Especial Día del secuestro y el amor.
“Si quieres experimentar el amor, tienes que correr el riesgo.”
Me encontraba mirando por la ventana de una cafetería de Shinjuku mirando a mis queridos humanos, llegaba la estación donde todos se ponen tan melosos que me dan asco, tan cariñosos que me dan ganas de vomitar, pero sobre todo un poco celoso al saber que ellos tenían a alguien con quien pasar el día de mañana, suspire no sé porque me preocupo por algo tan trivial.
Mi nombre es Izaya Orihara tengo “21” años, soy de pelo negro y ojos rojos, con piel pálida, estoy haciendo un negocio con un tipo que me traerá diversión por un rato, claro sin contar que esto es un poco seguro, me reí mientras volteaba a ver a la persona que tenía mi pedido.
- Shinra –lo abrace.
- Izaya ya tengo lo que pediste –mientras se soltaba y sentaba en la mesa.
- Hehehe –divertido lo miro.- ¿Funcionara?
- Claro que lo hará lo hice yo mismo, estoy seguro que con esto tendrás asegurado un lindo día mañana –sonrió mostrando sus dientes.
- Eso espero quiero hacerlo sufrir un rato –suspire para acomodarme en la silla.
- ¿Seguro que es solo por eso? –me miro
- Claro –mostrándose seguro- Me gusta hacerlo perder la paciencia pero sobre todo me gusta ver que me mire solo a mi –recordando.
- Si tu lo dices… -se levanto.- Ten cuidado y cuando hayan aclarado las cosas vengan a verme, podríamos tener una cita los 4.
Sonrió burlón, yéndose del lugar para dejar aun peli-negro con el seño fruncido y bufando por el anterior comentario, sin prestar mucha atención tomo el frasco que le había dado, lo metió a su bolsillo y se fue del lugar.
Estaba aburrido así que decidió ir a molestar a la bestia un rato caminaba por las calles de Ikebukuro tranquilamente esperando que esa persona entrara en acción pero raro fue cuando después de caminar por unas horas este no aparecía, molesto decidió irlo a buscar encontrándolo con alguien molesto.
Hay estaba un peli-rubio, de piel blanca y ojos dorados sonriendo felizmente al lado de una chico un tanto más chico de pelo negro y ojos claros, le sonreía amablemente mientras el otro le enseñaba una caja adornada con un moño, estaban sentados en una cafetería, el mayor fumaba mientras le hablaba con un tono cariñoso.
Quien viera al monstruo haciendo esos gestos no lo creería pero Izaya si, sabía que solo podía sacar ese lado cuando estaba con su adorado y amado hermano… Kasuka… lo odiaba por lograr lo que nunca haría ni en muchas vidas y lo que es peor lo odiaba por robarle la atención del rubio.
Se escondió como buen informante para saber de que hablaban, quería saber todo lo que tuviera que ver con ese chico, toda la información hasta donde caminaba o lo que comiera, parecía acosador pero no importa solo quería saber de él para algún día matarlo, sonrió… para escuchar.
- Oh Kasuka a pasado tiempo desde que te vi –dando una calada a su cigarro.
- Hermano lo siento, pero el trabajo me mantiene ocupado –sin mostrar emoción, pero para el otro sabía que estaba nervioso.
- Tranquilo mientras estés bien lo demás no importa –acaricio los cabellos negros con amor.
- Si –sonrojado.-
- A que viniste… -soltó por fin.
- Yo te traje esto –mostrando una caja de regalo-
- Gracias, no tenias que molestarte –la tomo para abrirla.
- Son chocolates… estuve en Alemania y hacen unos ricos dulces, fue cuando pensé en ti –apenado, pero sin mostrarlo-
- Me haces feliz –dijo al ver los dulces.
- Son tus favoritos, pedí que les pusieran vino –tomo uno y se lo puso enfrente al mayor, el cual lo acepto tranquilamente ante la mirada sorprendida de muchos.
- Mmmmm –mientras lo saboreaba.
- Como esta –pregunto el morocho sin dejar de ver a su hermano.
- Delicioso –sonrió feliz.
- Bueno si es así está bien –mientras bajaba la mirada feliz, dejando al otro con signos de interrogación.
- Puedes comértelos –sonrojado sin levantar la mirada.
- Gracias… Buen apetito –comiendo gustoso. – Y tu…
- Ah! –miro a muchos lados nervioso hasta que recargo su cabeza en la mesa mirando a otro lado.
- Kasuka… -exaltado al ver a su Ni-chan así.
- No te preocupes –notando un sonrojo- Estaré lleno con simplemente mirarte – apenado.
Al escuchar eso Izaya quería vomitar el maldito mocoso se atrevía a decirle ese tipo de cosas a SU Shizu-chan y el muy idiota de este no lo entendía, frustrado mejor se retiro de ahí no quería seguir escuchando mas tonterías.
Al llegar a su casa se sentó en su escritorio pensando en lo que había visto y tal vez en como desaparecer al dulce hermano del monstruo de Ikebukuro, tan concentrado estaba ideando un plan que no se dio cuenta que una mirada curiosa lo observaba.
- Wah se te ve muy concentrado…
- Namie…. Que quieres –sin mirarla toco su cabeza fastidiado.
- Estabas susurrando algunas cosas… sobre “el” –indiferente.
- Estoy molesto porque hoy no pude molestar a Shizu-chan..
- Eso es porque ha estado pegado a su hermano?
- Como lo sabes –con el ceño fruncido.
- Corre la noticia en internet sobre el tema del incesto entre Shizuo y el actor…
- Ya entendí… Siempre va a ser raro incluso si interactúa con su hermano…
- Si… creo que tiene buen gusto aunque sea su familia. –sonrisa burlona.
- No es que yo realmente quisiera llevarme con mi familia…
- Hablando de eso, estas tramando algo para mañana?
- Es una pregunta –divertido.
- Si y quiero escuchar la respuesta –en eso el azabache saca una botella con una mezcla extraña.
- Qué es eso…
- Un lindo juego que he preparado para ver quien vive o muere…
- Eres demasiado inocente, si realmente quisieras tenerlo entonces podrías pero la pregunta es que te detiene….
- No te lo he dicho antes –sonrisa calculadora.- Si lo hago no sería divertido…
- Entonces estás diciendo que esperas algo de Shizuo Heiwajima?
- No entiendo que quieres decir…
- Si no lo entiendes yo tampoco lo hare –suspira cansada.
- …. –la miro rasgando la mirada.
- Me voy… prepare la cena recuerda comerla.
Así me dejo solo con mis pensamientos aunque no entendí bien que quiso decir yo no espero nada de ese monstruo… No es como si quisiera que él me persiguiera… que él me alcanzara y se quedara junto a mi – “Estoy solo”- es irrelevante sentirlo cuando se que él no piensa en mí de otra manera – “Lo necesito”- Se que me odia por eso hare que me vea mas de esa forma, -“El es mío”. –
Satisfecho con mis pensamientos me fui a dormir esperando que mañana saliera todo de acuerdo a mis planes, al despertarme fue hacia Ikebukuro para arreglar las cosas, o mejor dicho para cazar a la bestia.
Ya era de tarde cuando el rubio caminaba por las calles molesto, con un cigarrillo en su boca, se le podía notar una vena en su frente y los gruñidos que hacia al caminar.
- Maldición, me dieron el día libre por una tontería. –da una calada- Pero el trabajo también es molesto.
- Así que te dieron el día –dijo una voz conocida.
- ¡Ah! –frunció el ceño completamente enojado- ~IZAYA~
- Hola Shizu-chan hace tiempo que no nos vemos –divertido con un botón en la mano.-
- Una vez más insistes en regresa a Ikebukuro –se saca su cigarro y lo aplasta- Porque viniste!! –grito
- Vine a verte acaso está mal –fingida tristeza- Pero bueno lo importante aquí es que mueras –aprieta el botón.
En ese momento varios tubos de metal caen desde lo alto, congelando por la sorpresa y tomándolo desprevenido, sin poderlo evitar caen encima de el.
- Mierda… -lo aplastan.-
- Hahahahahaha….. –excitado al ver la escena.- Como era de esperarse de Shizu-chan <3 –sonríe.
- Maldita… sea… -al punto de la inconsciencia.
- No fue suficiente para matarte, ¡Huh! –se acerca a él lentamente.
- Maldito… Izaya~ -cerrando los ojos- Yo… de seguro te matare. –se desmaya.
- Ver a Shizu-chande esta manera me hace inmensamente feliz –lo toma por la camisa y lo levanta.- Esto será divertido.
En un cuarto se podían escuchar los tintineos de unas cadenas y alguien quejarse, mientras que el azabache caminaba hacia esta divertido y tarareando una canción, con la botella en su mano.
- Gah… -tosió- Esto duele…
- Ah parece que ya despertaste –entrando al cuarto- ¿Tomaste una rica siesta?, en verdad eres un monstruo.
- Qué demonios estas pensando… -noto las cadenas moviéndose un poco- Desátame Maldita pulga.
- Me gusta cuando estas de autoritario Shizu-chan –se acerco a él para tomar su barbilla y mirarse a los ojos.
- Qué diablos… -lo beso.
- Podría ser que estas lastimado, internamente –levemente sonrojado se separo centímetros de la contraria.
- No te atrevas a tocarme –afilo su mirado con toque molesto en su voz, respirando con dificultad.
- Piensas que parare por eso… -sonrió mostrando su navaja- Que tonto eres Shizu-chan, No voy a parar y tú lo sabes…. –sonrisa de victoria- Menos cuando estás en esas fachas…
- Que… -fue cuando noto que estaba solamente con sus bóxers.- Donde…
- Tranquilo esto te gustara a ti también –mostrando la botella.
- Que mierda es eso –confundido.
- Sabes es mi regalo de este día para ti –lo abrió- Es algo hecho especialmente para una bestia –tomo un poco del liquido café, para luego besar al rubio haciéndolo tragar el espeso sabor.
- AH! –se separo probando el mismo lo que le había dado.- Chocolate…
- No solo eso… -sonrió divertido- Es un afrodisiaco hecho con amor de Shinra para nosotros. –lo demás de la botella lo hecho en el pecho del mayor causando que se desbordara hacia su estomago.
- Maldito… para.
- Tranquilo ya te dije que te hare sentir bien –sonrojado se pega al cuerpo contrario restregándose suavemente. – “Por fin te tengo para mí”
Cuando termino de mezclar la esencia entre ellos se separo y bajo poco a poco besando cada parte del cuerpo ajeno, hasta llegar a su cometido, con su navaja corto la ropa sobrante y dejo salir el potente miembro de Shizuo, el cual veía todo avergonzado, con un sonrojo en las mejillas.
Sin esperar más lo metió en su boca mordisqueando un poco aquel lugar, chupando de arriba abajo contantemente mientras succionaba él néctar que comenzaba a salir del erecto pene del rubio que solo suspiraba, estremeciéndose por el contacto de la lengua rasposa del informante.
- Te gusta… -pregunto mientras lo chupaba.
- No hables con la boca llena –se estremeció.
El azabache siguió saboreando ese pedazo de carne muy proporcionada, lo miraba con lujuria mientras sus dedos comenzaban a preparar su entrada para la inminente intromisión que pronto se daría, sacándolo mordió la punta, para luego mirar la cara de la bestia.
- Porque tu estas…
- “Porque no me hubieras creído si te dijera que te amo” –lamiendo sus labios, bajando la mirada para ver su entrada que ya esta resbaladiza y pedía algo mas.- Ya falta poco..
- Esto es… -mareado y confundido por las acciones de la pulga.
- Estas avergonzado, Shizu-chan –divertido y excitado por tener por fin al rubio para el.- En ese caso, hare algo mas….
Sin previo aviso se levanto acomodándose entra las piernas y el miembro del monstruo, ante una mirada incrédula, lo tomo para ponerlo correctamente en su ano, ya en preparado lo dejo y poso sus manos en los hombros contrarios para mirarse a los ojos, de una sola estocada se penetro causando un grito de dolor y placer.
- Nnnn –estremece- ¡¡AH!!.... Mira ya está todo adentro –feliz-
- Mal…dito… sácalo… -eso causa una pizca de dolor en la mirada negra, siendo vista por el de ojos dorados.
- Eso no… -miro hacia arriba temblando- Esto no termina con solo meterme “eso” –agarra fuerza para comenzar a deslizarse en el miembro de Shizuo, primero lentamente y luego rápido.- Ves… ¡Ah!... Necesito frotarme… ¨¡Ahm! En ti haci te hare sentir bien –seguía las embestidas.
Bajaba y subía deslizándose más profundo, apretaba de vez en cuando para ver la expresión de placer de Shizuo eso causaba una satisfacción y alegría en el azabache que con mas animo se penetraba al punto de volverse salvaje.
- ¡Ah! –empujaba mas al fondo- ¡Ah! … ¡HA¡ … Shizuo… -gritaba- Se siente bien? –pregunto para besarlo siendo correspondido.-
- Mnnn –el otro solo cerraba los ojos antes las sensaciones, ya estaba perdiendo la paciencia.
- Te gusta… -emocionado y sonrojado- Estar dentro mío? –excitado temblando.- Me gusta tenerte –perdido en el placer.
Cansado de eso el mayor rompe las cadenas sin dificultad para encimarse en el otro, este pensó que lo mataría pero cuál fue su sorpresa cuando tomo sus piernas para ponerlas sobre sus hombros y penetrarlo más duro llegando al punto de placer del azabache.
- ¡AH!... ¡AHÍ¡ …. Shizuo… -lo abrazo por el cuello para traerlo y besarlo apasionadamente mientras las estocadas se hacían más salvajes.- Te odio… -le susurro al oído- te odio –repitió varias veces eso.
Pasaron unas horas en las cuales ninguno se había dado por vencido ahora el oji-negro se encontraba en cuatro, siendo sujetado por su cadera el mayor hacia precio para embestirlo más fuerte… los sonidos obscenos se hacían oír por toda la habitación el choque de los testículos con las nalgas del informante, todo estaba tan caliente para ellos habían perdido la cordura desde hace rato.
Solo existían ellos dos nadie más… el azabache estaba feliz se le notaba por la sonrisa y por la mirada de devoción que le daba al mayor, cuando ya estaban por llegar al clímax.
- ¡ Ah! –grito entre placer y dolor- Shizu-chan… ya casi…
- Hmp… -tomo su cadera para agarrar fuerza y moverse más rápido, mas hondo.
- Todavía… mas…
- Cállate…
- Eres de… -se estremeció- lo peor… -lo oprimió un poco.
- Cállate… -lo levanto para pegar la espalda de él a su pecho tomándolo por el cuello.- Eres mío… -dijo secamente.
- Ah! –tembló ante el acto.- Que….
- Izaya… -sonrió, volteando su rostro lo beso saboreando el sabor que había entre ambos.
- Shizuo…. –tuvo un espasmo- Me vengo.
- Mmmm -sintió como era apretado por el menor, pero antes de culminar el acto, el rubio se acerco al cuello del menor mordiéndolo, causando una marca muy evidente.
- ¡AH!... –Al borde de la locura grito lo último que tenia para el otro- Te amo…
Viniéndose en los estómagos de ambos, sintió como el otro lo llenaba con su semilla, miraba todo borroso y estaba lleno de Shizuo, sonrió para luego caer en la inconsciencia.
Empezó abrir sus ojos con pesadez noto que estaba solo en su cuarto, como había llegado no recordaba hasta que las violentas imágenes del acto que había hecho con el camarero, llegaron a su mente, se sonrojo pero después desecho cualquier indicio de felicidad –“Estoy solo de nuevo”.
Se dirigió al baño para bañarse cuando termino se puso su ropa normal pero noto la marca que había en su cuello y suspiro tardaría en desaparecer, se dirigió a la cocina donde un olor y un ruido llamaron su atención miro el reloj, viendo que era muy temprano para que su secretaria viniera cuando lo vio.
Hay estaba Shizuo haciendo el desayuno, se quedo estático –“Que hace aquí” –pensó para acercarse sigilosamente, pero el otro ya había notado la presencia del menor pero no dejo que lo notara, ya estando a metros del rubio miro algo que llamo su atención una pequeña caja de color negro con un listón rojo.
- Pulga –dando un pequeño salto por el susto- Pronto vamos a desayunar, pon la mesa –sin mirarlo.
- Que es esto… -sorprendido por las acciones contrarias.
- Que no ves estoy haciendo la comida –suspiro frustrado.
- Eso no –tomo la caja- Esto… -miro de reojo el otro-
- Tú regalo –susurro pero lo escucho el informante.
- Porque… -se sentía feliz pero un miedo lo embargaba.
- Ayer… te lo iba a venir a dar pero cierto idiota me secuestro y después…. –cayó apenado.
- Es para mí? –sonrojado, tenía ganas de llorar su Shizu-chan lo correspondía…
- No veo a nadie más aquí –apago la estufa para dirigirse al menor que temblaba.- Izaya –acerco su mano a donde estaba la mordida- Eres mío, pulga si me engañas te matare –sentencio.
- Shizu-chan –se estremeció.- Entonces tu…. –el otro sonrió.
- Si… Yo también te amo –lo abrazo, para susurrar a su oído- Feliz San Valentín.
Fin….