un suspiro de resignación, aclaró  su garganta llamando la atención del castaño.

—Tengo un plan…— Prosiguió a decir, casi en susurro por temor a que Seamus estuviera dando vueltas por la puerta. — Y necesito tu ayuda Longbottom. Bueno, si quieres salir de aquí te va a convenir. — Continuó diciendo con su típico tono de arrogancia, provocando un gruñido en Neville. Luego le dirigió una mirada inquisitiva, puede que sea un león y por ende impulsivo en algunas cosas, pero no era tan estúpido. Con el tiempo había aprendido a dudar y desconfiar de algunas personas, entre ellas estaba Pansy Parkinson.

—Te escucho…— Respondió Neville luego de unos minutos.

—Como sabrás y espero que te hayas dado cuenta; Finnigan es un idiota. Se nota a la legua que no pensó en nada. — Neville le dio la razón, había sido muy evidente al respecto. — Ni si quiera estamos completamente inmóviles. —Continuó diciendo a la vez que movía sus pies libremente. Las manos estaban atadas detrás de la silla y aparentemente, estaban siendo sujetados por unas cuerdas mágicas que por lo tanto no podían ver.

— ¿Qué quieres hacer? — Cuestionó el joven adulto sin cambiar su expresión de seriedad, intentaba mostrarse igual de frío que ella, objetivo que lograba por el estremecimiento que de vez en cuando le daba a la pelinegra.

—Dejó la puerta sin seguro y antes de que nos arrastrara hasta aquí vi que dejó las varitas en un escritorio, en el piso de abajo. — Continuó explicando la castaña, a lo que Neville no perdió detalles de las explicaciones de la mujer. — Iría yo misma, pero esta silla es demasiado pesada…

—Me quieres decir que solo yo puedo hacerlo. — La pelinegra asintió. La silla en la que estaba amarrada Pansy era una hecha de hierro, bastante pesada para una mujer pequeña como ella. A comparación de Neville que solo tenía una de madera, bastante liviana para un hombre. — De acuerdo. — Dijo Neville con cierta determinación, acto que sorprendió a la mujer. No quería aceptarlo, pero el castaño tenía más agallas de lo que alguna vez pensó. — Solo quiero saber una cosa Parkinson. — La chica lo miró incrédula, luego de un rato de observarlo hizo un movimiento de cabeza diciéndole que podía continuar. — Prométeme… No, júrame que no me traicionarás. — La pelinegra quedó boquiabierta, incrédula e impactada. No iba a negar que si lograban escapar ella correría a su suerte, pero ahora que Longbottom le ponía esa condición tan decisiva no podía hacer otra cosa más que aceptar.

—Lo juro. — Dijo de inmediato a lo que Neville la miró directo a los ojos y al ver que estaba siendo sincera, sonrió. Para más asombró de la chica.

—De acuerdo. — Dijo sonriendo de oreja a oreja.

—Longbottom…

— ¿Hmm? — Pansy dudó si preguntarle o no, estaba comenzando a sospechar de algo.

— ¡¿Estás embarazado?! — Preguntó sorpresivamente Parkinson haciendo que Neville casi se atragantara con su propia saliva. — Tus cambios de humor y de personalidad me están aterrando.

— ¡¿P-pero que te pasa?! Claro que no. Eso ni si quiera es técnicamente posible además.

—Ya verás cuando se entere Theo del secreto que te estabas guardando, no te lo perdonará.

— ¡Que no estoy embarazado!

—Mira, ya tienes arranques de cambios de humor.

 

—Aún no han pasado veinticuatro horas, ¿y usted viene aquí con la pretensión de hacer una denuncia, y ejecutar un rescate? No puedo tomar esta denuncia como algo serio, señor Nott. — Decía el señor ministro con voz severa, era evidente que el hombre no iba a hacer nada por su causa.

—Se trata de un secuestro ¿qué tan serio tiene que ser? — Prosiguió Theodore quien ya estaba perdiendo toda la paciencia que le quedaba para con el hombre.

— ¿Hermione, tú no dirás nada? — Cuestionó Harry a la castaña quien solo estaba parada junto al otro hombre, la mujer tenía mucha influencia en el ministerio pero aparentemente tampoco le interesaba.

—Lo siento, pero el señor ministro tiene razón. No pueden ejecutar tal acción sin que el problema sea evidente. — Respondió Hermione, sin cambiar su semblante serio. Harry se cuestionaba ¿qué había pasado con su amiga. Nadie de los que empezaron a trabajar en el ministerio eran los mismos que antes. Se daba las gracias a si mismo por no haber escogido ser Auror, aunque en un principio le había emocionado la idea de convertirse en uno.

—Estoy seguro de que el señor Longbottom aparecerá en cualquier momento, no puede haber ido tan lejos. Después de todo es un hombre adulto. — Alegó el hombre de mayor edad para más molestia de Theodore. Quien si quiera despedirse o decir algo más salió de la oficina, enfurecido por la decadencia de la ley y de la seguridad. Tenían todas las razones para ponerse en marcha, pero no había caso alguno.

—Son unos imbéciles, Granger se cree mucho parada junto al gordo ese. — Insultó un rubio igual de enfurecido. Harry lo reprendió con la mirada, aunque tuviera toda la razón para decir esas cosas. Voldemort había dejado de ser un problema, pero ahora se enfrentaban a un ligero problema y era la negligencia de la ley en el mundo mágico.

—De todas formas, ella no podría hacer mucho sin la autorización de su jefe. — Continuó diciendo Harry, cruzándose de brazos y apoyándose contra la pared. Theodore estaba sentado en un escalón de la escalera, tratando de pensar que podía hacer pero ninguna idea brillante se le venía a la mente. Por lo general siempre había sido listo y sabía cómo resolver problemas, pero ahora tenía como presión la vida de su amante. Se sentía enojado, frustrado y desesperado. Quería hallarlo y era posible que si se encontraba Pansy cerca no sabía que haría con ella,  estaba seguro de que nada bueno. Respiró hondo y contuvo la respiración por un prolongado tiempo hasta soltarla paulatinamente.

Si tan solo pudiera rastrearlo de alguna forma…

—Eso es… ¡Pero que tonto soy! — Dijo Theo repentinamente haciendo exaltar a los dos presentes. El pelinegro se puso de pie rápidamente y caminó hasta la salida del edificio.

—¿Qué ocurre? — Preguntó Draco sin entender, pues hasta el momento el pelinegro no había mencionado nada más que lo reciente.

—Soy tan tonto, yo mismo puedo ir a buscar a Neville. — Dijo en el momento en que sacaba su varita, para luego darse la vuelta y mirar a Draco y Harry quienes lo observaban con un poco de preocupación.

— ¿A qué te refieres? — . Temían por la salud mental de su amigo en esos momentos, por eso mismo no debían permitir que hiciera alguna locura o algo totalmente descabellado. Aunque sabían perfectamente que Theodore Nott no era del tipo que perdían la cabeza fácilmente.

—Hace no mucho tiempo le coloqué un rastreador a Neville, pero como en ningún momento tuve la necesidad de utilizarlo de verdad lo olvidé por completo. — Respondió Theo. Luego colocó la punta de su varita en la frente y pronunció un hechizo, de inmediato Theodore podía ver el lugar en donde se encontraba su amante. En su mente se podía ver una roñosa casa de dos plantas, se veía en ruinas, aparentemente era una casa antigua que actualmente estaba abandonada. No podía ver el interior de esta o ah Neville pero aparentemente se encontraba en ese lugar. Enseguida el nombre del pueblo en el que se encontraba vino a su mente. Cuando tuvo suficiente información abrió sus ojos y de inmediato dirigió su mirada hacia los otros dos que lo miraban con desconcierto. — Denme la mano. — Prosiguió extendiendo sus brazos a ambos lados y tanto como el rubio y el otro pelinegro lo hicieron, desapareciendo en el acto.

 

 

— ¿Estás listo? — Interrogó Pansy a Neville que se había puesto de pie, pero encorvado ya que el respaldo de la silla le impedía enderezarse.

—Listo. — El castaño comenzó a caminar en dirección a la puerta y utilizando su boca abrió el picaporte de la puerta. Se sintió un poco asqueado ya que el metal estaba gastado y quien sabe quién había puesto sus manos ahí. También agradecía infinitamente que no fuera de ese tipo de perillas enormes o abrir dicha puerta se le hubiera hecho más difícil y le hubiera llevado más tiempo.

—Suerte…— Le dijo Pansy antes de que Neville cruzara la puerta, este se volteó apenas y le dio un leve asentimiento. Luego continuó caminando despacio para no hacer mucho ruido y al llegar a las escaleras fue cuando por un momento en su vida le temía a las alturas. Pues, tener una silla pegada en el trasero y que además tener que bajar las escaleras, no era para nada alentador o divertido.

Bajó las escaleras con todo el cuidado posible, si iba a morir prefería que no fuera tan estúpido como una patética caída. Al llegar hasta abajo respiró profundo y observó su entorno. No corría peligro ya que se habían asegurado de que Seamus no estuviera en la parte baja de la casa, habían escuchado sus pisadas en el ático de la mansión. No tenía idea de que hacía allí, tampoco quería imaginárselo en esos momentos. Descubrió que había tres puertas allí, una del lado izquierdo y dos del lado derecho. Abrió la más cercana que era del lado derecho, pero no era una oficina, era más bien un armario y al momento de abrirlo una gran cantidad de escobas y otras cosas se vinieron abajo.

Nervioso Neville abrió la otra puerta que era un cuarto y velozmente se adentró a este cerrando la puerta de inmediato, y con todo el nerviosismo trato de ocultarse detrás de está. Escuchó los pasos veloces de Seamus bajar.

—¿Qué mierda fue eso? — Escuchó Neville que se quejaban del otro lado de la puerta. — Mmm, parece que tenemos a un intruso…— Continuó diciendo. El castaño estaba a punto de morir de un infarto cuando vio que Seamus estaba por abrir la puerta, pero en ese momento se escuchó un ruido proveniente de otra parte de la casa haciendo que Seamus se dirigiera al origen del ruido. Después de eso Neville solo escuchó un ‘’¡Fuira perro!’’, luego el chillido de un pobre perro que salía despavorido, por suerte no lo había matado, le dio un poco de pena al pobre perrito que no tenía la culpa de estar en el momento más adecuado, pero también le agradecía. Cuando sintió los pasos de Seamus alejarse nuevamente dirigiéndose hacia arriba, y las pisadas duras se hicieran cada vez más lejanas hasta no escucharlas soltó todo el aire que había contenido, relajándose. Se levantó de nuevo y miró el cuarto en el que estaba, polvoroso y mohoso. Pansy había dicho que las varitas estaban en una oficina, así que seguramente era la siguiente habitación que quedaba en esa parte.

—Uff…— Abrió la puerta lentamente y salió, de inmediato se dirigió al cuarto que estaba enfrente del que estaba. La oficina estaba totalmente en penumbras y por lo tanto no podía ver nada. Así que se adentró más a esta y con mucho esfuerzo trato de acostumbrarse a la oscuridad del cuarto, caminó lentamente chocando con algunas cosas en su camino. En un momento chocó con algo y al darse cuenta de que era bastante amplio pensó que seguro se trataba del escritorio del cual le había hablado Pansy.

—Varitas, varitas, varitas…— Repetía una y otra vez tratando de divisarlas pero no podía ver bien, había muchos libros amontonados y obstruían su visión. Se dio cuenta de que aquellos libros estaba ahí a propósito, posiblemente Seamus los había puesto ahí para ocultar las varitas. Con su cabeza, comenzó a correr algunos libros, algunos de ellos se habían caído haciendo un poco de ruido pero prefirió pasar de largo. Continuó apartándolos hasta que por fin pudo llegar a ellas, pero estaban en el otro extremo y no podía alcanzarla y dar la vuelta era imposible debido a los demás muebles que estaban amontonados a los costados.

—Bueno, pero parece que se nos escapó un conejito. Pero que interesante. — Era Seamus que estaba parado en la puerta y parecía muy molesto debido a su tono de voz, Neville no necesitaba darse la vuelta para saber que expresión llevaba en su rostro. — Creo que tendré que castigarte ahora mismo. — Continuó diciendo mientras desenfundaba su varita. Rápidamente Neville se dio la vuelta y quedó cara a cara con aquel sujeto que parecía querer matarlo.

El castaño estaba preparado para lo que sea, sus músculos se habían tensado, estaba listo para dar combate si era necesario. Cuando Seamus le lanzo un hechizo aturdidor él lo esquivó ágilmente y sin perder tiempo se lanzó sobre él. Pero su peso no bastó para detenerlo, había soltado la varita pero el otro le superaba en fuerza, por eso cuando lo empujó también rompió la silla que llevaba puesta pero sus nudos en las manos en la espalda aun no le dejaban moverse con libertad.

Se levantó rápidamente y se fue velozmente a buscar las varitas, se abalanzó sobre el escritorio y tomó como pudo las varitas con sus manos. Vio que Seamus se levantaba así que corrió de nuevo hacia él y le dio una patada en el trasero haciendo que callera de cara al suelo, satisfecho corrió hacia las escaleras subiendo hacia donde se encontraba Pansy.  Esta tenía sus ojos abierto a más no poder; había escuchado los fuertes golpes de la parte baja y por la expresión de Neville al volver supuso que había sido descubierto. Cuando Neville estuvo a punto de darle su varita un fuerte estruendo hizo que el chico callera y ella también, pero con silla y todo.

—Veo que a ustedes les falta más disciplina. — Dijo Seamus a la vez que tomaba a Neville del cabello y lo arrastraba por el pasillo.

—¡No, déjalo! — Le gritó Pansy, sin poder creerse a sí misma que estaba asustada por lo que le pueda hacer a Neville. — ¡No le hagas daño! Por favor…— Pero su súplica fue totalmente ignorada, dejándola completamente sola mientras escuchaba los quejidos de dolor que Neville soltaba.

No sabía qué hacer, se quedó totalmente petrificada. En esos momentos anhelaba que alguien los fuera a rescatar, esperaba por todos los medios posibles que sea pronto.

Merlín.

Jamás había sentido tanta angustia en su ser…

 

Notas finales:

Hola ¿Qué tal? Tanto tiempo, lamento atrasarme pero bueno, aquí estamos de nuevo. Espero que este nuevo capítulo sea del agrado de ustedes y no sé, traté de compensar el tiempo de retraso haciendolo largo. 

Este capítulo lo tenía escrito hace semanas pero por problemas de conexión en mi hogarcito no podía subirlo, y el ciber es muy caro XD

ACLARO: Este fic no es Mpreg por si se lo están preguntando. Lo que Pansy dice es solo para fastidiar a Neville (lamento ilucionarlas). 

OOOOH y por cierto, muchas y muchos creían que Pansy era re zorra ¿no? Si lo era, pero hasta cierto punto. No quería que Pansy fuera del todo mala, solo un poco maniatica y celosa. Recuerdo que alguien en los comentarios dijo que le daba pena que Pansy fuera mala, ¡Ahora ya no lo es! Así que ya no tiene por qué sentirse mal (?) XD

En fin, gracias por los animos y los comentarios que me dejan. 

Falta poco para el final y ya decidí que hacer, así que bueno. Ya está todo planeado C:

¡Saludos! 

PD: Tengo planeado una serie, pero aun no sé, ya que soy una escritora algo regular. Si no tengo inspiración, no tengo tiempo y si tengo tiempo siempre algo evita que yo escriba. Pero la idea que tengo y los borradores que he escrito prometen estar buenos, solo que tal vez necesite un poco de ayuda... Puf~


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