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Los Giros de la vida por Hakubi D Ace

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Notas del capitulo:

One Piece y sus personajes le pertenecen a Eiichirō Oda y yo solo tomo los personajes prestados para este Fic

--¡Entra!  –El Rubio extendió su mano hacia adentro de la casa en señal de que pasara mientras sonreía divertido por aquella escena- Parece que te has tomado enserio lo de vestirte decente.

--Es verdad, no me dejaste decirte que no trataba de insinuarme, solo quería saber si eras un sucio libidinoso retorcido, es decir estoy harto de esos chicos.

--No comprendo. –Marco guiaba al joven por  los pasillos de la casa directo  a su habitación -

--Tu casa es muy amplia –comento-  Ah, pues dejémoslo en que no solo me acosan las chicas,  y estoy cansado de que me vean como los perros a la carne -Ace llevaba puesta una camisa color  amarillo claro, de manga corta, con los cuatro botones del cuello al pecho sin abotonar, lo que dejaba ver un poco su bien formado pectoral, a juego con un pantalón de mezclilla negro y zapatos del mismo color, su combinación no era nada espectacular pero era presentable y se notaba su cuerpo bien formado-

--Como digas, ¡es aquí! – señalo una puerta a la que se dirigió a abrir dando paso al joven pelinegro que quedo sorprendido del tamaño de la habitación de Marco, apenas entrar vio un balcón con una mesa de vidrio y sillas blancas de metal al otro extremo de la puerta, de lado izquierdo en el centro de la habitación estaba una cama lo suficientemente grande como para 3 personas a los extremos de esta yacían unos pequeños buros cada uno con una lámpara y el de lado izquierdo con un libro abierto y junto al de lado derecho un escritorio con una computadora y a contra esquina un armario, en el centro de la habitación unos sillones y una mesa de centro bastante bonita, en la pared enfrente de la cama y de los sillones una pantalla de por lo menos 72pulgadas al costado izquierdo un librero con cantidad de libros de todos los tamaños y colores de lado derecho había otra puerta que se deducía era un baño bastante amplio también-

--Vaya, tu habitación es increíble –dijo entusiasmada corriendo directo al balcón, normalmente Marco hubiera reprendido al joven por correr en su habitación, pero la cara de entusiasmo de Ace  le había dejado sorprendido, por lo general las chicas y chicos que habían osado pisar el suelo de su habitación solo veían  un gran símbolo de dinero y trataban de encamarse con él a lo que el terminaba por echarlos del lugar-

--Pareces una niña…

--¡¡Wow!! Esto no es una casa, es una mansión. Mira el tamaño de tu jardín, se ve inmenso.

--Oye niña –suspiro con resignación por la actitud de su invitado- ¿no te apetece algo de tomar o comer?

--No me digas niña, suena feo y no lo soy.  –se quejó, sin apartar la mirada de aquel jardín que le parecía tan maravilloso- Si, me apetece una cerveza.

-- Si te ha gustado la vista podemos empezar el trabajo en la mesa del balcón. Pero… ¿Cerveza?, ¿Qué tipo de cerveza te gustaría?  –Pregunto con un tono burlón-  A Marco esa bebida le era vulgar por el hecho de ser la que todas las personas podían consumir y él sabía que lo que vendían por cerveza era agua con químicos, sin tomar en cuenta que como hijo de los dueños de un restaurante famoso creía que había probado cualquier bebida incluyendo “cerveza real” como él lo llamaría. 

--Una Eisbock estaría bien, por favor. –Dijo, mientras se dirigía a el asiento de aquella mesa de cristal tan llamativa, pasando por alto como la cara del joven cambiaba de burla a una totalmente seria-

--Parece que conoces un poco de bebidas, enseguida regreso –dijo el joven tratando de ocultar su impresión y saliendo de la habitación por un momento-

--¿Solo un poco?… Niño rico, consentido y tonto.-suspiro Ace, mientras se recargaba en su asiento y miraba el cielo-

--Toma tu cerveza. –El chico le dio un par de pequeñas  botellas de vidrio mientras bebía una que el llevaba en la otra mano-

--Has tardado demasiado, comenzaba a  aburrirme.

--Lo lamento, pero te recuerdo que si de tardanzas hablamos,  tú me superas.

--Deja eso al olvido, mejor comencemos el trabajo. –Dijo mientras destapaba su cerveza-

--Bien. De inicio sabes que no será un trabajo de kínder como acostumbras hacer con tus amigos, así que espero que actives el cerebro que llevas dentro del cráneo.

--¡Hey! No tienes que ser grosero.

--Me disculpo, pero es mejor que sepas como serán las próximas 3 semanas.

--Sí, pero entonces como te has nombrado el jefe, dígame señor todo poderoso ¿Cómo haremos la presentación? –Pregunto burlonamente-

--Espero no te arrepientas de haber preguntado eso –Marco tomo asiento junto a él y comenzó a explicar-

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--Pero que pesado eres. Aunque al fin terminamos. –Dijo Ace que recargaba su cabeza en el hombro del Marco- Habían pasado casi 5 horas o al menos eso decía el reloj que marcaba las 9:40pm. Parecía que habían establecido una buena relación y tras pasar de cerveza a licor los jóvenes estaban más que animados, pero no borrachos, característica de ambos habían desarrollado, Ace se había acostumbrado con eso de beber diario de 4 a 5 cervezas y Marco solo bebía las bebidas más fuertes que llevaba su padre a la casa.

--Oye, no te vayas a dormir recargada en mí. Marco parecía haber olvidado aquel desagrado que sentía por Ace, giro el rostro hacia él para mirarlo y burlarse, pero para su sorpresa fue como si el rostro de Ace tuviera cierto magnetismo que hacía que Marco quisiera acercarse más, miro los labios del pelinegro y pensó por un momento en que se veían apetecibles y quiso probarlos, hasta que sintió como un calor desconocido se arremolinaba en sus mejillas, por más increíble que fuera y aunque el mismo Marco lo negara un evidente sonrojo se le había formado en el rostro.

--Tranquilo no lo are… Ace dirigió la mirada  a los ojos de Marco, aquella mirada en la que podía perderse fácilmente y la cual hacia que se sonrojara y pusiera nervioso si era dedicada a él, fue como Ace comprendió que Marco le gustaba y que no era el típico idiota que normalmente lo invitaba a salir, bajo la mirada dirigiéndose  a los labios de Marco, pero un sonrojo en el rostro de este lo detuvieron en su recorrido hacia aquellos labios y le hizo volver a la realidad separándose de él, ahora también con un sonrojo bastante evidente.  -¡He!.. Disculpa creo que el licor hizo que me dejara llevar pensando que eras Haruta, no volverá a pasar. –Dijo con evidente vergüenza en su tono de voz-

--Fin… Fingiré que no paso. –Sonrió disimuladamente, girando el rostro para que Ace no lo viera, las palabras: “pensé que eras Haruta” lo bajaron de su nube en un instante haciéndose varias preguntas a las que quería respuesta inmediata, Marco normalmente creía que ninguna persona que no tuviera relación con el no valía la pena, por lo que nunca se preguntó si Ace y Haruta eran algo más que amigos, pero ahora quería saberlo, Marco sabía perfectamente lo que sentía y su experiencia con chicas y chicos le habían hecho darse cuenta de que Ace no era un idiota más interesado en su dinero o en sexo ocasional.  

--Marco, tengo que regresar a mi casa, es noche y no alimente a mi gato antes de venir. –Ace titubeo un poco al decir eso, pero bien o mal lo había dicho- . *Que excusa tan patética ni siquiera tengo gato, las ganas de besar a Marco me están matando, pero no soy idiota Marco también lo quería hacer, ¿o no?, espera, estoy pensando muy alto, Marco me está viendo, no debo ponerme nervioso, ni sonrojarme, aunque su mirada me mate, no… debo… mostrarme… nervioso…, además se supone que me cae mal, ¡ESO!, me cae mal, frunciré el ceño me levantare de la silla y huyo…* -Pensaba Ace quien había entrado en evidente conflicto interno-

--¿Tienes un gato? ¡Quiero conocerlo! Te acompañare a tu casa. –Marco se levantó de su silla antes de que Ace llevara a cabo su plan, camino hasta aquel sofá dentro de la habitación y tomo un saco que yacía encima de uno de los cojines-  *Ese idiota está actuando muy raro, ¿acaso se habrá  molestado?, bueno, no importa ya me dio la excusa para pasar más tiempo con él así averiguo que hay entre él y aquel enano castaño*-

--¡¡NO-OO!! –Ace se levantó golpeando la mesa con las palmas de las manos- ¡A MI GATO NO LE GUSTAN LAS VISITAS! –exclamo con la cabeza inclinada para que su cabello le tapara el rostro, *No tengo gato y no conozco ninguno que sea tan amable como para fingir ser mío* lloriqueaba Ace para sí mismo-

--No importa si es huraño quiero conocerlo, así que toma tus cosas y vámonos. –Marco había dado la espalda a Ace pues aquella escena casi hace que se le saliera una carcajada, hizo un gran esfuerzo por decir aquello con tono serio mientras se ponía su saco-

--Dije que no, es que no entiendes que ya pase suficiente tiempo contigo, esto fue ocasional no pienses que se repetirá. –Esta vez Ace fue el del tono serio, tomo sus cosas y camino hasta donde estaba Marco, quien había volteado sorprendido por aquel tono de voz-. No será necesario que me acompañes más allá de la puerta de tu casa. *Discúlpame Marco pero no tengo gato y mucho menos quiero quedar como un patético, idiota mentiroso* 

--¿Así que fue ocasional y no se repetirá? –el rubio había fruncido el ceño bastante disgustado-. ¡Quiero que contestes algo!

--¿Qué? –Pregunto Ace secamente, parecía como si todo ese día donde bebieron y rieron juntos hubiese sido una ilusión, y aquel desagrado mutuo nunca hubiera desaparecido-.

--¿Es verdad que tienes narcolepsia?

--¿Cómo demonios sabes eso?

--Ja. ¡Acerté!, si es asi entonces aunque no quieras te acompañare.

--No necesito tu cuidado. –Ace ahora estaba realmente molesto, ¿quién demonios le había dicho eso a Marco?, era algo que no sabía  pero se encargaría de averiguarlo y darle una paliza segura.

--Deja ya la bipolaridad, realmente me la pase bien el día de hoy, pero ten presente joven Ace que siempre obtengo lo que quiero. –Marco le dedico una sonrisa un poco tenebrosa, pero Ace no se inmuto-

--¿Y exactamente qué quieres? –Pregunto fríamente, mientras miraba a los ojos al rubio-

--A ti.

Marco tomo a Ace por los hombros empujándolo al sillón que había quedado casualmente cerca, le pareció raro que Ace no pusiera ningún tipo de resistencia, dejándose tirar en el sofá con Marco ahora posicionado arriba de él  y sosteniéndole de los hombros con fuerza.

--¿No aras nada? –Pregunto Marco algo confundido-

--¿Para qué? Creí que valías la pena, Marco el día de hoy me gustaste, pero ya demostraste que no eres más que otro de los tantos imbéciles que se creen mucho, no eres más que otro idiota del montón. Quítate de encima creo que el mayordomo me enseñara la salida. -Ace hizo a un lado a Marco, sorprendido de que este no hiciera nada se puso de pie antes de que Marco se arrepintiera- Mañana te veré en la escuela, fingiré que no pasó nada asi que despreocúpate, Adiós!

--Espera un momento Ace, sé que me precipite. Es solo que nunca me sentí atraído por alguien como lo siento hacia ti.

--No confió en ti, y si eso lo dices para obtener lo que quieres mejor cambia de táctica. Fue agradable el día de hoy, ojala no hubiera terminado asi. Adiós Marco. –Ace se giró aun con disgusto dirigiéndose a la puerta, pero Marco lo tomo de la mano deteniéndolo mientras se paraba justo frente a el-.

--Perdóname Ace, pero es verdad lo que te he dicho. *Nunca  había sentido nada igual, quiero que seas mío, rozar tus labios y poseer tu cuerpo, arreglare esto como sea*

--Perdonado, ahora suéltame que me tengo que ir. *Suéltame, antes de que esa maldita atracción a tus labios me arrastre a besarlos y morderlos como nunca antes me había imaginado*

--Hasta mañana. –Dijo Marco con evidente desilusión en su voz, soltando al pelinegro y viendo cómo se marchaba de aquella habitación en la que hace poco lo había tenido riendo junto a el- Es verdad que me porte como todo un idiota, apresure las cosas en exceso, no sé qué tengas Ace pero me gustas como nunca nada ni  nadie me había gustado, quiero saber porque me atraes de esa manera, y cuando lo haga, te juro que serás mío.

 Ace caminaba por la calle volteando ocasionalmente a ver si  pasaba un taxi libre para regresar a su departamento, ahora tenía que alimentar a su nuevo gato imaginario. Esa había sido la mentira más estúpida que se le había ocurrido, pero por alguna maldita razón ahora quería comprar un gato. El tiempo transcurría al igual que los pensamientos y los pasos de Ace por la calle, sin darse cuenta de cuento fue lo que recorrió ni como rayos le había echo estaba justo frente a su edificio, una vez en su departamento se dirigió directo a su habitación, el día no termino bien Marco lo había decepcionado por completo, lo tenía que ver toda la semana y lo peor era que sus días de descanso habían terminado, pateo la ropa que aún quedaba regada en el piso y se lanzó directo a la cama quedando boca abajo con un par de preguntas en la cabeza: ¿Por qué Marco actuó asi? Y ¿Por qué me atrae tanto?

Ace comenzaba a conciliar el sueño, tal y como se había lanzado a su cama, sin desvestirse ni nada, sintió una molestia en la garganta que hizo que este se levantase a tomar agua, era obvio la garganta se le había secado pues habían mezclado bebidas, cerveza fría y licor con hielo, la molestia apenas comenzaba, y  hasta ese momento pensó en irse a dormir quitándose la camisa y dejando al descubierto su bien formado torso y apunto de quitarse el pantalón pero un: “toc-toc-toc” tuvo la osadía de sonar en la puerta de su departamento-

--Maldita sea –Exclamo poniéndose de nuevo la camisa, esta vez sin abotonar, y dirigiéndose a abrir la puerta, lo más seguro es que fuera Haruta quien no podía esperar al siguiente día por los detalles, o al menos eso pensó Ace- ¿Qué necesitas Haru… ta….

--Olvidaste tu libreta…

--Marco…. ¿no pudiste llevármela mañana?

--Quería saber que llegarías  bien.

--Espera un minuto, ¿Me seguiste hasta aquí? –Ace abrió totalmente la puerta-

--Si…-Para la buena suerte y sorpresa de Marco, Ace había olvidado completamente que tenía la camisa si abotonar y Marco no dudo ni un momento en recorrer con la mirada el pecho y abdomen escultural y apetitoso que tenía el pelinegro, en un instante Marco coloco contra la pared a Ace, tomando con una mano y bastante fuerza la cadera del pelinegro y con la otra mano tomo la nuca de este para darle un beso apasionado y un poco brusco  *Maldito seas Ace, ¿Por qué no me puedo resistir a ti? ¿Por qué me excitas tanto?*. La pasión de marco fue brutalmente apagada por un puñetazo, que sí, era de Ace, gran error Marco había olvidado que Ace era hombre y  que tenía que agarrar las manos en lugar del cuerpo sensual del pelinegro. Ace empujo a Marco fuera del apartamento haciendo que este callera de un sentón al piso y dejándolo con una mano sobando la parte del rostro donde Ace le había golpeado, enfrente Marco ahora solo tenía la puerta cerrada del departamento de Ace y de pilón 2 golpes uno en su trasero y otro en la cara.

--Ojala te jodas Marco, ¡TE ODIO! –Grito Ace con completo enfado-

--Espera Ace –Grito también Marco, de nuevo las palabras de Ace le calaron en su ser- No me odies Ace. *¿Qué demonios tiene este crio que me pone sumamente idiota* -Golpeo la puerta del departamento de Ace y decidió irse después de un rato de no recibir respuesta alguna-  

--Estúpido Marco, jodete, jodete, jodete…. –Ace siguió repitiendo lo mismo por un buen rato hasta que por fin decidió acostarse para calmarse… *Ese fue mi primer beso, Te odio Marco* jalo una cobija y se tapó por completo pensando en ese hecho, suspiro con resignación y aun enojado solo pensó: “supongo que asi se sienten las chicas acosadas”.

<<<Continuara>>>

Notas finales:

PERDONEN LA TARDANZA Y GRACIAS A MUCHAN  QUE NO SE OLVIDO DE MI XD (yo se q no esta perve pero espero les guste xD) que esten muy bn gracias por leer Yanee!!!! ^o^


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