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El Burdel de Tom Malvolo Riddle por PauliBlack

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Notas del fanfic:

Remus x Lucius

Sirius x Severus

Tom x James

 

Varias parejas más...

Notas del capitulo:

Bueno... pareciera que me gusta hacer sufrir a las pobres serpientes XD ya con "El Dovahkiin" el pobre Sev sufre por Sirius XD... soy de lo peor TT_TT 

Esta historia se me ocurrió hace muy poco tiempo, no espere mas y empece a escribir, espero que les guste n_n 

Allí, debajo de una enorme mansión, donde hace ya mucho tiempo no ven la luz del sol, ni el sonido de las aves, ni el aire fresco que les proporcionaba el ambiente en el que estaba, atrapados ambos jóvenes de 21 y 23 años aproximadamente, siendo esclavos de las más atroces hechos que les ejercían un par de hombres un año mayor que ellos.

Ellos nunca pensaron que, luego de terminar el colegio siguiendo a su respectiva pareja, terminarían de tal forma… al menos seguían juntos… no en la misma “celda”… pero juntos en el mismo perímetro. Si bien el lugar de encierro no era una apestosa y sucia celda de prisionero, sino que una habitación con las comodidades que cualquier príncipe tendría… pero sin el derecho de salir de dicho cuarto, para ellos, era exactamente lo mismo a estar en una cárcel oscura.

No poder ver a sus familias, aun sabiendo que los detestaban, o a sus amigos… era horrible… delirante… se sentían al borde de la locura, si tuvieran solo un pequeño cuchillo, o una navaja, no dudarían mucho en auto eliminarse para salir dejar de sufrir de esa forma. Sus ojos se empañaban de lágrimas una vez que les permitían verse, se abrazaban y no se soltaban ni en un solo segundo; se tomaban de la mano y disfrutaban, como los mejores amigos que eran, de la compañía del otro… así sea por un corto periodo de tiempo y/o siendo custodiados por ese par de hombres que les habían apresado.

Una vez el tiempo haya finalizado ellos se tomaban de los brazos y trataban de permanecer juntos, así los fuertes hombres trataran de separarles, ellos luchaban por no hacerlo… nunca podían lograrlo, pero ellos lo intentaban todas las veces que hicieran falta.

No podían creerlo… ¿Por qué ellos?... ¿Ellos les habían amado alguna vez?... ¿Cuándo?... ¿Por qué les habían hecho esto? Tenían sus corazones, sus cuerpos y almas… ¿no les bastaba ya? ¿Tenían que encerrarles de ese modo? ¿Sin poder estar juntos?

Ellos estaban comprometidos por el linaje de la familia… ellos iban a casarse con otras personas… ¿Por qué? ¿Por qué encerrarles? ¿Por qué dejarles sin libertad entonces? ¿Y más si en la misma mansión vivían las futuras esposas de los hombres que amaban?

Esos hombres iban cuando querían tener sexo, solamente; les usaban como rameras o muñecas las cuales puedes manipular a tu antojo… aprovechándose de que sus corazones aún estaban encantados por el hechizo traicionero que se llama amor… siendo amantes de ese par de leones que estaban comprometidos… sus futuras esposas sabían que sus existencias, del par de esclavos de sus futuros consortes… del par de donceles que estaban encerrados en el sótano de la mansión… pero que no les interesaba ni solo un poco; ellos eran propiedad de los hombres, no había nada que hacer.

Solo… querían escapar, ser libres de nuevo, dejar el dolor diario de sentirse usado, manchado, usurpado… por la persona que una vez pensaste que te amo y que tontamente le entregaste tus sentimientos… y que cada día sigues haciéndolo… solo por ver esos ojos llenos de éxtasis sobre los tuyos… sentirse devorado por ellos… que su cuerpo caiga rendido ante ti por el inmenso placer que les da sentir la semilla esparcida en el interior de ti… de su amante… y luego ver como se aleja sin decir nada, solo para irse a descansar en el cuarto que comparte con su futura esposa… y probablemente tirársela también a ella… como lo hizo contigo minutos atrás… el dolor es insoportable.

_ “¿Por qué lo has hecho? ¿Pensé que me amabas? ¿Qué me respetabas?”_ siempre se preguntaban luego del acto sexual… o mejor dicho violación, para luego pararse e ir hacia la puerta donde una cortina tapa el oscuro pasillo… y el cuarto de su hermano del corazón, donde ve salir a un hombre de cabellos castaños que se dirige hacia las escaleras… y espera… y lo ve, parado en la puerta, detrás de esa pequeña ventanilla de la puerta… lo ve sufrir… igual que el… también le habían usado… el que pensó que sería su eterno amor y que ahora se casara con otra persona… sobre el altar… y pensar que podría haber sido él, casándose con el Griffindor de ojos ámbar… las lágrimas cayendo de los ojos plata de su hermano mayor… era lo peor que podía presenciar. Poso su mano en el frio cristal, su hermano le imito… una sonrisa triste y se alejó de el para poder caer en su cama… para no poder dormir luego.

_ “Mi pequeño... no llores más, algún día podrás escapar… no sufrirás lo mismo que yo, mi vida, no lo permitiré”_ la voz de su difunta madre le animaba… por meses pensó que ya había llegando la hora… se había vuelto completamente loco, pero un día que le hablo de eso al rubio, él lo sorprendió, diciéndole que él podía sentir la voz de su padre que le alentaba a seguir, sabiendo que el había muerto hace años… curioso ¿no?

_ “Me dijo… que algún día podemos estar juntos en la misma habitación… dijo que convencería a Black para hacerlo… dijo haberse apiadado de mi por verme llorar cuando el llego… dijo que me entendía… y luego me violo… lo odio tanto…”_

_ “Luc… ¿Qué vamos a hacer?”_

_”No llores Sev… todo irá bien… te lo prometo… saldremos de esto… nosotros nos metimos… nosotros saldremos…”

Quería creerlo… de verdad quería… pero perdía las esperanzas al verlo llegar, con esa enorme erección y su aura dominante, sabiendo lo que luego venia… y el tiempo seguía pasando, y las mismos acontecimientos también.

Ellos, siempre que podían, lloraban juntos y se preguntaban a sí mismos “¿Qué les enamoro de ellos y que crees que les hizo cambiar de actitud tan fieramente?”

_ “Su dulzura…_ dijo el oji-plata_... recuerdo como me besaba cuando éramos más jóvenes… cuando estábamos en el colegio… ¿lo recuerdas?”_

_ “Como no lo voy a recordar, si en cada esquina estaban ustedes dos devorándose a besos”_ lo dijo divertido, rieron levemente.

_”Si… bueno… no podía resistirme a una escapada de pasión de esos labios, sentir esas manos gentiles recorriéndome… mi cuerpo le reconocía y se entregaba por si solo… y aun lo sigue haciendo”_ sentí su voz casi quebrarse, le apretó la mano, el asintió_ “Ame sus ojos, dorados como la más exquisita de las mieles… su cabello, que parece fundirse entre el sol con un color claro, pero que en realidad es un color más oscuro… un castaño perfecto”_ con ilusión describía, al hombre que una vez amo… y que aún lo hace… aun después de haberle encerrado_ “Su cuerpo, que a pesar de estar marcado por sus propias garras, está en perfecto estado, ni tan musculoso ni tan flácido… simplemente celestial… y su voz… dulce… gentil y tímida en ocasiones… solo caí rendido entre sus brazos… y apresado por el sentimiento que aún me abarca, a pesar que aun viene a reclamarme… a hacerme suyo… de forma bestial… dominante…”_

_ “A veces pienso que tienes suerte… no tienes que verlo por unos días gracias a su enfermedad”_

_”… de hecho… luego de su transformación… es cuando sus hormonas están más desenfrenadas, y en vez de desquitarse con su “esposa”… lo hace conmigo… y me viola durante horas”

Una lagrima cayo de su mejilla, y de la de su compañero también, el rubio le puso total atención y el otro empezó a responder la pregunta que mudamente se hizo.

_ “Yo aún no sé qué fue lo que le vi a ese… idiota”_

_”Se la pasaban peleando”_ dijo divertido el doncel rubio, el otro bufo enojado.

_”El me hace enojar… siempre… con esa sonrisa estúpida en el rostro de “Todo lo que quiero, lo tengo”… es un cretino”_

_”Siempre fue así… y así te enamoro, Sev”_... a veces odiaba cuando el rubio tenía razón_ “Ohh, ¿y esa vez que se te declaro en medio del comedor?, recuerdo que estabas a mi lado y quisiste que un Adava te impactara de lleno en el cuello”_ eso ultimo lo dijo riendo de forma eufórica, ganándose un cojín en su rostro, cortesía de Severus.

_”Aun no lo sé… tal vez fueron sus tontas formas de coqueteo… sus cartas escritas con las faltas más terribles que vi en mi vida, o los tontos obsequios que me daba… aun no lo sé… tal vez sus ojos, grises, rozando el inmenso cielo… con un toque de un azul imposible... sus cabellos, indomables, esos bucles rebeldes que posee… o esa sonrisa que tiene, triunfadora, orgullosa y seductora… no lo sé… Tal vez su cuerpo, más grande que el mío, con esa fuerza y esos músculos que obtuvo por ese estúpido deporte que jugaba con la escoba y el bate… o esas palabras, sucias, que susurra sobre mi oído cuando me penetra… no lo sé… aun dudo él porque… pero cuando menos me lo espere, dentro de la Sala de Menesteres, él ya me tenía sobre una cama… y yo… entregándome por completo a sus caricias y promesas falsas… para luego terminar así… estúpido… sangre pura”_

_”Shhh… tranquilo Sev…”_ le consolaba el rubio al doncel peli-negro que tenía sobre su regazo, que por la ira empezó a llorar. Trataba de calmarle, ya que si hacía mucho ruido, los descriptos hombres que esperaban afuera de la pequeña sala en la que estaban podrían entrar y separarlos antes de tiempo, y era lo que menos quería, ya que tendría que esperar varios días para volver a verle… ya había pasado el tiempo para que su antigua pareja se transformara y durante varios días permanecería encerrado en su habitación… hasta que el licántropo llegara y le tomara de forma brusca por culpa de su transformación_ “Te prometo, mi pequeño, que saldremos de esto… te lo prometo”_ y luego de un beso en la mejilla los vieron entrar:

Un joven de 22 años, de un porte totalmente imponente y fiero, de cabellos negro azulado  rizados que caían libremente hasta un poco más debajo de sus hombros, vestido de forma elegante pero a su vez rebelde, una camisa de color negro y sobre esta un saco de color azul oscuro con rallas horizontales de color gris, pantalón de jean de color negro, ajustado a sus fuertes piernas y unos zapatos que no eran ni elegantes ni sediciosos, de un color negro. Sus ojos estaba, furiosamente, clavados al cuerpo que tenía sobre las piernas, pero sus sonrisa detonaba sadismo y presunción de todos lados del que se viese. A su lado, estaba su compañero de 23 años, mejor amigo y ahora residente de la misma mansión con su futura esposa; el castaño estaba vestido de forma muy civilizada y costosa, una camisa de manga larga de color blanco y un chaleco marrón le hacían ver educado y atractivo, su porte era fantástico, sus pantalones eran elegantes y de un color más claro que el chaleco, acabando en unos zapatos lujosos de color negro. Este le miraba de forma calma, casi insensible o indiferente y al ver que esos ojos plata le atravesaron con desdén aparto la mirada de inmediato, como si quisiera evitarle.

_ “Bien cervatillo, se acabó la hora feliz”_ dijo burlón el sangre pura acercándose a su “esclavo”, de inmediato se sentó de forma correcta en el sillón en el que estaba con Lucius y frunció el entrecejo para el hombre que ahora estaba cerca de ellos_ “Vamos, despídete, que te llevare de nuevo a tu cuarto”_ esto lo dijo de forma severa, el otro arrugo la nariz con molestia, pero una mano sobre la suya le distrajo.

_ “Sev…”_ el rubio le acaricio la mejilla con cariño, el otro no aguanto y se abrazó a su hermano, no quería separarse de él, nunca lo quiso ni nunca lo iba a querer lejos de él. El otro lo apretó y sollozaron juntos, una amarga y triste despedida.

El hombre que tenían en frente arrugo el entrecejo, odiaba que le demorasen, así que tomo por la espalda al peli-negro y lo intento separar a la fuerza del rubio platinado; una vez más este se prendía de los brazos del otro, intentando no soltarse de él… le fue inútil una vez más, pero seguiría intentándolo. Una vez que lo paro del asiento, le apretó el brazo y lo arrastro fuera de la sala, para llevárselo hacia la habitación… donde, el rubio sabio, que probablemente lo volvería a tomar como suyo de forma salvaje… odiaba eso.

Sintió un peso extra sobre el sofá, no tenía que imaginarse quien seria, ya lo sabía, así que se apartó de él hasta quedar en el borde del sofá, se cruzó de brazos y de piernas y aparto la mirada. Sintió un suspiro resignado de la boca ajena, sintió como se aproximaba, como ponía su brazo alrededor de su cintura y el rostro contra su cuello soltando el aliento calenté sobre la blanca piel… antes ese gesto le hubiese exaltado, sorprendido o excitado… pero ahora no sentía absolutamente nada, nada más que repulsión. Siguió insistiendo, pasando su traviesa lengua por el cuello del rubio, un quejido salió de su garganta; no lo estaba disfrutando, para nada, y menos al ver como hace menos de unos segundos se habían llevado a su pequeño para que pudiesen abusar de él… Aún era persistente, pasando ahora su lengua por el oído del doncel, que no pudiendo aguantar más, aparto al licántropo de encima.

_Alégate…_ fue lo único que dijo para luego limpiarse la saliva de su oreja y cuello, el otro bufo frustrado.

_ Lucius…_ gimoteo el otro tratando de acercarse, pero nuevamente fue apartado.

_ Alégate de mí…_ advirtió el otro_... porque te juro que me matare cortándome el cuello con el espejo de mi cuarto-_

_ Ni lo intentes_ indico el otro enojado tomando con fuerza las muñecas del rubio para acercarlo_ Si lo haces y sobrevives, volveré tu vida un infierno-_

_ Ya es un infierno, Lupin, no me he matado aun para no dejar solo a Severus_ dijo desafiante el rubio, no caería, aún estaba enamorado de ese hombre que ahora le tomaba violentamente de los brazos, pero seguiría luchando_ No dejare que ni tu ni Black le torturen como lo hacen_

Esos orbes grises brillaban con fiereza al igual que el ámbar del licántropo, que ante la furia del otro le soltó de los brazos para tomarle de la nuca y el cuello y darle un beso furioso en los labios, que no fue correspondido por el otro; antes, añoraba tener esos labios sobre los suyos arrebatándole el oxígeno de los pulmones y sentirse amado por el licántropo… pero ahora…

Al ver que no respondía se separó, y le miro de forma angustiosa, vio como Lucius se quitaba las manos que poseía en su cuello y nuca, las dejaba sobre el regazo del otro y se paraba de su asiento, dirigiéndose a la puerta de la sala.

_ Sé cómo ir a mi propia prisión, Lupin_ dijo al ver como el otro se paraba del sofá y que ahora quedo helado ante lo dicho por el doncel, y sin perder su elegancia característica se dirigió a su “celda”.

Pasando por el pasillo vio a una mujer viniendo en dirección contraria, estaba vestida por un hermoso vestido de color beige, su abdomen era aprisionado por un corsé de color blanco haciendo que sus senos se vean majestuosos ante la vista que brindaba el atrevido escote, luego el vestido caía en cascada hasta sus pies, para acabar en unos zapato con taco alto. Sus brazos eran tapados por largos y elegantes guantes blancos, sobre su cuello un collar de diamantes, y su extraño y colorido cabello suelto que llegaba hasta sus hombros descubiertos. Cuando paso por su lado se miraron, las miradas de desdén no faltaron, era obvio quienes eran se reconocían perfectamente; si ambos estaban enamorados del mismo hombre.

Se sintió el grito de emoción de la mujer, los pasos de forma acelerada y luego un nuevo grito de emoción_ “Ohhh Remus, cariño, ¡has vuelto! ¡Te he extrañado tanto, amor mío!”

… no espero demasiado, salió corriendo en dirección a su cuarto y justo antes de entrar se sintió, en la zona oscura, los quejidos de Severus y los gemidos de Black… como odiaba su vida… pero justo en ese momento algo fue escuchado de la habitación contraria, algo que le daría a Lucius una idea, por la cual podían escapar de ese estúpido y claustrofóbico lugar en el cual han pasado aproximadamente cuatro años encerrados.

_ ¡Ohh! ¡Mi niño! ¡Eres tan… delicioso! Estoy seguro que trabajarías… mmm… perfectamente en una mancebía perfectamente… tendrías tantos clientes… ¡Ahhh!... gatito travieso…_

 

Notas finales:

Bien... ¿que les parecio? dentro de poco subire el proximo. Nos veremos luego Muyayos n_n 


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