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Un romance quebrantado por haruka13

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Notas del fanfic:

Los personajes pertenecen a Masahi Kishimoto

Originalmente de onixblackpearl

Descubiertos

Hace 18 años

-Itachi, solo llévatelo de aquí, pronto- le  rogó la mujer que acaba de dar a luz a hijo, mientras este cargaba a un pequeño recién nacido.

-Pero madre, ¿qué estás diciendo?-

-Hijo, tu sabes lo que él espera, en este lugar-dijo madre, quien tenía largos cabellos negros, y sus ojos estaban  anegados de lágrimas-anda, llévatelo, antes de que  el llegué- le rogó nuevamente.

-Está bien como digas-dijo su hijo 17 años, poseía  tez blanca, con bolsas bajo los ojos negros como la noche. Itachi salió por la ventana de la alcoba de su madre y se dirigió a los establos, con un bebe en brazos.

Después de que su hijo bajará por la ventana con el bebé en brazos, Mikoto,  la madre, seguía llorando, cuando de pronto entró un hombre abriendo la puerta de golpe.

-¿Dónde está mi hijo, quiero verlo?-dijo un hombre de buena musculatura, mirada severa, bolsas bajo los ojos, cabellos castaño oscuro. Se trataba del rey de Izanagi.

-El…murió- contestó su mujer cubriéndose la cara, mientras aún lloraba.

-¡Y dónde está el cadáver entonces!-el hombre tomó a su esposa del brazo, obligándola a que lo mirara a los ojos-claramente oí el llanto de un bebé hace unos minutos-

-Pues oíste mal, aquí nunca hubo llanto de una bebé-dijo Mikoto sosteniéndole la mirada a su esposo. Fugaku, soltó a su mujer y salió en busca de la partera.

Tiempo actual

Eran cerca de las once de la noche, la luna alumbraba algunas partes del palacio, sobre todo aquella en la que estaban dos jóvenes  besándose por las paredes traseras del palacio, donde a esa hora los guardias no los veían por los altos árboles, así como también cualquier ruido que hicieran era opacado por los animales nocturnos.

Los chicos se besaban con frenesí, de estar cerca de ellos se podía deducir que ya poco aire les quedaba. Uno de ellos era de cabello negro, ojos negros como el ónix, tez  blanca, el otro, era rubio de ojos azules y tez bronceada, ambos andaban alrededor  de los 18 años.

Uno tenía la espalda contra  la pared y era sostenido de la cintura mientras el otro lo besaba. Sus lenguas bailaban entre sí  degustándose de la cavidad bucal del otro. El rubio por su parte hacía lo mismo a la par que alborotaba el cabello del otro. De pronto uno de ellos dejo de besar la boca del contrario para besarle el cuello, donde se ocupó de dejar una marca, el otro solo disfrutaba cada momento de ello.

-Para...-dijo uno de los chicos.

-Mmmm-contestó el que estaba besando el cuello.

-Alto-

-¿Qué?-preguntó el chico interrumpido mientras besaba el cuello de su amante.

-Oí un ruido, será mejor que me vaya-

-Pero…Está bien,  mañana nos vemos en el mismo lugar-

-Lo prometo-

El chico salió del lugar y rápidamente se metió al castillo antes de que alguien lo descubriera, sobre todo su padre, así que se apuro y subió a su alcoba y rápido se metió en las cobijas apagando las velas que alumbraban su habitación.

*~*~*

El rey estaba en su despacho, sellando los documentos que se enviarían en unos minutos. Su expresión era frívola, sin mencionar que era de aquellos reyes que no se preocupaban por los habitantes de su reino, sumergiéndolos en un régimen de terror.

-Tu hijo tiene un amorío, ¿sabes?- dijo una mujer de cabellos rosas y ojos jade.

-¿De qué hablas?-contestó Fugaku desde su escritorio en donde estaba leyendo unos pergaminos.

-Pues, que tu hijo, el principito, estaba besándose con alguien a estas horas-

-Claro que no, el está en su alcoba, dormido, Sakura-

-Un guardia, lo vio –dijo la pelirosa con una sonrisa maliciosa mientras veía a su marido y se sentaba en la silla que estaba frente al escritorio.

-Jajaja, y quién fue-

-Kabuto, dice que tu hijo lo hace todas las noches y bueno quien sabe y hasta haga algo más con su amante-dijo Sakura mientras jugaba con los mechones de su cabello.

-Llama a Kabuto-ordenó Fugaku quien hasta ese momento despegó la mirada de sus pergaminos.

-Pasa Kabuto- Un hombre de cabello peligris y anteojos entró haciendo una reverencia al rey, Sakura por su parte solo soltó una risita.

-Es cierto lo que dice mi mujer, sobre mi hijo-

-Sí, mi señor, yo he visto a su hijo-

-Bien, retirate-dijo Fugaku quien comenzó a temblar de la rabia. Cuando Kabuto salió del lugar, el rey ya estaba de pie algo tenso y enojado, listo para dirigirse a la habitación de su hijo.

-Oh, espera-dijo la pelirosa-he omitido una parte, tu hijo tiene como amante a un hombre-y volvió a soltar otra sonrisa

-¡Mientes!-

-¿Volvemos a llamar al guardia para que te lo corroboré?-preguntó la pelirosa sínicamente.

Fugaku salió como un ogro y se dirigió a su habitación y luego a la de su hijo, al entrar vio que todo estaba apagado, y su hijo dormía plácidamente, encendió las velas y su hijo se comenzó a despertar poco a poco.

-¿Papá, pasa algo?-preguntó el chico aún somnoliento, pero Fugaku lo jaló por la fuerza y lo trajó hacia sí.

-¿Es cierto que te besuqueas, con un hombre?-El joven abrió los ojos como platos, lo habían sorprendido, estaba perdido.

-Así, que es verdad,  además de que no tienes como mentir sobre aquello, pues no traes tus prendas de dormir-Fugaku obligó con fuerza a que su hijo se parará, para poder verlo mejor con la luz, al hacerlo puedo notarla marca que había en el cuello del príncipe-Bastardo-dijo el rey y le dio un puñetazo a su hijo, que hizo que este callera al suelo golpeándose con la cama.

-Sakura-dijo Fugaku a su mujer que solo veía la escena divirtiéndose desde la puerta-llama a dos guardias-La pelirosa hizo lo que dijo su marido y en un santiamén llegó con el pedido.

-Díganos señor-dijeron los guardias

-Quítenle las prendas de arriba a mi hijo y átenlo sus manos  a las columnas de su cama-

-Como diga-Los guardias hicieron caso a su Rey y ataron al príncipe.

-Padre.., pero ¿qué harás?-pregunto el chico con miedo y el torso desnudo. Fugaku por su parte solo se puso detrás del chico, le pidió algo a un guarda y después de unos momentos en los cuales su hijo pensaba en lo que podría hacer su padre, Fugaku tomó el látigo de un guardia y lo golpeó en la espalda, abriendo la piel de este.

-¡Ahhhhhhh!- gritó el joven mientras su cuerpo resentía todo el dolor.

-¡Ahhhhhh!- volvió a gritar cuando su padre lo golpeó de nuevo

-Y esto es solo el comienzo-dijo Fugaku quien siguió golpeando cada vez con mayor fuerza a su hijo hasta que su espalda estuvo por completo cubierta de sangre y el pobre chico ya no tenía fuerza alguna para mantenerse de pie y respiraba con dificultad.

-¿Y ahora contéstame hijo, de verdad es un hombre tu amante?-preguntó Fugaku a su hijo sosteniéndole la cara para que este lo mirara a los ojos- así que es verdad, mmm-de pronto el hombre tomo una vela y la pegó al pecho de su hijo haciendo que este lanzará otro grito de dolor, apagó como tres velas en su pecho y después pidió a los guardias que lo desataran. El pobre chico cayó a la cama sin fuerzas.

-Es para que aprendas a no ser un maricon, Naruto-dijo Fugaku saliendo del cuarto de su hijo dejándolo todo ensangrentando y Sakura solo se río de nuevo al ver al pobre rubio en ese estado.

-¡Sakura!-gritó Fugaku, haciendo que la pelirosa,  dejara de burlarse del rubio.

-Sí, amor-

-¿Sabes quién es ese amante de mi hijo?-

-Claro, lo pude ver-

-Bien, dile a los guardas que lo traigan ahora mismo -Dijo el rey mientras se perdió en las oscuridades del castillo.

Notas finales:

Espero sus comentarios :).


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