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Cuando me miras por Yais

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Notas del fanfic:

Antes lo había dicho, tenía muchas ganas de escribir un fic basado en el universo de Naruto SD. Así que ahora, aprovechando que Adid me convocó a participar en la semana Gaara&Lee, lo hice =3.

Espero les guste y no sea una cosa bastante extraña XD porque aquí purgué todas mis frustaciones ;D.

CUANDO ME MIRAS

Por: Yais

 

–Muy bien, éste es el plan – Lee se hincó con una varita en la mano y con ella comenzó a hacer dibujos en la tierra. Neji y Tenten lo acompañaron, ubicándose en cada uno de sus lados.

–Ésta es Sakura san – hizo una caricatura de ojos grandes y cabello brillante de la mencionada con corazones rodeándola. –Va a estar a las 12:00 horas justo aquí, en la entrada a la florería de los Yamanaka – dibujó pequeñas flores que acompañaban los corazones.

–Este soy yo – trazó una boceto estilo shoujo de sí mismo y mientras lo hacía escuchó a Tenten resoplar –voy a acercarme a Sakura san así – comenzó a hacer una versión animada de ellos – “Hola Sakura san”, y ella va a responder “Hola Lee san, te ves tan guapo hoy”, “No tanto como tú, Sakura san”, “¡Oh Lee san, te amo!”, “Sakura san”, “Lee sa

–¡Basta! – Tenten fue incapaz de seguir escuchando la escena de película romántica que Lee imaginaba y lo golpeó en la cabeza con un abanico –¡sabes que eso no va a pasar!

Lee se sobó el golpe, del que salía humillo negro, y después se aclaró la garganta para continuar con su plan –…mientras Sakura san esté distraída, ustedes la van a sorprender y meter en un costal – agregó dibujos de Neji y Tenten atacando al de Sakura –ella creerá que ha sido secuestrada, pero después, cuando descubra que es una sorpresa, estará muy contenta de verme. Aceptará tener una cita conmigo, nos casaremos y seremos muy, muy felices.

–¡Un costal!, estás demente ¿cómo se te ocurre que vamos a hacer eso?, ¿por qué no sigues con las invitaciones normales? – Tenten comenzó a agitar los brazos como si aquello fuese de las peores tonterías que hubiese escuchado decir a Lee.

–No – el chico puso un dedo frente suyo – debe ser así. Sakura san me está evitando.

–¿Y quién no lo haría? después de todo lo que le has hecho.

Lee hizo un gesto de sufrimiento. Aquel era su intento número 8 de proponerle a Sakura una cita en lo que iba de la semana y cada uno de sus planes fue peor que el otro, sin embargo esta vez estaba seguro de que lo lograría.

–No puedo creer que imagines que se va a poner feliz de verte después de que la secuestremos. Pero tomando en cuenta que hemos probado todo lo convencional... espera… ¡no!, igual será un desastre.

–Oye, Lee – Neji los interrumpió con voz y gesto serio.

– ¿Qué ocurre Neji?

–Esto – señaló el dibujo –¿por qué estoy disfrazado de pelota?

–¿De verdad?, eso es lo que te preocupa, los horribles dibujos de Lee – Tenten se jaló las coletas.

–No es una pelota – Lee señaló unos colmillos y hojas que salían de la “pelota” –es una planta carnívora, como las que salen en Mariko Bros. Peter Piraña.

–Y ¿qué es eso? – la castaña se fijó en el dibujo de ella.

–Una abeja. Así Sakura san no los descubrirá.

–A pesar de que estemos en la florería, dudo que no note una planta carnívora y una abeja gigante que la van a secuestrar – comentó la chica con un suspiro.

Lee agitó la mano restándole importancia al comentario de Tenten – ¡yosh, vamos!

 

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–¿Por qué no aparece? – Tenten y Neji estaban escondidos en el almacén lateral a la florería Yamanaka, ambos con sus disfraces respectivos e intercomunicadores amarrados al cuello. – ¿Puedes verla Neji?

–Byakugan – el castaño escaneó las calles y localizó a Sakura. Ella venía sonriendo y acompañada por el Kazekage, Sabaku no Gaara –viene por la derecha.

–¡Perfecto! – Lee, quien estaba detrás de un bote de basura en la acera de enfrente, sonrió porque el plan se ponía en marcha.

–Pero viene con el Kazekage.

–Eso va a ser un problema, no vamos a poder aparecer y simplemente llevarla sin que él haga algo – Tenten suspiró dando por fracasada la misión.

–No – Lee golpeó su palma con un puño – Gaara kun no puede intervenir. Debo tener mi cita con Sakura san.

–¿Qué vamos a hacer?

–Lo voy a distraer. Sigan con el plan.

–Lee… – la chica intentó discutir, pero no tenía sentido. El pelinegro ya se ponía en movimiento y no pensaba escucharla, así que lo dejó. –¿Qué crees que tenga pensado hacer? – preguntó a su otro amigo, pero no obtuvo respuesta –Neji…

–Tenten – el chico tomó del hombro a su compañera para que mirara lo que tenían detrás de ellos y cuando ésta se giró pudo ver que estaban rodeados de plantas, pero que no eran comunes, tenían colmillos y ojos rojos.

–¡Aaaahhh! – ambos lanzaron un grito de terror.

 

(- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -)

 

–¿Qué fue eso? – Sakura detuvo sus pasos justo cuando creyó haber escuchado algo pero no pudo identificarlo. –Am, no importa. Sólo debo recoger parte del encargo y nos pondremos en marcha – dijo a Gaara con una ligera reverencia y fue hacia la florería.

–¡Gaara kun! – tan pronto Sakura desapareció de la vista Lee hizo su aparición – tanto tiempo sin vernos.

El mencionado se sorprendió al ser llamado, pero tan pronto identificó a Lee bajó la guardia –…sólo eres tú.

–“Sólo” – Lee se congeló por tan frío recibimiento. –Gaara kun, ¿Qué haces en Konoha?... ¿Qué haces con Sakura san? – lo último lo susurró invadiendo su espacio personal.

El pelirrojo no se movió ni un milímetro y tampoco contestó.

–¡Tengamos un duelo! – lo retó apuntándolo directamente a la frente, pero como estaba tan cerca alcanzó a tocarlo y la arena lo repelió. –¡ah!, qué… supongo que eso es un no… ¡Vamos Gaara kun! – Lee temía que Sakura apareciera pronto –Entonces, ya sé, juguemos a algo, debes mirar hacia allá –le señaló un punto distante cerca del rostro de los Hokages – y no dejar de hacerlo sin importar lo que escuches – lo giró para que le diera la espalda a la florería y no viera el momento en que sus amigos secuestraban a Sakura.

Gaara se dejó guiar por Lee, pero no lo obedeció porque seguía mirándolo, ahora de lado. Rock hizo una mueca y puso ambas manos en los laterales del rostro del pelirrojo para obligarlo a girarse por completo, aunque eso no evitó que Gaara continuara teniéndolo en su campo de visión, ahora lo mirándolo de reojo.

Lee se estremeció –Gaa…

–¡Aaaahhhh! – de pronto un grito interrumpió la calma de la calle y tirando macetas, escaparates y todo lo que se les pusiera enfrente aparecieron Tenten y Neji. Ambos huían de un grupo de plantas mitad furiosas, mitad enamoradas de Neji. Al parecer se sentían atraídas por el disfraz del castaño y no tomaban muy bien el rechazo de éste.

–¡Lee! – Tenten y Neji fueron corriendo hacia el mencionado, evitando que una sustancia babosa y negro petróleo les cayera encima –¡cuidado!

Gaara usó la arena para evitar la sustancia pegajosa así que ésta sólo fue a parar sobre su acompañante.

–¡Arde!, ¡aah!, ¡arde! – Rock comenzó a correr por todos lados junto con sus dos compañeros.

 

A causa del barullo Ino y Sakura salieron de la tienda –¿Qué es lo que está pasando?

Las plantas no discriminaron entre amigos o enemigos y comenzaron a atacar a todos los que se les cruzaban enfrente, así que los aldeanos corrieron y los ninjas se quedaron atrás para protegerlos.

–Esponja ¿por qué haces esto? – Ino intentó razonar con una de las plantas que, justamente, tenía forma de esponja y absorbía las sustancias que las otras tiraban.

Batallaron con las plantas, intentando no herirlas pues eran “las dulces bebes de Ino”, pero si no podían tocarlas para contenerlas ni lastimarlas, el equipo Gai, Sakura o Ino, quien lloraba porque sus pequeñas la ignoraban; eran incapaces de pararlas.

De pronto, Gaara harto de mirarlos alzó la mano y atrapó a Esponja, la líder y más problemática de todas, entre su arena –Sabaku Kyū – apretó la planta lo suficiente para contenerla sin matarla, pero no consideró que al hacerlo exprimiría todo el jugo acumulado en su cuerpo absorbente y terminaría rociándolos a todos con aquella mezcolanza.

Afortunadamente el líquido negro había perdido toda su fuerza de ataque, así que cuando los roció no sintieron tanto dolor, sólo parecían esculturas de barro.

“Es el momento” pensó Lee al intuir que, como él, todos habían quedado incapacitados para darse cuenta de lo que ocurría alrededor –Neji, Tenten, ahora.

A pesar que el castaño estaba luchando contra el barro que ingresó a sus ojos y que Tenten tenía todas sus armas pegadas al cuerpo así como rollos de invocación arruinados, ambos lo obedecieron. Sacaron el costal e introdujeron a Sakura en él antes de salir corriendo.

Lee fue detrás de ellos.

 

(- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -)

 

El equipo de Gai corrió por la calle principal hasta que llegaron a su habitual campo de entrenamiento.

–No puedo creer que lo hiciéramos – Tenten respiraba con dificultad a causa de la carrera desesperada que hicieron.

Neji dejó el costal a un lado con cuidado. Su carga no se movió mucho durante el trayecto, pero lo mejor era liberarla pronto.

Lee por su parte les hizo señas a sus amigos para que prepararan el escenario mientras él, con un ramo de rosas en la mano (tomado de la florería Yamanaka) se meneaba sobre sus pies, ansioso.

–Listos – Neji elevó un pulgar para hacerle saber a Lee que Tenten y él habían terminado de acomodar la escenografía.

Estaban en pleno verano, pero Lee quería que su declaración fuera bajo una lluvia de pétalos de cerezo, así que sus amigos estaban trepados en una tarima con cubetas llenas de recortes de papel con forma de pétalos rosados para lanzarlos y lograr el efecto.

–Entonces… listo… creo que estoy… listo – Lee inhaló hondo intentando calmarse. No lo logró, pero se controló lo suficiente como para quitar la cuerda que anudaba el costal y liberar a su victima de secuestro. –¡Yo! – Lee se hincó inmediatamente al tiempo que extendía las rosas y cerraba los ojos –¡me gustas mucho y te traje aquí porque quisiera que aceptaras tener una cita conmigo!

Lee se mantuvo en aquella posición unos segundos, esperando expectante por la respuesta de Sakura, pero un grito ahogado por parte de sus amigos y que ambos dejaran caer los pétalos de papel de una sola vez lo obligaron a abrir los ojos. Al hacerlo se dio cuenta por qué sus amigos se habían impresionado.

Frente a él se encontraba Gaara, bajo un monte de pétalos que se pegaban a su cuerpo y arena aún mezclada con la sustancia negra.

Esta vez fue el turno de Lee de lanzar un gritito –¡aaah! ¿Ga-Gaara kun?

El Kazekage no le contestó, sólo se le quedó mirando un largo rato (cosa que puso muy nerviosos a los miembros del equipo 3) hasta que se decidió a estirar la mano. Lee cerró los ojos porque ya sabía que ese era el típico movimiento que hacía Gaara antes de matar a alguien, sin embargo en vez de sentir el letal abrazo de la arena, Gaara le arrebató el ramo y lo miró como si fuera la cosa más curiosa que alguna vez le hubiesen regalado.

 

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–¿Qué pasó con Sakura chan? – Lee daba vueltas de un lado a otro mientras que Gaara, a prudente distancia de ellos, hacía girar la arena en un remolino para que la fuerza centrifuga la limpiara. Así podría volver a moverse con facilidad.

–Nos confundimos – confesó preocupada Tenten –no puedo creer que metiéramos a un costal al Kazekage.

–Yo no puedo creer que no nos matara por eso – dijo Neji poniendo una mano sobre su frente.

–Y eso de que se iba a limpiar primero ¿qué significa?, aceptó las flores – la chica del equipo estaba histérica –¡aceptó tener una cita con Lee!

–¡¿Qué!! – el mencionado, quien había estado preocupado por otros asuntos, apenas reparó en ese detalle y se sonrojó – es… ¡es verdad!, tengo que decirle que nos confundimos.

–¡No! – gritaron Neji y Tenten al mismo tiempo.

–Es que ¿acaso quieres que nos mate? – la kunoichi lo golpeó en la cabeza –quieres decirle que lo secuestramos por error y que la declaración no era para él después de aceptar tener una cita… es, sigo sin creerme esto.

–Pero, ¿qué voy a hacer?, no quiero tener una cita con Gaara kun.

–Pues la tendrás – aparentemente Neji acababa de tener una idea porque un brillo maligno inundó sus ojos –además es sólo un rato –. Tenten lo miró con desconfianza, pero no dijo nada –creo que por el bien de la aldea y la paz debes cumplir con tu palabra y tener una cita con el Kazekage.

A la chica le salió una gota en la frente, se imaginaba que Neji intentaba vengarse por la vez que Lee lo obligó a tener una cita con Orochimaru, pero no pudo evitar estar de acuerdo con él. No podían desairar al Kazekage.

 

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Lee se sentía un poco extraño respecto a pasear con Gaara. En realidad él había planeado una cita perfecta para pasarla con Sakura, así que no creía que las actividades funcionaran igual si se trataba de Gaara. ¿Qué tipo de cosas disfrutaba hacer su amigo?, “Matar gente, declarar la guerra… ¿dirigir su aldea?”

No tenía idea de nada y estaba ligeramente inconforme. Había tardado mucho en elegir los lugares o actividades y si los agotaba con Gaara ¡tendría que volver a planear!, pero no era sólo eso, además, ¡tenía que ahorrar de nuevo!

Suspiró. Aunque, viéndolo por el lado positivo, aprendería más sobre su amigo y eso era bueno.

 

Ahora ambos estaban sentados en una pequeña mesa de la cafetería más ñoña de Konoha. Aquel era el primer lugar de su lista. Tenten y Neji los vigilaban dos mesas a la derecha, disfrazados de una pareja celebrando sus bodas de plata.

En aquel lugar Lee reservó días atrás y también pidió de antemano, así que ahora la mesera, sin solicitarles la orden, les sirvió unos capuchinos con crema y chocolate en forma de corazón junto con un pastel de vainilla con la misma figura. El ambiente se tornó raro cuando la mujer los miró como si jamás hubiese visto a una pareja como ellos.

Tenten y Neji le habían aconsejado a Lee mantener a Gaara feliz, para evitarle problemas a Konoha, así que ahora él estaba nervioso pues apostaría lo que fuera a que su compañero no era fanático de las cosas dulces y corazones. También suponía que percibía el ambiente incómodo. En realidad se veían extraños y faltaba “algo”.

De pronto tuvo una idea para que las cosas dejaran de serlo.

–Eh, Gaara kun… ¿puedo pedirte un favor? – le sonrió y ante el silencio de su acompañante dio por sentada que podía –te puedes poner esto.

Neji y Tenten hicieron un escandalo cuando vieron a Lee tenderle a Gaara un par de moños y un trajecito de lolita color escarlata.

–¡¿Qué es lo que te pasa?! – Tenten estuvo a punto de golpear a Lee pero Neji la detuvo antes de que diera 3 pasos e interrumpiera su cita.

 

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Gaara usando un vestido era una mejora sustancial. De hecho, Lee se sintió en personaje y le fue mucho más fácil continuar con su cita. Gaara hacia de una chica muy linda. Un poco tímida y sería, así que se veía ideal.

Mientras comían Lee comenzó a preguntarle a Gaara cosas cualquiera, sobre sus gustos, así como habló de su entrenamiento y de Gai-sensei, principalmente de Gai-sensei.

–Eh, Gaara chan quédate quieto – Lee interrumpió su discurso justo cuando vio que el pelirrojo había manchado la comisura de su boca con chocolate. Para él fue un movimiento instintivo tomar la servilleta e inclinarse para limpiarlo, pero después de darse cuenta de lo que hizo sonrió a modo de disculpa. Ligeramente sonrojado.

Gaara, por su parte, ladeó la cabeza y jugueteó con sus manos en su regazo.

 

Lo siguiente en su agenda fue ir al mirador en la montaña de los Hokages. Ahí los esperaba un fotógrafo que por más que intentó hacer sonreír a Gaara no lo logró. Como resultado consiguieron un llavero de pareja (esos que se dividen a la mitad y encajan como piezas de rompecabezas) con la foto de ambos.

Aquella imagen podría titularse “polos opuestos” porque Lee tenía una enorme sonrisa y Gaara una raya gris sobre él. Sin embargo, se veían como una par de enamorados. El fotógrafo había logrado que se juntaran lo suficiente como para parecer una pareja de película romántica con final trágico.

–Nos vemos muy bien – Lee miró su parte del llavero a contra luz –¿te gustó?

Gaara, quien estaba absorto mirando el suyo, tardó en reaccionar, pero cuando lo hizo asintió con una pequeña sonrisa que hizo que Lee sintiera un ligero cosquilleó.

–¡Bien!, entonces, lo que sigue también te gustará.

 

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Entre las actividades para cita que había planeado estaban: dar una vuelta por el centro comercial, ver tiendas, jugar arcade e ir al cine. Es por eso que cuando terminaron de hacer todo eso ya era bastante noche. Sus compañeros de equipo los seguían de cerca, aún de incognito, y una vez que superaran el hecho de que Gaara iba vestido de chica y lograron ahuyentar a todo aquel que pudiera reconocerlo así, no tuvieron muchas quejas respecto a la actitud de Lee.

Al parecer, la plática respecto a lo importante de mantener al Kazekage feliz, lo hacía menos torpe que lo usual, así que no había arruinado las cosas como solía hacer (aunque también podría atribuírsele a que Gaara era inusualmente paciente). El único momento donde casi tuvieron que intervenir fue en el arcade pues Lee convirtió un amistoso juego de hockey de mesa en una batalla encarnecida. Afortunadamente, su acompañante era a prueba de proyectiles, así que cuando la ficha fue directa a su rostro no corrió peligro.

–Serías un cátcher estupendo – Lee hizo el ademán de un swing  en alusión al incidente de la ficha y como la arena la había capturado, pero no pudo seguir conversando porque sus amigos le hicieron señas. Así que se disculpó con Gaara y fue hacia ellos. 

 

–¿Qué pasa? – como sus compañeros también habían entrado a la película, Tenten comía de un vaso de palomitas mientras Neji aún estaba traumatizado por la cantidad de sangre/tortura que tuvo que ver en la triller que eligió Lee.

Los boletos también los compró por anticipado y, cuando lo hizo, la intención era ver una película del género para hacerse el fuerte en las escenas donde había violencia y la sangre chorreaba como fuente. Pero resultó que, al ir con Gaara, él fue quien tenía menos estómago y en vez de que el pelirrojo lo abrasase fue a la inversa. Lee se le pegó como lapa y no se calmó hasta que Gaara lo obligó a volver a al asiento con ayuda de su arena.

En aquel momento, si Lee no hubiese estado ligeramente aturdido por el hecho que recién descubría que Gaara tenía un olor bastante agradable, se habría preocupado porque el protagonista de la película y él sufrían del mismo empotramiento, el primero a una silla eléctrica y él a la butaca, o por el festín de violencia sin sentido que duró casi tres horas.

 

–¿No crees que ya es hora de llevarlo a su hotel?

–Pero aún no ha… – de pronto Lee se quedó callado. Entendía que Tenten hubiese llamado su atención porque, al igual que él, ella sabía que lo siguiente en la cita era lo netamente romántico.

En el muelle, a la luz de la luna y con música tenue de fondo, Lee pretendía pedirle a Sakura que aceptara ser su novia con un espectáculo de fuegos artificiales. Así que llevar a Gaara ahí ya no parecía opción. Sin embargo, le llamaba bastante la atención hacerlo. Era un desperdicio no aprovechar la botella de jugo de uva que compró. Quería ir con Gaara.

–¡Neji! – Tenten amonestó al mencionado porque comenzó a girar mareado y con ganas de vomitar –Quieres dejar de hacer eso, la película no fue tan terrible.

–Tú no puedes ver lo que yo – el chico hizo un gesto dramático –…no puedes verlo.

La chica expulsó el aire enfatizando su incredulidad mientras Lee revisaba a Neji, quien se enajenó en una esquina.

–Creo que ya lo perdimos – Tenten se unió a Lee en el examen –lo acompañaré a su casa y tú ve con Gaara san y déjalo con sus hermanos antes de que algo malo pase… y dile que se quite eso antes de que se topen con alguien que lo reconozca – con lo último se refería al vestido.

Lee asintió aunque le restó importancia al asunto. Claro, en el centro comercial no había muchos ninjas rondando, pero una vez que salieran podían toparse con sus amigos. Sin embargo le parecía un crimen privar al mundo de la bonita imagen de Gaara usando moñitos. Además, a nadie le molestaba que a Neji le gustara usar vestido ¿por qué les importaría que Gaara lo hiciera?

–Gaara cha…– en cuanto se giró dispuesto a anunciarle a su cita lo siguiente en la lista, no le agradó lo que vio. Un tipo estaba sentado en la misma banca que Gaara y muy cerca de él.

–Entonces ¿de verdad no tienes un número de teléfono?

–No – el pelirrojo estaba bastante tieso, notablemente incómodo. Pero su acompañante no se había dado cuenta de eso, ni siquiera notaba como la arena se mezclaba con el aire que los rodeaba de manera bastante peligrosa.

Lee sí lo percibió y aunque por un momento quiso que aquel tipo sufriera las consecuencias de abordar a su cita de esa manera, la moral le dictaba que eso estaba mal.

–Gaara chan –repitió y al llegar a su lado se puso entre el mencionado y el hombre aquel para disminuir la tensión. A decir verdad le dio una patada al extraño y lo mandó casi tres metros por el aire. No se sintió mal porque no le pegó tan fuerte y, siendo honestos, le fue muchísimo mejor de lo que puso haber sufrido si el golpe se lo hubiese dado Gaara – vamos.

Cuando salieron del centro comercial no notaron que las calles estaban casi vacías. Gaara se había ido a un lugar feliz y Lee, quien lo tenía agarrado de la mano, estaba en un dilema existencial sobre llevar o no al Kazekage de vuelta a su hotel.

Aunque la indecisión se esfumó justo cuando escuchó preguntar a su acompañante a dónde se dirigían. Lee supo que no quería separarse de él aún y que a pesar de que la escena en el lago era lo más romántico que pretendía hacer en su cita con Sakura no le molestaba la idea de ir con Gaara.

–Al lago – respondió y lo llevó consigo dando saltitos de felicidad.

 

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Se sentaron en el muelle sin mediar palabra y Lee, quien había estado experimentado sentimientos encontrados, tuvo que contener las ganas que tenía de pasar su brazo por detrás de los hombros de su amigo. Le daban espasmos cada vez que lo intentaba.

–Gaara chan – se dio por vencido y prefirió mirar al cielo –hoy me divertí mucho.

Después de decir aquello vio como que el mencionado sonreía levemente. Con ese gesto tan imperceptible logró que el rostro de Lee se enrojeciera y todo su cuerpo comenzara a temblar. Ya no se pudo contener.

–¡GAARA! – gritó mientras sus ojos se convertían en un par de estrellas –¡¿cómo puedes ser tan lindo?! – se le lanzó encima y lo asfixió con un abrazo apretado.

Por la impresión Gaara tardó en reaccionar, pero cuando lo hizo lanzó a Lee directo a lago. Con el golpe logró dos cosas, la primera fue dejarlo semi inconsciente, haciéndolo parecer un cadáver flotante, y la segunda fue activar los fuegos artificiales escondidos en la isla a la mitad del lago.

La pirotecnia explotó en el cielo, haciendo flores, pero lo más impresionante fue el letrero, que como en año nuevo, se prendió poco a poco formando la frase “cuando me miras, mi corazón se ilumina”.

–ahg – cuando Lee logró recuperarse del golpe y notó que el letrero se había encendido lo primero que hizo fue girarse a ver la expresión de Gaara.

No había forma de explicar lo que sintió cuando distinguió el rostro alumbrado del pelirrojo. Sus mejillas sonrojadas y los labios entreabiertos, mostrando la más perfecta expresión de maravilla que jamás había visto.

El Kazekage no se dio cuenta cuando Lee nadó de vuelta a la orilla y escurriendo agua se acercó a él hasta que lo tuvo a medio metro de distancia. Lee, por su parte, no supo en qué estaba pensando hasta que tomó del hombro de Gaara y lo giró para poder mirarlo directo a los ojos.

Toda la tarde había estado pensando que Gaara era lo más adorable que había visto, pero ahora también se daba cuenta que toda esa atrayente inocencia contrastada con su fuerte personalidad, seriedad e inteligencia; madurez e inexperiencia le gustaban. Le gustaba muchísimo.

–Gaara… – llevó la mano que tenía en su hombro hasta su rostro y se acercó a él –creo…

–¡Tú ¿qué le estás haciendo a Gaara?! – aquel grito a su derecha le pertenecía a Temari. Ella junto con Kankuro estaban parados a cinco metros de ellos y los miraban como si estuvieran cometiendo algun delito –debí haber sabido que fuiste tú.

La chica se acercó y mientras lo hacía sacó su abanico para mandarlo a volar.

–Ga-a-ra – Kankuro aún no superaba ver a su hermano menor con vestido – qué… estas u-san-do.

–¿Tienes idea de lo que ha pasado? – Temari tomó del cuello de la playera a Lee y comenzó a zarandearlo –¡hemos buscado a Gaara por todos lados!, ¡toda Konoha y Suna están en alerta roja porque desapareció! y tú ¿Qué le estas haciendo?

–Aaaahhh – Lee se dejó de Temari –lo siento, lo siento.

–Te voy a matar – justo cuando la kunoichi estaba a nada de darle un golpe mortal a Lee, Gaara la detuvo con un gesto de mano.

–Me olvidé de la reunión con la Hokage – después de decirlo, el pelirrojo comenzó a caminar para salir del muelle, en dirección a la oficina de Tsunade.

–eh… espera Gaara – Temari soltó a Lee y fue detrás de su hermano.

–¡Gaara! – Kankuro también fue tras suyo – no corras, ¡no puedes ir vestido así a ver a la Hokage!

Lee se quedó tirado en el muelle varios minutos después de que los hermanos desaparecieran. Temblando de emoción y sonrojado por recordar lo que deseó hacer. Estaba tan enamorado de Gaara.

 

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Al día siguiente Lee, Neji y Tenten tuvieron que soportar el regaño y castigo que Tsunade les impuso a causa de todo lo que habían hecho. En realidad no habían secuestrado a Gaara, pero al llevárselo de esa manera y pasearlo por lugares en los que a nadie se le hubiera ocurrido buscarlo fue una falta grave. Pusieron a Konoha y Suna de cabeza.

–Ah – una vez que terminaron de ser regañados Tenten gimió de angustia antes de lloriquear –Tsunade sama estaba tan enojada. ¿Por qué no regresaste con Gaara san como quedamos?

–Porque… – Lee se rascó la cabeza y el rostro se le coloreó –quería pasar más tiempo con él.

Sus dos amigos lo miraron como si le hubiera salido una cabeza extra.

–Lee – Neji lo llamó con tono asustado pues el mencionado había puesto la misma cara de obsesionado enamorado que ponía cada vez que hablaba de Sakura, incluso, les preocupó más porque esta vez se veía mucho más serio –¿Qué fue lo que pasó?

El chico juntó los dedos al estilo Hinata –Bueno, yo. Llevé a Gaara kun conmigo al lago y le dije lo mucho que me divertí a su lado. No tenía la intención de activar los fuegos artificiales pero no sé que pasó y entonces yo… creo que me dejé llevar.

–Espera – Tenten se puso una mano en la frente – prendiste los fuegos artificiales y ¿cómo que te dejaste llevar?... ¿le recitaste el poema cursi y le entregaste el colgante que compraste para Sakura?

–No – Lee arrugó la nariz – sé que es extraño porque cuando le pedí a Gaara que saliera conmigo fue por error, no quería, ni pensé algo durante el tiempo que estuvimos juntos, pero… – de pronto paró todos los ademanes que hacía para explicar sus sentimientos porque algo detrás de sus compañeros de equipo lo dejó mudo.

Tenten y Neji compartieron un gesto extrañado y al mirar a donde Lee lo hacía, descubrieron el motivo por el cual se había callado. Gaara estaba parado cuatro metros a donde ellos estaban y los había escuchado.

Se quedaron en silencio un largo minuto hasta que el Kazekage se giró sobre sus talones y se retiró.

Lee sudó frío en cuando vio su acción –Gaara – y fue detrás de él. Neji y Tenten se quedaron donde estaban, aún extrañados.

 

– ¡Gaara! – eventualmente Lee alcanzó a bloquear el camino del mencionado – espera, sobre lo que escuchaste no…

–Ayer te equivocaste.

Lee se retorció nervioso – eh sí, yo iba a invitar a Sakura san y Neji y Tenten te… pero eso no es importante ahora – intentó acercársele pero Gaara se lo impidió enrollándolo con su arena y pegándolo al piso para que ya no lo siguiera.

–Espera ¡Gaara! – Lee intentó liberarse, pero era muy complicado –hay algo que quiero decirte – sin embargo el Kazekage se hacía el sordo –no me dejes, tienes que escucharme. Sé… ¡sé donde trabajas, donde vives y quienes son tus hermanos! –comenzó a gritar incoherencias para que lo escuchara –puedo ir a Suna una y mil veces así que mejor escúchame ahora.

Con eso logró hacer que Gaara se detuviera, pero no que se girara.

–Yo, es verdad. Me equivoqué al pedirte la cita, creí que eras otra persona y después no quise retractarme porque eres el Kazekage y mi amigo. No podía decir que cometí un error, además, en verdad quería conocerte mejor. Sé que pudo haber sido diferente y que no tenía que hacer todas esas cosas de cita, pero quería hacerlas y después, cuando te vi con las luces. Pues, me di cuenta de que me gustas, me gustas mucho Gaara. Más de lo que en mi vida podría haber imaginado.

–¿Qué? – Gaara se giró y preguntó aquello en un susurró bastante débil.

–Que me gustas – Lee se calmó en el abrazo de la arena – te amo Gaara.

El Kazekage tuvo la intención de dar un paso hacia atrás, pero cambió de opinión y lo dio hacia adelante al tiempo que liberaba a Lee del agarre.

El pelinegro al darse cuenta de eso pegó un salto y en menos de nada llegó hasta Gaara y lo volvió a abrazar. Casi se caen al suelo.

–Te amo – le repitió y con eso logró que las mejillas de Gaara se colorearan ligeramente. El ninja de Konoha, al ver su reacción, no lo pudo resistir y le plantó el besó que la noche anterior no pudo darle.

El pelirrojo no le correspondió, pero no lo alejó y eso para Lee fue una muy buena reacción.

–Gaara, ¿quieres tener otra cita conmigo? ¡Haremos todo lo que quieras!

 

.:. Fin

Notas finales:

Bueno pues, espero les haya gustado =^_^=. La idea iba entre hacer un fic de Naruto SD o uno estilo Road to Ninja [=.

En fin, creo que, a menos que me ilumine la gracia divina no podré participar en el día 2, pero nos vemos en el día 3.

Un beso a todos

Yais


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