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Odhalení por VampireDark

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Notas del capitulo:

Bueno, aquí la respuesta al desafío Nevermore y pues no sé, estoy ansiosa, es el primer desafío en el que participo así que pues… espero les guste x3

Bueno… es verdad que debía ser de temática de terror pero… bueno salio una cosa muy extraña…

Espero sea de su agrado y pues sin más… a leer!

Y volvía a experimentar la misma sensación, aquellos escalofríos recorriendo su cuerpo por el gélido ambiente, las nauseas producidas por el putrefacto olor a sangre y muerte, la necesidad de escapar de aquel sitio, de no observar, y sin embargo, ahí se encontraba, con la mirada fija en aquel cadáver que colgaba del techo, le asqueaba, realmente le asqueaba, colgada, degollada, abierta y desangrada, como los cerdos al estar en el matadero, le produjo asco y un dolor terriblemente grande, y a pesar de ello, su mirada y sus gestos se mantuvieron impasibles, aun cuando dijeron el nombre de la víctima; y al poder marcharse del sitio, dando por fin su trabajo terminado por aquel día, se dirigió a su hogar con un escalofrió recorriéndole el cuerpo y maldiciendo, maldiciendo la suerte que le había tocado, maldiciendo eternamente el caso que había aceptado.

Lo primero, una vez entro a su hogar, fue un largo baño, un baño relajante que le permitió dejar todo de lado por unos instantes, y después se dirigió a su habitación, botándose suavemente en las mullidas y suaves sabanas mientras pensaba, mientras intentaba hallar las respuestas de aquel extraño caso, con ese contaban tres asesinatos, totalmente distintos en su modus operandi, pero con características bastante peculiares y similitudes no tan evidentes, pero existentes. Así también, un millón de ideas se arremolinaban en su cabeza, pero ninguna concordaba, ni siquiera se podrían considerar lógicas, ¿Como serlo?, su mente se hallaba atrofiada, ¿Como no estarlo?, tres asesinatos, tres seres queridos, dos grandes amigos habían representado los dos primeros, y la última víctima no había podido ser más que aquella mujer de cabellos finos y castaños, con una mirada dulce y cautivadora, y esa voz tierna y delicada, aquella mujer que desde años atrás, cuando ambos tenían la juventud a flor de piel, se convirtió en su primera novia, su primer amor, y que hasta el día de hoy, le había acompañado con el amor vigente en su corazón, ¿Dolor? Que palabra tan pobre para describir lo que sentía en aquellos instantes, pero él se encargaría de vengarla, vengarlos, a todos y por sobre todo a él mismo, por el daño que aquel hombre le estaba causando, era una promesa, un juramento que no estaba dispuesto a romper, así le costara su propia existencia. Se mantuvo perdido en aquellos pensamientos hasta que dulcemente los brazos de Morfeo le acogieron.

 

 

 

 

 

Aquellos días se convertían en amargos pesares para él, aquellos asesinatos le estaban colmando la paciencia, ya ni siquiera dormía con tranquilidad, ya que en las pocas horas en que lograba hundirse en aquel mundo de sueños solo lograba ver sangre, muerte, desolación, los asesinatos más estremecedores contra sus seres más queridos, o incluso contra él mismo. Las cosas en la oficina tampoco es que fueran mejor, aun no había encontrado ni una sola pista contundente, las cosas poco a poco se le estaban saliendo de las manos, y al no haber ningún nuevo asesinato tenía que conformarse con las pistas y escenarios anteriores, que a poco o nada le estaban conduciendo, y aun con la cantaleta de su jefe, y las burlas constantes de sus compañeros, debía admitir que no le molestaba que el asesino se mantuviera quieto, no quería ver más muertes, no al menos de las personas cercanas a él. Mientras tanto intentaba tranquilamente hallar la solución de aquellos asesinatos, estaba claro que aquel criminal le conocía, y que también conocía a las personas cercanas a él, y se les estaba llevando al otro mundo, una a una, como si fuera un juego, como si en el fondo le estuviera gritando exclusivamente a él que le hallara y él sin lugar a dudas estaba aceptando ese reto sin tapujo alguno, por suerte en aquel lugar no conocían a su familia ni a sus seres más cercanos, para él no era un misterio los peligros que representaba ser un detective, por ello había tomado las precauciones necesarias en su momento, aunque al parecer ni siquiera eso sirvió, aun así habían llegado a ellos, ¿Algún asesino buscando venganza? Lo más probable, y ahora el único objetivo sería hallarlo, antes de que más personas cercanas a él se vieran involucradas, a su manera también deseaba que hubiera un nuevo asesinato, una manera de hallarlo, pero que este fuera hacía alguien externo, alguien que el no conociera, debía admitirlo, era un egoísta.

Escucho la voz de Rui, su jefe, y al momento de voltear hacía aquella bella puerta de caoba tuvo que cerrar los ojos de golpe, quiso aparentar tranquilidad pero le fue sumamente imposible, un grito de vio ahogado en su garganta, y la imagen solo se repetía una y mil veces en su mente, su jefe en aquel instante, totalmente ensangrentado, el cuello degollado, con una extremidad mutilada, y los ojos a punto de salirse de sus cuencas le había tomado por sorpresa. La voz de su jefe se permitió sonar de nuevo en la habitación, por lo que con bastante temor volvió a abrir los ojos, normal… todo se hallaba perfectamente normal, definitivamente era él quien se estaba volviendo paranoico.

Una vez Rui salió del lugar el silencio quedo implantado en la habitación, y él se permitió recostar su cabeza en la mesa una vez confirmo que su jefe no regresaría, quería perderse en aquel instante del mundo, se hallaba cansado y estresado, y para peores se sentía burlado, humillado y ahora podía incluir asustado, debido a lo recientemente ocurrido, definitivamente esa noche tendría que descansar en forma, tener alucinaciones a esas alturas no era precisamente un lujo que se pudiera dar.

-Te vez tenso - de nuevo una voz lo saco de sus pensamientos, pero extrañamente esta vez no era su jefe, levanto su mirada encontrándose con un total desconocido de cabellos castaños que le observaba fijamente con aquellos azabaches intensos.

-¿Quién eres? - debía admitir que su voz salió más fría de lo que esperaba pero carajo, en verdad no quería ver a nadie, menos a un imbécil que ni siquiera conocía.

-¿Quién soy? - repitió la pregunta de una manera que a Kojima le pareció estúpida ¿Qué no había sido lo suficientemente claro? - soy tu nuevo compañero en este caso - y en ese instante sus ojos se abrieron claramente sorprendidos, y sin embargo recupero la compostura rápidamente.

-Rui sabe que trabajo solo - una sonrisa de autosuficiencia que invitaba claramente al otro a salir del lugar se formo en sus labios, y sin embargo se borro al ver que el otro le sonreía de igual forma, y con algo de burla adicional.

-No me envió tu jefe, estoy aquí por mi cuenta - vio como el castaño ensanchaba más esa sonrisa que se le empezaba a mostrar molesta.

-Entonces con más razón le pido que se retire, no tiene nada que hacer aquí - fría, dura, cortante, su voz mostraba claramente el sentimiento de ira que estaba empezando a recorrer su cuerpo, y sin embargo, esta se vio acompañada rápidamente por un escalofrió que le recorrió enteramente en cuestión de segundos, y el ambiente se volvía cada vez más frio y de ultratumba, mientras la mirada de aquel chico se mantenía neutra y con aquella sonrisa burlona como si no se percatara de nada ¿Qué demonios estaba pasando?

- Dime ¿En verdad podrás resolverlo solo, sin involucrar tus sentimientos? - y no pudo evitar que sus ojos se abrieran por la impresión ¿Quién era en verdad ese tipo?

-Como…

-También soy detective - le interrumpió intuyendo cual sería la pregunta - y me tome la molestia de investigar sobre el caso y sobre quien lo estaba resolviendo.

-Esto es una estupidez - la ira y el miedo se mezclaban de modos peligrosos dentro de sí mismo, cada una de las palabras que decía el otro le fastidiaban, pero aquella extraña mirada que le dirigía le tenía congelado en sus sitio, y la temperatura solo bajaba cada segundo un poco más - ¿Q-Quién eres?

-Me llaman Kazuki, es un placer conocerlo - el cinismo de esas palabras se hizo claramente evidente, sin embargo no fue capaz de decir nada, antes de que pudiera si quiera mover sus labios vio al otro acercarse lentamente, con el rostro serio, pero con un brillo especial en la mirada, que solo permitió que su temor aumentara aun más, si es que eso se podía considerar posible.

-P-Para… - cuando menos se dio cuenta ya lo tenía a su lado con aquella mirada sádica, su corazón ya no podría acelerarse más, el miedo que sentía le superaba, y los escalofríos le impedían moverse para intentar huir de allí, y mientras intentaba siquiera levantarse de su silla, el castaño se acerco suavemente hasta llegar a su oído.

-Estas muy pálido Kojima - la voz burlona que utilizo no le permitió bajar sus nervios, por el contrario solo hizo que aumentaran un poco más - deberías intentar relajarte, asustarte de mí no hará que resuelvas este caso más rápidamente - y antes de que se pudiera dar cuenta, el castaño había salido de la habitación con una sonora risa de burla, todo el ambiente tenso desapareció inmediatamente y la ira le domino totalmente, se sentía estúpido, ese idiota había logrado tocarle aquel nervio sensible, pero no se lo permitiría más, por supuesto que no… y como sello de aquellos pensamientos, un vaso de cristal se vio fuertemente estrellado contra la pared más lejana al detective.

 

 

 

 

 

Al llegar a su oficina a la mañana siguiente, se encontró con que Kazuki estaba en ella, sentado frente a su escritorio con una sonrisa ladina en su rostro, no pudo evitar mirarle mal, sentir que cada poro de su piel se llenaba de una ira incontenible, estaba dispuesto a decir algo, a echarlo sin ningún tipo de miramientos del lugar, y sin embargo se encontró totalmente congelado en su sitio en el momento en que aquellos azabaches unieron su mirada con la suya.

-¿No dormiste bien? - su voz sonaba burlona, pero Kojima pudo sentirlo, había algo más detrás de esta, pero no era capaz de identificar que - deberías tomar algunos tranquilizantes, las pesadillas no son realmente buenas en momentos de tensión.

No supo que responder ante eso, era verdad, la noche anterior se había visto frente a algún mal sueño que le impidió descansar como era debido, no lo recordaba muy bien, pero habían gritos y sangre, demasiada para su gusto, también un cadáver o bueno lo que pudo identificar como uno, y creía recordar a una persona más junto a él, aunque no podría describirla realmente, y por lo demás, no recordaba hechos ni razones, simplemente que despertó asustado y sudoroso, y el olor a muerte se le hizo presente en la habitación, psicosis tal vez, pero esta le impidió dormir por el resto de la noche.

-...Me escuchas Kojima - la voz del castaño lo saco de sus pensamientos, por lo que lo observo interrogativo, dando a entender que claramente no le había escuchado - te estaba diciendo que anoche hubo un nuevo asesinato, y dudo que te vaya a gustar saber quién es - ante las palabras tan directas del castaño, Kojima no pudo evitar fruncir el seño con simpleza.

-¿Quién es? - no le tomo mucho preguntarlo, es cierto que el miedo de pensar en la siguiente víctima era demasiado, sin embargo necesitaba saberlo.

-Vamos, es mejor que lo veas tu mismo, te llevare al sitio - Kazuki lo dijo con demasiada simpleza, tanto que Kojima no pudo evitar molestarse.

-Yo nunca acepte trabajar contigo - y la mirada azabache se poso en él, de una manera escalofriante, y de nuevo el quedaba sin habla.

-Tienes dos opciones Kojima - esa manera de hablarle, aquel sutil tono demandante y a su parecer de ultratumba, causaba que un escalofrió recorriera la totalidad de su cuerpo sin ningún tipo de pudor - la primera es trabajar solo, dejar que los putos sentimientos te manejen y hundirte tú solo, dejándole el camino libre a ese asesino para que logre su cometido, o bien puedes dejarte de pendejadas, dejarme ayudarte en esto, y que juntos logremos llegar al final de este caso, para que tú puedas tener tu maldita venganza. Entonces… ¿Estás conmigo en esto? - en verdad Kojima hubiera deseado poder decir que no, pero lo único que pudo hacer fue asentir lentamente ante aquella mirada aterradora que le daba el otro, y se vio aun más paralizado en el instante en que sintió los fríos labios de este en su mejilla, para después ver aquella sonrisa ladina que, acompañada de aquella mirada solo le daban un poco de aprobación.

 

 

 

 

 

Ver el cuerpo sin vida de su hermano le dejo congelado en su lugar, un nudo se encontró instalado en su garganta, y sus ojos empezaron a arder, al parecer su asesinato había ocurrido en el parque central, ¿Irónico? Bastante.

-Solíamos ir todas las tardes a aquel lugar, era nuestro parque favorito, jugar en aquel sitio era un total deleite - las palabras salieron al viento, aunque Kazuki se hallaba a su lado decidió ignorarlo, de la misma manera en que lo hizo el doctor que entro en el lugar.

Todos los detalles del asesinato, uno que otro papel, y sus explicaciones monótonas acerca del asesinato ya le estaban poniendo de mal humor, sin mencionar que ya le tenían básicamente mareado, Kazuki no mencionaba palabra alguna, se encontraba en un rincón acariciando dulcemente la puerta de una de aquellas cámaras de refrigeración, y aunque Kojima quisiera negarlo, debía admitir que quedo embobado en aquella imagen por algunos instantes, el miedo que solía generar se mostraba perdido por la tristeza y el cariño de sus gestos y su rostro.

-Nadie ha venido a reclamar aquel cadáver - la voz del médico le saco de sus pensamientos, y aquellas palabras las pronuncio una vez se dio cuenta de a donde se dirigía la mirada del rubio, ignorando de nuevo al más alto - al parecer vivía solo, y no tenía ningún tipo de familia, tampoco amigos cercanos - observó una vez más al castaño, quien no se había inmutado ante las palabras de aquel hombre.

-¿De qué murió? - se atrevió a preguntar Kojima después de unos instantes, a lo que por fin recibió una mirada de aquellos azabaches, mirada que le dejo totalmente helado y con un escalofrió volviendo a recorrer su cuerpo.

-Al parecer trabajaba para la mafia, en cuanto a su muerte, cualquiera de los dos bandos pudo ser el culpable - la mirada de Kazuki destilaba verdadero y profundo odio, ¿Podría ser aquel hombre algún familiar del castaño?

No fue sino salir del lugar cuando se vio atrapado por la mirada furtiva y molesta del otro, no quiso prestarle atención a aquel temor que una vez más se instalaba en su pecho, e intentando evitarle iba a seguir de largo, pero el más alto fue más veloz, le tomo de la muñeca con agilidad y lo jalo contra si, para después unir sus bocas de una manera demandante, y al separarse susurrar en su oído de manera fuerte y fría “Concéntrate en el caso, no te interesa la vida de otras víctimas” y sin más alejarse del lugar, dejando al más bajo aun más confundido.

 

 

 

 

 

Los días pasaron monótonamente después de ello, la presencia del castaño ya se le estaba haciendo común e incluso a veces necesaria, no se volvieron a mencionar los temas entablados ni los hechos ocurridos en la morgue, pero a veces notaba la mirada del castaño fija en cada uno de sus movimientos, una mirada muchas veces vacía y rutinaria, pero muchas otras destilando una ira pura, y Kojima honestamente no podría asegurar cual era la que le causaba más temor.

En aquel momento se encontraba solo en el lugar, el castaño acababa de irse y él estaba terminando de analizar algunos archivos, fotos y charlas con testigos, sabía que podría encontrar algo en común en cada uno de los asesinatos, y aunque Kazuki le había insistido que era mejor dejarlo de lado, él no estaba dispuesto a desistir tan fácil.

De repente algo llamo su atención, unas fotografías que el más alto había decidido pasar por alto por mucho tiempo, estas mostraban un manchón de sangre que seguía un patrón similar en cada una de las escenas del crimen, ¿coincidencia? Poco probable en realidad, acerco la imagen buscando encontrar algún significado, y pudo observar que eran unas letras algo borrosas y casi imperceptibles, pero él no se daría por vencido tan fácilmente.

Después de unas cuantas horas repletas de arreglos, recortes, acercamientos y demás por fin pudo encontrar su respuesta, al fin había podido resolver el acertijo. Aquel manchón perfectamente elaborado mostraba dos palabras, dos nombres para hablar con más exactitud, uno de ellos perfectamente desconocido para él, pero el otro le permitía tener un ligero nudo en la garganta y una asquerosa sensación de sentirse usado y humillado, ahora el deseo de venganza se hacía más fuerte y presente que nunca. Por otra parte debía admitir que con ello los asesinos habían logrado un perfecto juego mental, pero por suerte él era más listo y había logrado descubrirlo, y ahora solo debía esperar el momento indicado para atacar.

-¿Encontraste algo? - la voz del castaño resonó a sus espaldas justo en el instante en que estaba eliminando el archivo del computador, y ya teniéndolo guardado en sus archivos personales.

-Creí que te habías ido para tu casa - su voz sonó tan neutra como solía ser, incluso ignoro el susto recientemente sentido, ahora aquellos escalofríos le alcanzaban a quedar un poco más claros.

-No me pareció justo dejarte trabajando solo, por eso decidí regresar - la voz del castaño sonaba diferente, casi acusadora, Kojima lo noto, pero no se la dejaría jugar tan fácil, él continuaría en su papel - ¿Encontraste algo?

-No encontré nada, tenias razón, aquellas fotos fueron inútiles - su voz sonaba apagada, incluso decepcionada, se admiro incluso por poder llegar a ser tan buen actor, hasta el mismo se hubiese creído si no conociera lo que en verdad ocurría - de hecho ya me iba a descansar un poco, recuerda que mañana debo hablar con Rui sobre el avance del caso.

El castaño no respondió de otra forma que no fuera posando una sonrisa en sus labios, la cual irremediablemente le causo una vez más un escalofrío incontrolable, y Kojima se replanteaba una y otra vez si en verdad el castaño había creído sus palabras, y así duro no solo en aquel instante, sino la noche entera, después de despedirse del castaño y llegar a su hogar, e incluso varios días después, aquella sonrisa indescifrable no saldría de su mente fácilmente.

 

 

 

 

 

Un nuevo asesinato alerto a Kojima, no se daban muchos detalles, no se conocía el nombre de la víctima, el lugar del asesinato era lejano y desconocido para él, lo cual a pesar de todo no lograba tranquilizarle, y las características del hecho por su parte coincidían bastante con las ya establecidas de sus asesinos.

El camino hacia el sitio era oscuro y rocoso, bastante desierto a decir verdad, y las llantas del carro en más de una ocasión se mostraban detenidas, a su lado Kazuki observaba el camino con una sonrisa cómplice en su rostro, él no podía evitar observarle con un deje de decepción y enojo, y aunque intentaba no demostrarlo, por las miradas de reojo que le dedicaba el castaño, mientras aquella molesta sonrisa aumentaba, sospechaba que ya sabría todo lo que él había descubierto.

-Hoy por fin se pondrá fin a esta cacería ¿Me equivoco? - la voz del castaño rompió el silencio, era un hecho que intentaba asustarle y claramente él no le daría aquel placer.

-No te equivocas, hoy los asesinos pagaran cada uno de sus actos, personalmente me encargare de ello - la sonrisa en su rostro era burlona, y aunque se vio tentada a borrarse cuando vio al castaño sonreír de la misma manera se mantuvo intacta.

-¿Cómo estas tan seguro que son varios? - ya su mirada no se desviaba, aquellos azabaches se mantuvieron fijamente clavados sobre si, la temperatura bajo de golpe, y la mirada del otro se veía aun más fría, mientras su sonrisa se inclinaba hacía lo anormal, una mueca bastante inhumana a decir verdad.

-E-es algo que t-tengo claro - le fue imposible no tartamudear, y se maldijo internamente por ello, más aun al escuchar la fuerte risotada que mando el más alto, callada únicamente al momento en que el auto se detuvo, al fin habían llegado, por fin el juego había empezado.

Entraron a la pequeña cabaña donde se suponía se había efectuado el crimen, y para sorpresa de Kojima esta se hallaba en perfecto estado, sin ningún cadáver, ni signo alguno de haber sido escenario de algún asesinato.

-Solía vivir aquí antes, es un lugar bastante tranquilo y acogedor - volteo a mirar fijamente a Kazuki, quien mientras pronunciaba aquellas palabras mostraba un semblante tranquilo, incluso se podría decir melancólico.

-¿Por qué me trajiste aquí Kazuki? - su voz sonó fría y llena de rencor, ya era el momento de dejar las actuaciones - ¿Te aburriste de jugar conmigo? ¿Llego al fin la hora de asesinarme? - la mirada de Kojima se mostraba molesta, dolida en verdad, y por el contrario el castaño mostro una vez más una sonrisa bastante burlona.

-Te equivocas, yo no cometí ningún asesinato - la sonrisa se ensanchaba a cada palabra que decía, y Kojima no pudo evitar sentir un mal presentimiento - yo solo me di el placer de estar presente en cada uno de ellos.

No lo dudo ni una sola vez, saco el arma y apunto con determinación al castaño, no podía creer que después de todo terminara diciendo algo como aquello, definitivamente no le permitiría regodease de aquella manera.

-Adelante Byo, dispara y acabemos con esto de una buena vez - Kojima se tenso ante ello y no pudo evitar mirar a su alrededor, Byo… aquel segundo nombre que se hallaba escrito en la sangre, entonces ¿Aquel hombre también se encontraba ahí? Pero… ¿en dónde? - ¿Aun no lo entiendes? - aquella voz le hizo volver a la realidad, el castaño se acercaba a paso tranquilo hacía él, quiso disparar pero su cuerpo se vio entumecido, no podía hablar, ni mucho menos moverse y simplemente no podía apartar la mirada de aquellos azabaches que le miraban burlescos.

Para cuando el castaño se acerco lo suficiente, poso sus manos en la cabellera rubia del más bajo, quien inmediatamente sintió un ligero mareo, seguido de las constantes imágenes y recuerdos que parecían haberse borrado de su mente.

Aparto con brusquedad a Kazuki, con una de sus manos tomo el arma disparando al aire, con los ojos cerrados, intentando que aquel disparo llegara directamente hacía el castaño, y por el contrario la otra se hallaba posada en su cabeza, intentando alejar aquellas falsas imágenes de su mente, porque era un hecho que eran una mentira ¿verdad?

-No puedes huir de tu realidad Byo - abrió los ojos al oír la voz burlona del castaño y se sorprendió al hallarse solo en aquel lugar, y aun así la voz del otro resonaba por completo - sabes que es verdad no intentes engañarte, tú y únicamente tú eres el culpable - buscaba con su mirada al más alto, pero al parecer no se hallaba presente en aquel lugar, definitivamente estaba terminando por convertirse en loco, ya no le cabían dudas al respecto - fuiste tú quien les mato, tú eres el asesino - aquellas últimas palabras fueron susurradas en su oído, dio rápidamente media vuelta encontrándose una vez más con la sonrisa burlona del castaño.

Uno, dos, tres disparos más, y fue testigo de como las balas le atravesaron sin causarle ningún daño, quiso huir de aquel monstruo con el que se encontraba, pero este se lo impido, con solo su voz le tenia de nuevo clavado en el suelo, y sin posibilidad alguna de poder moverse.

-Querías tu venganza ¿no? Bueno, ya tienes al asesino ¿Qué esperas para encargarte de él? - las lagrimas cada vez inundaban más sus posos negros, y pronto se dio cuenta de que Kazuki… o  quien fuera en realidad aquel chico tenía toda la razón, él llego allí buscando una venganza y definitivamente no se iría sin ella.

Un disparo resonó por el desierto lugar, y el castaño no pudo evitar posar una sonrisa de triunfo, al fin el último “asesinato” se había consumado, observo por última vez el cadáver del rubio en el suelo, y no pudo evitar sentir algo de melancolía mesclada con el dulce sabor del placer, ahora al fin había podido vengarse de aquel que le había asesinado, ahora al fin podría descansar en paz.

Notas finales:

Bueno, que puedo decir… no estoy segura de que cumpla con las exigencias del desafío, ni siquiera creo que de miedo, o que pueda tomarse como de género de terror… pero a mí me gusto como quedo, y espero a ustedes les gustara igual, gracias por los que llegaron hasta acá.

Suerte a todos los demás participantes :3 Y bueno… sin más que decir

Sayo♥


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