Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Ave de Oro. por himeko-san

[Reviews - 58]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

HOLAAAAA

como he faltado tanto tiempo...les doy esto como regalo un nuevo fic..nwn

...espero lesguste!

dedicado a mi onechan mizuki!..owo!

disfruten el cap! y dejen comentarios! nwn 

Ave de oro

Capítulo 1: El ángel de Ra.

“… Por siglos he sido la mano derecha de gran dios del sol... he sido fiel a todas sus órdenes y lo obedecido ciegamente sin oponerme a sus mandatos…”

“Pero… “

“Por primera vez he comenzado a dudar de él…”

“Empezare desde el principio… en primer lugar, mi nombre es Yugi. Como dije antes soy mano derecha del dios del sol: Amón,  durante siglos Amón ha cuidado a Egipto, ha velado sus tierras bajo los rayos de su luz dorada. Pero ahora, Egipto está pasando por una terrible situación. Las guerras han azotado sus arenas sagradas, los romanos han declarado la guerra. La sangre se funde en la arena blanca del desierto mientras la miseria nos cubre a todos y lo que es peor el antiguo faraón solo ha traído más dolor a estas pobres tierras que antes eran de paz… “

“Y lo que hace esto aún más precario es que su sucesor parece ir en el mismo camino…. “

“Y eso lleva a mi problema, por eso he comenzado a dudar de Amón por primera vez…”

“Me ha pedido que baje desde  el cielo y ayude a encaminar al nuevo faraón en un sendero que traiga paz una vez más a Egipto…  pero, ¿Cómo hacer cambiar alguien que tiene una mente tan consumida en guerra y dolor, como hacer cambiar alguien que solo habla el lenguaje de la guerra?...  “

“No creo poder cumplir esta misión, pero no tengo otra opción. He de obedecer aunque  no crea poder hacerlo... hare lo mejor para mi tierra y para mi dios…”

“Solo pido que todo salga bien y me aferrare a mi poca esperanza…”

….

En las dunas de arena blanca del desierto de Sahara,  en medio de la noche más oscura y fría, desde la nubes negras que tapaban las estrellas y la luna. Desde la más profunda penumbra de la noche, sale un rayo de luz casi celestial. La luz da una forma humana. Un ser celestial de alas grandes  como las de un águila,  sus plumas blancas como las arenas con bordes  dorados,  su fina y alta silueta resaltaba en la nada. Sus largos cabellos que caían por debajo de sus caderas anchas,  sus cabellos eran la combinación de dos colores: rubios en los mechones del rostro y de resto un hermoso color azabache con leves toques violeta. Vestía ropajes de seda un pantalón caído desde la cintura dejando su plano vientre al descubierto y unos finos vendajes blancos  tapaban su pecho desde por debajo de las clavículas de su pecho hasta un poco por encima del principio de las costillas. Como toque final;  sus ojos finos pero no demasiado,  adornados con dos bellas joyas color amatista claro llenos de un brillo casi angelical.

“Yugi, tienes dos semanas antes de la coronación del nuevo faraón. En ese tiempo tienes que cambiar su formar de pensar, es la única forma de salvar a Egipto de su  destrucción total.  Te deseo la mayor de las suertes…”

“Esta es nuestra última oportunidad para salvar lo poco que queda de Egipto”

Dice una voz casi divina que provenía de aquella luz que había dejado ese ser celestial, la luz desaparece junto con la voz, dejando a aquel ser divino en medio de las dunas del desierto solitario. Aquel ser suelta un suspiro y baja su cabeza, en ese momento un gélido viento sopla tras su espalda moviendo sus cabellos.

-¿Cómo seré capaz de cambiar la violencia por la paz?-murmura aquel ser cerrando los ojos-  haré lo mejor por Egipto y rezare desde hoy para no fallarle…-el ser extiende sus hermosas alas de águila soltando algunas plumas, en un soplar del viento desaparece, dejando a su paso una estela de plumas que al caer se volvían arena que luego formaba parte de la inmensidad de las dunas.

….  

En lo profundo del desierto se alza majestuoso un palacio. El palacio del faraón, que lastimosamente ya no poseía la gloria que antes tenía, la guerra había hechos estragos en la gente de Egipto,  incluyendo su realeza. Grietas se asomaban por los costados, miseria y amargura se respiraba a sus alrededores. Combinado con el olor de la sangre fresca de soldados, Egipto moría lentamente junto con la fe, la fe había empezado a desvanecerse para dejar detrás la muerte de la esperanza de la gente. Ya nadie rezaba pues muchos se habían refugiado en la incredulidad y muchos creían que la paz que una vez disfrutaron se había ido para siempre junto con los  jóvenes soldados que perecieron ante las espadas de los romanos.

La miseria arropaba a la realeza al igual que todo el pueblo de Egipto,  el sacerdote del palacio se encontraba de rodillas ante la estatua de Amón con la cabeza baja,  con su báculo de oro reposando en su regazo, en un momento dado alza su cabeza abriendo sus ojos, mostrando las perlas azul intenso que poseía que eran  sutilmente ocultando bajo su larga cabellera castaña. El sacerdote murmura una última plegaria a Amón para luego bajar su cabeza nuevamente.

-Tal vez mi alma será consumida después de pronunciar esto, pero he de decirlo- murmura aquel sacerdote- Amón, nos has abandonado para siempre… ya tu luz no nos guía y morimos lentamente por eso…-el sacerdote se incorpora, poniéndose de pie mirando fijamente la estatua de Amón- Egipto muere bajo tu luz… -dice para luego retirarse de los aposentos religiosos.  

….

Entre la escasa gente que se movía en el  pueblo,  un individuo cubierto por una larga túnica con capucha se desplazaba lentamente entre la poca gente.  Aquel  individuo miraba atentamente el palacio del faraón, sin detener su paso. En ese instante, un pequeño alboroto hace que se detenga y voltee su cabeza hacia un costado, justo donde estaba un humilde puesto de frutas. Aquel ser observa en silencio como el vendedor  tomaba con brutalidad los brazos de dos adolescentes que se habían atrevido a roba dos manzanas de su puesto.

-¡¡Ladrones!!-gritaba el vendedor-¡¡Aun siendo tan jóvenes merecen la pena de cualquier ladrón despreciable!!-aquel vendedor saca un enorme machete que había en su cinturón con su única mano libre-¡¡¡Les cortare las manos!!!...

-¡¡No, lo lamentamos en verdad!!-dice uno de los dos jóvenes, ese joven poseía cabellos blancos en su totalidad poseía una piel tan blanca como el papel, era un alvino como pocos se veían en Egipto, poseía unos hermosos ojos celestes que ahora estaban inundados de lágrimas y brillantes de temor.

-¡Por favor, perdónenos no volveremos a hacerlo!-pide el otro joven, el cual poseía un cabello color rubio ceniza, piel morena como la arena bajo sus pies. Y unos ojos violetas que ahora estaban colmados de puro temor.

-¡¡No les creo, solo cortándoles las manos aprenderán a jamás robar otra vez!!-grita aquel encolerizado vendedor alzando su machete.

-¡¡¡DETÉNGASE!!!-grita la voz  de un hombre, haciendo que el vendedor voltearse su cabeza y mira fijamente a un individuo encapuchado, ese ser lanza al vendedor una pequeña bolsa. Esta cae en los pies del vendedor abriéndose dejando desparramadas unas cuantas monedas hechas de oro- esto servirá como pago de las manzanas, déjelos libres…

-….-El vendedor se sorprende enormemente, lentamente suelta los brazos de los jóvenes- se salvaron por esta vez…-murmura el vendedor mirándolos de reojo, se agacha tomando las monedas de oro.  Ambos jóvenes se miran entre si  y luego se acercan al individuo, se inclinan completamente ante él cerrando sus ojos.

-Muchas gracias señor…-murmura el joven de cabellos blancos.

-Tenemos una deuda  de por vida con usted, muchas gracias…-murmura el otro joven de pelo ceniza.

-….No tienen ninguna obligación o deuda conmigo…-murmura aquel individuo- Pero, si desean me gustaría que me acompañasen…

-¿Acompañarlo?...-murmura el alvino y mira a su compañero.

-No tendremos problemas señor, pero ¿A dónde quiere que vayamos con usted?...-murmura el moreno mirando fijamente la individuo.

-Ya lo verán, síganme por favor…-el ser les da la espalda y comienza a caminar, ambos jóvenes se miran entre si brevemente y poco después siguen al ser. Por un largo rato siguen al individuo en total silencio, esa persona los lleva a una zona del pueblo un poco desolada, los lleva justamente a un callejón algo oscuro,  esa persona se detiene en lo profundo del callejón se da la vuelta y mira a los dos jóvenes-  Necesito su ayuda…

-¿Ayuda?...-murmura el alvino alzando una ceja.

-¿En qué podemos ayudarlo?...-murmura el moreno mirando algo extrañado a ese ser.

-Necesito que me ayuden a cumplir mi misión…-murmura ese ser, mientras se quita la capucha revelando su rostro. 

CONTINUARA...

Notas finales:

MUCHAS GRACIAS POR LEER! SE LES QUIERE MIS LINDAS Y HERMOSAS LECTORAS!...nwn

...bye bye hasta el proximo cap!

nos leemos..nwn

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).