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En mi cielo por sharedey

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Notas del fanfic:

Es miprimer fanfic, asi que por favor no sean duras con migo.

  Esta dedicado a tod@s ustedes por darle una oportunidad

Notas del capitulo:

  Los personajes son de las clamp, y la historia esta inspirada en la pelicula desde mi cielo y la canción de mago de oz con el mismo título  ^^

   En los primeros capitulos la historia la narra fye

¿Qué es la vida?

En el mundo existen grandes misterios, que por más que queramos somos incapaces de descubrirlos todos. Uno de esos misterios es la vida la cual está ligada al destino.

 

En la mesa de noche de mi madre, había una caja musical con una melodía bastante triste. Cada noche yo solía ir al cuarto de mis padres, tan solo para darle cuerda y ver a la pareja de cisnes que ahí danzaban; solía preguntarme ¿Cómo en un ambiente tan melancólico, podían verse tan felices juntos? Y entonces un día vino mamá y sin querer hiso caer a uno de los cisnes y lo rompió. Recuerdo que llore aquel día, pensando en aquella pareja que no volvería a danzar jamás junta  y pensando en lo solo que debía sentirse ahora el cisne; mi padre vino y me consoló…

 — No llores— sostuvo al cisne roto— apuesto a que él se siente feliz, ya que tuvo la oportunidad de conocerle.

— ¿Y no es el hecho de haberle conocido, el que lo hace triste ahora?-le pregunte

— no. Cuando uno ama a alguien por más dura que sea la situación jamás se arrepiente de conocer y amar a ese ser, y en esta situación, cuando es la muerte la que separa a la pareja, uno debe ser fuerte por el amor a ese ser ya que el día en que toque partir  a la otra parte volverán a estar juntos  y estarán en un mundo perfecto— mi padre parcia seguro de lo que decía e imaginar un mundo perfecto en ese momento me saco una sonrisa.

 

  Mi nombre es fye y  mi vida fue segada un 5 de diciembre cuando cumpliría 14 años. Si escuchas en el noticiero o lees en algún diario de gente que es acecinada, de niños raptados o personas desaparecidas, no cometas el error de pensar que eso es algo que solo le pasa a otros.

 Solía ser un joven como cualquier otro, mi máxima preocupación era no reprobar alguna materia; era un experto en química, también un gran cocinero; mi hermano yuui solía envidiar mi arte en la cocina ya que su sueño es convertirse en un gran chef. Amaba dibujar y también la literatura.

 

  Una vez en la escuela se nos había pedido componer una poesía y yo compuse una que hablaba de un árbol que por ser viejo, todos lo habían olvidado, el profesor me aplaudió y me puso la mejor calificación; eso logró aumentar la ira de un compañero que me odiaba tan solo por mi orientación sexual, y me espero con un grupo de amigos al salir de la escuela. Quisieron golpearme todos a la vez, pero un amigo de infancia me defendió. Era curioso siempre estaba cuando lo necesitaba; su nombre: kurogane, él me gustaba y yo sabía que le gustaba también.

  Habíamos pasado la infancia juntos ya que nuestros padres eran amigos de toda la vida; solía molestarle nombrándole de distintas maneras haciendo que se enfadara y me persiguiera con la intención de golpearme, aunque nunca lo hacía.

 

  Mi maestro fujitaca kinomoto estaba en mi funeral, de hecho toda la escuela estuvo ahí, aún cuando yo no recuerde que fuera tan popular, y lloró bastante ya que había perdido una hija un año atrás de similar manera, nunca encontraron su cuerpo.

 Mi asesino era alguien conocido por mis familiares, vive solo y no tiene hijos; según me contó mamá, solo había una mujer al que él había amado, pero nunca contaba que había pasado con ella.

 Aquel hombre destruyo mi vida, el día que se suponía sería el más feliz, el lo convirtió en el peor…

 — ¡tú me gustas!— dijo de pronto kurogane mientras recogíamos los balones de voleibol de la clase de deportes, nos había tocado ser los encargados ese día— y se que te gusto también— continuó— pero necesitó oír de tus labios lo que sientes por mi

 —yo también sabía que te gustaba kurorin— le dije molestándolo como siempre. Si hubiera sabido lo que me ocurriría al día siguiente, le habría gritado que lo amaba; pero el error que cometemos las personas es creer que siempre habrá más tiempo— te lo diré, pero será mañana, cuando cumpla 14 años; mis padres nos están organizando una fiesta a mi hermano y a mi, cuando termine la fiesta, te contare mis sentimientos— afirmé seguro. Ahora pienso que lo mejor hubiera sido decírselo ahí mismo, tal vez así el dolor hubiera sido menos después.

  Esa mañana yuui tenía fiebre, mi hermano siempre había sido muy enfermizo; mis padres solían cuidarlo demasiado, ya que temían que en cualquier momento fuera a partir. Lo cuidaban tanto, que incluso a veces llegaba a pensar que se olvidaban de mí.

  Faltaban 20 días para la navidad, y en la escuela este año queríamos hacer algo diferente; así que organizamos un desfile. Teníamos que disfrazarnos de papanueles, renos y duendes; nuestra misión sembrar el espíritu navideño. Me moría de ganas de ver a kurogane vestido de reno, hubiera estado tan lindo. No habría actividad escolar, así que mamá decidió que yuui no fuera a la escuela ese día, por lo que tuve que irme yo solo.

 Caminaba en dirección a la escuela, las calles se veían algo desoladas, seguramente por el frio. Yo llevaba puesto un suéter de hilo con  cuello alto negro, una chamarra blanca y pantalones blancos también.

  En aquel lugar en donde vivía, no habían muchas casas solo unas cuantas rodeadas de algunos árboles, a una cuadra se podía ver un terreno bastante amplio y vacío, con unos cuantos árboles viejos y paja seca regada por el suelo, y aún mas allá, ya no se veían mas que árboles. Era un lugar bastante tranquilo, pero no quedaba muy lejos de la avenida principal y la escuela.

 Seguí mi curso; por alguna razón no me sentía cómodo, era algo extraño, llevaba siguiendo la misma trayectoria cada mañana y esta era la primera vez que se sentía un aire tan pesado. Pensaba en las palabras que le diría a kurogane, había esperado ese día prácticamente desde que lo conocí y quería que fuera especial; no había podido dormir pensando en eso. Realmente estaba muy feliz…

  Entre tanto pensar y observar a mí alrededor pude divisar la silueta de un hombre conocido. Era mi vecino ¿Qué haría ahí a esa hora? obviamente no le iba a preguntar, tan solo decidí seguir mi camino, pero la voz de aquel hombre detuvo mi andar.

  — Si bien recuerdo las clases son a las 8.30 ¿qué haces yendo tan temprano?— preguntó de pronto la voz ronca de aquel personaje obscuro, al que los niños solían llamar brujo, por la gabardina negra que siempre usaba. Era un tipo extraño, recuerdo que una vez cuando regresaba a casa con kurogane…

  Ese día estaba lloviendo, yo había llevado paraguas para los dos ya que sabía que kurogane nunca veía el noticiero y menos el pronóstico del tiempo, es alguien reservado, no le gusta lo moderno, es alguien más bien hecho a la antigua. Le gusta todo lo que se relacione con la fuerza física, de hecho es el aprendiz numero uno de un dojo; solía ganarle en todas las materias pero en educación física el no tenia igual.

  Corría en dirección a mí, llevaba tan solo una camisa blanca con líneas azul marino que hacían  juego con su pantalón, se cubría la cabeza con las manos tratando de protegerse de la lluvia

 

  — ¿esperaste mucho tiempo?— me preguntó

  — tan solo un poco— le dije

  — se me hizo tarde con el entrenamiento y esta lluvia tan repentina no me ayudo en nada— se quejaba en un tono algo molesto

 — el pronóstico del tiempo dijo que se esperaban lluvias para hoy por la tarde kurorin— le respondí en un tono burlón

  — ¡y quien cree en esa tonterías si casi nunca aciertan!— lo decía en ese tono molesto que lo caracterizaba, ese que a pesar de gritarte no te infundía miedo, o al menos a mí no—  pero no sé ni por qué me apure si de todos modos tenemos que esperar a que pase la lluvia

  — por eso no hay problema yo si traje paraguas; sabía que kurotan es un despistado—  le piqué el pecho con el paraguas y le sonreí al tiempo en el que le hablaba 

  — ¡¿cómo qué despistado?!  ¡y ya te dije que no me llames con esos motes estúpidos!— otra vez ese tono que hacía que en lugar de intimidarme sonriera más

 

  El trayecto era agradable como siempre, me la pasaba molestándolo con cosas que aparentemente no le gustaban, aunque yo sabía que en realidad si, si se las asía yo.  Entre tanta platica, juguetería y risa incluso habíamos olvidado que estaba lloviendo y que llevábamos paraguas, ya que los dos estábamos completamente empapados…

  — no sé ni por qué me moleste en traer paraguas, si de todos modos no sirvió de nada— me queje mientras exprimía mis mangas

  — pues si no estuvieras empeñado en hacer crecer mi vesícula ahora estaríamos secos— correspondía él a mi queja, mientras algo inusual llamaba su atención.

  Era mi vecino, que se encontraba lavando su auto en plena lluvia; se había quedado mirándonos por un momento y yo sabía que eso había molestado a kurogane…

 — es el señor  wong— le dije sacándolo de sus cavilaciones

— mendigo tacaño, aprovecha el agua de la lluvia para lavar su auto y no tener un cargo extra en su factura.

 — no le digas así, te va a oír— lo último se lo dije en voz baja

 — no me agrada ese viejo…— kurogane puso una cara de seriedad, como si presintiera algo y cuando menos lo esperaba soltó— nunca te acerques a él y menos si estas solo— abrí mis ojos de la impresión, ¿por qué me había dicho aquello?

 La verdad él siempre había sido muy perspicaz, el me lo advirtió y sin querer no le hice caso, estaba ahí frente aquel hombre

— no es tan temprano ¿o sí?— estaba tan distraído por la confesión de kurogane, que la ansiedad había hecho que ni siquiera mirara el reloj antes de salir

 — son las 7: 00 ¿qué harás desde esta hora? Falta más  de una hora para qué inicien tus actividades

 — ¿de verdad? No me había dado cuenta— le sonreí tratando de ser amable

 — tal vez es el destino el que quiso que nos encontremos hoy. Nunca hemos hablado ¿o sí?

 

 Era verdad, hasta ese momento solo lo había saludado una que otra vez cuando venía a casa; nunca había tenido una conversación con él

 — tal vez… ¿usted cree en el destino?— le pregunte sin siquiera saber por que

 — no— me respondió en un tono seco, para después continuar— el destino puede ser manipulado y moldeado a conveniencia de uno mismo; pero esta vez sí creo que fue el destino el que te trajo aquí

 —¿por qué cree eso?...

 — ¿te gustaría ver un proyecto en el qué estoy trabajando?- me pregunto sin responder a mi pregunta

 — ¿de qué se trata?— le seguí el juego

 — es algo mágico, ahora que tienes tiempo, podrías acompañarme

 

  En ese momento, el viento comenzó a soplar cómo advirtiéndome de algo malo, si hubiera entendido el mensaje no habría ido; pero el mal tiene fuerzas magnéticas que te atraen, y nadie está a salvo de ser víctima de una desgracia.

 

 

 

 

Notas finales:

 Bueno hasta aqui, la verdad el capítulo era mas largo pero senti que ya escribi mucho y lo deje ahí, cualquier duda o queja me lo pueden haser saber mediante un review. HASTA PRONTO ^_^.


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