Capítulo 1
Tenten se llevó una mano a la frente y lanzó un suspiro de alivio justo cuando vio a su amigo Rock Lee arribar a la entrada principal del gimnasio de su escuela. El chico llegaba tarde a su cita.
– Lo siento Tenten. No vas a creer lo que me pasó, estaba tan concentrado en mi entrenamiento que olvidé por completo la hora y…
– Sí lo creo Lee, cualquier problema contigo siempre es porque estás entrenando – La chica lo tomó del brazo y lo arrastró consigo a una de las entradas laterales al edificio, aquella que daba a los vestidores – luego hablamos de eso, ahora ya casi no tenemos tiempo.
– Lo siento – repitió.
– Si de verdad lo sientes, es mejor que te comiences a cambiar. ¿Qué es eso que traes puesto? – Ambos llegaron a los vestidores y cuando pararon la chica señaló con enfado el atuendo de su compañero – ¿Eso está limpio?, ¿Tan siquiera te bañaste?
– ¡Claro! – contestó él al tiempo que tomaba la camiseta que traía puesta y le señalaba a la chica el escudo en ella – y éste es el uniforme de gala del equipo de futbol de Konoha, ¿No lo reconoces?, sólo lo usamos para ocasiones importantes.
Tenten resopló – Lo reconozco, pero ¿Por qué traes eso?, ¿En qué estabas pensando?
Lee sonrió y se señaló con el pulgar – Pues como capitán del equipo de Konoha es mi deber promocionarlo, además, tú dijiste que debía utilizar mi mejor ropa y no hay nada mejor que el uniforme de gala, ¡Con ningún atuendo me veo mejor que ahora!
– No voy a discutir contigo, sólo quítatelo.
– Pero…
– ¡Que te lo quites te digo! o ¿quieres que te dé un golpe? – le preguntó, al tiempo que le tendía una maleta. – Menos mal que le pedí a Neji que trajera ropa extra.
Lee tomó el bulto y lo abrió para husmear qué había dentro – No quiero usar esto, la ropa de Neji es incómoda y no creo que me quede, además el unif…
– No tenemos tiempo Lee – ella le pegó en la cabeza y fue a uno de los casilleros para sacar un peine – aún tengo que hacer algo con tu cabello.
Como respuesta el chico se resignó a obedecer.
Después de 10 minutos Lee ya había cambiado su uniforme por un pantalón de vestir blanco y una camisa color negro. No le sorprendía que la ropa de Neji le ajustase perfecto pues tenían la misma estatura y peso, pero sus zapatos le quedaban ligeramente grandes, medio centímetro más o menos.
– Bien Lee – Tenten le pasó el peine por su cabello negro azabache, revolviendo y embadurnándolo con alguna sustancia olor a lavanda – lo ves, mejoras cuando no traes esa cosa puesta. Estás muy guapo.
– No es una cosa, es EL uniforme del equipo – hizo una mueca – y no me agrada vestir así. No puedo moverme bien, los zapatos no sirven para patear el balón y con éste pantalón me siento muy lento.
La chica gruñó – No vas a jugar ningún partido ahora. Vas a ser parte de la subasta para recolectar fondos en el festival y si de por sí es poco probable que contigo reunamos dinero, no me imagino lo que ocurriría si no te ves presentable, ¿Acaso quieres quedarte parado en la tribuna y que nadie puje por ti?
–… Tenten, no seas mala conmigo.
– Entonces deja de quejarte.
Ambos fueron por el pasillo que llevaba detrás de la tarima que se había dispuesto para la ocasión y llegaron con el resto de sus compañeros.
– Neji – Lee agitó la mano para llamar la atención de su otro amigo quién estaba parado en la fila esperando su turno para ser subastado.
– ¿Qué pasó?, ¿Por qué llegan hasta ahora?
Lee estaba por contestar pero Tenten se le adelantó – Ya lo sabes, Lee estaba entrenando.
Neji frunció el entrecejo – eso no es bueno para tu salud.
El chico agachó la mirada ligeramente antes de llevarse una mano detrás de la cabeza y sonreír – lo siento.
– ¡Aaah! No te arruines el peinado – Tenten lo golpeó en la muñeca para que dejara de alborotarse el cabello.
– Incluso Gai sensei te lo dijo, debes dejar descansar a tu cuerpo. Hace poco te recuperaste del accidente y si no te cuidas jamás vas a volver a ser el mismo – Neji lo reprendió con gesto serio.
Lee hizo un gesto disconforme –… es… no quiero sentirme así. No puedo estar sentado todo el día sin hacer nada, y no me esforcé demasiado ¡Lo juro!
Sus dos amigos lo miraron con desconfianza e intercambiaron miradas de preocupación y complicidad antes de dejarlo por la paz.
– Sólo queremos que estés bien – fue lo último que le dijeron antes de cambiar de tema.
Cada año, durante de la celebración del festival de verano, los alumnos de Konoha proponían ideas creativas para obtener fondos y, esa vez, se optó por hacer una subasta. Los alumnos del último curso, que mediante sorteó fueron elegidos como “mercancía”, acompañarían a sus compradores todo el día durante el festival.
De su grupo, los chicos seleccionados para el sorteo fueron Neji, Shikamaru, Sasuke y él; entre las chicas estaba Ino, Hinata, Sakura y su amiga Tenten. No era necesario decir que la subasta de tanto su amigo como de Sasuke era lo que las chicas más esperaban y, los chicos, la de Hinata e Ino. Era por eso que Tenten se había propuesto hacerlos a ambos lo más atractivos posibles para no quedar muy por debajo del resto.
– Es una injusticia que nosotros no podamos participar en la puja – se quejó Lee justo cuando vio a Sakura irse con Sai, graduado el año pasado. Al ser “mercancía” no se les permitía hacer propuestas por sus compañeros.
Neji tenía los brazos cruzados y aunque no se veía satisfecho pues Hinata acababa de ser adquirida, en cooperación, por sus amigos Kiba y Shino estaba ligeramente aliviado – mejor ellos que cualquier desconocido –. Ella, al ser tan tímida, había sufrido mucho cuando fue seleccionada para la subasta.
Después tocó el turno a Tenten, quien fue adquirida por un chico de primero que no dejaba de temblar al tenerla a un lado, y por último Ino. Ella, sorpresivamente, terminó siendo comprada por su, muy celoso, padre.
Al llegar el turno de los chicos, el primero en pasar fue Shikamaru. Con él hubo varias pujas, sin embargo fue su novia, Temari, quien ofreció la suma más alta. Con Neji la batalla por ganarse su compañía fue mucho más reñida, pero él terminó por irse con su prima Hanabi.
Cuando tocó el turno de Sasuke se inició una guerra y todas las chicas comenzaron a gritar sumas de dinero cada vez más altas. Sasuke duplicó las ganancias de la tarde cuando una joven, que rozaba los veinticinco años, de cabello azul, ojos miel y cuerpo esbelto; ganó a todas.
Lee no supo por qué lo habían dejado hasta el final, pero se sintió un poco cohibido mientras subía al escenario y los anfitriones, Karin y Suigetsu, daban comienzo a la subasta.
Gracias a su puesto de capitán del equipo de futbol era lo suficientemente popular como para tener un club de fans que probablemente pelearía por él, sin embargo después de Sasuke, por muy buena que fuera la cantidad, sería insignificante.
Él no solía tener pánico escénico, pero la gomina en su cabello, la odiosa camisa y zapatos lo hacían sentir incómodo e inseguro, así que se balanceó sobre sus pies antes de decidirse a sonreír y gritar para animar al público – ¡Les prometo que conmigo pasarán el mejor festival de su vida!
El silencio que se hizo después de su promesa fue devastador.
Lee observó al público, sentados en sillas acomodadas en filas de 10 por 8 columnas, esperando a que alguien se apiadara de él y diese, aunque sea, mil yens para que pudiera bajarse de ahí. Pero el silencio siguió.
Entre los presentes estaban sus amigos recién subastados y los miró con pena, creyendo que pasaría la vergüenza más grande de su vida por no ser comprado, hasta que una mano se levantó y ofreció cien mil yens por él.
Lee casi se va de espaldas al escuchar la cantidad y junto con él, todos dirigieron la mirada a la persona que había hecho tal oferta. En la octava fila, sexta columna se encontraba un chico pelirrojo, de piel pálida y ojos verde agua; que Lee jamás había visto.
A un lado del pelirrojo estaba su amigo y compañero de clases Naruto, parecía que él lo había llevado a la subasta, pero se veía igual de sorprendido que el resto por la cantidad que había ofrecido.
– Aahh – el abrumador silencio siguió, y aunque ni Suigetsu o Karin estaban seguros de lo que hacían, aceptaron la propuesta y mandaron a Lee con el pelirrojo.
Parecían creer que era una broma, pero estaban por terminar y después de eso era evidente que nadie más ofrecería por Lee.
.:: TBC