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El Burdel de Tom Malvolo Riddle por PauliBlack

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Notas del capitulo:

Matenme TT-TT asesinenme lo merezco TToTT

Tarde mucho, lo siento TT-TT 

Pero aqui esta n.n 

Espero que disfruten n-n

… dos… dos… dos… dos semanas… dos semanas se habían contado desde… ese lunes.

… Bueno, en realidad fueron menos de dos semanas, pero habían estimado ese tiempo… agradecieron que fueron menos, pero ya estaba en ese viernes, la noche antes de la boda del merodeador licántropo. Ambos mirando por la pequeña ventana sobre sus cabezas… por fin, juntos.

# Flash Back

*Martes; faltan 11 días para la boda*

_ Bien Sev… tenemos menos de dos semanas… ¿sabes qué hacer?_ le preguntaba tomándole de ambas manos e intercalando los dedos, como jóvenes ilusionados y esperanzados, vio al mestizo asentir decidido_ Bien, dame un breve resumen…_

_ Debo hacer que Sirius confié en mí, me diga la ubicación de mi varita y justo un día antes de la boda rogarle que me deje en un cuarto contigo_ dijo serio… si bien no quería hacerle eso al animago… era su único escape; vio al otro sonreírle orgulloso_ Bien ¿tú que tienes que hacer?_ escuchó al otro bufar… se notaba a millas que tampoco quería hacer eso.

_ Tengo que… hacer que Remus confié en mi… me devuelva mi varita… rogarle que, el día de su “despedida de soltero” y me deje contigo en un mismo cuarto para no sufrir_ dijo algo entristecido… ese día seria el peor de su vida… el rubio apretó un poco el agarre de sus manos, se le notaba tenso_ Sev… ¿puedo preguntarte algo?…_ el otro asintió algo serio_... ¿cómo… te das cuenta… c-como te das cuenta de q-que estas en estado?_ el otro no entendió el porqué de la pregunta, pero no iba a dejarle con la duda.

_ Pues… te sientes mareado… entre el primer y segundo mes puedes sufrir vómitos, cansancio, tienes ganas de orinar frecuentemente y-_

_ No, no… no quise referirme a algo tan avanzado Sev…_ el otro arqueo una ceja… se dio cuenta a que se refería.

_… si… en la primera o segunda semana, tu núcleo mágico puede alertarte de alguna anomalía en tu cuerpo… cuando te despiertas sientes como una corriente eléctrica recorriendo tu cuerpo entero, pero en realidad es tu magia alertándote de que hay algo dentro de ti… y donde la sensación es más concentrada, donde sientes más el cosquilleo, es donde está la-_ y se calló de pronto al ver que el otro le había soltado las manos, y una de ellas fue a parar a su vientre mientras que la otra fue a cubrir su boca, donde vio que estaba a punto de soltar un quejido lastimero… se había quebrado… y no tuvo que pedir ninguna explicación… ya con ese cambio de humor repentino lo destapaba todo_ … ¿desde hace cuándo?..._

_... una semana…_ dijo quebrado y empezó a convulsionarse delante del mestizo; el peli-negro, sin que se diera cuenta, entro en la mente del otro… un segundo después, salió.

_... ya lo sabias… o lo sospechabas…_ el otro asintió angustiado_... pero querías estar seguro ¿no es así?_ vio asentir al rubio que se había abrazado a sí mismo y a mecerse en el lugar, como una persona que acababa de pierde su última gota de cordura_… si tuviera mi varita, podría estar seguro…_  no pudiendo aguantar ver como su hermano se atormentaba, le abrazo por encima de los brazos_…tranquilo Lucius… estaremos bien…_

_ Severus, quiero cuidarlo_ dijo con la voz ahogada por las lágrimas, el otro le hacía círculos sobre la espalda para confortarle… quiero alejarlo de todo esto, del encierro, del tormento… de su padre y futura madrasta… quiero que mi bebe sea libre… quiero alejarlo de el-_

_ Lo sé, Lucius, lo sé_ dijo besándole la frente_... yo hubiera hecho lo mismo de estar en tu lugar-_

_ ¡No entiendes! ¡No lo estás sufriendo!_ bramo de pronto el rubio aún más angustiado, largándose en llanto una vez más. El otro se inmuto demasiando, sabía que eran las nuevas sensaciones de otro núcleo creciendo en su cuerpo, más las hormonas… aunque fuera desde tan temprano.

_ Lucius, también amo a esa… cosa pulgosa que se hace llamar Sirius Black… y aunque me quebranta por las noches, me mira de esa forma tan… degenerada y me haya encerado en este lugar… aun mi corazón le pertenece…_ vio al otro desmoronarse en su hombro-

_ l-lo siento… n-no quise g-gritarte d-de esa m-manera_ dijo apenado y angustiado_… pero n-no quiero que mi bebe  s-sepa quién es su p-pa… padre… p-pero tampoco q-quiero abandonarle-_

_ Lucius, tú me has dicho hace mucho, que teníamos que escapar de este lugar… y no hay mejor momento que este_ dijo serio el mestizo_ No quiero separarme de Black… aunque me haya hecho lo que me hizo… pero debemos ser libres… y no hay mejor motivo que darle libertad a esa criatura_ eso lo dijo tacando el plano vientre del rubio; enseguida sintió una pequeña descarga, casi imperceptible, pero una y al fin y al cabo; era el núcleo mágico del bebe_... esta ahí Lucius… él tiene que estar libre… debemos hacerlo… debemos ser fuertes-_

_ Si_ dijo determinado el otro, secándose las lágrimas con las mangas de su camiseta, un modo muy poco Malfoy, pero en ese lugar ya le importaba muy poco.

De pronto la puerta de la pequeña sala se abrió de par en par, mostrando a los dos hombres habituales que le venían a buscar; Sirius se veía muy extraño, tenía ojeras bastante notorias debajo de los ojos, como si en todo el día anterior no hubiese podido dormir nada, pero esbozo una sonrisa falsa, como si tratase de emparentar que todo estaba en orden; en cambio el otro hombre se le notaba nervioso, al borde de lo ansioso. Se frotaba las manos frenéticamente, casi perspectiva mente, sus piernas temblaban y su mirada estaba concentrada en cualquier punto de la habitación, pero nunca la clavo hacia la persona que venía a buscar.

_ Severus…_ dijo algo cansado el peli-negro-azulado, el aludido miro a su hermano y alzo las cejas, ¿Qué demonios paso?_... vamos._

_ S-si_ dijo algo nervioso por escuchar su nombre en boca del animago, beso a su hermano en una de sus mejillas y enseguida de pararse se fue junto a su amante hacía, donde Lucius pensaba, era la “celda” de Severus.

Noto que el licántropo estaba tieso en su lugar… no se movía… no se acercaba… de poco y tampoco respiraba; estaba helado. Aclaro su garganta para hacer notar su presencia, el castaño se sobresaltó de inmediato, empezando ese molesto frote con sus manos.

_ ¿Qué te pasa?_ le pregunto algo irritado el rubio, si bien no entendía el porqué de esa reacción, tampoco ayudaba su “estado”_ “Caaaalmaaaaa”_ decía una voz chillona en su cabeza, cambio su rostro a uno más delicado esta vez_ ¿Qué sucede Remus?_ dijo sedoso parándose de su asiento y acercándose de forma gatuna hacia el lobo, el cual quedo pegado contra la espada y la pared.

_ N-nada_ dijo nervioso, esos ojos de plata le volvían loco y se estaba conteniendo de hacer algo indebido_ S-solo e-e-estoy-_

_ ¿Acaso no confías en mí?_ dijo tentativo el Slytherin pegándose a su cuerpo y frotándose contra este, de una forma muy lasciva, el otro jadeo de forma grave_ ¿No, Remus?_

_ C-claro que s-si_ dijo tratando de esquivar el rostro del otro que se acercaba al suyo_ “¡¡Merlín!! ¡¡Ayúdame, a mí y a mi débil miembro, a mantenernos tranquilos y no poseer a tan bella anatomía!!”_

_ ¿En serio?_ pregunto irónico el otro pasando uno de sus dedos por el arrítmico pecho del otro, haciendo un recorrido tortuoso desde uno de los pezones y aventurándose a bajar lentamente, el otro jadeaba con la boca entre-abierta_ ¿En serio confías?_ dijo haciendo un puchero, pero sin detener el desplazamiento de su dedo, que ya estaba tocando el ombligo del otro.

_ ¡¡P-por supuesto q-que s-s-si!!_ dijo de forma excitada al sentir, de pronto, ese travieso dedo tocando por fuera s abultado miembro_ “Gracias Merlín, por tu ayuda”_ pensaba con sarcasmo el licántropo.

El otro esbozo una sonrisa satisfecha_ “No tentare a la suerte; no le pediré mi varita… ahora no”_ Remus_ gimoteo el otro como un crio y aun con el puchero en el rostro_ Quiero una rebanada de pastel de fresa_ dijo de pronto sorprendiendo al licántropo… se esperaba todo… menos eso_ “Bueno… me dio un antojo prematuro”_ pensaba el inocente rubio_ Llévalo hacia mi habitación, te esperare ahí_ dijo con una sonrisilla traviesa dándole un beso muy corto en los labios, y una vez más, antes de que el otro pudiese corresponderlo, el otro se alejaba; se dirigía hacia su cuarto. Ya en el pasillo, se tocó su plano vientre_ “Bueno… almenos saco algo bueno de ti, me sacaste de una situación “peligrosa””_ pensó divertido el rubio caminando hacia su “celda”.

Dicho y hecho, el castaño se tardó menos de 20 minutos en conseguir el dicho pastel… y digo pastel porque en vez de solo una rebanada le trajo el pastel entero

 

*Lunes; faltan 5 días para la boda*

El plan… iba en marcha sin problema alguno.

Lucius tenía al licántropo comiendo de su delicada y blanca mano. Si bien no había visto a Severus desde hace ya 6 días, sabía que él también tendría todo controlado perfectamente. 

Siempre, cada vez que se despertaba, además de la corriente eléctrica que experimentaba al despertar a causa de su estado, inmediatamente aparecía un elfo dementico dándole e desayuno, esa rutina se habíamantenido desde hace ya 4 años… pero algo le impacto ese jueves; Cuando se despertó, vio a su amor de ojos dorados parado al lado de su cama, muy sonriente, con una bandeja en sus manos y sobre esta un humeante y delicioso desayuno; y a partir de ese día, la rutina fue esa. Por el mediodía, de ese mismo día, el licántropo volvió a sorprenderlo con el almuerzo, no menos delicioso que el desayuno pero igual de emocionante su presentación. Y así fue también con un té y pastel en la tarde y una exquisita cena en la noche, en la cual este le decía_ “Volveré pronto”_ y lo dejaba comer con tranquilidad… volviendo luego de pasado un buen tiempo;

Siempre lo esperaba de la misma manera, y de la misma intensidad: Lucius, luego de la cena, se ponía un delicado camisón de seda, (el cual Remus le había regalado junto con otros hace solo unos días, junto con el pastel) y se quedaba de espaldas a la puerta, sentado sobre su cama, mirando la pequeña ventana sobre su cabeza, en la cual podía ver la pequeña luna que pasaba por su etapa menguante. Estaba seguro que pensaba estar muerto antes de ponerse esa… clase de vestido… pero no sabía lo realmente cómodo que era_ “No debí juzgar a mi madre, la cual le encantaban estas cosas”_ decía refiriéndose al camisón blanco que le llegaba hasta las rodillas y que era de manga larga, abriéndose luego con unos elásticos, dejado una especie de campana del cual salían sus delicados brazos.

Sentía los pasos desde el pasillo y su piel se erizaba de placer, reconocía ese andar apurado donde fuera, y no se equivocaba; sentía la puerta abriéndose, con su peculiar rechinar, la persona ingresaba y la cerraba a sus espaldas. Él se volteaba mostrando su rostro de porcelana hacia el hombre que había entrado, el cual le miraba embelesado totalmente.

_ Te estuve esperando_ decía ronroneando, parándose de la cama y abriendo sus brazos hacia el recién llegado, el cual se estrechaba contra su estrecho cuerpo y le plantaba el pasional y necesitado beso, tomando sus blancas piernas tapadas hasta la mitad por el camisón y las colocaba a la altura de su cadera. Enseguida Lucius se prendía de ella rodeándola con las piernas mientras que sus brazos rodeaban el cuello del licántropo en celo, que le hacía frotase contra él de forma feroz; lo depositaba con extremo cuidado en la cama, le besaba con hambruna, le acariciaba totalmente, sin dejar una zona sin ser tocada y se desnudaban de forma tortuosamente lenta; disfrutando el momento.

Le gustaba desnudar al merodeador primero, ya que el solo tenía un camisón y su ropa interior, y con sus manos tocaba el fabuloso pecho que ese hombre portaba_ “¡Salazar!, él siempre es tan…”_ y se mordía el labio inferior con deseo. Y habiendo despojado de la ropa al oji-miel, él se acostaba en la cama mientras que el otro se posicionaba sobre él, aprisionándolo con su cuerpo, empezando otro pasional beso. Se separaban un poco y Remus tomaba el cuello del camisón_ “Aquí va de nuevo”_ pensaba el rubio, viendo cómo, incapaz de esperar y sacarle el camisón como se debía, el licántropo le rasgaba con fiereza la tela en dos, dejando descubierto todo el majestuoso cuerpo de su musa.

_ ¿Ansioso?_ preguntaba mordiéndose el labio por el éxtasis.

_ Siempre lo estoy…_ decía ronco por el placer de ver tal cuerpo a su merced.

El lobo beso a su pareja con ansia, pasando su lengua, luego, por el cuello del rubio sacando varios gemidos de este. Su camino seguía hacia las clavículas, esternón, pasando luego por los, aunque él no lo sabía, ahora sensibles pezones del rubio mientras que sus manos paseaban por los lados de su estrecha figura. Abdomen y ombligo fueron los siguientes, dando deliciosas cosquillas. Sus manos se aventuraron por debajo de la tela, rozando la entrada del rubio el cual ronroneo por querer sentir a los intrusos. Remus había dejado su ombligo desde hace un rato y ahora masajeaba el erguido miembro del rubio por encima de la tela, torturándolo por ambas partes.

_ R-Rem… R-Remus…_ gimoteaba Lucius por la tortura que el amante le aplicaba_... te q-quiero d-dentro…_

_ ¿Dentro de qué?_ preguntaba haciéndose el desentendido mientras que introducía dos de sus dedos en la cavidad del rubro; como odiaba esa faceta de él.

_ ¡Mmm! ¡Ahh!... Rem… te quiero a ti-… n-no a t-tus d-dedos_

_ ¡Oh! ¿Te refieres a esto?_ dijo sacando sus dedos de su interior y simulaba una embestida, presionando su pene contra la entrada pero sin introducirse, solo lo estaba tentando_

_ ¡Ahhhh! R-Remus… p-por f-favor-_ gemía le rubio, el otro simulo varias embestidas haciendo perder la cordura y compostura “digna de un Malfoy”_ ¡Merlín Remus, entra de una vez!_

_ Si así lo deseas_ y sin más entro de una solo estocada en el causando que el otro chillara de placer mientras que se abrazaba a la espada del Gryffindor. Con sus piernas rodeo su cadera para sentir aún más, parecía que se convulsionaria ahí mismo por la infinita excitación que estaba sintiendo. A pesar de que el otro gimió, el lobo no se movió, por miedo de dañarlo… en cambio el otro estaba impaciente por que comenzara a embestir… al no sentir que lo hiciera perdió aún más el control.

_ ¡Bien! ¡Si no te mueves lo hare yo!_ bramo Lucius siendo el ahora el impaciente, y gracias al fuerte agarre que tenía con la cadera del licántropo y sus brazos atrapando la espalda  del antes nombrado se balanceo haciendo que el miembro casi saliese de su interior, para volverse a balancear en sentido contrario, engullendo el trozo de carne caliente en su interior, empalándose solo, sacando un gruñido del merodeador.

_ ¡Arrrg! Si me… aprietas así m-me correré L-Luc…_ dijo tomando el control de la situación, abrazando al rubio y siendo el, ahora, el que embestía con un vaivén acelerado,por él cual el rubio había soltado el agarre de su cadera y que ahora se abría de piernas para recibirlo completamente.

_ Sii… asii… m-más fuerte R-Remus…_ pedía sumiso el Malfoy siendo tomado de forma pasional y amorosa; entregando todo hacia el otro… así uno tenga otro tipo de intenciones… pero sentía que podría olvidar el por qué se dejaba tomar y permitir que quedar encerrado de por vida en esa mansión, hasta que una corriente eléctrica le trajo al mundo real_ “Vas a escapar de aquí, concéntrate”_ decía esa voz… era su conciencia… la cual de devolvía la cordura… al igual que esa descarga eléctrica que le daba ese nuevo núcleo que se formaba en su interior_ “Gracias, hijo… me has salvado de cometer una locura”_le agradecía a su bebe no nato… y sin darse cuenta él y el licántropo ya habían terminado en un éxtasis exquisito; además de un beso igual de dulce.

Con un hechizo no verbal los limpio a ambos; el lobo aprisiono con sus dos piernas una del rubio, y se abrazó de la cadera de este, dejando su pecho sobre el abdomen, como si fuese una cómoda almohada mientras uno de los brazos del rubio sobre la espalda y sentía como con la otra mano le acariciaba el cabello de forma suave; siempre les gustaba esa posición para dormir… y luego de un rato, sucumbieron en brazos de Morfeo.

 

 

*Ese mismo día, en la habitación contigua*

 

Bien… nunca pensó que eso que estaba pasando ahora mismo…. Estuviese pasando.

El último día que vio a Lucius fue hace unos 6 días aproximadamente, luego de que Sirius le llamara… pero no estuvo prevenido para o que pasaría.

_ ¡¡Sirius Orion Black!! ¡¿A dónde crees que vas con esa… sangre sucia?!_ grito histérica una  mujer que había salido de una habitación del pasillo y que ahora le daban la espalda. Recordó que el animago le tenía rodeado de forma dominante por la cadera y cuando la mujer bramo sintió la tensión de la mano que le tomaba al igual que un sobresalto del chucho_ ¡¡Por fin te case infraganti, infiel!!_

_... Elizabeth…_ misturo asqueado el Black asombrando al mestizo que le había prácticamente escupido el nombre de su prometida: Elizabeth Woodgate, la hija de los magos más puros de todo el mundo mágico, obviamente acomodada por los padres de ambas familias, Black-Woodgate para casarse con el primogénito de la familia Black: Sirius Black. Para los Black, sería un gran paso unir a sus primogénitos en matrimonio, ya que la familia de la mujer era asquerosamente multimillonaria; todo, obviamente, con fines de lucro. Solo se habían visto un par de veces ella y Sirius, cuando eran niños, creándose una especie de amistad entre ellos… al pasar los años, la mujer empezó a sentir los cambios de hormonas… y con eso… lo celos; la última vez, ya pasados varios años, ella dijo estar lista para vivir con Sirius… cosa que no se le negó. Esa faceta dulce de la mujer paso a la histeria, era escandalosa y presumida, ni que decir de mimada, además. Era tan alta como Severus, su cuerpo estaba perfectamente moldeado en un vestido largo de color azul oscuro con satén del mismo color. Su cabello destacaba, largo y ondulado; rizos rubios que caían hasta la cintura. Piel blanquecina y ojos fieros de color ónix; casi tan perfectos como los del mestizo _ Ya hemos hablado de esto-_

_ Black, si se te olvida, YO seré tu esposa, los actos de infidelidad no están permitidos antes, durante y después del matrimonio_ dijo cruzándose de brazos molesta, aun Sirius le daba la espalda y aun sujetaba con fuerza al Slytherin.

Severus se la había cruzado unas cuantas veces cuando volvía a su habitación, cuando no era escoltado por el animago… en cambio que él no era como Lucius cuando se cruzaba con la prometida de su ex pareja; él y ella se atacaban verbalmente, hiriéndose con palabras e insultos a diestra y siniestra, pero Severus era cauteloso, él tenía la desventaja; no tenía varita.

_ ¿Qué es lo que quieres Eli?_ dijo resignado el Black mirando a la mujer. A Severus la dolió que le digiera con ese tipo de apodo… el, antes, le decía “Sev”… ahora ya no importaba.

_ Quiero ir de compras contigo_ dijo la mujer levantando la barbilla en un acto orgulloso.

Se oyó el resoplido cansado del animago; no podía decirle que no. De pronto Severus forcejeo para que le soltase de la cadera y al poderse zafar salió corriendo en dirección a su habitación.

_ … mierda…_ dijo al aire el sangre pura, su futura consorte aclaro su garganta para alertar a su prometido que ella estaba allí_ Tu ve a la sala, iré a buscarte en 20_ fue lo único que dijo para salir corriendo detrás del mestizo, y en el camino se convirtió en un enorme perro de color negro acelerando su velocidad.

El mestizo solo siguió corriendo a gran velocidad y al sentir unas pisadas irregularmente rápidas siguiéndolo, soltó una sonrisa satisfecha.

_ “Sev, debes aparentar que le importas”_

_ “¿Cómo?”_

_ “Es simple… tú me has dicho que cuando te encuentras con esa… ramera rubia… empezaban a pelearse”_

_ “Si, pero que tiene eso que-_”

_ “Has que Black piense que te atacaron los celos cuando esa mujerzuela este cerca; sabremos que el plan esta yendo perfectamente bien si el chucho pulgoso te persigue a ti”_ y recordó como su hermano le guiñaba el ojo.

Vio un cuerpo de color azabache que le pasaba a gran velocidad por el pasillo y unos metros más adelante ese enorme perro se transfiguro en el primogénito de los Black impidiéndole el paso, no le quedó otra que frenar _”Piensa en algo rápido”_

_ Cervatillo… corres… muy rápido…_ alago agitado el Black, el otro se cruzó de brazos y desvió la mirada aparentando enojo_ ¿Qué te pasa?_ pregunto acercándose y tratando de poner una mano en su cadera pero un manotazo se lo impidió.

_ Nada_ fue la cortante respuesta_ Tu mujer te está esperando, no te tardes o se enojara y déjame pasar; quiero ir a mi celda_

_ No hasta que me digas que pasa_ dijo temerario el oji-azul tomándole de los brazos para que le mirara a los ojos_ Mírame_

_ Tu déjame_

_ No_

_ “Es el momento”_ Yo… no es nada Sirius_ dijo algo entristecido tomando por sorpresa al mayor

_” ¿M-me… llamo por el n-n-nombre?”_ pensó algo mareado el animago por lo que estaba pasando_ ¿P-porque saliste corriendo?_

_ Me enoje Sirius_ otra vez, sintió su nombre en los labios del hermoso peli-negro_ Creí que… tendríamos la tarde juntos… _ vio como apartaba la mirada apenado con un hermoso y tierno puchero, como un niño pequeño… sintió sus pantalones ajustado e incomodos_ “Lindo momento para tener una erección”_ pensó de forma irónica_... y poder hacerlo_ “Estúpido y sensual Severus”_ pensó el animago al sentir aún más incómodo sus pantalones y como su sangre casi sale a chorros por sus fosas nasales ante tan linda declaración_ “¿Acaso fueron celos?”_ Pensó incrédulo el Black tapándose la nariz donde un pequeño hilillo de sangre se le escapaba de entre los dedos_ ¡¡Black estas sangrando ¿Que sucede?!!_ Esta vez Severus dejo toda actuación y verdaderamente se preocupó por el animago.

_ N-no pasa nada Severus_ dijo tratando de ocultar su rostro_… solo… me bajo la presión_

_ Déjame ver, idiota_ dijo levantando la barbilla del animago quedando el rostro mirando el techo y comprobó que, efectivamente, estaba sangrando por la nariz. Tenía un pañuelo en su bolsillo y se lo dio al sangre pura para que tapase su nariz_ Mantén la cabeza en alto y aprieta aquí_ dijo apretando los costados del hueso de la nariz, para que la sangre no siguiese fluyendo_… y siéntate, así sea en el suelo_

_ G-gracias_ dijo con una voz nasal, ya que se estaba tapando la nariz. Paso unos minutos y la sangre dejo de salir_ ¿ya no sangra?_ pregunto mirando al mestizo parado adelante. Vio que se hincaba para estar más o menos a su altura.

_… no… creo que-_ y fue acallado con un beso inesperado de Sirius, solo un roce, sin movimiento ni lenguas de por medio… solo sus labios tocándose_... idiota…_ misturo una vez separados, el otro le sonrió divertido, le ayudo a parase y quedaron mirándose por un momento_… creo que… deberías ir con ella-_

_ ¿No querías que estuviese contigo?_

_ Si_ dijo completamente sincero_… claro que quiero, pero ella esta esperado_

_ ¿Quieres que… te compre algo de allí?_ le pregunto acariciando la suave mejilla del menor, el otro dudo un poco…

_... un libro… así no me aburriré demasiado_ “¿Nunca cambia?”_ pensaba embelesado el animago por el pedido_… Ya vete… sé cómo llegar a mi habitación  ella te está esperando; ve_ no se resistió a besar esos finos labios una vez más antes de encaminase hacia su escandalosa prometida, que seguramente le esperaba completamente cabreada.

 

Cuando llego a su habitación, él era un calvario de emociones; en su descompostura, tiro con sus manos todo lo que estaba a su alcance, arranco las cortinas de su cama, saco de forma feroz las sabanas de la misma, y tubo el gran impulso de destruir la almohada, pero antes de hacer esto último, se detuvo; ya era suficiente con varios objetos rotos.

Se arrojo al suelo y se quedo mirando el techo, esa perra rubia volvía a ganar, volvió a llevarse al animago. No aguanto demasiado y comenzó a gritar, necesitaba hacer catarsis. No solo grito, se jalo de los cabellos y lanzo patadas al aire, imaginándose al animago y a la perra rubia suplicando piedad. Un último grito y se sintió vacio por dentro, todo el enojo y la desesperación se había ido, y luego de unos minutos de estar así se levanto, decidiendo limpiar el desastre que había creado. Luego de la limpieza, se tiro en su cama, queriendo olvidar lo sucedido en el día.

_ “Necesito hacer esto más seguido”_ pensó, ya que se sentía mejor luego de el descargo de energía. Luego de quedarse dormido durante una hora (lo había calculado) se dispuso a dibujar en una hoja, un pasatiempo al que le había tomado cierto cariño desde su encierro. Ese día fue especial, ya que se decidió dibujar a su hermano en estado, con una enorme y rebosante barriga, pero sin perder esa pose orgullosa y noble digna de un Malfoy. Con toda su concentración y su dote artística que había descubierto hace menos de un año, dibujo un boceto de el hermoso Lucius Malfoy, sentado en un sillón con sus piernas cruzadas; de perfil. Con su melena lacia y larga cayendo en la cabecera del sillón lujoso, mirando hacia delante de forma desafiante, pero perdiendo ese toque serio gracias a el bebe no nato gestando en su vientre, detonando aproximadamente unos siete meses.

Al apreciar el dibujo empezó a reír, ya que se imaginaba a Lucius quejándose de los dolores o teniendo extravagantes antojos como cuando eran adolecentes. Escondió el, aun no terminado, dibujo en el estante y se sentó en su cama, y justo cuando estaba suspirando la puerta de su “celda” se abrió de forma algo brusca, dejando ver una pila de bolsas de colores y de distintos tamaños. Encarno una ceja de forma interrogante, hasta que una voz masculina lo saco de su interrogante.

_ Merlín, no te quedes allí y ayúdame Sev_ Bramo el hombre debajo del montón de bolsas.

_... ¿Chucho?_ Pregunto bajándose de la cama, dejando que el mayor deje todas las bolsas sobre el lecho, dejando ver a un Sirius Black algo desordenado. El  merodeador hizo su espalda hacia atrás, haciendo que sus vertebras tronaran de forma estruendosa, dejando al Slytherin mas sorprendido aun.

_ No puedo creer que todo esto sea tan pesado_ se quejo el oji-azul. El peli-negro miro todas las bolsas con el cejo fruncido.

_ Se supone que todo esto es de tu novia ¿porque demonios están aquí?_ pregunto molesto cruzándose de brazos.

_ Porque no es de esa bruja consumista compulsaba_ dijo hastiado, recordando todas las cosas que había comprado la rubia, y cuanto se tardo en elegir cada una_ Todo esto que esta aquí, es solo tuyo_ dijo dándole una sonrisa algo cansada, pero sin perder esa esencia Black.

El menor miro todo con asombro, para luego soltar un suspiro desganado

_ Pudiste haber levitado todo, ya que ahora te duele la espalda._ la declaración hizo que el animago abriera los ojos como platos.

_... N-no se me ocurrió_ admitió avergonzado.

_... idiota_ Soltó la serpiente sobándose la sien; Black siempre iba a ser Black. Miro nuevamente todas las bolsas… eran demasiadas_… ¿todo esto es para mí?_ pregunto incrédulo acercándose a las bolsas y mirándolas por arriba con curiosidad.

_ Te mereces esto y mucho mas_ dijo el animago abrazando por la espalda al mestizo y besando su hombro_… ¿quieres que te ayude con todas ellas?_ pregunto besando ahora la cabellera morena del menor.

_…_ Pensó en la gran oportunidad que tenia entre las manos_… si Sirius, necesito ayuda con todo eso_ dijo en tono meloso haciendo que el nombrado lo voltee y le dé un beso igual de dulce en los labios como afirmación.

Esa tarde fue más entretenida de lo que el menor se lo imaginaba. Ambos hombres se sentaron en la cama de forma desordenada y empezaron a ver todo lo que el animago había comprado a espaldas de su irritante prometida. Sirius le mostraba de a una las cosas que le había comprado; varia vestimenta como túnicas y abrigos, zapatos y varias otras cosas. También le compro, como el mestizo le había dicho, muchos libros; y sabiendo cómo le encantaban las pociones, le compro los mejores libros sobre esta materia, al igual que un juego de pociones para el mestizo para que pudiera hacer pociones nuevamente, mas todos los ingredientes que pudiese imaginarse.

El animago le prometió comprarle un estante nuevo, para que pudiera poner todos los ingredientes allí. Ambos se la pasaron como niños en una dulcería, Sirius mostrándole todo al Slytherin, y Severus admirando las nuevas adquisiciones que le había dado el Gryffindor.

_... y algo mas_ dijo sonriente el animago mostrando una caja pequeña al oji-negro dejándolo intrigado_ Ábrela_ dijo poniéndola en sus manos. El menor abrió con cuidado la pequeña caja plateada, metiendo su mano y sacando con cuidado el objeto encogido. Una sonrisa adorno el rostro del Slytherin al verse descubierto: era un pequeño caballete.

_... ¿Cómo supiste que yo-?_

_ ¿Que tu dibujabas?_ termino la pregunta el oji-azul, haciendo que el mestizo solo asintiera_ Un día vi uno de tus dibujos en el suelo… dibujas muy bien_ alago_... y al ver uno en una tienda decidí comprarlo para ti_ Vio a su amante enrojecer_ Dentro de la caja tienes los pinceles, pinturas, oleos, lápices, y todo lo que necesites para hacer muchos dibujos… si algo se agota, puedes decírmelo y comprare mas_ dijo esbozando una sonrisa.

_... Y-yo... no sé qué decir_ admitió el peli-negro, poniendo uno de sus mechones oscuros detrás de su oreja_... Gracias Sirius_ agradeció, mirando a los ojos al animago.

_ No tienes que agradecer, Severus_ dijo tocado el Black, sintiendo la sinceridad en las palabras del menor.  Se inclino un poco y beso los finos y dulces labios del menor, el cual se dejo besar de inmediato por el de bucles, hasta que algo hizo que se separaran.

_ ¿Estás bien?_ le pregunto preocupado al ver que el Black se tomaba de la espalda y tenia una mueca dolorosa.

_ S-si… me duele, es todo_ dijo arqueando la espalda. Una idea en la mente de Snape surco de pronto, para que se ganara aun mas la confianza de ese hombre.

_ Sirius…_ lo llamo, ganándose su atención_... ¿Quieres un masaje en tu espalda? Yo puedo dártelo_ dijo esbozando una sonrisa al ver el rostro sorprendido de Black.

_... ¿En verdad?_ pregunto alucinado.

_ Claro, solo quítate la camisa y acuéstate boca abajo en la cama_ El animago de inmediato obedeció, dejando su cabeza de costado en la almohada. Sintió como Severus se sentaba en su cadera, dejando sus piernas a los costados_ ¿Estás listo?_ le pregunto de forma sedosa.

_ Para ti... siempre_ dijo en tono grave. De pronto sintió como las pequeñas y hábiles manos de Severus hacer movimientos suaves sobre su abdomen y tórax, al igual que en su espina dorsal, sacando quejidos al principio del animago, convirtiéndose pronto en gemidos ahogados_… Merlín… ¿Quién forjo esas manos?... ¿Un dios?..._

_ No exageres chucho pulgoso_ dijo sonrojado el oji-negro_ Solo se dar buenos masajes, nada mas_

_ No solo buenos masajes…. Son los mejores_ dijo en tono suave_ Eres maravilloso_

_ Ya cállate_ dijo apretando sus dedos en la espina dorsal, haciendo que el animago se quejara. Luego de varios minutos, Severus no sintió más tensión en los músculos del animago_... Bien... creo que es todo…_ No recibió respuesta_... ¿Black?_ Se bajo de encima del de bucles, encontrándolo dormido profundamente, con algo de saliva sobre su almohada. Busco un pañuelo y limpio la boca y el cojín de la baba del pulgoso. Con una sonrisa arropo al mayor y se sentó en la cama, acariciando los alborotados bucles, haciendo que el mayor se acurrucara más. Sintió una descarga eléctrica debajo de su estomago, dejando que un suspiro saliera de su boca.

_ “Solo espero que no se parezca a su padre… o me costara mucho olvidarte, pulgoso”_ Pensó, tocándose su vientre, donde algo gestaba allí desde hace 3 semanas, mucho más tiempo que su hermano, Lucius.

Notas finales:

Espero les haya gustado mucho n.n Saludos n.n


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