Capítulo 8
‘’Viejos Recuerdos’’
Los días pasaron lentamente para Neville, por alguna extraña razón se sentía muy emocionado. Extraña porque no es la primera vez que sus amigos organizaban o planeaban algo juntos, sabía que el motivo no era más ni menos que Theodore. Se sentía muy extraño, cada vez que pensaba en Theo, su estómago cosquilleaba y se sonrojaba. Conocía muy bien ese sentimiento, era el de alguien enamorado. Se sentía extraño cada vez que su corazón comenzaba a latir aceleradamente y… ¿En qué demonios estaba pensando? Que él sepa, no era gay ¿O sí? Pero cada vez que aquel sentimiento persistía se dejaba decir y admitir por un momento, que tal vez, solo tal vez, Le gustaba Theodore Nott, pero solo porque era él.
Se estaba arreglando para la dicha reunión. Como siempre no iba a ponerse nada formal, solo casual, como casi siempre se vestía. Se preguntaba si Theo tendrá problemas para vestirse, por lo que le contó en la última carta, esta sería la primera reunión que asistía en años. Pero no se iba a preocupar mucho, Theo era un hombre sumamente inteligente, sabrá cómo vestirse, o al menos eso creía Neville.
— Creo, que ya estoy… — Decía Neville mientras se aseguraba de que no le faltaba nada, al comprobar que efectivamente todo estaba en orden. Tomó su saco y salió a fuera, donde simplemente desapareció, para posteriormente aparecer en un pueblo algo tétrico. La casa de Theo quedaba a dos cuadras de donde Neville se había aparecido, por lo tanto solo le quedaba caminar un poco hasta llegara la dicha vivienda. Al llegar tocó la puerta tímidamente y esperó a ser atendido, no tardó mucho tiempo cuando vio como la puerta se habría y era recibido por el mismo Theodore Nott.
— Hola... — Saludó Neville nerviosamente, pero bien disimulado.
— ¿Quién eres tú? — Preguntó inesperadamente Theo a lo que Neville enarcó una ceja, confundido.
— ¿Disculpa? — Pestañeó perplejamente, Neville.
— ¿No oíste? ¿Quién eres tú? — Theo parecía hablar muy en serio, en ningún momento cambió su expresión seria o se ha reído como si de una simple broma se tratase.
— Theo, soy yo. Neville… Tu amigo… — ‘’ ¿Acaso está jugando conmigo? ’’ Pensaba Nev, y su corazón en ese momento comenzó a latir fuertemente, una punzada de angustia lo invadió inmediatamente, ¿Qué iba a hacer? ¿Qué tal si Theodore de verdad lo había olvidado? Seguramente era una pesadilla…
— No tengo ni la menor idea de quién eres, así que si no te molesta, sal de mi puerta… — Dijo Theo y Neville cada vez sentía hundirse más.
— No, esto no puede ser, es imposible que me olvides de un día para otro. Por eso te suplico que ¡Busques más en el fondo! — Neville había cerrado sus ojos fuertemente mientras decía todo aquello, aun guardaba un poco de esperanza en su corazón. En ese momento una fuerte y sonora carcajada lo sacó de su parálisis emocional.
— ¡Jajajajaja…! — Se reía descontroladamente, Theo. ¿Qué demonios? Se preguntaba Neville y en ese momento calló en cuenta de que todo aquel tiempo, Theodore había estado fingiendo y engañándolo crudamente. El profesor de herbología se había quedado embelesado viéndolo reír, tenía una hermosa sonrisa. Pero luego recordó lo que el hombre había hecho y la furia lo invadió, aquel sentimiento se había apoderado de él, haciendo que levantara la voz más de lo normal.
— ¡No te rías! ¡Esa fue una terrible y horrible broma! — Gritó el aludido, y Theo se detuve en ese mismo momento, sorprendido y perplejo por la sorpresa. Siempre había creído que Neville era un ‘’tonto’’ y que no le importaría del todo. Estaba sorprendido por la actitud de Neville. — ¡¿Qué demonios pasa contigo?! — Y en ese instante sintió ser abrazado por Theo.
— No creí que te pondrías de esa manera… — Confesó sonriendo el de cabellera negra. Por otro lado Neville se sentía nervioso, de tan solo volver a sentir los fuertes y cálidos brazos de Theodore. Jamás creyó que volverían a estar de esa manera, sin embargo allí estaban, más cerca que nunca. — Lo siento, soy un asco haciendo bromas…
— No, no lo eres, incluso me lo creí todo… — Dijo el profesor cuando pudo recuperar el habla, aunque su voz se notaba un poco temblorosa.
— Si… Algún día pierdo la memoria de verdad ¿Tú, qué harías? — Preguntó con un deje de angustia en su voz pero muy disimulado.
— Pues, trataría de volver a ser tu amigo nuevamente. — Dijo, ya para esas alturas tenía la cara demasiado roja de la vergüenza de sus propias palabras. Aún seguían abrazados, y Neville no podía estar más que apenado, además de que Theodore era más alto que el, apenas podía ver por arriba de sus hombros. Mientras Theo no podía hacer más que sonreír, cada palabra, o cada gesto inocente de Neville lo enamoraban cada vez más, claro, aunque este ni enterado estaba.
Pronto llegó el momento de separarse, por más que el más alto quiera permanecer así por un rato más. Además de que tenían una cena a la cual asistir, ¿recuerdan?
— Prometo que no lo volveré a hacer… — Dijo Theo al momento de alejarse de Neville. Entonces este pudo verlo mejor y contemplar al hermoso chico que tenía en frente. El más alto traía puesto su habitual túnica negra y un pantalón de vestir también negro, aunque ésta vez fue variado y se puso una camisa blanca. Siempre lo había visto vestir completamente de negro, por lo cual esta vez, simplemente pensó que se veía increíblemente atractivo. — Deja de verme… Es… Vergonzoso… — Le dijo de repente Theo bajando a Neville de su nube imaginaria. No se había dado cuenta del tiempo que se había quedado viéndolo.
— Eh… Lo siento. — Ahora sí que estaba más que avergonzado.
— No te preocupes… — Le dijo, acercándose a él lentamente y posicionarse justamente detrás de él, para finalmente susurrarle en el oído. — Después de todo, yo siempre lo hago… — Y con eso se alejó, y se fue directo a otra sala. El calor en su cuerpo y en toda su cara se hicieron presentes, definitivamente aquello que estaba sintiendo no era normal, no. ¿Por qué Theodore Nott tenía que ser de esa manera? Luego de unos minutos estando allí parado decidió ir tras de Theodore, el cual ya estaba listo y ambos desaparecieron a través de la chimenea.
— Hasta que llegaron… — Dijo Draco justo en el momento que ambos hombres aparecieron, al parecer los estaban esperando. — Ya estaba por llamar a los Aurores.
— No exageres Draco… — Dijo Harry. Al parecer estos dos habían aprendido a llamarse por sus nombres, además eran más cercanos de lo que Neville y Theodore se podrían imaginar (Ia tu sabes…)
— Lamentamos llegar tarde… — Se disculpó Neville.
— No importa, además falta que llegue alguien más. — ¿Alguien más? Pensaba Neville. A decir verdad no esperaba que fueran más que ellos, así que fue una total sorpresa. Solo faltaba saber de quien se trataba.
— Creo que no tarda en llegar… — Dijo Draco viendo su reloj de pulsera. Luego de decir esto, escucharon el típico sonido de aparición a través de la chimenea y allí pudieron ver a una atractiva joven de cabello negro y largo que le llegaba a la cintura.
— Hola ¿Llego tarde? — Decía la joven mientras daba unos pasos, adentrándose a la sala. A Neville se le hacía familiar aquel rostro, seguro era de la escuela, pero como habían pasado tantos años, las personas cambiaron, sobre todo en apariencia.
— Nop. Llegas justo a tiempo. — Dijo Draco, dirigiéndose hacia ella. — Amigos, les presento a Pansy Parkinson. Neville se había quedado congelado viendo a la joven mujer, que tenía a unos cuantos pasos más a delante. Entonces Malfoy comenzó a presentaros. — Este que está aquí es Harry Potter, ya sabes, el-niño-mimado-que-vivió, y este de aquí es Neville Longbottom, imposible de olvidar.
— Jaja, sí, me acuerdo de él. Cuanto tiempo Longbottom… — Dijo, la chica Parkinson.
— Jeje, ha pasado mucho tiempo. — Respondió tímidamente Neville.
— Ni que ocho años fueran para tanto… — Bromeó Harry, con total normalidad. Y entonces Pansy se fijó quién estaba tras e Neville y vio a Theo, parado allí, mirando expectante todo lo que había pasado hasta el momento. Y fue allí cuando ella se apartó y se fijó bien, sus ojos miraron curiosos, pero luego de un momento se iluminaron. Lo había reconocido.
— ¡Theo! — Gritó, para luego asaltar el cuello del más alto y abrazarlo fuertemente. — ¡No puedo creer que estés aquí! ¡Draco! ¿Por qué no me avisaste? — Le reprochó la pelinegra. — Por Merlín, ¡Estás enorme! — Exclamaba con mucha emoción y entusiasmo, se podía decir que Theo también estaba algo contento de volver a ver a la mujer, aunque su expresión era, increíblemente de perplejidad.
— Bueno, ¿Qué tal si vamos a comer de una buena vez? — Sugirió Harry, y así pasó.
Durante la cena, todos o casi todos, charlaban a gusto. Contando muchas anécdotas del pasado y de sucesos pasados o recientes. Neville podía ver como Theodore de a rato sonreía, le molestaba y no le daba vergüenza admitirlo. Se le hacía extraño estar en ese ambiente de familiaridad ajena, no podía aportar ni decir nada. …l no vivió todo lo que ellos vivieron, por lo tanto todo lo que ellos hablaban era nuevo para él. Además, le fastidiaba la manera tan familiar con la que la chica trataba a sus amigos, sobre todo a Theo, al cual no dejaba de tocarle el brazo — ya que se había sentado pegada a él, y eso le molestaba. — A caso… ¿Estaba celoso de Parkinson? Probablemente, incluso Harry hablaba con ella, como si fueran amigos de toda la vida. ¿Y él? Bueno, solo escuchaba la gustosa conversación entre aquel cuarteto que se había formado recientemente. Definitivamente no le gustaba para nada aquella presencia, de alguna manera le hacía sentir ‘’intimidado’’. No sabía porque.
— Oh, y mencioné que ¿Para el próximo año, entraré en Hogwarts? — Anunció Pansy, con orgullo. Lo que faltaba, además de tenerla allí y robándose a sus amigos, ¿también la iba tener de nuevo en la escuela? Definitivamente Merlín no estaba de su lado.
— ¿Enserio? Nadie mencionó nada acerca de eso. ¿Acaso se fue un profesor? — Preguntó Harry.
— Oh, no se fue nadie. Solo estaré suplantando Weasley, ya saben, por su embarazo. — Respondió.
— No sabía que te aficionabas a ‘’Historia de la Magia’’
— Tú, no sabes lo que me gusta y lo que no, así que no me jodas. — Dijo Pansy desafiándolo con la mirada, cosa que el otro no pudo evitar aceptar y retarla. (¿?)
Pronto se había hecho tarde y ya era hora de irse a casa, Neville no había quedado en regresar con Theo ni nada por el estilo. Por lo tanto regresaría solo, a no ser que Theo lo detenga. Comenzó a despedirse con Harry, luego Draco, Theo y Finalmente Pansy.
— ¿Ya te vas? ¿No quieres quedarte un rato más? — Preguntó Harry, sabía que su amigo tenía algo raro, pero prefería no decir nada.
— No, estoy algo cansado, así que me voy ahora. Nos vemos otro día. — Dijo y se dirigió a fuera de la casa, no le gustaba desaparecerse dentro de un lugar.
— Claro, que descanses, cuídate. — Dijo por último Harry. Por otro lado, en el corazón de Neville, pasaban un millón de cosas. Se sentía encogerse por cada paso que daba, deseaba que Theo lo detuviera y le dijera que lo esperara, que quería regresar a casa con él. Deseaba que al despedirse lo abrazara como lo había hecho aquel día, o ese mismo día. Deseaba que Theo se alejara de aquella mujer, sin embargo, eso nunca pasó y la puerta se cerró detrás de él.
¿Por qué Theo le hacía sentí de esa manera?
¿Por qué sentía encogerse así?
¿Por qué Theo no se fue con él?
Tantas preguntas y sin ninguna respuesta concreta.
Simplemente desapareció, no quería pensar en nada más.