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En busca del destino por perfectgirl

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Notas del capitulo:

hola hola!!!!

aqui un nuevo capi! esta super que increible! porfa dejenme reviews para ver si les gustó! mi primer lemmon Drarry! aaahhhh emocionada millon!

 

Tal vez estaba exagerando un poco, pero se preocupaba por su moreno. Corrió hasta los jardines, demasiado lento para su gusto ya que tenía a una serpiente en sus hombros. Harry cargaba encima a Thrysther casi todo el día y no era tan liviana que digamos. Se dio cuenta que era perseguido, pues escuchaba el ruido de pasos rápidos en los pasillos. Debían ser su padrino y el resto.

Llegó hasta la puerta principal y se paró tratando de ver en la oscuridad de la noche a su moreno. Escuchó sin embargo algo que lo descolocó. Era el canto del fénix, un sonido hermoso, pero algo triste. Volaba por sobre Harry, la canción intentaba reconfortarlo, darle ánimos. Avanzo lentamente. Harry estaba parado en medio del prado mirando las estrellas.

Caminó hasta él y lo abrazó por la espalda, no le importaba si alguien hablaba. Harry apretó el abrazo, estaba triste y confundido. Godric contó demasiadas cosas y él solo quería olvidarse de todo y tranquilizarse.

Escucharon los insistentes llamados de su padrino con claras intenciones de echar pelea por la situación.

-Draco sácame de aquí, no importa donde, solo vámonos- Harry no estaba con ánimos para dar explicaciones ni pelear.

Draco lo volteó para abrazarlo mejor, pensando en opciones para salir de aquel apuro. No podían aparecerse pues las protecciones de Hogwarts no se lo permitirían, tampoco correrían hasta la entrada para usar un traslador. Como si leyera su pensamiento Hillyan, se posó en su hombro.

Acarició su cabeza suavemente.

-llévanos- susurró antes de ser absorbido por una luz tibia.



 

Aparecieron en un terreno oscuro. Thrysther se bajó de sus hombros y los guió hasta la entrada. Resultó ser la Mansión Potter. Al entrar, las luces se encendieron automáticamente. Draco se separó de Harry y conjuró su patronus. Un lobo plateado emergió y se paró elegantemente a escuchar sus órdenes.

-estamos en un lugar seguro, no se preocupen, volveremos mañana.  Harry tomó la decisión- lo último iba dirigido para Sirius, no quería disgustarlo. El lobo desapareció enseguida.

Draco tomó la mano de Harry y lo guió dentro. Subieron las escaleras en silencio, ya era tarde y lo mejor que podían hacer era dormir. Ya hablarían mañana de lo ocurrido.

Draco siempre esperaba a que Harry le contara lo que ocurría en el momento que se sintiera más  tranquilo. Era diferente que con sus amigos y lo adoraba. Ron, Hermione y Sirius siempre lo atolondraban de preguntas instándolo a hablar todo el tiempo, atosigándolo.

Harry ni se había dado cuenta a donde iban hasta que fijó la vista en la gran cama que adornaba la habitación. Era el cuarto principal de su casa. Sintió como Draco le quitaba la capa lentamente, tirándola al suelo. Con movimientos delicados desprendió los botones de la camisa pasándola suavemente por sus brazos. Lo acercó para darle un beso suave y delicado, muy corto para el gusto del ojiverde. Draco procedió a quitarse su propia camisa guiándolo a la cama. Harry estaba nervioso. Rayos, él era bisexual, pero no tenía experiencia con chicos, bueno y si entra al caso tampoco con chicas. No era inocentón, si había tenido sus revolcones, pero nunca llegaba hasta el final. Se tensó cuando Draco lo acostó a su lado y un nuevo beso se posó sobre sus labios carnosos, para después recibir un abrazo.

-Hoy fue un día cansado Harry. Será mejor dormir- Draco lo acomodó entre sus brazos tapándolos con la cobija y Harry se sintió un poco decepcionado...

¿Decepcionado? Se sonrojó ante este pensamiento y escondió su rostro en el pecho de Draco. Debía tranquilizarse y tratar de dormir.



 

Se removió inquieto, imágenes inconexas plagaban sus sueños. Abrió los ojos lentamente. Era de madrugada, tal vez las 2 o 3 de la mañana. Suspiró cansado, demoraría en concebir el sueño de nuevo. La luz de la luna se colaba por las grandes ventanas del balcón. Su mirada se posó en su acompañante que en ese momento lo tenía abrazado por la espalda. Ese hombre.

Aún recordaba cuando lo vio por primera vez, se convirtió en su enemigo. Tal vez fue en tercer curso cuando se dio cuenta que también le gustaban los hombres, y su atención se la llevaba aquel rubio. Claro, era simple curiosidad, y nunca por nunca iba a hacer algo para aclarar sus dudas con Malfoy. Solo un año después aceptó totalmente su bisexualidad, pero a pesar del tiempo, su interés no disminuyó. Más bien aumentó con la cercanía que tuvieron en séptimo año, aún con el estrés de la guerra.

Parecía tanto tiempo, y ahora lo tenía ahí, a su lado, abrazándolo, sintiendo su calor. Sin pensarlo más acercó sus labios a los otros. Sí, definitivamente ese hombre lo traía loco. No pudo evitar apretarse contra él. Una pequeña mordida en su labio inferior lo sobresaltó y una lengua traviesa se coló en su cavidad. El beso se intensificó y solo se separaron cuando les hizo falta respirar.

-no deb... debiste hacer... eso- de un movimiento rápido Draco se colocó encima de Harry apresándolo con sus brazos y piernas -Ahora no podré contenerme-

Un beso apasionado, sus lenguas batallando por dominación y el calor subiendo, excitándolos. Harry soltó un gemido ahogado y de un empujón intercambio papeles, ahora estaba sobre Draco.

-¿contenerte? ¿Quién dijo que debías contenerte?- Harry no tenía experiencia con chicos, pero tenía idea de que hacer. Se acomodó sobre las caderas del rubio y sintió su excitación crecer. Ambos miembros se sentían a través de la tela de los pantalones, se movió tentativamente y un gemido ahogado se escuchó en la habitación.

-Dioses Harry- articuló Draco al sentir nuevos movimientos suaves y provocativos de la cadera de Harry. Se abalanzó contra él y capturó sus labios. El ritmo se intensificó, un vaivén sensual, y cuando parecía que llegarían Harry paró bruscamente.

-pero que...- frustración, sí, eso sentía el rubio.

Harry soltó una breve risita y bajó sus manos por el pecho de Draco. Era ancho, fuerte. Besó su cuello mordiendo suavemente el hombro. Debía tranquilizarse si quería que los dos disfrutaran completamente. Una cadena de besos siguió por su clavícula. Besó y mordió sus delicados pezones animado por la serie de gemidos por parte de su acompañante. Siguió su camino por el torso, su piel era blanca y la luz de la luna la resaltaba. Quitó casi desesperado aquel molestó pantalón acariciando las piernas en su camino. Retrocedió nuevamente, sintiendo la fuerza de sus pantorrillas y la delicadeza de sus muslos.

-Oh dulce Morgana- susurró.

Un bóxer negro cubría la despierta virilidad del rubio. Besó suavemente sobre la tela para luego soltar su aliento sobre él.

-Ahhh...- aquello era tan excitante y Draco comenzaba a desesperarse.

Harry bajó su rostro nuevamente, puso un nuevo beso sobre el miembro del rubio y le bajo los bóxers lentamente tocando apenas con los dedos la piel. Draco respiraba erráticamente. Viendo como su moreno acompañante se deshacía de su propio pantalón quedando en unos apretados bóxers verdes.

-Eres tan hermoso Harry- El mencionado volvió a acomodarse sobre el rubio y empezó un nuevo vaivén.

-Ahhh...- aquello era delicioso, pero Draco no aguantó más. De un tirón bajó los bóxers del moreno descubriendo su virilidad. Ahora no había ninguna intromisión.

Piel con piel, sus miembros se alineaban increíblemente. Besos y gemidos apasionados llenaban la alcoba. Draco convocó su varita de la capa y procedió a aplicar un hechizo lubricante en la entrada del moreno. Harry se estremeció de placer, aquella sustancia fría sobre su cuerpo tan caliente.

-Esta noche te hare mío Harry, ya no podrás apartarte de mí- Draco se dio la vuelta acomodando la espalda de Harry sobre la cama. Ahora era su turno.

Un dedo curioso entró en Harry mientras el rubio besaba y mordía sus pezones. Un segundo dedo fue acompañado mientras trabajaba en el cuello del moreno. Subió por su mandíbula hasta la oreja donde jaló con sus dientes aquel pedacito de carne. Tres dedos ahora estaban dentro de Harry quien se tensó al sentir dolor.

Sacaba y metía los dedos lentamente, haciendo retorcer el cuerpo del pequeño que deseaba más. Estiraba aquella fruncida entrada. Draco los retiró lentamente acomodándose en medio de las piernas de Harry.

-Ya estás listo cielo- la punta del pene de Draco rozaba la entrada de un Harry extremadamente excitado.

-ya Draco... apresúrate...- era una tortura no sentir nada.

Ahora era el turno de Draco en reír.

-ves que es desesperante- pero el ya no estaba para juegos. Presionó su pene sobre la entrada de Harry, entrando lentamente. Enseguida una calidez lo embriagó. Harry siseó de dolor, pero Draco no paró y de una fuerte estocada entró abruptamente recibiendo un gritó por parte del azabache.

Se detuvieron unos minutos hasta que Harry se acostumbró a la intromisión. Con un suave movimiento de caderas dio a entender que estaba listo. Draco salió completamente de Harry para volver a entrar, lento pero profundo.

-Ahh Draco, muévete más rápido... esto es una tortura...- un beso apasionado, saliva cayendo por la barbilla del rubio y estocadas fuertes y rápidas llenaban la estancia.

-Draco, no sabes... cuanto te quie... te quiero- las embestidas cada vez eran más fuertes. Gastaron demasiado tiempo jugando. Estaban cerca del clímax. Draco bajó su boca al cuello de Harry y lo mordió fuerte.

-Ahhhhh...- el placer que sintió fue sublime y solo pudo correrse. Al mismo tiempo la entrada de Harry se estrechó y Draco no pudo aguantar más. Se corrió fuerte dentro del moreno.

Minutos después salió lentamente del azabache quien no pudo evitar quejarse. Draco lo besó suavemente.

-lo siento- de un pase de varita limpió y acomodó la cama. Los tapó con la cobija abrazándolo fuertemente. Todo había sido maravilloso, definitivamente nunca sintió nada igual.

-Te amo- susurró Harry. Draco miró aquellos ojos verdes que lo tenían loco. No había vuelta atrás, estaba irremediablemente enamorado.

-Yo también te amo- estrechó el abrazo y ambos muchachos cayeron en los brazos de Morfeo.



 

Se levantó cuando los rayos del sol toparon su rostro. Frotó sus ojos suavemente en busca de su acompañante. No estaba. Justo cuando se levantaba de la cama para bajar a buscarlo vio una pequeña nota a su lado.

 

Saldré a comprar algo de comida

Te amo

Att: DM

 

Una sonrisa adornó su rostro, el cual se cubrió de un enorme sonrojo al acordarse de lo ocurrido la noche anterior. ¡Habían hecho el amor! Harry estaba muy feliz, se sentía maravilloso, totalmente enamorado.

Hacía algo de calor, así que decidió darse un baño. El agua estaba fría. Como nadie vivía en aquella casa, las cosas no funcionaban del todo. Compraría nuevas cosas y acomodaría todo. Ya era tiempo de que buscara algún lugar para él. No podía ir a Grimmauld Place, ya que hay vivía su padrino con Remus. No quería meterse en su vida de pareja, habían estado demasiado tiempo alejados. No, el viviría allí. Esa era su casa, herencia de familia. Contrario a lo que pensaba el resto, él no quería reconstruir la casa donde murieron sus padres. Sería como revivir su historia y no lo quería.

Sintió la puerta abrirse y asomó su cabeza por la puerta de la ducha. Sorpresivamente recibió un beso.

Draco olía tan bien... Espera, ¿cómo olía tan bien si no tenían ni ropa limpia?

-Salí a comprar comida, te traje ropa para que puedas cambiarte. Ah se me olvidó, también compré algunas cosas adicionales, cosas básicas, aquí no hay nada-

Harry terminó de bañarse y procedió a vestirse. Draco le había comprado unos jeans negros y una camisa manga larga verde, ¡compró hasta bóxers! Terminó de acomodarse y salió. No vio a Draco por ninguna parte, desvió su mirada cuando escuchó el canto del Fénix y el siseo enojado de Thrysther.

Draco estaba en el pequeño balcón de la habitación. Una mesa llena de deliciosa comida lo acompañaba. Fruta, pancakes y zumo de calabaza. Se sentó frente a él. La escena era encantadora. Draco vestía unos pantalones de tela negros junto a una camisa gris que resaltaba su mirada.

Trataba en vano de que la serpiente dirigiera su atención a las salchichas que había puesto en la silla donde estaba acomodada.

-la pareja del amo es una malagradecida- siseó enojada.

-¿Qué ocurrió, Thrysther, porqué estas enojada?-

-traje un delicioso conejo para el amo, por haber copulado finalmente con su pareja, pero este la rechazó desapareciéndola- Harry se sonrojó, ¿cómo rayos Thrysther supo lo que ocurrió anoche?

-tranquila Thrysther, Draco solo la envió al refrigerador. Es un aparato donde se guardan los alimentos para que se mantengan frescos. Seguro hará una exquisita comida con el conejo mas tarde. Prometo hablar con él para que no vuelva a hacerlo sin tu consentimiento- la serpiente quedo conforme y al fin se dispuso a comer las salchichas ofrecidas por Draco.

-bueno parece que te salve el pellejo, a cambio tendrás que cocinar conejo esta noche- Harry comenzó a comer, tenía demasiada hambre.

-fue mi error, no debí desaparecer el hermoso conejo muerto, lleno de sangre de la blanca alfombra de la habitación- Harry rió con ganas, está bien, aquellas eran buenas razones para desaparecerlo.

Draco vio embelesado el sonriente rostro de Harry. Se levanto abruptamente y le planto un beso pasional. Harry solo se sonrojo y siguió comiendo.

-Debemos regresar a Hogwarts. Son cerca de las 10 de la mañana. Seguro a mi padrino tienen que estar llevándose los demonios por habernos desaparecido sin decir dónde. Es más, no dudo que nos ponga un hechizo rastreador permanente a cada uno-

-Sí, es verdad. Sirius debe estar enojado por no explicarle nada- aclaró Harry, sin mencionar a Hermione y Remus.

-además debes explicarle lo que sea posible sobre lo descubierto y la charla que tuviste con Gryffindor- aún ellos dos no habían hablado del tema, pero seguro Harry le contaría todo mas tarde.

-Sí, hay mucho que explicar, pero antes tenemos que hacer un viaje adicional. Necesito un libro que se encuentra en la biblioteca de Salazar, así que debemos ir a la mansión Malfoy- parecía un día ocupado para Harry.

-está bien, iremos. Pero antes acomodaremos las cosas que compré-

-ah, sobre eso. He decidido venir a vivir aquí apenas pueda, por lo que me gustaría que me acompañaras a comprar todo lo que haga falta- Harry ya se estaba emocionando aunque aquellos eran más ilusiones que planes.

Terminaron de comer y regresaron a la habitación a acomodar las cosas. Resulta que Draco había comprado un montón de cosas. Cubrecamas, sábanas y toallas, pijamas, tres mudas completas de ropa e implementos de aseo personal. Además de comida, platos y trastes básicos para la cocina. Eran demasiadas cosas. Una hora después salieron, con Thrysther e Hillyan rumbo a la mansión Malfoy.

 

Hillyan los apareció cerca de los terrenos de la mansión debido a las protecciones. Harry curioseaba el gran jardín de flores que había en la casa mientras Draco buscaba en su habitación unas ''pocas cosas'' que necesitaba. Minutos después mareado por el olor de las flores decidió subir a la alcoba del rubio. Iba para el segundo piso cuando encontró a Draco.

-¿ya te aburriste o me extrañaste tanto que no aguantabas estar tanto tiempo sin verme?- preguntó Draco con su sonrisa de medio lado.

Harry solo se sonrojó y le dio un pequeño golpe al hombro del rubio. Se dio vuelta con intensiones de ir a la biblioteca y recoger el libro. No debían perder más tiempo si no querían que Snape pusiera una barrera para tener cautivo al moreno. Justo cuando abría la puerta de la biblioteca vio la habitación de enfrente. Era el salón musical.

Desvió su camino y entró seguido de Draco.

-bien, no he practicado en unos días, así que estaría bien tocar algo. ¿Quieres escuchar algo en especial?- preguntó Draco acomodándose en el banco al lado de Harry.

Draco se decidió a tocar la primera pieza musical que le enseño su padre. Su magia danzaba envolviendo todo mientras Harry miraba embelesado cuan hermoso se veía el otro.

Tan concentrados estaban en aquella actividad que no sintieron la fluctuación de magia sobre las barreras de la casa. Dos personas ingresaron en ella y los chicos ni se inmutaron. Thrysther se irguió a espaldas de su amo. El olor que emitían aquellas personas no era conocido y se enfrentaría a cualquiera que quisiera hacerle daño.

-Alguien entró en la casa, mi amo, dos humanos no reconocidos por mí- siseó en advertencia.

Harry se paró de repente, esperando a quien sea que haya llegado. Las protecciones eran fuertes, así que solo significaba que era algún conocido de Draco. Grande fue su asombro cuando vio entrar por la puerta a aquellas personas.

-¿pero que hacen aquí?- ambos chicos estaban en shock.


Notas finales:

en el siguiente capitulo, una visita inesperada...

¿quienes seran los que encontraron a Harry y Draco?

jojojo que malota me siento!

no se olviden de dejar lindos reviews!

saluditos!


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