.:Capitulo de las Orejitas Frías: Especial de Navidad:. (Retrasado ¬¬)
ˆ..ˆ Era navidad, la residencia de invierno de Reizen estaba ataviada de la blanca nieve. Todos los soldados se encontraban en el salón disfrutando de una muy bien merecida cena de navidad, en el fondo del salón se encontraba un enorme árbol decorado con guirnaldas y esferas, con una gran estrella dorada en la punta.
Taki se encontraba en la punta de la mesa rodeado de sus más cercanos, Azusa, Date, Moriya, el segundo teniente Suguri-san, el Mayor Uemura, el chambelán Hasebe y por supuesto Klaus que disfrutaba de un gran jamón de navidad, mientras los otros comían pescado. De pronto se escucho el tintineo de un tenedor contra una copa de cristal.
-hum, hum- Taki se levanto de su asiento-espero que la cena haya sido de su agrado, quisiera dedicar un brindis-todos tomaron sus copas- porque en estas fechas espero que la paz reine nuevamente y que volvamos pronto a casa.
-salud-respondieron los demás alzando sus copas.
El resto de la cena la pasó muy bien, rompieron piñata; hasta que todos los soldados se comenzaron a retirar.
En la sala solo se habían quedado Date, Moriya, Azusa, Suguri-san, el Mayor Uemura, el chambelán Hasebe, Klaus y Taki sentados frente a la chimenea con el árbol de navidad en la esquina del salón adornado con esferas y lazos coronado con una estrella de navidad en color dorado.
-oh oh oh tengo frio-menciono Azusa tallándose los brazos sobre su sweater blanco, cuando de pronto sintió dos pares de brazo que lo rodearon-jeje gracias Moriya, gracias Date
Respondió con una gran sonrisa mientras con sus manos tomo las manos de los otros dos, mientras que sus dos amigos se acurrucaban mas a él y se sonrojaban cosa que hizo sonreír a el chambelán Hasebe, pero su sonrisa se borro cuando miro a Klaus súper, mega acarameladito con Taki acariciándole las orejitas, mientras que el Praefectus Sinistrus movía la colita de gato energéticamente en señal de vergüenza, así que decidió interrumpir ese mágico momento.
-hem hem, ¿no creen que es momento para entregar sus presentes?-sugirió “inocentemente” tomando una taza de té para beber de ella.
Los mas jóvenes se miraron entre sí Date y Moriya inmediatamente soltaron a Azusa y salieron corriendo hacia sus habitaciones, lo mismo qu Klaus, mientras que Taki y Azusa se quedaron mirándolos con una gotita en la cabeza, para después levantarse también
-disculpen-se excuso el pelinegro y salió del salón, esa noche traía un sweater azul claro-Azusa ¿vienes?
-claro Taki-el castaño se levanto para seguir a su amigo-y finalmente ¿Qué le vas a regalar a Klaus?
Pero lo que ninguno previno fue que el chambelán Hasebe ya no estaba en la sala.
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Klaus en su cabaña estaba aventando todas sus pertenencias, ya que no encontraba un regalo, ya tenía el de los demás, pero misteriosamente no aparecía el de su lindo Taki que casualmente era el más grande de todos, se encontraba saqueando nuevamente su cajonera cuando por la puerta abierta vio una sombra que sigilosa corría por los jardines nevados, así que tomo los regalos y los metió a una bolsa para salir corriendo con ella al hombro.
-HEY DETENTE-grito al desconocido que comenzó a correr aun mas rápido, así que el lobis también hizo lo mismo para darle alcance. Klaus siguió corriendo por todo el jardín, entre los árboles, esquivando a uno que otro transeúnte de media noche al igual que algunas fogatas y muñecos de nieve, con sus orejitas alertas para saber por donde corría el ladrón. Cuando de pronto alcanzo a aquella sombra tacleándola cayendo ambos al suelo y rodando con los regalos esparciéndose por todos lados, hasta que por fin se detuvieron- devuélveme mi regalo.
Grito el rubio tomando del cuello al desconocido y zarandeándolo, pero la rata solo lo aventó y se cubrió bien la cara para comenzar a correr nuevamente, en eso el caballero que aun estaba en el suelo se abalanzo contra él y le mordió la pierna como si fuese un gran filete
-KKKKKKKKKKKKKKKKKKKYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYAAAAAAAAAAAaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa –fue el gritote que se hecho el atacado al sentir las poderosas mandíbulas de Klaus-SUELTA, SUELTA, SUELTA
Agitaba el pie para ver si así lo soltaba, pero era inútil y en su intento se le cayó la capucha que ocultaba su rostro, descubriendo así al chambelán Hasebe que aun cargaba el presente envuelto delicadamente en papel azul y plata lo lanzo lejos al verse descubierto. El regalo voló y voló por los aires cayendo en una de las muchas fogatas del lugar quemándose enseguida, uno mirando triste y el otro victorioso el suceso. Klaus se acerco y cuando estuvo frente a la fogata agacho las orejas y se dejo caer de rodillas completamente derrotado, cosa que aprovecho Hasebe-san para decirle al rubio:
-a ver ahora que le vas a regalar a Taki-sama, se sentirá desilusionado cuando no le entregues regalo de navidad
Después e decir eso, se volvió a poner su capucha y se fue tarareando una canción alegremente dejando al caballero ahí tirado.
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En la sala nuevamente se habían reunido todos los demás para entregarse sus presentes, por su parte Hasebe-san se encontraba demasiado feliz mientras bebía ponche.
-¿alguien ha visto a Klaus?-cuestiono Taki al ser el único que faltara de regalo por entregar.
El gran chambelán con su gran sonrisa respondió:
-seguramente olvido su regalo Taki-sama, pero no se preocupe… tal vez regrese para decírselo frente a frente.
Cuando escucho eso, el pelinegro se entristeció y sus orejitas de gato bajaron tristes también.
-oh… entiendo – y se fue a sentar al sillón juntando todos sus obsequios para irse a su habitación.
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-¿y ahora?, ¿y ahora?-se auto preguntaba Klaus corriendo de aquí para allá no sabiendo que darle a Taki después del “incidente” que había tenido su presente y es que ese regalo era especial y ahora… no tenía nada. Y de pronto se le prendió el foco, se acordó de un regalo que le había dado su hermana Claudia cuando eran niños, así que Klaus corrió a recoger los obsequios de los demás he ir a su cabaña a buscar lo que necesitaba.
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-yo creo que se quedo dormido… o qué tal si no puede con todas las cajas- Azusa intentaba que Taki no tuviera ese semblante triste, así que lo invito a sus aposentos por un momento, mientras Moriya y Date acomodaban las cosas del castaño para que se durmiera.
-Azusa tiene razón Taki-ese era Date apoyando a su amigo
-si, si –apoyo la noción Moriya asintiendo.
-podría ser-respondió el pelinegro aun con sus orejitas gachas-bueno, me iré a dormir
-buenas noches Taki-se despidió el de lentes (Moriya) acolchonando la almohada
-hasta mañana-dijo Date cerrando las cortinas
-que duermas bien-ese era Azusa que lo acompaño a la puerta.
Taki con semblante desganado se dirigió a su habitación al final del pasillo, mientras miraba al suelo con todos sus regalos y con el aun envuelto obsequio que era para su caballero, pero grande fue su sorpresa cuando en el centro del cuarto había un kotatsu y Klaus sentado frente a él.
-bienvenido a tu habitación Taki
El pelinegro se acerco, sobre el kotatsu había pastel y té, mientras las ventanas se encontraban descorridas.
-¿Por qué no llegaste a entregar tus presentes Klaus?-cuestiono molesto el Praefectus Sinistrus cruzado de brazos y sentándose frente a su caballero-te estuvimos esperando
El rubio lo miro sorprendido y sonrió tenuemente, para agachar la cabeza apenado.
-es que perdí tu regalo Taki, y no quería llegar sin nada especial para ti
Taki lo miro fijamente.
-no me mientas, el gran chambelán Hasebe me dijo que no tenias regalo para mi
Klaus puso mala cara, pero supuso que le diría una mentirota así a Taki, por ello tomo sus manos y entrelazo sus dedos.
-es una mentira Taki, y es por ello que lo mas especial es para ti-saco una caja mal envuelta de debajo del kotatsu y se la entrego a su linda flor-espero que te guste.
Taki tomo el obsequio con sorpresa para comenzar a destaparlo suavemente, sacando un osito de peluche extraño con el relleno saliéndosele, casi tuerto sosteniendo su ojo con una hilaza, se le quedo mirando extrañado.
-ese osito de peluche me lo hizo mi hermana Claudia cuando éramos pequeños, lo he tenido siempre para sentir que siempre está a mi lado… ahora te lo doy a ti, para que siempre estén juntas las personas que amo.
El general se sorprendió aun más por lo dicho por Klaus y unió sus manos, Klaus que tenía gacha la cabeza al igual que su orejas las alzo para mirar que le dedicaba una tenue sonrisa.
-gracias-dijo sinceramente el pequeño, para sacar también su regalo-entonces mi obsequio te caerá muy bien, toma, para ti, lo talle yo mismo.
El de Saxón tomo el presente y comenzó a destaparlo descubriendo un marco con una rosa, con una foto de su hermana mayor.
-es… es un gran regalo Taki, gracias
Taki se acerco y le dio un beso en la mejilla que provoco que ambos se sonrojaran.
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-creo que ya se en contentaron-dijo Date escuchando todo detrás de la puerta
-snif… snif-ese era Azusa que se limpiaba los mocos en el traje de Moriya.
-es de mala educación escuchar conversaciones ajenas- se escucho la voz de Klaus del otro lado de la puerta y de repente esta se abrió y el rubio salió con el pastel ya cortado, los otros tres comenzaron a correr y Klaus aventó el pastel que inevitablemente cayó sobre Hasebe-san que ya traía puesta la pijama.
-¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡WOLFSTADT!!!!!!!!!!!!
Fue lo único que se escucho en toda la casa.
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