Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

De Orgullo Y Malentendidos por KuroAshi_ZxS

[Reviews - 7]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Holas de nuevo!! XD mi aqui con un corto Two-Shot que intentare subir conti entre el fin de semana y el martes de la proxima xD este pequeño fic lo traje como disculpas por los demas que no he actualizado, pero perdi todos mis trabajos que tenia escritos y poco a poco los he ido recuperando, asi que les pido paciencia QwQ

Espero les guste esta idea que tenia hace mucho y creanme que lo mas posible es que las dudas que seguro tendran seran respondidas en el proximo cap XD nos leemos abajo ewé

Notas del capitulo:

One Piece es propiedad de Eiichiro Oda, si no quien sabe...

Mil disculpas por las posibles faltas ortograficas y espero les guste n.n

La larga espera había llegado de una vez a su final, pero a pesar de todo, Sanji no lograba encontrarse feliz con su situación actual. Tal vez se hubiese alegrado montones luego de poder salir de ese infierno al que los Okamas llamaban paraíso, pero todo había sido momentáneo, una efímera ilusión creada por aquella libertad tan ansiada y que por tantos meses le había sido privada. Que a todos se les había visto privada.

Recargo su espalda en el mástil, escondiendo su cabeza entre sus piernas. Se sentía tan desconsolado, deprimido y entristecido. La verdad, el mismo se cuestionaba como había llegado a tal punto, como había hecho semejante idiotez que le había empujado a llegar a una situación de tan extraña y dolorosa, de la cual siempre había renegado una y otra vez, pero de la que ahora era participe. Y de la cual, por mucho que se esforzara, no podría escapar.

Suspiro derrotado. Esos dos años le habían servido para pensar y reflexionar, pero a pesar de todos sus esfuerzos siempre llegaba a la misma respuesta. Siempre, por más que no lo quisiera. Por más que lo deseara.

Trato de contener las lagrimas que se agolpaban en sus ojos, escondiendo su cabeza entre sus piernas al sentir como estas caían irremediablemente. Lo sabia, no debía llorar por algo tan estúpido, por algo a lo que el mismo había llegado, lo deseara o no. Pero era inevitable cada vez que sus recuerdos inundaban su mente, de todo lo que habia ocurrido y se maldecía por dejar que pasara. Se sentía impotente al no ver salida alguna, un idiota por creer algo imposible, derrotado por haber perdido la única batalla en la cual el siempre había salido victorioso, un ganador que volvía triunfante de cada combate con la frente en alto.

Pero que mas daba, lo hecho, hecho estaba ya.

Su viaje a la isla Gyogin le había distraído de aquel sentimiento que le carcomía por dentro, pero luego de poder salvarla de las garras de aquella extraña banda de tritones y que, una vez terminada la celebración en su honor, habían emprendido nuevamente su travesía hacia el nuevo mundo; todo aquello que creía olvidado había vuelto con una fuerza impresionante a atormentarle otra vez. Ya ni siquiera sabia cuanto mas podría ocultar aquello, cuanto mas su corazón le permitiría soportar tal presión… cuanto tiempo le quedaba antes de que su fin llegase, antes de que el acabase con su vida atravesando su corazón con alguna de las katana que siempre portaba orgulloso, pero que esta vez determinarían el fin de aquel combate que había perdido sin siquiera haber empezado, sin siquiera haber tenido la oportunidad de poder cambiar aquel destino al cual ahora se encontraba sujeto…

Rio con algo de sarcasmo. Era irónico que aquello que más amaba le llevase a la tumba, de la forma más literal posible. Es que si le decía la verdad la muerte era lo único que esperaba recibir, como poco. Después de todo Zeff tenía razón, su enamoradiza alma algún día le jugaría en contra, le haría caer como un simple esclavo que, por más que lo intentase, vería el fin reflejado en los orbes de la persona a quien le entregaría su corazón.

Se levanto y se limpio con el dorso de su mano las pequeñas gotas húmedas que habían escapado de sus orbes, encendiendo con cierta dificultad un cigarro mientras se apoyaba esta vez en la barandilla, fumando de manera mas calmada mientras perdía su vista en el oscuro firmamento. Necesitaba pensar, poder aclarar su mente aprovechando aquella calma y tranquilidad que pocas veces se sentía en el Thousand Sunny. Pero  toda aquella paz se vio interrumpida bruscamente por la súbita presencia de una persona a tan solo unos metros de distancia.

-¿Qué se supone que haces aquí, cocinero? Esta noche te toca guardia- reclamo el espadachín, sin notar el ligero respingo que había dado el rubio en cuestión ni el temblequeo en su cuerpo- deja de ser tan vago y vete a trabajar de una vez, tu presencia estorba y no me deja beber con tranquilidad- dijo en tono mordaz mientras le enseñaba una botella de sake a medio vaciar-

-pues lo que haga o no haga no debería porque importarte imbécil-respondió tratando de que el nerviosismo no le delatase en su tono de voz, apagando el cigarrillo que se había consumido prácticamente completo en sus labios- además, no eres quien para llamarme vago. Mira que de todos los que vivimos en este barco, eres el único que se pasa todo el día durmiendo, marmota verde-

-¿y ahora que te pasa? Hace tan solo unas horas estabas de lo mas contento luego de haber pasado el día entero con las sirenas ¿acaso no te fue suficiente disfrutar de algo tan patético como eso?- pregunto con absoluta ironía, haciendo una mueca de suficiencia mientras se cruzaba de brazos- eres un inútil, ero cook-

El cuerpo de Sanji temblaba por la impotencia, sentía las mejillas arder por la ira mientras apretaba los dientes con fuerza, intentando contenerse y no lanzarse sobre el espadachín para cerrarle la boca. Sabía que de nada servía ilusionarse, de nada servía haber fantaseado con que Zoro hubiese cambiado su forma de pensar luego de los dos años que habían pasado separados. Nada había cambiado entre ellos, y eso le rompía el corazón.

-“que iluso fui…después de todo el marimo tiene razón, soy patético. Acabe creyendo mi propia mentira sin darme cuenta de que el único idiota que siempre había mantenido las esperanzas había sido yo…”-el rubio fue relajando su cuerpo y enfriando su mente, no podía caer en la treta del espadachín otra vez o no podría soportarlo-“¡maldita sea! Todo seria mas fácil si no sintiera esto por el…pero ya no hay vuelta atrás, deberé ser fuerte si quiero seguir en esta tripulación. Pensar que es un rechazo mas, como los cientos que he tenido en mi vida…”-su respiración se volvió agitada a segundos, intentando detener sin mucho éxito el río de lagrimas que amenazaba volver a inundar sus orbes cristalinas-“es hora de cortar esto por lo sano antes de que termine por destruirme a mí mismo y dañe a los demás. Los chicos aun depende de mí como su cocinero y no puedo decepcionarles, no ahora que nos hemos vuelto a reencontrar después de tanto tiempo…”-

Mientras el cocinero se debatía consigo mismo, intentado elegir entre lo que sería mejor para todos o seguir lo que pedía su corazón, el moreno le miraba fijamente con el seño fruncido y una expresión de molestia surcando su estresada faz. Estaba algo irritado al ver que el chico no había respondido su insulto como solía hacerlo normalmente, pensando seriamente si intentar llevar aquella pelea a un segundo nivel cuando su intuición, siempre acertada, le dijo que algo no andaba bien en todo eso. Que por algo el rubio había escondido su rostro tras su largo flequillo, impidiéndole ver mas allá de su fachada, como si quisiera ocultarle algo…

De golpe, Sanji se puso de pie, caminando con la cabeza gacha hacia el puesto de vigía lo más rápido que podían sus pies. Su pecho le dolía horrores, no podía soportar seguir allí, con Zoro frente suyo sin poder decirle lo que en realidad pedía a gritos su corazón. Debía desahogarse y luego hablar con él. La decisión ya estaba tomada.

-¿Dónde crees que vas, eh? No te creas tanto-gruño molesto el moreno, tomando bruscamente su muñeca e impidiendo su furtiva huida a mitad de camino- estas extraño, ero cook. Mucho más que cuando nos encontrábamos en la Isla Gyogin- frunció un poco el ceño con molestia, intentando ocultar su latente preocupación bajo su habitual fachada de tipo rudo-

-déjame de una vez por todas en paz, Zoro. Ya no pienso seguir siendo tu juguete, así que puedes ir a buscarte a otro que te complazca porque yo no lo hare nunca más-le respondió el rubio con impotencia al darse cuenta de que el peli verde se había fijado en el pequeño desliz que había tenido hace un par de horas cuando se encontraban en su fiesta de despedida y que, durante una de sus peleas, el espadachín había caído sobre suyo y el solo había atinado a sonrojarse, sin siquiera hacer un amago de separarles como lo había hecho otras tantas veces-déjame pasar, tengo que terminar mi turno de vigía-

El moreno abrió los ojos sorprendido ante las palabras del cocinero, sintiendo como su corazón se estrujaba en un puño y su respiración y su pulso se aceleraban bruscamente. Su desconcierto y su confusión por aquel comentario le habían descolocado por unos segundos, pero ahora la ira y la molestia habían tomado el control de su cuerpo. Así que, sin pensarlo dos veces, Zoro empotro con fuerza al oji azul contra el mástil principal, manteniendo brazos inmovilizados a ambos lados de su rostro mientras que le propinaba un cabezazo bestial, obligando al rubio a subir su cabeza y gemir por el dolor que este le había ocasionado.

Zoro lamio sus labios al sentir como un tibio rio de sangre descendía desde sus frentes unidas hacia su barbilla, haciendo un poco mas de presión en sus muñecas para llamar su atención, aunque fuese de mala manera. Sabía que con el rubio tenía que ser así, a la fuerza, de otro modo este se libraría e su persona y que, al igual que él, su terquedad y por sobre todo su orgullo le impedían ser sinceros con lo que su corazón les demandaba.

-escúchame bien, cocinero. Nos conocemos desde hace mucho y sabes que odio que me anden con secretitos o que me envíen indirectas, así que si quieres decirme algo hazlo ahora y ten los cojones de hacerlo en mi cara- amenazo con la voz ronca el espadachín, arreglándoselas como podía para mantener sus muñecas unidas sobre su cabeza con solo una mano mientras que con la otra le obligaba a mantener su cabeza levantada y que así no desviara en ningún momento su mirada de la suya- y también sabes que yo te conozco lo suficiente como para saber que algo grave te pasa. Nunca dijiste una sola palabra sobre nuestra relación durante todos estos años, y no le veo el caso a que justo ahora que hemos podido reencontrarnos me salgas con estupideces como esta…-

-¡¡¡y tú que tanto sabes para poder juzgarme o decir que es lo que siento o como la he pasado durante todo este tiempo!!!-exclamo furioso el rubio mientras le miraba a los ojos, dejando que la ira y la impotencia salieran finalmente a la luz junto con todo aquello que había guardado bajo llave en lo más profundo de su corazón-

Sanji cerró los ojos asustado mientras tensaba su cuerpo al darse cuenta de lo que acababa de decir, esperando que de un instante a otro el peli verde le propinase una enorme paliza por aquel comentario. Mas, totalmente opuesto a lo que esperaba de parte del moreno, Zoro acaricio suavemente sus mejillas con el dorso de su mano, limpiando con suma delicadeza las lagrimas que hace algunos minutos habían empezado a escapar de sus azulinos orbes sin que este se diese cuenta.

El rubio le miro con una expresión curiosa en su rostro, sin poder acabar de creer que aquellas caricias tan delicadas no eran de parte de una hermosa chica, sino de aquel fiero guerrero que desde hacía ya mucho se había robado su corazón. Zoro, por su parte, se había separado tan solo unos centímetros del rostro del oji azul, admirando y analizando cada una de sus reacciones sin dejar de lado una leve sonrisa curvando sus labios.

-Creo que ya entiendo que es lo que ocurre, y créeme que me siento un estúpido por no haberme dado cuenta antes de tu sufrimiento, Sanji…-susurro con suavidad el chico, soltando lentamente sus manos para luego estrechar el delgado cuerpo de su acompañante entre sus fornidos brazos- no sabes cuánto lo lamento, ni cuan idiota me siento por habernos llevado y haberte llevado a un límite como este. Pero te mostrare, me encargare de demostrarte que nunca has sido un juguete para mí, sino todo lo contrario…-

Tsusuku (o tal vez no xD)

Notas finales:

Espero les haya gustado y sus rew. Intentare subir esta y las demas conti lo antes posible ah, y como siempre lo hago, voten en los comentarios por el lemmon del prox cap, si sera SanZo, ZoSan o ambos XDDD

Nos Leemos!!! x33

Kuro-Chan!!!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).