Hermione y Ron caminaban tomados de la mano rumbo a la enfermería. Se les había hecho tarde. Luego de sentir culpa, la castaña habló con su novio. Cambiarían la situación, habían abandonado a Harry y ahora harían algo.
Faltaban dos pisos y apresuraron el paso. De repente escucharon unos gritos y se miraron curiosos. Al doblar el pasillo vieron a Harry y Draco. Al parecer discutían pues no habían reparado en que ellos estaban en una esquina.
-ya te dije, estoy harto. No volveré a ir a entrenar, ni practicar ni cualquier tontería que digas- gritó Harry. Ante esto el par de muchachos retrocedieron, escondiendo su presencia. Era muy raro ver al moreno tan enojado sin saber la razón.
-estas frustrado porque no te ha salido la pieza. Ya te dije que debes tranquilizarte- Draco no gritaba, pero su voz sonaba autoritaria
-no se para que mierda me obligas a practicar si no sirve para nada. No puedo utilizar la maldita varita sin que nada explote por allí-
-¿no sirve para nada? Puedes hacer magia con las manos, sin la varita. ¿Crees que algún mago puede hacer algo así? NO, ninguno. No puedes utilizar la varita y que importa, debes practicar el movimiento de tu magia- Draco había comenzado a levantar la voz. Cuando el moreno se ponía terco era muy difícil de tratar.
-Que me importa, eso solo sustenta la idea que soy anormal. Nunca quise aprender a hacer magia sin varita, eso solo apareció para recalcarme que soy un inútil. Una persona inútil que no puede usar una varita, una persona inútil que no puede hacer un simple hechizo sin volar las cosas de su entorno, una persona inútil que no debería llamarse mago, una persona inútil que no pudo proteger a un niño- esto último lo dijo en un susurro.
Esa era la razón por la que Harry estuviera enojado. Se sentía culpable de no haber podido cuidar de su niño, de ser tan débil por haberse desmayado. No ayudaba además que en la práctica con Draco no hubiera podido cumplir con los ejercicios de rutina.
-HARRY JAMES POTTER- gritó Draco en medio del pasillo sobresaltando a todos -saca de tu cabeza ese montón de estupideces y supéralo de una buena vez que la auto conmiseración no te va. Fuiste el maldito niño que mató al Señor Tenebroso, eres el mago más poderoso que existe actualmente. ¿Que eres un inútil por no poder proteger a un niño? ¿Un inútil por no poder hacer un simple hechizo? ¡PUES SI LO ERES! Eres un inútil por dejarte vencer. Si no lo pudiste proteger fue porque eres DEBIL. Así que si quieres hacer algo, ¡HAZTE MAS FUERTE! Practica para que la próxima vez no lo dejes ir, vuélvete mas fuerte para que no lo pierdas de vista, sé mejor que ayer, mejor que cuando estuviste en lo más alto. Ahora olvidara toda esa mierda y ya SUPERALO ¿ENTENDISTE?-
Ron y Hermione estaban en shock. Nunca habían escuchado a alguien plantarse de esa manera a su amigo. Harry tenía muy mal carácter y era demasiado terco. Contuvieron la respiración imaginando el griterío de respuesta hacia el rubio.
-lo siento Draco- respondió Harry en un susurró.
La pareja casi se cae para atrás al escuchar la respuesta del azabache. Asomaron la cabeza por la pared solo para ver a un Harry deprimido mirando al piso.
Draco suspiró cansado. -está bien, entiendo que te sientas frustrado y culpable, pero no debes dejarte vencer- avanzó hasta él y lo abrazó fuertemente.
-no lo haré, prometo que practicare para que me salga la pieza y así mejore el movimiento de mi magia. Mañana lo volveré a intentar-
Draco tomó el rostro de Harry y lo besó. Un beso tierno y prolongado que infundía tranquilidad y apoyo.
-vamos a descansar. Hoy fue un día muy pesado. Ya sé, prepararé un baño de burbujas, eso seguro te relajará- Draco tomó la mano del ojiverde y comenzó a caminar.
-¡Sí! Un baño de burbujas, pero con la loción de canela- la voz de Harry denotaba alegría, nada que ver con el estado de ánimo de hace unos momentos.
-está bien, la de canela. Escribiré a madre para que envíe más porque solo queda medio frasco. No sé porque te consiente tanto- refunfuño Draco.
Lo último que escucharon sus amigos fue la risa de Harry. Se quedaron estáticos, en silencio alrededor de cinco minutos.
-¿Acaso se besaron?- preguntó Hermione en shock. ¿Desde cuándo esos dos tenían ESA clase de relación?
-¿Acaso dijo que iban a tomar un baño para relajarse?- susurró Ron.
Al instante los chicos se sonrojaron fuertemente. Esa información había sido demasiada. Un baño para relajarse, juntos...
-¡AHHHHHH!- gritaron ambos chicos para salir corriendo de allí. La visita tendría que esperar, al menos hasta que hayan salido del shock.
Bueno, a pesar de ser Gryffindor, luego de esa escena no podían ver a su amigo a los ojos. Harry los sorprendió en cuarto año con la declaración que era bisexual. En ese entonces decía gustar de Cedria Digerí y sufrió mucho, más aún cuando no tenía a nadie quien lo apoyara. Ella se sintió confusa. En el mundo mágico no era raro ver a parejas del mismo sexo, tenían todos los derechos y obligaciones iguales que el resto. Inclusive, había leído en libros, que años atrás había sido creada una poción que podía crear una matriz en el hombre para que pudieran tener bebes, claro está que en la guerra mucha información se había perdido y la forma de preparación con ella. Desde ese entonces muchos trataron de reinventarla pero no funcionaba.
Luego de que se arreglaron los tontos de sus amigos, Harry descubrió que Ron no parecía aceptar del todo su bisexualidad y callo sobre ello. Desde ese entonces su amigo solo salía con mujeres, aunque a veces emitía comentarios sobre algunos chicos de Hogwarts siempre que no estuviera Ron con ellos.
Cuando comenzó a salir con Ginny creyó que el tema quedo olvidado y pensó, erróneamente que su amigo se quedaría con ella, hasta que terminaron. Cuando finalizó la guerra y todo el caos comenzó, vio como Harry desarrollaba una extraña relación con su anteriormente enemigo. Resultaba inquietante, pero, considerando que era su única compañía no presento quejas. Pero no quedo en eso, no. Ella no era tonta y veía aquella luz en los ojos verdes, luz que no había visto nunca. Por otro lado, el rubio actuaba de forma distinta cuando estaba con el azabache. En el mundo muggle no es bien visto aquello, pero ella, como una bruja educada y de mente abierta aceptaría a su migo sin reparos.
Si Harry no les contó nada debía tener una buena razón, por lo que esperaría paciente hasta que hablara. Sin embargo, estaba preocupada por Ron. A él no le pareció nada adecuado que su mejor amigo haya dejado a su hermana, pero lo aceptó. Otra cosa era, aceptar aquella relación con su archienemigo de todos los tiempos. Suspiró cansada. El anterior no habían ido a visitar a Harry, pero esta noche lo harían, se armarían de su valor de Gryffindor y acudirían a aquella reunión pospuesta por su cobardía.
Cuando decidieron al fin, dos días después dar la cara a su amigo ingresaron en completo silencio a la enfermería. No había nadie así que Hermione caminó hasta la habitación de los muchachos y tocó la puerta. Nadie respondió.
-deberían estar aquí. Pronto regresaran Sirius y Snape, no creo que se tarden-
Se sentaron a esperar.
-¿crees que deba decirle algo a Harry?- preguntó Ron. Hermione estaba sorprendida.
-¿Queeé?- miró algo dolido a su novia -ya he madurado, sé que me costó un poco. No me agrada nada que sea el hurón, pero quiero que Harry sea feliz. He visto sus ojos cuando lo mira. Harry ya soportó demasiado y aun así siguen lloviéndole problemas. Si estar con el hurón lo anima, entonces lo apoyare. Además nunca había visto a alguien gritarle a Harry y no ser hechizado hasta el cansancio. Jajajaja yo sentí miedo, pero el hurón solo le respondió de vuelta-
Hermione le dio un casto beso en los labios de su novio. Sin duda había madurado.
-esperaremos, entonces- Ron estaba sonrojado y desvió la mirada nervioso.
Habían esperado cerca de media hora, el sol escondido y las estrellas brillando. Serian las 7 de la noche cuando apareció Snape y Sirius tomado de la mano.
-¿donde están los dos insufribles?- preguntó Snape sisañoso. Parecía de mal humor.
-estamos esperando desde hace media hora y no aparecen-
-¿a donde demonios se fueron? ya que ayer no pudimos venir suponía que los encontraría hoy. Potter tiene mucho que explicar- definitivamente pondría a un par de elfos a vigilar a aquellos mocosos. El no tenia tiempo, el ministerio lo mantenía ocupado, además, como subdirector debía ayudar a Mcgonagall con los preparativos para la escuela.
-no se donde esta Harry, pero Draco esta parado en medio de los jardines. Él debería saber donde esta- Remus lo vio desde la ventana. El cabello rubio platino era inconfundible, además, no había nadie mas en Hogwarts.
Caminaron rápido, siguiendo el paso de Snape, a los jardines. Resultaba extraño, especialmente sabiendo que los chicos no se arriesgarían a dejar plantado a Snape sin una buena excusa.
-¿donde demonios esta Potter?- preguntó Snape. Draco estaba parado en medio del prado con la serpiente enrolladla en su cuello.
-tuvo que salir. Hillyan lo llevó frente a Gryffindor. Descubrió algo en el diario de Slytherin que lo implicaba por lo que fue a aclarar ciertas dudas-
-y ¿porqué estas aquí?- pregunto Remus. Se sacó su capa y la puso sobre Draco añadiendo un hechizo calentador. La noche estaba algo fría y parecía que el chico no se movería hasta que el otro muchacho llegara.
-Las barreras adicionales podrían interferir por lo que Hillyan lo trasladó desde los jardines. Se fue hace una hora, no se cuánto demore, pero el tema era largo y pesado-
-¿qué tema quiso hablar con el? si se supone que lo leyó en el diario de Slytherin- quiso saber Ron.
Draco suspiró pesadamente. Harry le había encargado contar ciertas cosas sobre lo descubierto. No le gustaba para nada la idea de moverse del lugar pero Harry le había dicho que Thrysther le avisaría cuando el apareciera de nuevo en los jardines.
-Harry me encargó la tarea de explicarles ciertos puntos de los diarios, pero me recalcó que no iba a profundizar en los temas, debemos respetar los detalles personales. Además seleccionó los recuerdos de los sueños sobre el pequeño para que entiendan que ocurrió en la batalla-
Se tomó unos minutos vislumbrando las estrellas, se sentía triste y preocupado, Harry no había tomado de buen modo lo descubierto.
Inicio de Flashback
Estaban sentados a la sombra del árbol, leyendo los diarios. Draco había avanzado bastante mientras Harry se recuperaba de la batalla, pero lo que descubrió no le gustó para nada. La relación de Gryffindor y Slytherin había sido descubierta por la madre de Gryffindor, por lo que tuvieron que ir a hablar con ella en persona. La cosa no había salido bien, pues Godric ya tenía un compromiso asegurado por su padre. No conforme con eso en la misma semana, los padres de Salazar arribaron a Hogwarts con la familia de la prometida. Era una mujer de la nobleza de Francia, un buen partido que los padres del hombre no dejarían perder.
Cuando Salazar los condujo a su despacho, Gryffindor irrumpió enojado y arto de la situación. Todo se complicó a partir de allí, más aún cuando Godric dio a conocer su secreto.
-¿porqué lo hizo? Salazar estaba destrozado. Le mintió, lo engaño- Harry estaba conmocionado por lo descubierto.
Draco suspiró -entiendo sus razones aunque no las comparta. Creo que deberías hablar con él. No habrá inconveniente, se supone que eres su heredero-
-no lo se, estoy enojado. Salazar se sintió traicionado. No creo que deba hablar con él. Godric no sabe que soy el heredero de Slytherin y tal vez no me quiera contar nada-
-no debes decirle que lo eres. Solo menciónale que quieres saber más del tema. Cuéntale la historia que dicen los libros sobre ellos y que tienes dudas- aquello no iba a ser sencillo, especialmente porque Harry era despistado y podría soltar algo que no estaba en el libro.
-Ven, vamos a ver tu chaqueta y tus guantes para que te vayas con Hillyan. Te leeré los fragmentos para que no digas algo que no sea adecuado- jaló del brazo al azabache leyendo el diario. La noche sería fría y no quería que se resfriara.
Fin del Flashback
Estaban en la sala de pedidos, una pequeña sala con mullidos sillones y un pensadero en la mesa central. Draco sacó dos pequeñas botellas que contenían un líquido plateado. Las puso a contraluz viendo la correcta.
-Harry no sabía como seleccionar solo la parte del sueño del niño, así que vertió todo lo que recordaba. En la mañana tuvimos que seleccionar solo aquello que era necesario- respondió a la pregunta muda de su padrino.
Vertió el contenido en el pensadero y se sumergió con los otros. El ya había visto los recuerdos de Harry pero aún así quedaba anonadado por la escena. Harry se veía realmente hermoso tirado en el piso bajo el sol radiante en compañía del pequeño.
Ese pequeño rubio despertó en él un sentimiento indescriptible, deseaba protegerlo, cuidarlo siempre. Ahora Harry luchaba en vano tratando de salvarlo de aquella niebla oscura. A pesar de que era un recuerdo, Draco no pudo evitar que un escalofrío recorriera su espalda. Esa misma densa neblina los había atacado dejándolos inconscientes. Era algo nunca antes visto, con lo que no se podía luchar.
El recuerdo volvió a cambiar mostrando ahora el sueño de Draco. Esa parte la había añadido esa misma noche, por lo que Harry no sabia de su existencia. En verdad era algo que no entendía y no quería añadir más preocupación al moreno.
-¿Harry nunca había visto al niño?- preguntó Remus.
-No, Harry ni siquiera tiene contacto con algún niño pequeño. En la casa de los Dursley su primo era el único menor de edad, en Hogwarts no hay nadie de esa edad, y una vez comenzada la guerra no hubo forma de que lo conociera- interrumpió Hermione.
-pero parece que sabe sobre él. Hablan con una naturalidad indescriptible, como si fueran conocidos de años-
-eso no es realmente importante, el punto es que tiene conocimiento sobre la situación actual del mundo mágico y del problema de Harry. Todos lo vimos en los terrenos de Hogwarts el día del ataque, aunque eso incrementa las dudas sobre él. Nadie puede aparecer en los terrenos de Hogwarts y el castillo reconoce las firmas de magos no conocidas y la Directora es avisada de las visitas- añadió Snape.
-Sabemos que es hijo de magos, que conoce a Harry y el desequilibrio que se esta produciendo, sin embargo no entiendo que es aquella neblina, en especial el porque de atacar al pequeño- argumentó Remus.
-En realidad no creo que quiera atacar al pequeño, sino a Harry. La neblina utiliza al pequeño como carnada para atacar a Harry. El ataque lo justificó y el niño le advirtió de aquello a Draco. El verdadero problema es descubrir que es la neblina y por que ataca a Harry. De verdad mi amigo atrae demasiado a los problemas- soltó Ron.
-El niño no suelta nada de verdadera importancia, ni su nombre sabemos. Cada vez que Harry trata de sacarle algo cambia de tema. El prado en el que se encuentran nunca lo había visto y no hay nada de referencia. Su ropa no detalla nada, no lleva ninguna insignia o logo de familia sangre pura en la ropa, es como si no existiera- Sirius trató de explicar la información con la que contaban.
-es imposible, todos lo vimos, aunque no me había fijado de los detalles hasta que vi los recuerdos de los sueños- Hermione frunció el ceño confusa.
-no creo que sea un sueño, en realidad- explicó Snape -un sueño es algo espontáneo, que se da naturalmente. Este “sueño” interactúa con el portador, como si se tratara de un encuentro común en la vida diaria. Al principio creí que era solo una forma de la magia en presentarse, es común en los magos, pero esto va más allá. Se supone que se presente al mago en cuestión por lo que su presencia en el sueño de Draco es confusa-
-Los hechizos de presencia sólo funcionan si el mago esta en un radio cercano, no es un patronus ni un fantasma pues en la batalla Draco lo abrazó. No es un espectro, ni una criatura mágica, pues hubiera dejado rastro de magia en el campo de batalla, pero él solo desapareció, como si nunca hubiera estado aquí- Sirius tenía conocimiento de hechizos de presencia y toda clase de técnicas que utilizaban los magos para presencias no corpóreas, pero aquello no lo había visto nunca.
Draco caminaba por la habitación, eran cerca de las 9 de la noche, habían pasado cuatro horas y 20 minutos, y no era que estaba contando el tiempo, no. Solo se preocupaba por su moreno, nada más. Los demás seguían comentando sobre lo visto en los recuerdos y la verdad no le interesaba. De repente, Thrysther se le acercó subiendo por su pierna acomodándose en el cuello. Movió su cabeza varias veces pidiendo atención, hasta que siseó molesta.
-Harry- fue lo último que escucharon antes de ver una mancha rubia correr hacia la salida.