En el momento en que nos conocimos es uno que ninguno de los dos recuerda con claridad, por el simple hecho de que nos conocimos teniendo prácticamente unos días de vida.
Fue por esas coincidencias de la vida de dos mujeres que recién se conocen por el hecho de que una se muda con su hijo recién nacido que conoce a la otra. Raro, pero es así como empezó todo.
Nos la pasábamos en la casa del otro cuando éramos niños, hasta parece que ambos teníamos dos madres y dos padres, hasta los vecinos nos trataban de gemelos cada vez que nos veían juntos.
Teníamos personalidades casi distintas, yo era el más extrovertido, y lo sigo siendo, y James era un poco más tranquilo a comparación mía.
El tiempo en que cambiaron las cosas entre nosotros, lo que nos llevo a ser amigos con derecho y posteriormente a pareja, fue el hecho de que sus padres se divorciaban, díganme aprovechado si quieren pero fue por casualidad que terminamos de esa manera.
Creo que fue cuando teníamos 13 y 14 años respectivamente.Mis padres habían salido por el fin de semana y regresarían el domingo en la noche. No sé cómo pero los convencí para que me dejaran a cargo de la casa. Me dejaron lo suficiente para que sobreviviera los siguientes dos días.
-¡Ahora estoy sólo!-Celebraba de pequeño, en ese tiempo era uno de los más altos del salón, obviamente no tenía el cuerpo de súper modelo que tengo en la actualidad y tenía el cabello un poco largo y ondulado por ese tiempo.
Hice lo que cualquier chico haría al estar sólo por primera vez tanto tiempo... Espero que sea verdad y no haya sido fetiche mío de ese tiempo, me quede en ropa interior por todo el tiempo que estuve sólo.
Era la tarde del sábado cuando él toco la puerta. Antes de abrirle me puse la pijama que había dejado cerca de la puerta, en caso de que alguien viniera.
-¿Puedo dormir aquí?-Me pregunto un poco penoso mientras estaba cabizbajo y tocaba apenado un poco su mochila en su torso.
-Claro.-Le respondí rápido abriendo la puerta para que entrara. Una vez entro cerré rápido la puerta y le pregunte que le pasaba.
Me vio a los ojos a punto de llorar, soltó su mochila y de pronto me abrazo para comenzar a llorar desconsolado en mi pecho por la siguiente hora.
No sabía que decirle o cómo actuar, por lo que sólo me dedique a abrazarlo y a llorar con él en silencio.
Una vez llego la hora de la cena no me animaba a preguntarle que le pasaba pero me dolía en verdad verlo llorar así.
Le dije que iba a calentar un poco de pizza que había pedido para el almuerzo y su humor comenzó a cambiar para mejorar, ya que la pizza tenía extra queso y esa le encanta hasta estos días.
Después de nuestra cena de pizza, saqué de mi escondite secreto una enorme cantidad de churros, bebidas y demás chucherías que guardo para ocasiones especiales, cosa que sigo haciendo hasta este día.
Después de darnos un festín de comida para nada saludable mientras veíamos películas en la televisión, decidimos que ya era el momento de irnos a dormir.
Una vez en mi cuarto, en el que habían dos camas porque hubo un tiempo en que James vivió con nosotros, le dije que se cambiara mientras iba a buscarle una sábana para que él se cubriera durante la noche.
Después de salir del cuarto de mis padres con la sábana en manos, me detuve en la entrada, y por el espacio que había dejado entre la puerta y la pared comencé a ver el trasero de James, porqué lo dejo expuesto mientras se subía el pantalón de su pijama, lo sé, soy un maldito voyurista pero sólo lo he sido con él.
Entro despejando mi cabeza de sentimientos de ganas hacía James, provocados por una clase que nos dieron en ciencia en la que nos hablaron del sexo.
Le di la sábana, nos dijimos buenas noches y nos fuimos a nuestras camas a dormir.
No sé que hora era, pero abrí mis ojos al escuchar un ruido extraño. Volteo a ver a la cama de James y veo que se estaba masturbando. Sentía mi cara arder al tener esa vista, porque la ventana de mi cuarto dejaba que se colaran los rayos de luz provenientes de la luna y esa visión me excitaba completamente, incluso estos días me excita, ya que hay veces en que lo obligo a masturbarse en frente mío.
En esas ocasiones me calentaba enormemente verlo sonrojado, más las miradas que me dedicaba de soslayo, hacían que perdiera el control y lo pusiera rápido debajo de mí sin escucharlo.
Seguí viéndolo hasta que vi como salía una lágrima de su ojo derecho. Sin pensarlo, me levanté rápido a lo que él se asusto y se cubrió con la almohada que tenía al lado.
-E-Esto no es lo que crees.-Me dijo nervioso mientras veía que otra lágrima salía de sus ojos.
-No me gusta verte llorar.-Dije un poco triste para caminar y quedar en frente de él y limpiarle la lágrima que caía por su mejilla.-No me odies por lo que haré.-Le pedí mientras apartaba la almohada, y con algo de miedo y ansias, me lleve su pene a la boca.
Díganme promiscuo, pero yo ya me tocaba ocasionalmente por esos años y me preguntaba cómo se sentía.
-¡E-Esta sucio allí!-Me advirtió mientras bajaba y subía e intentaba verlo a la cara desde mi lugar.
Pese a sus quejas y reclamos, al final me estaba pidiendo que siguiera.
-De-Detente... Ya-Ya no...-Lo escuche demasiado tarde, ya que cuando me di cuenta el ya había terminado.
Me aleje tosiendo un poco, ya que me atragante un poco con su semen.
-¡¿E-Estas bien?!-Me pregunto preocupado mientras le daba el pulgar arriba en señal de que estaba bien.
-¿Ya te sientes mejor?-Le pregunto mientras mi respiración se normalizaba.
-¿Po-Porque hiciste eso?-Me pregunto mientras colocaba sus manos en mis hombros, en clara señal de preocupación.
-Llorabas cuando te tocabas, quería que te sintieras mejor.-Le respondo viéndolo a la cara.
-Siempre has sido un loco... Es una de las cosas que más me gustan de ti.-Confiesa para abrazarme fuertemente.
-Y-Y tu... Siempre tan fuerte... Pero deja de sacarme el aire.-Le pido moviendo la cabeza en busca de más aire.
-Lo-Lo siento.-Se disculpa apartándose.
Esta es una de las razones por las que tengo el cuerpo que tengo ahora, James era más fuerte que yo de pequeños.
Después de eso dormimos en la misma cama. A la mañana siguiente me pregunto si podíamos seguir haciendo cosas cómo lo que le hice anoche y le dije que sí. En parte, me alegró demasiado, porque así tenía posibilidades de hacerlo mi pareja, cosa que logre dos años después, ya que no quería aprovecharme del hecho de que sus papas se estaban divorciando para ser su novio.
-Es sorprendente como de algo tan malo surge algo tan bueno.-Termine de contarle parte de la historia a Malcolm que se encontraba sumamente rojo por la parte del oral que le hice a James de chico.
-Si-Si, ¿pero tenías que contarme eso del oral?-Pregunta aún rojo como tomate.
-Tú lo has hecho con tu pareja, así que no te he dicho algo que no hayas hecho.-Le recrimine apuntándole con mi dedo anular.-Así que sigamos, que aún queda que veas el porqué ustedes dos hicieron que nosotros volviéramos...