¡Godric de nuevo se paseaba descaradamente con Griselda frente a todo el mundo! El no la conoce realmente. Ella es una manipuladora de clase. La pureza de su sangre es digna de admirar, no lo dudo, pero es más falsa que la misma Helga Hufflepuff pretendiendo ser yo. Pero no en vano soy el rey de las serpientes, le quitare la máscara a esa maldita y sabrá lo que es meterse con lo que es mío…
-¿lo que es mío?-
-¿lo que es suyo?-
Yo le dije que no era de fiar, pero él, tan cabezota como es, lo único que hizo fue gritarme que dejara mis malditos celos. ¿Celos yo? Ni pensarlo. El plan resultó un éxito, la muy maldita no pudo resistir la tentación de estar conmigo a solas. Reconozco que no fue fácil llevar a Godric a la misma habitación, pero cuando se dio cuenta de la realidad supe que había hecho lo correcto. El está muy apenado por lo que pasó, especialmente por no haberme hecho caso, pero él es así. Definitivamente no se qué haría él sin mi…
Harry frunció el ceño, ¿era idea suya o Salazar sentía algo más que amistad hacia Gryffindor?
Definitivamente tenía que seguir leyendo.
-Draco, hagamos algo divertido. Ya estoy arto de leer este diario. Admito que las cosas se están poniendo interesantes, pero ya no quiero leer mas- soltó el pequeño mago quejumbroso.
Harry estaba acostado con la cabeza en el regazo de Draco. Habían salido a tomar el sol y ahora se encontraban bajo el gran roble cerca del lago. Ninguno de sus amigos había pasado por su habitación, así que aprovecharon para escaparse unos minutos. El moreno se aburría con facilidad, así que Draco tenía que ingeniárselas para que el otro no se moviera del sitio en donde estaban pasada la media hora.
-Harry te recuerdo probablemente esta noche Severus pase por la enfermería para que le cuentes lo que dice el diario, así que te recomiendo que continúes con la lectura- comentó el rubio.
-¡que aguafiestas que eres! Pero no quiero ver a Severus enojado- tomó el libro olvidado a su costado y continuó.
-Draco, ¿Qué es la ceremonia de ascenso? Es algún ritual para lo sangrepura supongo-
Más no respondió. Harry alzó la cabeza intrigado y se sorprendió de lo que encontró. Draco estaba dormido. Parecía un ángel con los rayos del sol reflejados en cabello, la piel blanca destacaba sobre la ropa gris oscura. Harry se acercó hipnotizado. Ese olor era lavanda, algo dulce, mezclada con menta, una combinación extraña, pero realmente tentadora. Como buen enemigo que había sido, él sabía cosas sobre Draco. Apenas en primer año Harry podía reconocer cuando Draco Malfoy se acercaba debido al olor de su perfume.
Más cerca, quería estar más cerca de esos labios color fresa que veía. Se movió lentamente, casi por impulso. No pensaba realmente en lo que estaba haciendo, aun así no paró. Un beso, un simple beso, eso sería, sólo quería saber si esos labios sabían a fresa. Su respiración se aceleró un poco, ya no había vuelta atrás, cerró los ojos y se dejó llevar.
-Harry, amo, le traje un obsequio- un siseo alegre lo sobresaltó. Thrysther, quien estaba de cacería, ahora se acercaba a ellos.
Se alejó lo más rápido que pudo cuando la avistó en el césped. ¡Casi lo ve! La serpiente se deslizó hasta él y sin ceremonia alguna regurgito un ratón muerto de su boca.
-aahhh que asco- soltó Harry. Su voz logró despertar a Draco, quien con cara de pocos amigos, desapareció el ratón con pase de su varita.
-ehhh muchas gracias Thrysther, no debiste haberte molestado. Me gustó mucho el obsequio, pero te pido que no pienses en mí, tú debes alimentarte bien y sería una molestia si me la das en vez de comerla tu. Además tendría que compartir la presa con Draco y no sería justo para mí- Harry no quería que la serpiente se ofendiera por la acción de Draco y no le gustaba para nada andar recibiendo ratones muertos como obsequios.
-es verdad, el acompañante de mi amo debe ser el encargado de alimentarlo. Si yo lo hago, solo traeré problemas.- respondió la serpiente.
-gracias por la preocupación igualmente- Harry le acarició suavemente la cabeza. Thrys no se alejaba de él para nada, su guardiana leal.
-Harry será mejor que regresemos, pronto atardecerá y no sabemos a qué hora regresen los otros- Draco se levantó del césped y tendió su mano. Vio sorprendido y algo confuso cuando Harry se sonrojaba, aunque no sabía la razón.
Ambos magos caminaban por los jardines de Hogwarts rumbo a su habitación, seguidos por una serpiente blanca.
-y así es como se hace- dijo Harry emocionado.
Un pequeño rubio ahora intentaba pararse de manos fallando torpemente. Otra vez el mismo sueño. Su niño, apenas llegó le saltó encima en un abrazo muy apretado. Harry lo alzó y le dio vueltas. El era pequeño, sí, pero el niño apenas y tenía siete años por lo que no pesaba demasiado. Estaban en el verde prado, jugando alegremente. Harry le había contado un par de cuentos que recordaba de su tía.
Ahora Harry le enseñaba como caminar de cabeza. Había intentado de nuevo, preguntándole al niño cosas como su nombre o el de sus padres, pero este no soltaba prenda. Cambiaba de tema o solo divagaba al respecto. Harry le había contado sobre Thrysther a lo que el niño reaccionó emocionado. El también quería una serpiente.
-Harry, ¿la magia tiene vida?- preguntó el pequeño.
-mmmm buena pregunta, una vez el director Dumbledore me dijo que la magia tenia vida propia, que era la vida. Es la magia la que envuelve al mundo, es el mundo en sí- respondió Harry.
-entonces, ¿la magia puede ser mala?-
Harry quedó helado, no sabía cómo responder.
-si la magia es vida no es mala, mala es la persona que la utiliza para hacer daño. Tristemente el deseo de poder lleva a las personas a hacer cosas que no son de ayuda. Pero no significa que sea mala, ni que cause ningún daño al resto.
-pero hay una magia mala que me quiere lastimar, y también te esta lastimando a ti Harry, yo te puedo ayudar a solucionarlo Harry, solo tienes que dejar que te ayude. Ya no queda mucho tiempo, el mundo en el que vives se destruirá. Solo tienes que dejar que te ayude-
Harry estaba realmente confundido. ¿De qué hablaba el pequeño? ¿Tenía algo que ver con lo que estaba pasando en el mundo mágico? Se acercó lentamente al niño pues habían quedado alejados después de estar corriendo.
-Ya no queda mucho tiempo, Harry, tienes que ayudarme- susurró el pequeño.
Harry trataba de acercarse a él, pero la distancia era cada vez más larga. Nubes oscuras se apoderaron del cielo y se asustó. La neblina aparecería muy pronto. Comenzó a correr llamando al pequeño, pero por más que quería no se acercaba. Una ráfaga de viento muy fuerte lo tumbó. Rápidamente se paró solo para ver cómo la oscura neblina envolvía a su niño.
-Harry, date prisa, tienes que ayudarme- gritó el pequeño.
-Déjalo, no lo alejes de mí- gritaba con todas sus fuerzas. Un miedo irracional se ubicó en su pecho. El sabía que algo estaba mal, más bien lo sentía.
-no lo separes de mí, no te lo lleves-
Draco se removió inquieto. Miedo, eso sentía, aunque no sabía por qué, desesperación y frustración. Se sobresaltó al sentir la magia de Harry rodeando la habitación. Se acercó lentamente a la cama del moreno y lo meció suavemente. Este episodio era diferente. Por algún motivo el miedo apresaba el lugar. Las veces anteriores nunca sintió nada, solo la magia salir y salir del cuerpo del pequeño. Ahora era diferente. El control que Harry había aprendido ayudaba a que la habitación no explotara, pero el sentimiento no ayudaba. Era peor que las otras veces. El moreno estaba realmente asustado.
-Harry, levántate, es solo un sueño- susurraba Draco.
Los niveles de magia eran bajos, ahí estaban, sí, pero bajos. Si la magia se seguía liberando las barreras protectoras caerían, lo que alertaría a todos.
De repente el moreno comenzó a llorar y Draco se asustó. Nunca había visto a Harry llorar.
-Harry levántate por favor- rogó.
-no lo separes de mí, no te lo lleves- escuchó la voz llorosa.
Harry se levantó temblando aún con el sueño muy vivo. Busco a tientas algo de lo que aferrarse encontrando el pecho de Draco el camino.
Draco lo abrazó fuertemente acariciando sus rebeldes cabellos.
-tranquilo Harry fue solo un sueño-
Por el momento no iba a preguntar nada y continuó junto a él. No se explicaba el por qué del llanto, pero Harry se veía realmente afectado. Siguió confortándolo hasta que sintió su respiración ralentizarse. Lo acostó en la cama y justo cuando iba a irse una mano lo detuvo.
-no me dejes- susurró.
Draco se sorprendió, más aún cuando este le hizo espacio en su cama. Se acostó de lado, frente a frente con Harry. El moreno se acurrucó pegado a su pecho y Draco pasó su brazo apresando la cintura del pequeño que con un suspiro se durmió. Draco contempló su rostro, aún había rastro de lágrimas que limpió con delicadeza. Definitivamente no le gustaba para nada verlo llorar y con un suspiro finalmente se durmió.
Se levantó recordando lo vivido. Eran cerca de las 8. Harry seguía abrazado a él. Lo contempló, se veía tan frágil, pero él sabía que no era así. Su carácter fuerte y su personalidad avasalladora eran admirables.
Harry abrió los ojos lentamente sintiendo una calidez inusual. Un rubor subió a sus mejillas al ver el rostro de Draco tan cerca, pero no hizo nada para apartarse.
-Buenos días- saludó Draco.
-Buenos días- respondió Harry -perdón por lo de ayer, reaccioné mal-
Draco frunció el ceño preocupado.
-¿qué sucedió Harry? ¿Por qué reaccionaste así?- quiso saber.
Harry escondió su rostro en el pecho de Draco. Se sentía avergonzado de haber llorado por un sueño, pero su niño se había vuelto parte de su vida, aun si no era real.
Procedió a contarle a Draco el sueño.
-me siento avergonzado de haber reaccionado así- dijo finalmente mirando aquellos ojos grises.
-Harry tenemos que ver tus sueños en el pensadero. Seguro que encontraremos algún detalle que nos ayude. Lo vengo pensando desde el día que me contaste y no creo que sea solo un simple sueño.-
Harry lo miró confundido
-se supone que un sueño es pasajero, no debería recordarse ni repetirse reiteradamente. No te estoy diciendo que sean premoniciones, pero la magia actúa extrañamente. No es algo tan simple, no se mucho sobre el tema, pero podemos preguntarle a Severus-
Harry abrió los ojos sorprendido.
-no, no, no-
-Harry en el mundo mágico es común tener ese tipo de sueños. Las criaturas mágicas sueñan con el rostro de sus parejas antes de encontrarlas y los niños sueñan con objetos importantes que deben recibir si son herederos. No pienses que estás loco-
Lo último lo dijo suavemente, con palabras confiadas, y Harry sintió seguridad ante esto.
En ningún momento se separaron. Mantuvieron el abrazo, la calidez era indescriptible. La relación de ellos iba cambiando, avanzando, lento pero seguro.
Aún era temprano y estaban confiados que nadie llegaría. La noche no fue tranquila por lo que el sueño volvió a ellos.
Un grupo de magos entró a la enfermería. La noche anterior no pudieron visitar a su amigo por un problema presentado en el ministerio, pero ese día estaba libre.
Resultaba raro que no encontraran a los chicos en el lugar. Harry se había vuelto más reservado con respecto a su habitación. Pasaban el día fuera en la enfermería y ni sus mejores amigos habían entrado. Sirius contó que modificó la habitación como regalo y que Harry quedó encantado. Ron y Hermione no estaban del todo complacidos al no poder ingresar, pero habían aprendido a respetar la privacidad de su amigo. Estaban ya todos acomodados alrededor de una cama esperando a los dos magos que no salían. Severus comenzó a despotricar sobre la vagancia de los chicos cuando Remus se acercó a tocar la puerta.
-Harry, Draco, estamos esperándolos-
Se escuchó un jaleo, al parecer los chicos aún dormían, hecho extraño ya que Draco era muy puntual.
Minutos después salían por la puerta dos chicos en pijamas caminando como zombis somnolientos. Se sentaron en la cama bajo miradas inquisitivas.
-se puede saber qué hacen aun durmiendo, sabían que íbamos a venir- encaró Severus.
-tuvimos una mala noche- respondió Harry.
-¿mala noche? Harry no tuviste problemas con el desequilibrio de tu magia ¿verdad? Debiste avisarnos.- dijo Remus preocupado.
-no fue nada de eso. Estuvimos jugando con Thryster por eso nos acostamos tarde. La dichosa serpiente parece una cría. No quería dormirse y por lo tanto no nos dejaba a nosotros- mintió Draco.
Hermione lo miró inquisitivamente pero no agregó nada.
-entonces que hacen aquí, se supone que ayer nos reuniríamos- dijo Harry tratando de cambiar de tema.
Los magos se miraron entre si y a los dos chicos les pareció sospechoso.
-las cosas se han puesto peligrosas- dijo Sirius -ayer la red flu se volvió loca. Todas las chimeneas comenzaron a fallar mandando a los magos por diferentes direcciones. Las personas llegaban a otras casas, otras ciudades y hubo un grupo que aterrizó en casas de muggles. Todo el ministerio procedió a controlar cada chimenea de uso público y tuvimos que comunicarles a la población que cerraran las vías todo el día. Kingsley no estaba conforme, la gente aún siente inseguridad por la guerra y el miedo comienza a esparcirse.-
Preocupación, eso había en los ojos de todos. Snape cambió el rumbo de la conversación.
-entonces señor Potter, qué dice el diario que encontró- preguntó Snape.
-bueno, no he leído mucho, pero debo decirle que el libro en sí es un diario. Tiene escrito cosas comunes de Salazar. Travesuras, peleas, simples acontecimientos de un chico de 17 años. No hay nada que pueda resaltar aún, sin embargo, hay algo que realmente es rescatable. Sonara extraño pero a Salazar le gustaba Gryffindor.-
-Harry, debes estar en un error. Cada uno de los magos fundadores de las casa se casó y tuvo descendientes- señalo Hermione.
-lo sé Hermione, pero eso no significa que no se pudieran enamorar. Por lo que he leído Salazar aún no quiere aceptar sus sentimientos, pero es celoso y posesivo. Eso no puede ser solo una simple amistad.- argumentó el ojiverde -lo malo es que es algo complicado, utiliza palabras que no entiendo. Draco me ha estado ayudando, el problema es que no se diferenciar cuando hablo en ingles y cuando en parsel, por lo que preguntar es realmente difícil.-
-Por otra parte, solo estamos viendo el punto de vista de Salazar y no el de Gryffindor. Se supone que la profecía dice que es el legado de ellos.-
-bueno, tal vez ese problema se pueda resolver. Cuando fuimos a la mansión Potter encontramos un pasadizo idéntico al de mi casa, sería conveniente ver que hay dentro- añadió Draco.
-la verdad no creo que encontremos algo realmente importante, o al menos que nos ayude con ese problema- acotó Snape -la mayor parte de las casas de familias sangre puras tienen pasadizos secretos. Draco, tu propia casa tiene uno diferente al que encontramos-
-pero no perdemos nada buscando allí- presionó el rubio. Por alguna razón sentía que debían ir a ese lugar.
-está bien, hoy tenemos el día libre, así que no perdemos nada intentando- medio Remus. Snape torció el rostro. Estaba claro que no quería ir a ese lugar, pero terminó aceptando.
-iremos, pero todos tienen 15 minutos para prepararse, y no acepto excusas- dijo finalmente mientras salía de la enfermería.
Draco y Harry volaron a su habitación para arreglarse. Severus era serio y si no estaban listos en el tiempo estipulado lo iban a pasar muy mal.