Nos encontrábamos desayunando como cualquier otro día, mi madre y mi hermano se veía tan bien como siempre, y bueno, Odín... Es Odín. Cuando todos terminamos de comer, nos levantamos, la mayoría íbamos para un diferente rumbo, sin embargo yo, alcancé a Thor antes de que se fuera a otro lado.
-Hey, hola – Me saludó – Pareces… Feliz ¿sucede algo? – Preguntó mientras miraba a su alrededor, tratando de buscar lo que me había hecho sonreír.
-Si, si sucede algo –Le susurre, y volvió a verme con curiosidad – Pero no te lo puedo contar aquí, ya que es un secreto – Seguía murmurando, para que le picara la curiosidad - ¿Qué tal si vienes a mi cuarto más tarde? – Lancé la invitación con cierta rapidez.
-¡Estaré allí a las tres! – Respondió casi de inmediato, no pareció sospechar nada, y eso me parecía perfecto. Seguidamente de esa respuesta, los dos nos despedimos y nos fuimos por diferentes rumbos.
Cuando llegué a mi habitación, cerré la puerta rápidamente, lo admitía, me sentía nervioso de que Thor viniera más tarde. Aunque esos detalles de estar nervioso, de sonrojarme o quizás de que mi corazón latiera con mayor velocidad, habían dejado de importarme cuando me percate de que estaba enamorado, porque… ¿Quién lo pensaría? Yo enamorado de mi “hermano”, que por cierto también es hombre. Sí, mi vida había estado un poco extraña últimamente, y por eso decidí que hoy sería el día que le confesaría todo.
*Toc toc toc*
Me desperté por el sonido de alguien golpeando a mi puerta, y en se mismo segundo recordé todo, suponía que ya eran las tres y Thor ya se encontraba allí. Me levanté de mi cama, y abrí la puerta lo más naturalmente posible, con solo hacer eso pude divisar al rubio que últimamente era mi favorito.
-Pasa – Le invité.
-¿Qué pasó? Estuve tocando por unos minutos y no hubo respuesta, estuve a punto de tirar la puerta – Tomo asiento en mi cama mientras decía eso.
-Me quede dormido – Thor soltó una risa ante mi comentario.
-Recuerdo cuando te quedabas dormido de niño – Suspiro con aires un tanto nostálgicos – Oh, cierto, Loki… ¿Qué fue lo que mencionaste en la mañana? –Me senté a su lado y lo mire fijamente, trague saliva y respire hondo.
-Quería decirte que… - Todo se volvía más difícil, escuchaba mi corazón latir y la murada de Thor estaba en mí – M-Me gustas Thor…
-Loki… Yo no creo…
-Por favor, no continúes – Le interrumpí de inmediato – Hermano, déjame hablar sobre esto.
-Loki, pero somos… - No termino la frase, ya que me abalancé lentamente hacía él y lo besé, había deseado esto por mucho tiempo y ahora estaba pasando. El beso termino rápidamente, lo mire a los ojos buscando alguna respuesta, y encontré una mirada que no había visto antes. Él solamente se levanto de mi cama en silencio.
-Thor…
-Lo siento mucho, Loki – Y salió por la puerta de mi habitación.
Pena, en sus ojos se reflejaba pena en aquel instante. Me acosté en la cama hecho un ovillo, mientras sabía que este amor jamás sería correspondido.