Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El amor de un Padre por gabinekochan

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Se me ha ocurrido esta historia hoy, no es lo típico que se esperaría pero como no lo he visto antes, me ha parecido que sería bueno hacerla; no es para todo público, no la he hecho muy impactante porque quería un poco a la intriga, lo cual espero haber logrado.

Disfruten.

Notas del capitulo:

Aclaraciones:

-Harry Potter es auror, se casa con Ginevra y tienen sus tres hijos.

-Malfoy se casa con Astoria y tienen a Scorpius. 

- No, trata de recordar… trata – era un lugar tenebroso de un aspecto deplorable, solo cuatro paredes conformaban la habitación, ninguna decoración amena existía ahí, se podía escuchar claramente la nada, ni un maldito sonido de vida se daba a conocer a excepción de la agitada respiración de un hombre que se encontraba en medio de la habitación – Vamos Ronald, recuerda, recuerda que paso anoche  - Ronald Weasley se encontraba sentado en una silla de madera, cuerdas gruesas ubicadas en sus piernas, brazos y manos evitaban que escapara de su destino; simplemente estaba vestido con un pantalón de pijama color azul oscuro, sus ojos estaban tapados con una fina tela demasiado suave para lo tosco de la situación, se podía ver claramente cómo se auto dañaba manos y pies intentando zafarse de las cuerdas. – Maldición  ¡Harry! ¡Hermione! – su chillido de ayuda solo provoco que otro ser en la habitación riera, una cruel risa que se divertía con la situación del pelirrojo, pero ciertamente era una risa que también demostraba dolor. El miedo aprisiono el pecho del Weasley, tenso su mandíbula y guardo silencio, expectante de lo que sucedería a continuación; ahora era una de las ocasiones en que lamentaba no haberse convertido en auror.


Pronto sintió un tirón y la venda que tapaba sus ojos fue arrancada con brusquedad de su rostro, le costó unos segundos acostumbrarse a la luz que expedía la única bombilla de la habitación la cual iluminaba ridículamente todo para no perder nada de vista – Weasley – la voz de ese hombre fue todo lo que necesito Ron para fruncir el ceño y dirigir una mirada de muerte hacia su captor más un tono lleno de rabia – Malfoy – el rubio solo pudo sonreír ampliamente con sus brazos detrás de la espalda, dejando ver una actitud de superioridad y de calma – Vamos Weasley, Granger ha de haberte domesticado un poco, al menos lo suficiente para saludar con un tono más educado – ese comentario solo había provocado que Ron se moviera abruptamente en su lugar provocando horrendos sonidos por parte de la silla contra el suelo  por un intento fallido de liberarse – ¡Sacame de aquí hijo de puta! – sin que lo viera venir, Draco Malfoy le había asestado un golpe en el rostro con una barra de metal, el golpe había sido tan estridente que le había provocado una fractura a Weasley en la mandíbula, al menos una de las articulaciones se había desencajado del cráneo; en menos de nada su cara se había tornado morada en donde el golpe había sido dado, la sangre no demoro en salir pero para su mala suerte no era la suficiente para que le fuera difícil respirar, sentía un dolor inexplicable en su rostro y lo único que pudo hacer fue quedarse quieto mientras asimilaba lo que acababa de pasar. Pero era más que eso, el rostro de Ronald… ¿Quemaba?  Un grito desgarrador salió de su garganta para ser seguido de más gritos y jadeos de sufrimiento, su rostro ardía como si le hubieran prendido fuego e inevitablemente temblores empezaron a poseer su cuerpo; cuando alzo la vista hacia su atacante pudo ver el por qué, la maldita vara estaba roja en el extremo, el jodido Malfoy la había puesto al fuego.  - ¿Qué tal? Tengo un buen golpe ¿A que si? – el tono de voz que había empleado Draco era demasiado agradable para ser real, acto seguido se puso a golpear el aire unas cuantas veces, mirando de vez en cuando a la comadreja para que le diera la razón de que su golpe era asombroso – Debería jugar como golpeador ¿Crees que la zorra de tu hermana me recomiende a algún equipo de Quidditch después de ver lo que le he hecho a tu rostro? – Draco se arrodillo frente a él y le hablo todo el tiempo con una sonrisa amable ¿Qué diablos le pasaba a ese hombre? Sus ojos, Ron pudo ver claramente esos color gris; había cierto brillo en ellos, pero no sabía cómo identificarlo, probablemente locura.


El rubio dio un gran suspiro y volvió a ponerse de pie, ahora su semblante era serio, agarro la barra entre sus manos y la apretó con rudeza mientras unos guantes de gran magnitud le cubrían de quemarse con el metal; y si, es lo que se esperaba. Malfoy hallo una actividad malsana al golpear incesantemente el cuerpo de Ronald Weasley con esa vara, su espalda, su torso, las piernas, sus pies, los brazos y claramente se entendió como divertido al dejar la vara sobre el cuerpo de Weasley para que su carne se quemara con el contacto, algo que aprovecho más al dejarla por minutos – Vamos, habla apropiadamente Weasley ¡No te entiendo un carajo! – el grito de Malfoy vino acompañado por otro golpe en su estómago; Ron no podía hablar, el golpe en su rostro solo le permitía comunicarse con balbuceos indescifrables, solo podía gritar y llorar. Y claro, sus gritos eran exquisitos, tan llenos de horror. A causa del golpe, el aire abandono sus pulmones  y así Ronald hallo consuelo en la inconsciencia.


Sus ojos estaban cerrados, podía escuchar a lo lejos un tarareo, una canción que no conocía;  poco a poco la realidad le vino de golpe, abrió los ojos velozmente y los abrió ampliamente como si la cosa más espantosa estuviera enfrente suyo. Pero no era lo que se encontraba mirando ni mucho menos lo que había pasado hace rato, era la horrible sensación de ser atravesado, una sensación que le cortaba la respiración, pronto se dio cuenta que Malfoy estaba dando vueltas a su alrededor tarareando pacíficamente – Muchas personas les gusta despertar a los demás con agua o con un simple Enervate – finalmente Draco se posiciono una vez más enfrente de Ron, con la diferencia de que ahora en sus manos había un cuchillo grande que se caracterizaba por ser demasiado filoso – Pero he sido más astuto, use esto para traerte de vuelta – sin más, Draco enterró la mitad del arma en el muslo derecho de Ron, un grito se dio a lugar obviamente; pero no como Malfoy lo hubiera esperado, evidentemente el haberle desencajado la mandíbula evitaba que el pelirrojo gritara perfectamente. Una lástima.  Antes de sacar el cuchillo de la carne, lo retorció en círculos y lo enterró aún más de lo quera posible,  pero lo saco tras considerar malo el dañar al pelirrojo demasiado, tenía que durar más; tomo el cuchillo en sus manos y posiciono la punta en el pecho de Ron, lo hundió en la carne malherida para luego  volver a su caminata de dar círculos alrededor de Ron mientras el cuchillo seguía su trayectoria alrededor de su cuerpo; así era como se había despertado, el desgraciado lo había estado marcando mientras estaba inconsciente. Ron miro su pecho y pudo ver que había una fina línea roja de donde salía demasiada sangre, la suficiente para llenar de rojo su cuerpo para abajo; movió su rostro hacia atrás, ya no gritaba, sus pulmones ya no le daban para eso si a duras penas podía respirar con irregularidad. Solo podía mantener su cabeza hacia atrás, cerrando sus ojos fuertemente mientras sentía el recorrido del cuchillo y el maldito tarareo que no cesaba. Su mandíbula caía creando en él un gesto extraño; sus músculos estaban tensos al igual que su garganta, y los temblores, al menos esos habían cesado.


 Quien sabe cuánto había pasado desde que el retorcido juego había iniciado, solo sabía que en toda esa tortura había sido golpeado con una vara ardiente, le habían acuchillado y demacrado y varios de sus dedos habían sido removidos con una pinza; sí que era una tortura, solo que no marca Malfoy, porque la magia no podía ser causante de tales horrores. Tras haberle quitado el tercer dedo de la mano izquierda sin gran dificultad, Draco suspiro con alivio y cansancio, joder que hasta él tenía su límite cuando de trabajo se trataba; dejo las pinzas en el suelo tras Ronald, atrajo consigo una silla y se sentó en frente de él, cruzando sus piernas y brazos con una pose aristocrática. Ron se sentía a morir, pero el que Malfoy hubiera parado solo le había provocado el soltar un suspiro de alivio, dejo caer su cabeza hacia adelante, sentía como sus ojos se cerraban poco a poco pero por alguna razón no podía sumirse otra vez en la oscuridad – Tus gritos era lo que deseaba escuchar – empezó una vez más Malfoy mientras se  sacaba los guantes que evitaban que se manchara de sangre – Pero sé por qué no lo haces, se por qué no gritas como un poseso ante lo que te hago; porque sabes lo que hiciste, sabes que te mereces esto y más, lo sabes – su tono era de acusación, y estaba en todo en su derecho de hacerlo.


- Sabes que morirás… – un gemido interrumpió a Draco, Ron había empezado a llorar a causa de sus palabras – No seguirás con vida en este mundo, tu patética existencia la eliminare y me encargare que lleves este recuerdo hasta el mundo de los muertos; para que cuando veas a mi Scorpius, él sepa que lo amo tanto que he sido peor que el Señor Tenebroso – Draco sonrió con tristeza al haber mencionado a su hijo, pero se transformó en una mueca de entretención cuando Ron empezó a pedir vagamente, como él lograba entender, algo de ayuda; alguien que en una última esperanza lograra salvarle. Y como si lo hubieran escuchado, la puerta de la habitación se abre tras Draco y Ron puede ver claramente como un Harry Potter entra para observar la escena; Ronald solo puede llorar aún más mientras se mueve impaciente para que su amigo lo libere, pero algo anda mal, la cara de su hermano mantiene un gesto insensible, no hay ninguna expresión en su rostro. Y Malfoy, Malfoy no se ha dignado a girar su rostro para ver al recién llegado; solo mantiene una sonrisa de medio lado mientras aún se mantiene elegante sentado en esa asquerosa silla.  – Pero nadie llega para salvarte el trasero Weasley, porque no tienes salvación – concluyo Malfoy mientras Harry ya se hallaba posicionado al lado del rubio, observando a Ron atentamente. Sin más Draco retiro la silla y la dejo lejos, ahora era Harry quien estaba frente a Ron, mirándolo desde arriba mientas se quitaba la túnica y la dejaba en el suelo.


- Perdió mucha sangre – la voz de Harry era neutra. 


- Esta vivo Potter – Malfoy estaba a la derecha de Ron, solo que esta vez a una considerable distancia.


- ¡Carajo Malfoy, se supone debías esperar! – su grito había hecho eco en la habitación, el moreno dejo las gafas sobre la túnica y empezó a arremangarse las mangas de la camisa con una parsimonia asfixiante – Debías esperar por mí – había un tono de reproche en su voz, pero al mismo tiempo estaba herido. Malfoy se acercó a Harry, y al ser más alto que él, se puso tras el moreno y lo abrazo por la cintura  mientras dejaba la boca cerca del oído del auror – Shhh bebe, ahora es todo tuyo,  sentirá todo lo que hagas y oirá todo lo que le digas – Draco le hablaba con un susurro y ante eso Ron entro en desesperación y vomito sobre sí mismo, cerrando fuertemente los ojos deseando que todo esto fuera un mal sueño; los otros dos adultos solo pudieron hacer una cara de asco y el único que se alejo fue Draco ante eso.


- Ron – el aludido alzo levemente la vista y vio el par de esmeraldas que lo veían ahora, ese no era el Harry que había conocido desde hace años, al que consideraba su hermano – Es un alivio poder… - suspiro con real consuelo – Ser yo quien te atormente hasta tu último aliento – agarro la mata de pelo rojizo con fuerza y alzo su rostro lo más que pudo para que así Ron pudiera verlo con claridad – Porque así, podre vengar lo que le has hecho a mi hijo ¿Lo recuerdas? ¿Recuerdas a Albus? – ciertamente Harry esperaba una respuesta de Ronald, pero este no hacía nada, solo seguía derramando lagrimas como sino deseara aceptar algo de lo que estaba siendo acusado - ¡¿Lo recuerdas?! – grito y Ron no pudo más que asentir con locura mientras más hipidos se escapan de su asquerosa boca. – Tu peor error fue subestimar el amor de un padre -


Harry lanzo un golpe magistral al rostro de Ron, que aunque ya se encontraba dañado, le había provocado que la mandíbula se desprendiera en totalidad; un aullido de sufrimiento surgio, su nariz también se había visto afectada en el proceso. Pero no paro ahí, al ser auror creyó ideal en sus tiempos libres el practicar boxeo, lo cual lo hacía un arma mortífera; la posición de sus pies, los pequeños saltos que provocaba un tanto de tiempo, los golpes que lanzaba hacia el saco de boxeo que ahora era su ex compañero de casa eran acertados. La cara, el pecho y el estómago eran los puntos a los que se dirigía, Harry continuo con ese proceso por un tiempo prolongado, incluso después de que Ron perdiera la vida cuando un golpe le partió la costilla y perforo uno de sus pulmones, Harry seguía golpeándolo para descargar todo la rabia que sentía hacia el pelirrojo; su camisa blanca estaba manchada de color carmesí, al igual que su rostro y sus manos. Pero Draco no lo detuvo, de hecho, lo miraba sin parpadear porque entendía como debía sentirse Harry; perder a un hijo… era devastador, necesitaba desquitarse y lo había logrado. Luego de lo que había considerado treinta minutos, Draco poso una mano en el hombro de Harry y lo halo hacia atrás para que se detuviera; se lo llevo hacia la puerta y ambos se recostaron en ella para luego sentarse en el frio suelo mientras observaban el cuerpo sin vida de lo que fue una vez Ronald Bilius Weasley. Y rompieron en risas, todas y cada una de satisfacción ante lo que habían hecho; pero la dicha no les duro tanto, porque ahora rompían en llanto. No, no se arrepentían de haber torturado al asesino de sus hijos; lloraban porque ya no había nada, el propósito que los había unido era vengar la muerte de sus retoños, pero ya no tenían nada además de los recuerdos.


Recordaban cuando cada quien enseño a su hijo a caminar, cuando al cambiar pañales todo se hacía un desastre, enseñar a volar, los besos, los abrazos, las preguntas inocentes, la primera carta a Hogwarts, la tristeza de verlos partir sin poder estar con ellos por meses, la felicidad que traían las vacaciones y el tiempo libre, el que pasaran los años y los relatos sobre el colegio se hacían más interesantes, la sorpresa al saber que tenía pareja y que el padre de esta era el enemigo de su infancia. La última vez que vieron los rostros de sus respectivos hijos… para luego llorar encima de cuerpos pálidos como el mármol y que la impotencia apareciera porque no se podía vencer a la muerte, que no se podia vencer al tiempo. Y así, Draco y Harry encontraron que por primera vez en muchos años la amistad había sido una idea estupenda, que entre los dos podían hacer justicia; que entre los dos podían atrapar al homicida de sus hijos. Tanto Albus como Scorpius inocentemente habían planeado una visita al mundo muggle para pasar unos días en soledad, solo que no tenían en cuenta que Ronald tenia dentro de él un odio profundo hacia los Malfoy y que no aceptaba la relación que mantenía Albus con Scorpius, que el joven de quince años era un traidor. No sabían que la persona que les había cortado la garganta mientras caminaban por las calles de Londres Muggle era familiar de Albus, su tío; que lo último que pudieron ver era como se desangraba el amor de su vida, Scorpius Malfoy y Albus Potter habían fallecido a las diez con veinte de la noche, y todos habían asumido que un muggle creo la tragedia. Pero no, Harry y Draco no lo creían así y habían acertado; encontraron las pistas suficientes para probar que había sido el Weasley, pero no podían dejarlo a la justicia del ministerio. Así que con una simple visita de Harry esa noche y un hechizo, Ron quedo bajo las garras de dos padres adoloridos.


 


***


 


- ¿Y Granger? – En algún momento ambos habían parado de llorar y salieron de esa habitación para que el viento al alba les diera en el rostro.  


- Esta con Rose y Hugo en casa, no quiere ver como ha quedado… - ambos veían como la luz se colaba entre los árboles,  el haber encontrado ese fuerte en medio del bosque había sido adecuado para cumplir con su cometido – Solo quiere saber cuándo devolveremos el cuerpo para enterrarlo


- Se merece dejarla en la ignorancia por haber ayudado – Era cierto, Hermione les había ayudado bastante, prácticamente sin su ingenio les habría sido más arduo encontrar al culpable; aunque era difícil de creer que la justiciera Hermione Granger dejara a la suerte a su esposo  - ¿Lily y James?


- Agh – Harry se llevó la mano a la cara para evitar que más lagrimas se derramaran – Con Molly… No sabemos nada de Ginny – un sollozo se dio presente, la pelirroja había abandonado al moreno ya que no soportaba el verlo tan obsesionado con la muerte de su hijo; ella tan solo quería que su Albus descansara en paz, pero no lo había soportado, así que hace meses había abandonado su hogar y a sus niños explicando todo en una nota. Solo que Harry no sabía que Draco había tenido que ver en que lo hubiera abandonado, pero el rubio se llevaría eso a la tumba; porque estar sin esa zorra era lo mejor para Harry, no tenia por que saber que la Weasley habia muerto hace tiempo.


- La perra de Astoria cree que el divorcio le daría paz – Malfoy rio con burla ante eso, un comentario más para sí mismo ya que a Potter le daba igual – Harry – el moreno se giró para ver a su actual amante, el rubio se acercó a él y lo beso con la ferocidad de un animal hambriento, Draco de verdad necesitaba estar al lado de Harry – Ahora, todo irá bien… - el moreno asintió y solo pudo poner su frente contra la del rubio mientras dejaba que su cuerpo se relajara y todo el peso se desvaneciera de su cuerpo, ahora todo iría bien.


 


El amor de dos padres había provocado que dos monstruos surgieran de victimas que no hallaban consuelo en la muerte de sus hijos, dos personas que habían encontrado amor en la otra por necesidad no porque de verdad lo sintieran; hombres que no usaron la cabeza sino el corazón, y ese era el problema, el amor no era precisamente bueno. Porque lo debes saber, que ese sentimiento es tan mortífero como un corte en el cuello que te quita la vida; lo sé,  sufres por ello, pero es tan adictivo que no lo puedes dejar.

Notas finales:

Uhm ¿Reviews? Pueden darme con todo lo que se les ocurra...


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).