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Quemado por Mai_Kusakabe

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Notas del fanfic:

Hola :)

Llevaba tiempo queriendo escribir un Marco x Ace (ya que hace tiempo que no los escribo más que de pareja secundaria) pero no se me ocurría ninguna idea. Hasta ahora. Siempre me ha parecido interesante la idea de Ace como marine, así que combino las dos cosas aquí.

Esto es un semi-AU. Está ambientado en el mundo de One Piece pero con algunas diferencias, básicamente Ace siendo un marine y las consecuencias que ello conlleva.

Sé que tengo varias historias comenzadas, e insisto en que no voy a dejar ninguna (Cartas desde el mundo admito que la estoy evitando, pero últimamente no estoy en condiciones de escribir angst. Estoy editando Cuando la normalidad falla, ya he reemplazado los nueve primeros capítulos.) Eso sí, como últimamente voy como voy, mis ideas no están muy centradas, pero creo que escribir las ideas que se me ocurren es una buena forma de no bloquearme. Y, por supuesto, tengo más ideas cuando estoy más ocupada.

Al contrario de lo habitual, esta vez no voy a intentar seguir un calendario de actualizaciones, lo que sí os digo es que esta trama está completamente pensada, y que va a ser bastante más corta que lo demás que tengo en proceso.

Esto lo han leído ya tres personas, CarisMai, y dos amigas más con las que hablo en inglés (The Red Harlequin On The Luna y Dearshul, que también ha revisado la versión inglesa), así que espero que no esté muy mal.

Capítulo 1

Marco el Fénix suspiró, sentado en la baranda del barco mientras observaba distraídamente el vasto océano que se extendía hasta donde alcanzaba la vista.

Hacía dos días les había llegado una llamada a través del den den mushi pidiendo ayuda desde una de sus islas, diciéndoles que una tripulación pirata había derrotado a sus luchadores más fuertes y proclamado la isla como suya.

Ese sitio no era como Isla Gyojin, con alguien tan fuerte como Jinbe protegiéndola, así que Barbablanca había mandado a la primera y a la segunda división, la última aún sin comandante, a ayudar.

Había sido una pelea decepcionante.

Marco no había tenido ni que ponerse serio para vencer al idiota que se hacía llamar capitán de una apenas conocida tripulación, y, al ver lo fácilmente que su capitán había acabado prácticamente muerto, los demás piratas, que para entonces no estaban en muy buena condición tampoco, se habían rendido y huido enseguida.

Marco estaba seguro de que esa tripulación se convertiría en otra de tantas que dejaban el Nuevo Mundo para regresar a la relativa seguridad del Paraíso.

-¡Chicos, marines!- Ese grito, que venía del puesto del vigía, captó su atención fácilmente,

Tal vez ese viaje no sería una completa decepción.

--

El comodoro Portgas D. Ace sonrió al saber que había un barco pirata a la vista y, al contrario que la ansiedad que muchos de los marines experimentaron cuando el barco fue identificado como  perteneciente a los Piratas de Barbablanca, aunque no fuese el propio Moby Dick, el entusiasmo de Ace solo creció.

Las peleas eran una de las pocas ventajas de ser un marine, y el barco que en vez de huir se acercaba a toda velocidad prometía una buena pelea. Con algo de suerte, habría hasta uno o dos comandantes a bordo.

Dejó que los otros oficiales se encargasen de dar las órdenes y organizar el ataque, tampoco era como si las balas de cañón no iban a hacer demasiado contra semejante tripulación, y él trató de concentrarse en su apenas bajo control Kenbunshoku Haki para tratar de averiguar cuántos enemigos poderosos había.

Solo al puñetero viejo se le ocurriría, al igual que con todos sus métodos de “entrenamiento”, darle las instrucciones más básicas acerca de cómo controlar su Haki antes de soltarlo de nuevo en un barco, ignorando los consejos de todos.

La sonrisa de Ace creció cuando se dio cuenta de que la fuerza promedio de la tripulación parecía ser bastante superior a cualquier otra tripulación pirata que se había encontrado hasta la fecha.

La cosa prometía ser divertida.

--

Marco localizó fácilmente al hombre que había estado buscando entre los miembros de la tripulación que se movían a toda prisa por cubierta, algunos apartando cosas de en medio, otros deshaciéndose de las balas de cañón antes de que pudieran impactar en el barco y otros pocos devolviendo el fuego, lo que tenía el mismo efecto en los marines que en ellos.

-¡Teach! –Llamó.

Marshall D. Teach, que llevaba un plato con dos pizzas que estaba devorando, se giró hacia el comandante y sonrió.

-¡Hey, Comandante Marco! ¿Esto no es la leche? Y nosotros que nos aburríamos.

Marco le devolvió la sonrisa.

-Y que lo digas. Estás a cargo de la segunda división. Encargaos de la defensa.

-Entendido.

Con eso, Marco se giró a gritar órdenes a la primera división, cuyos miembros se habían alegrado bastante al saber que estaban en el grupo de ataque. Hubo algunas protestas indignadas entre la segunda división, pero no muchas, ya que todos sabían que si los marines eran medio competentes se las apañarían para abordar el barco, y casi ningún barco de la marina navegaba por el Nuevo Mundo sin al menos un vicealmirante en él.

Marco se pasó la lengua por los labios en anticipación cuando vio que los barcos estaban casi en paralelo el uno con el otro y a una distancia que algunos podían saltar.

Entre gritos de guerra de ambos bandos, el caos comenzó.

--

Ace, uniéndose al entusiasmo de los demás marines, cargó contra los piratas invadiendo el barco. En cualquier otro momento le habría molestado bastante la idea de estar en el grupo defendiendo el barco, pero contra los Piratas de Barbablanca estaba seguro de que la mayoría de los combates se llevarían a cabo en la embarcación de la marina.

Aunque eran más fuertes que la media, los piratas seguían sin suponer ningún desafío para él, solamente una forma divertida de soltar parte de la energía acumulada, y se percató de que muchos hombres parecían dudar si acercársele o no una vez su quedó claro que tenía una logia de fuego.

Un destello azul sobre sus cabezas atrajo la atención de muchos de los hombres hacia el nublado cielo, y Ace contempló con fascinación cómo un llameante pájaro azul descendía sobre el barco, su cuerpo a excepción de las alas tornándose en un hombre humano un instante antes de derrotar a dos capitanes y decenas de soldados de una sola patada.

Ace sonrió ferozmente, reconociendo de inmediato a Marco el Fénix, y, arrojando distraídamente una columna de fuego a un grupo de piratas, comenzó a correr en esa dirección.

-¡Portgas!

Ace se detuvo, hizo una mueca y se giró a mirar a un serio vicealmirante Onigumo. Dedicó su mejor sonrisa a su superior, pero esta nunca funcionaba con el hombre.

-¿Sí, Señor?

-Se supone que tienes que defender el barco, no correr de lleno a la batalla –el vice almirante lo amonestó.

Ace contuvo el impulso de hacerle un gesto infantil.

-Pero, Señor, los hombres no van a poder con él.

Una mirada fulminante le dijo que se callara.

-Yo me encargaré de él, tú haz tu trabajo.

Sin más, el vicealmirante se marchó. Ace le sacó la lengua a su espalda, siguiéndola de su dedo corazón y lanzó otra columna de fuego a un grupo de piratas que trataron de atacarlo.

Ese hombre siempre le quitaba a los oponentes divertidos.

--

Sonriendo, lanzó su cuerpo a un lado justo a tiempo para esquivar diez espadas que de lo contrario lo habrían atravesado, y digirió una sonrisa burlona al alto hombre con los brazos de araña saliéndole del cuerpo que acababa de atacarlo.

Vicealmirante Onigumo, si no me equivoco.

Marco esquivó otra vez las hojas y dejó que el siguiente ataque lo cortase solo para ver la frustración del marine cuando so cuerpo se curó sin dejar ni rastro de la herida.

Con el siguiente ataque, Marco se apartó de la trayectoria de todas las espadas menos una, que paró con el pie, utilizando suficiente fuerza para mandar al vicealmirante volando contra el mástil del barco.

Apenas tuvo tiempo de regodearse en los jadeos sorprendidos y horrorizados de los marines que lo rodeaban cuando una potente explosión sacudió el océano y los barcos flotando en él, el ruido suficiente para ensordecer momentáneamente a todos los que estaban en ambos barcos.

Un silencio sepulcral, no por completo como resultado de la explosión que aún resonaba en sus oídos, cayó sobre el campo de batalla. Nadie se movió por largos momentos y entonces Marco se giró lentamente, ya que la luz de después de la detonación había venido de detrás de él, del otro barco. El barco de su tripulación.

Allí, el humo aún despejándose y un par de pequeños fuegos que nadie intentaba apagar cobrando fuerza, había varios cuerpos esparcidos por la destrozada zona de la cubierta, tanto marines como piratas, y de todas las formas caídas, de todos los contorsionados, ensangrentados y parcialmente quemados cuerpos, los ojos de Marco se posaron en la primera cara que pudo ver y reconocer.

Sobre un cajón caído, las piernas torcidas en un ángulo imposible, estaba Teach, su cabeza abierta y la sangre cubriendo la manera bajo esta, ojos desenfocados dirigidos lo que parecía ser directamente hacia Marco.

Reaccionando por puro instinto en medio del shock, Marco se tiró hacia el suelo antes de ser consciente de por qué lo estaba haciendo, pero no fue lo bastante rápido y un frío y desesperanzador metal cerrándose alrededor de su muñeca al tiempo en que sintió cómo un fuego se apagaba en su interior. Para lo que sí que fue lo bastante rápido fue para apartar su brazo con suficiente fuerza para liberar la atadura de la mano que la sujetaba y esquivar las espadas dirigidas a su cuerpo.

Marco rodó por el suelo y volvió a ponerse en pie de nuevo, enfrentando al vice almirante Onigumo, quien lo miraba con una expresión muy satisfecha, cinco espadas en sus manos, cuatro esposas colgando de cuatro de sus arácnidos brazos y la décima vacía, las esposas que esta sostenía cerradas alrededor de la muñeca derecha de Marco.

Un silencio completamente diferente ocupó el campo de batalla, roto por el grito de victoria de un marine entusiasta, pronto seguido por muchos de los otros.

Marco apenas prestó atención a las exclamaciones preocupadas de sus compañeros de tripulación. Presionando los talones contra el suelo por menos tiempo del que haría falta para darse cuenta, cogió el impulso necesario para lanzarse contra Onigumo, su velocidad tal que cuando el oficial de la marina comenzó a alzar sus espadas ya tenía una sandalia apretada contra la cara, y se encontró de nuevo volando a través de la cubierta del barco.

-Como si esto cambiase algo –prácticamente gruñó Marco, su humor juguetón completamente desvanecido tras los eventos del último minuto.

--

Ace tuvo que contener una carcajada al ver cómo el vicealmirante salía volando por cubierta. Otra vez. Y ahora ni siquiera se podía culpar a la fruta del diablo del pirata.

-Ese tío mola –silbó en voz baja, pero al parecer no lo suficientemente baja.

-¡Comodoro! –Exclamó un soldado cercano, una expresión escandalizada en su rostro.

Ace se rio.

-Perdón.

Dándole una patada a un pirata que lo había atacado, esta vez Ace se las apañó para callarse sus comentarios cuando el pirata rubio agarró una de las espadas del suelo y bloqueó el siguiente ataque de Onigumo, y la momentánea mejora en el ánimo de los marines se desvaneció cuando el vicealmirante atravesó la pared de un puñetazo. De la mano derecha de Marco. Y, en el momento en que la esposa suelta golpeó la cara del oficial, sus brazos extra desaparecieron y las espadas que volvía a sostener con todos ellos cayeron al suelo.

Ace estaba esperando que el pirata fuese detrás de su superior y lo rematase, algo de lo que no se habría quejado realmente, pero el hombre se detuvo, miró a su alrededor un momento, y entonces sorprendió a todo el mundo al gritar realmente fuerte que todos sus hombres volviesen a su barco.

Varios parpadeos estúpidos después, todos los piratas obedecieron sin preguntar nada mientras la mitad de los marines todavía miraban desconcertados al comandante pirata, quien ahora estaba pateando, en muchos casos por la borda, a cualquier marine que hubiese reaccionado e intentase atacar a los piratas en retirada.

Ace miró a su alrededor, tratando de ver lo que había provocado esa extraña reacción y medio esperando ver el barco de un Yonko o algo por el estilo, pero no había nada raro, solo las nubes oscuras en el cielo y las olas del mar.

Entonces, todo pasó en cuestión de segundos.

Las olas crecieron, moviéndose más y más deprisa con cada golpe que daban contra los barcos, y la lluvia comenzó a caer, tan rápida y con tanta intensidad que era como si una parte del mar estuviese cayendo sobre ellos, y, en vez de solo balancear el barco, una ola lo golpeó con tanta fuerza que casi lo hizo tumbarse, el barco inclinándose tanto hacia un lado que la mayoría de gente perdió el equilibrio, y los que estaban más cerca de la baranda, Ace incluido, cayeron por encima de esta, precipitándose hacia el océano.

Los ojos de Ace se abrieron en shock al intentar transformarse y utilizar su fuego para impulsarse de nuevo a cubierta solo para darse cuenta de que la densa lluvia cayendo del cielo apagaba cualquier llama antes de que esta pudiera salir de su cuerpo.

Y, como todos los demás, Ace golpeó la superficie del agua y la corriente asumió el control de su inmóvil cuerpo.

Continuará

Notas finales:

Y el primer capítulo está acabado :)

Sé que no tenemos una fecha exacta para el asesinato de Thatch en el manga, pero el Marineford vimos un flashback de Ace enseñándole el primer cartel de se busca de Luffy a Barbablanca. Como se tarda unos días en navegar de Drum al nuevo mundo y Barbanegra encontró algunos nakama de camino, yo diría que Thatch murió un par de días después de que el cartel saliera, así que esta historia empieza el mismo día en que Luffy se convierte en un hombre buscado.

¿Sabéis? He sacado un perverso placer escribiendo la explosión. Espero que mi odio por Barbanegra no fuese muy evidente, ya que aquí aún no ha hecho nada para ser considerado más que otro miembro de la tripulación. También me he divertido haciendo que Marco le metiese una paliza a Onigumo. Después de lo de las esposas en Marineford realmente quería hacerlo, pero aquí, sin Kizaru para dispararle a Marco cuando está distraído, las esposas no han supuesto mucha diferencia.

Bueno, nos vemos en el próximo capítulo ^^ Si sois tan amables de dejarme un comentario…


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