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Gracias Shizu-chan por Kazumi ne

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Notas del fanfic:

Descargo toda responsabilidad, los personajes de este relato no me pertenecen a mi sino a Ryohgo Narita, yo solo cumplo mis fantasias de fujoshi con ellos.

Notas del capitulo:

Este es un One-shot, el primero que escribo asi que les pido que no sean tan malitos conmigo, agradecere sus criticas porque la idea es ir mejorando

Parecía un día normal en la ciudad, uno como cualquier otro, pero algo no andaba bien; Shizuo vagaba sin rumbo alguno por las calles sumido en sus pensamientos, se veía preocupado, nada parecido a lo que se acostumbraba. Generalmente pasaba la mayor parte de su tiempo persiguiendo a Izaya hasta el último rincón de la ciudad, pero ahora eso no era posible, hace tres días que Izaya estaba inconsciente en la casa de Shinra, después de que el mismo Shizuo  lo hubiera salvado de la muerte.

­Celty, donde esta Shinra

que pasa Shizuo… no me digas que… Shinra entro y la escena que vio lo dejo sin palabras, Shizuo traía en brazos a un moribundo Izaya, todo ensangrentado y golpeado con un enorme corte en la garganta, al ver esto lo primero que se le vino a la mente fue que Shizuo en un arranque de ira finalmente lo había matado, pero descarto inmediatamente la idea al ver la preocupación en el rostro del rubio.

Shinra… no dejes que se muera Shinra solo asintió y comenzó su labor

Ahora lo que rondaba por su mente era el porqué de todo esto, porque había salvado a esa criatura tan miserable que le quitaba la tranquilidad cada vez que lo veía, por qué si lo que siempre había buscado era matarlo, pero por más que lo pensaba no encontraba respuesta, su mente solo se desconectó al pensar en la idea de que Izaya se muriera.

Tsk… esa maldita pulga, ¿por qué todavía pienso en el?, si se muere por mi está bien, le haría un favor al mundo. ¿Acaso no es eso lo que he tratado de hacer todos estos años?

Pero… ¿realmente lo haría?

Ahora después de lo sucedido se dio cuenta de que sus persecuciones solo eran un juego, por más que dijera odiarlo si alguna vez lo hubiera atrapado no sabría qué hacer, nunca había pensado en eso, ¿qué haría si lo atrapara?, quizás nada, esa era la única respuesta, no podría hacerle daño, a pesar de todo lo necesitaba.

Aunque el asunto iba más allá, si Izaya muriera su vida perdería sentido, ¿qué haría después de eso? Aunque le había costado aceptarlo sus sentimientos hacia el no eran los que había pensado en un principio. A pesar de todo extrañaba esa molesta y frenética risa, esa maldita risa y su irónica voz que le perturbaban la tranquilidad y le quitaban la paz que tanto deseaba, esa estúpida pulga que tan solo con verle le daban ganas de….

—Aaa!!! Izayaaaa!!! —Shizuo ya había tomado una decisión.

 

En la casa de Shinra

Izaya aún no despertaba, la herida lo había dejado muy grave, aunque ahora estaba ya fuera de peligro era casi un milagro que este esté vivo y por supuesto aún no estaba del todo bien.

Ahora si maldito, así dejaras de meter tus narices en nuestros asuntos.

Lo habían pillado desprevenido, no cualquiera atraparía a Izaya, ni siquiera el hombre más fuerte de Ikebukuro, pero estos habían sido muchos… ya se las pagarían. Se sentía mal por estar en manos de esos humanos tan patéticos, lo habían golpeado y ahora el filo de una navaja rozaba la pálida piel de su cuello.

Terminen ya con esto ¿o es que tienen miedo? dichas estas palabras solo sonrió y volteo, era tan repugnante, ya sabía lo que sucedería, los humanos eran tan predecibles, bueno, todos excepto Shizuo

“pensé que algún día tu acabarías conmigo, Shizu-chan”

Esto fue en lo último que pensó antes de que la navaja perforara su suave piel y todo se desvaneciera tiñéndose de carmín.  Su entorno se oscurecía, solo escucho unos fuertes ruidos a la distancia y una voz conocida antes de caer.

El sonido de la puerta rompió el silencio de la habitación, Shizuo se sentó a los pies de la cama donde descansaba Izaya y se quedó mirándolo… se veía tan tranquilo. Sin darse cuenta se había formado una suave sonrisa en su rostro, esa imagen lo tranquilizaba, Izaya estaba a salvo.

—Quiero que sepas pulga bastarda que si te salve solo fue porque quería matarte con mis propias manos— dijo con fingida molestia acercándose a Izaya

(…)

—A quien engaño, no podría dejarte morir—  dijo en un susurro frente a los labios del pelinegro, dándole un suave y cálido beso, gesto que demostraba los sentimientos que guardaba su corazón.

—Gracias, Shizu-chan— respondió Izaya para sorpresa del rubio quien abrió los ojos como plato y sin dejarlo decir alguna palabra enredo sus brazos en el cuello de Shizuo acercándolo para iniciar un nuevo beso, en el cual esta vez ambos se dejaron llevar por el otro.

El beso era cálido y pronto se tornó más apasionado, ambas lenguas jugueteaban entre sí, entrelazándose y recorriendo la boca del otro. Se separaron lentamente, ambos se quedaron mirando fijamente a los ojos, luego de esto Izaya cayo rendido nuevamente, aún estaba muy débil.

—Descansa— Shizuo beso la frente de un indefenso Izaya quien había caído en un profundo sueño, aun debía recuperarse.

 

Semanas después…

 

—Izayaaa…

Un ya recuperado Izaya estaba como de costumbre escapando de aquel rubio que hace unas semanas lo había salvado de la muerte, no se podría decir que estaba agradecido, pero en el fondo de su corazón se sentía feliz de poder estar de nuevo con él.

—Nee, Shizu-chan, acaso tu cerebro es tan pequeño que aún no puedes pensar en cómo atraparme— Shizuo extrañamente solo sonrió ante esto y siguió con su misión

—Maldito Izaya— cuando te ponga las manos encima rogaras que te deje escapar, pero yo mismo te aplastare como la pulga que eres

Pronto llegaron a un callejón sin salida, Izaya volteo y le guiño el ojo a Shizuo, este entendió claramente lo que planeaba y solo le siguió el juego.

Ya fuera de la vista y en el refugio de aquel callejón Shizuo estampo a Izaya en el muro y aprisiono sus manos contra este a la altura de los hombros quedando frente a frente con sus respiraciones agitadas rozando

—Creo que teníamos algo pendiente, Shizu-chan— dijo Izaya con su peculiar tono— no me gusta eso…

Antes de que Izaya pudiera seguir hablando fue silenciado por los labios de Shizuo, inmediatamente se incorporó respondiendo a aquel beso que tanto deseaba desde la última vez que se vieron, aquella en la cual comenzaron esto que ahora debían terminar. Ninguno comprendía completamente lo que había sucedido por lo rápido que se dieron las cosas, pero eso ahora no importada, solo estaban ellos dos.

La agitación del beso fue aumentando, Izaya emitía suaves suspiros deleitables al oído de cualquiera y por supuesto Shizuo no era la excepción, Izaya lo volvía loco hasta el punto de nublar todos sus sentidos.

Ambos se acomodaron, sabiendo lo que vendría, Shizuo bajo lentamente por el cuello de Izaya dejando un camino de besos, este se estremeció al contacto y solo se acomodó para sentir mejor aquellas placenteras lamidas y mordidas que ahora daba Shizuo, dejando escapar uno que otro gemido cuando tocaba ciertos puntos sensibles.

A este punto era notorio que la temperatura del ambiente comenzaba a subir y que las caricias se hacían más demandante, el exceso de ropa era evidente y lo que sucedía en la entrepierna de cada uno también. Hábilmente Izaya comenzó a quitarle el traje a Shizuo, lentamente mientras las manos de Shizuo subían por su espalda con suaves caricias, cuando Izaya termino de quitarle la camisa llego el turno del rubio quien a su estilo más salvajemente despojo a Izaya de su polera, dejando al descubierto su tersa piel. Comenzó a besar cada centímetro de  esta mientras que con sus manos bajaba el pantalón de Izaya para atender su ya despierto miembro.

Comenzó un suave y tortuoso vaivén, Izaya solo podía retorcerse de placer mientras Shizuo subía hasta quedar en su oreja

—Parece que esto era lo que deseabas ¿me equivoco? – le susurró al oído y luego le dio un suave mordisco, haciendo que un escalofrió recorriera la espalda de Izaya, este solo sonrió con picardía.

Eso fue más que suficiente, Shizuo acelero sus movimientos haciendo que Izaya derramara su esencia acompañado por un gemido de éxtasis.

Suficiente, ahora me toca a mí – dicho esto Izaya se acomodó entre las piernas y tomo la dureza de Shizuo entre sus manos y se la llevo a la boca, jugueteo suavemente con sus labios, gentilmente mientras Shizuo gruñía por el placer proporcionado.

Al ver la desesperación del otro decidió torturarlo un poco más, dando lentas lamidas desde la base a la punta… comenzó a acelerar un poco sus movimientos porque veía que su excitación también aumentaba, ya no aguantaba más, quería tenerlo dentro, así que rápidamente succionaba, hasta que Shizuo se vino derramando todo dentro de su boca, gustoso Izaya se lo tomo y se relamió los labios en un gesto bastante sensual.

Esto termino por quitarle lo último de cordura que le quedaba al rubio quien tomo a Izaya y arremetió desesperadamente contra sus labios en un ardiente y excitado beso, la falta de aire hizo que se separaran, Shizuo llevo dos de sus dedos a la boca de Shizuo para que los lamiera, este con se lengua los humedecía sabiendo lo que vendría. Shizuo se acomodó en la entrada e introdujo uno de sus húmedos dedos para preparar a Izaya, este al sentir la intromisión soltó un pequeño gemido. Lentamente comenzó a mover su dedo haciendo círculos, cuando vio que ya se acostumbraba introdujo el segundo dedo y así comenzó a moverlos nuevamente mientras Izaya suspiraba entrecortadamente por el placer que sentía.

Shizuo se detuvo a mirar esos ojos carmines, esos hermosos ojos que ahora lucían empañados por la lujuria del momento y que combinaban perfectamente con el rostro sonrojado de Izaya, una vista bastante agradable para Shizuo, verlo así de sumiso, embriagado por el placer era bastante excitante y ya sentía como el mismo despertaba nuevamente.

—Shizuo, hazlo, entra ya— Izaya ya no soporto más, quería tener a Shizuo completamente

Shizuo gustoso respondió a la petición de Izaya y lentamente comenzó a entrar mientras Izaya arqueaba la espalda, al principio lo sintió algo molesto pero luego su cuerpo comenzó a pedir más. Al notar esto Shizuo comenzó a moverse, él tampoco podía contenerse, la cálida estrechez de Izaya era envolvente. Las embestidas continuaron aumentando en profundidad y rapidez, mientras que Shizuo comenzaba a atender el miembro de Izaya.

—Ah~ Shiz…ah~ — Izaya no podía hablar claramente, el placer que sentía en esos momentos era indescriptible, solo salían jadeos y suspiros ahogados de sus labios.

Shizuo al escuchar los gemidos suplicantes del pelinegro aceleraba más las estocadas, ya pronto ambos llegarían al clímax.

Izaya enredo sus dedos en los rubios cabellos del otro y atrajo su rostro hacia el suyo para unirse en un cálido beso que demostraban sus sentimientos. Ambos ya en su punto culmine y con las ultimas y las más placenteras embestidas llegaron al clímax, ambos derramaron su semilla, Shizuo dentro de Izaya y este en la mano del rubio.

El cansancio de sus cuerpos podía verse y el frio comenzó a sentirse, Shizuo solo abrazo a Izaya quien estaba exhausto y lo beso nuevamente, esta vez en la frente.

—Izaya, te amo.

“Gracias Shizu-chan” 

Notas finales:

Espero que les haya gustado, y si no, pues tambien gracias por leer, nos leemos pronto en alguna otra cosa que escriba y cuidense ;)


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