Capitulo 1.- Una invitada no deseada.
Otra pelea iniciaba entre el espadachín y el cocinero de la tripulación de los Sombrero de Paja.
-¿Otra vez? Es la décima pelea en todo el día- pensaba Trafalgar, desde que había subido al barco de Mugiwara, inmediatamente supo que no eran la tripulación que había pensado… empezando por el capitán.
Nami suspiraba agotada, hasta que noto el Log Pose, una de las agujas empezaba a moverse.
-Bueno, supongo que nos hacía falta algunas cosas- se dijo a sí misma, volteo a ver a todos sus nakamas y como siempre la escena no la sorprendía. Zoro y Sanji con sus típicas discusiones, Luffy, Chopper y Usopp riéndose o jugando entre ellos. Suspiro cansadamente.
-¡Franky!- le grito al cyborg -Fija muy bien el curso, al parecer una isla no está muy lejos y necesitamos algunas cosas.
-¡OK!- grito el cyborg.
Un ruido atrajo su atención.
Zoro y Sanji habían aventado un gigantesco rey marino al timón, haciendo que Nami, Chopper y Momonosuke gritaran del pánico.
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Después de un severo regaño y un par de golpes por parte de Nami…
-¡Ya puedo ver la isla!- gritaba Usopp desde la torre de vigía.
-¡Se ve tan genial, vayamos en busca de aventuras!- gritaba Luffy emocionado.
-Nos dividiremos para ir por agua y alimentos.
-Doctor-San y yo iremos a comprar libros- informo Robín.
-Y algunos dulces- pidió Chopper.
-De acuerdo en ese caso… Franky encárgate de reparar la parte que este par de tontos destruyeron- señalo a Zoro y Sanji.
-¡Súper entendido!- decía Franky con una de sus típicas frases.
-Kinemon y Momo-chan pueden quedarse a cuidar del Sunny. Torao- llamo al Schichibukai –Necesitamos información acerca de la isla, ya sabes, que no haya alguna base marina o sus soldados ronden por el lugar.
-No hay problema Nami-Ya- debía de admitirlo, esta mujer merecía ser la capitana en vez de Mugiwara-Ya.
-Muchas gracias y llévate a Luffy- decía mientras sonreía.
Un balde de agua fría le cayó encima. Inmediatamente la peli naranja se había convertido en su peor enemiga. Lo que más necesitaba era discreción y con Mugiwara-Ya a su lado…
-¡Ya verás que nos divertiremos Torao!- decía Luffy mientras se colgaba de Trafalgar.
-Silencio Luffy- regaño Nami –Si te envié con él es porque necesitas aprender algo sobre Torao. Bien ahora solo quedamos- Pero al ver que solo eran ella, Usopp, Zoro y Sanji palideció de inmediato. Ella hubiera preferido ir con Robín, Usopp siempre iba con Chopper o Luffy, no tenía problemas en ir con Usopp, su preocupación era Sanji y Zoro. Solos o ambos era un peligro, Zoro podría perderse y Sanji se perdería con todas las mujeres que se encontrara.
Aunque si iba con Sanji evitaría que coqueteara con cualquier mujer que se encontrara y Usopp al ir con Zoro podría mantenerlo ocupado en caso de que quiera comprar sake o como ya es costumbre, perderse.
-Bien, Usopp, compra los materiales suficientes para el Sunny junto con Zoro. Sanji-kun y yo iremos a comprar agua y comida.
-¡Lo que tú digas Nami-swan!- bailaba emocionado alrededor de Nami.
-¿Qué están haciendo todavía aquí? ¡Muévanse!
Trafalgar se fue junto con Luffy, mientras se preguntaba que si el verdadero capitán era esa mujer mandona.
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Usopp y Zoro decidieron hacer bien su trabajo, comprarían el material para el Sunny y si sobraba algo de dinero comprarían el sake para Zoro.
-No creo que hagas gran alboroto si te dejo en este lugar en lo que compro pólvora- le hablaba como si fuera un niño pequeño.
-Tch, no me moveré de aquí- Zoro entro a una cantina mientras que Usopp iba a una tienda en la que vendieran pólvora o explosiones.
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Nami aprovechaba que Sanji iba con ella y sabiendo que no le negaría nada, le había dado a cargar las bolsas de ropa que la navegante había comprado a muy buen precio. Aunque también había decidido invitarle un café al rubio, por haberla ayudado en sus compras.
-¡Nami-swan cuando volvamos te preparara un rico postre de mandarinas!- gritaba el rubio emocionado al ver como una de sus damas se preocupaba por él.
-No grites Sanji-kun- no quería llamar demasiado la atención -No es necesario Sanji-kun, esto lo hice porque fuiste muy amable conmigo- Nami quería al cocinero como si fuera su hermano.
-Todo por ti mi hermosa dama.
Nami había inspeccionado bien la zona de comercio de la isla, era tranquila y amable. La cafetería en la que estaban solo había muy pocas personas.
-Hay que volver rápido, Torao no se ha comunicado y eso me preocupa.
-Tienes razón Nami-swan, pero bueno se fue con Luffy, él debe de ser la razón por la que no ha llamado.
-Luffy y Zoro siempre me preocupan con las tonterías que cometen, a penas volteo un poco y ya están armando una pelea- recordó cuando fue con ellos a la isla de Jaya.
-Vámonos ya, está atardeciendo y es probable que los demás ya hayan regresado.
Ambos jóvenes pagaron el servicio y se marcharon.
-¿Luffy?- una sombra había oído su conversación -¿Monkey D. Luffy?- la sombra sonrió malvadamente, un ruido afuera del lugar llamo la atención de todos y aprovecho para escapar.
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El Sunny había sido anclado en una cueva que estaba a las afueras del pueblo. Era grande por lo tanto ideal para un barco pirata.
-¡Franky-Dono!- salieron Kinemon y Momonosuke de la escotilla que tenía el Sunny –Hemos terminado de limpiar los cañones-.
-Muy limpios- aseguro Momonosuke.
-Yohohoho, hicieron un gran trabajo.
-¡Súper! Suban aquí y pueden ayudarnos.
-¡Sí!- gritaron ambos samuráis dejando la escotilla abierta.
-Es tan predecible- era una voz joven, quien había estado observando desde que había escuchado al conversación en la cafetería. –Ahora por los tesoros- La capa del intruso impedía ver quien era, cruzo rápidamente evitando al tipo encadenado que dormía bajo un árbol con un columpio, entrando directamente por la escotilla. Cuando llego a su objetivo encontró una puerta con un gran candado –Ha, esto no es problema para mí- Usando un pasador logro abrir el candado, al entrar casi un grito de sorpresa salía por su boca, el cuarto estaba lleno de oro, joyas, mapas, todo lo que necesitaba -¡Perfecto!
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Trafalgar pedía una gran ayuda para controlar a Mugiwara-Ya, cualquier cosa, insignificante o no, Luffy terminaba por encontrarle el lado divertido. Se arrepentía de haberse formado una idea errónea sobre quien era Mugiwara no Luffy.
Para su salvación, Nico-Ya y Tony-Ya habían aparecido. El mapache y Luffy empezaron a contar que tal les había sido su día.
-¿Qué averiguaste sobre la isla Trafalgar-San?
-Por suerte, no hay marinos, ni siquiera bases. La base de la marina se encuentra a dos islas de este lugar, evitaremos navegar por ese lugar.
-En ese caso no debemos de preocuparnos.
-Al contrario, al parecer los caza-recompensas y bandidos aprovechan que sea un lugar turístico para los piratas.
Trafalgar y Robín pensaron lo mismo.
-Hay que irnos cuanto antes, si es que alguien no nos ha reconocido.
Los cuatro deberían de volver al Sunny y zarpar cuanto antes.
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-¿Estamos todos?- preguntaba Nami –Esperen ¿Dónde está Zoro?- ella no estaba tranquila si no veía al espadachín, ya que quiera o no, él siempre les daba problemas cuando se perdía.
-Aquí- alzaron la mano Usopp y Zoro, ambos venían con la ropa negra y manchada.
Nami suspiro tranquila.
-Bien, en ese caso… Usopp ¿Qué es lo que te paso?
Usopp rio nervioso y miro a Zoro, el peliverde le dirigió una mirada asesina.
-Un pequeño accidente en una tienda- reía nervioso el tirador.
Los demás creían que fueron ellos los que hicieron explotar dos tiendas de pólvora y una cantina. En el fondo lo sabían.
-¡Hora de zarpar chicos! Siguiente parada: Dressrosa.
Thousand Sunny tenía su curso listo.
Nami y Robín decidieron ir a su cuarto, quería mostrarle toda la ropa que había decidido comprar, antes tenía que golpear a Brook, quien caballerosamente se había ofrecido a ponerle música de fondo mientras posaba su ropa nueva. Luffy y Usopp decidieron pescar. Zoro se sentó cerca de las escaleras y empezó a beber el sake junto con Kinemon, sake que había comprado después de sacar a Usopp de una tienda en escombros. Caesar seguía durmiendo.
Trafalgar veía expectante como podían estar tan relajados, no creía que fueran la tripulación que le había declarado ser enemigos del gobierno mundial. Aunque los únicos con lo que podía mantener una conversación en esta loca tripulación eran la oscura arqueóloga y el pequeño mapache que tenían. No lo admitía pero el mapache le agradaba.
Sanji tenía el turno de guardia, pero antes debería de ir a prepararles la cena a sus nakamas, aunque no solo tenía que hacer platos extras para el agujero negro que tenían por capitán, sino que también a dos samuráis y a un Schichibukai. Se dirigía a la cocina cuando vio la escotilla abierta.
-Oye Franky- llamo al peli azul –Dejaste abierta la escotilla.
-No yo no fui, fue Kinemon y Momo.
-¡¿La escotilla está abierta?!- pregunto alterada Nami, ahí guardaba sus preciados tesoros.
Todos se acercaron alrededor de la escotilla.
-¿Qué tal si la marina o un ser malvado esta allá abajo?- preguntaba temeroso Chopper, mientras se escondía, mal hecho, detrás de Law.
-No tienes de que preocuparte Chopper- salió Usopp –Pues el gran Usopp está aquí y con su nuevo producto- mostro a todos una bola pequeña de color verde –Lo he creado en caso de que una situación como esta pueda suceder.
-Dispárale de una vez- ordeno Zoro.
-Ya voy, ya voy, agua fiestas- puso la bola verde en el kabuto y disparo hacia el interior. Apenas y la bola toco el suelo, un humo se dispersó por todo el barco, un humo muy, muy, pero muy maloliente.
-Voy a morir, voy a morir, esto huele mucho peor que Thriller Bark ¡Ah! Pero yo no tengo nariz yohohoho- reía el esqueleto mientras que los demás huían del lugar. Apenas se retiraron, una sombra salió rápidamente.
El intruso gritaba por el olor, estaba feliz robando cuando de repente el cuarto se inundó de un olor que nunca olvidaría.
Cuando observaron al intruso tenía una capa con una capucha de color negro, por el color oscuro era imposible ver quien era. Pero era muy ágil y rápido. Estaba sujeta al mástil al cual se aferraba mientras trataba de respirar. En su espalda cargaba un gran saco, en el que relucían el brillo del oro y joyas que había sacado.
-¡Esos son los tesoros!- grito Nami furiosa.
-“Eran”- les corrigió el intruso.
Usopp le aventó más bombas de humo, pero cada una de ellas era esquivada.
-Debe de ser un ninja- hablo Kinemon.
-Es muy probable que use Haki- dijo Trafalgar.
Zoro tomo sus katanas y decidió atacar al intruso, quien rápidamente desenvaino una katana que tenía escondida en su pierna izquierda.
-¡Wow! ¡Es un espadachín!- admiro Luffy, el chico igual decidió atacar pero el otro sujeto se percató y esquivo el ataque, el cual fue directo a Zoro.
-No estuvo nada mal- hablo el intruso –Me sorprendieron de hecho.
Pero vio cuando el cocinero y el espadachín volvieron a atacarlo. Esta vez sí que se había metido en problemas, tenía que irse rápidamente, su bote estaba amarado al barco pirata así que debía de salir rápidamente.
-¡Diable Jambe!- una patada paso por su rostro, haciendo que se soltase y cayera a la cubierta.
Todos miraron con asombro que el intruso no era ningún intruso, más bien una intrusa.
-¿Es una chica?- pregunto Zoro. La capucha se le había caído dejando ver una cabellera oscura con un mechón blanco, era una chica de tal vez 19 años, vestía unos pantalones y blusa grises, lo que más sobresalía era un parche en su ojo izquierdo en forma de rosa.
Volvió a saltar hacia el timón. Habían descubierto su identidad, ahora era momento de huir, pero no conto con un esqueleto y un Schichibukai que planeaban atacarla.
-Esto no pinta bien- se dijo a sí misma, esquivo con su katana el ataque de Trafalgar y Brook- volvió a saltar, pero el espadachín la ataco con una de sus katanas, rompiendo la mitad de la bolsa, la cual cayeron algunos tesoros. -¡Oye!- le reclamo.
-Nada mal para una dama- dijo Sanji, quien planeaba hacerla caer.
-Trabajan muy bien ambos, los admiro por retarme.- No tenía opción si debía de hacerlo, lo haría para escapar, después ya vería la forma en volver a tener dinero.
Justo cuando Zoro tenía planeado atacarla, él fue atacado al verse aplastado por el saco que tenía la intrusa, había decidió soltar los tesoros –Bien, uno menos- Salto rápidamente, pero fue detenida por Sanji.
-No te queda a donde ir- dijo el cocinero.
-No estés tan seguro- ya no tenía opción, la chica se soltó rápidamente y sujeto a Sanji, todos vieron atónito como la pelinegra atravesó al cocinero –Betsu.
Sanji se empezó a sentir débil, podía sentir como su corazón era apretado por la chica. La intrusa lo soltó y Sanji termino en el suelo inconsciente.
-¡Sanji!- gritaron los mugiwara. Todo se dirigieron a ayudar a su nakama, Luffy y Usopp iban a atacarla cuando fue Zoro, quien rápidamente se acercó a ella y le dio un golpe con una de sus katanas, haciéndola caer.
-¡Chopper, rápido ayuda a Sanji!- le grito desesperado al reno, quien se transformó en su forma de humano y lo llevo rápido a la enfermería.
Zoro se acercó a la chica, estaba furioso.
-Ahora vas a decirme quien eres tú.
-No tengo porque decirles mi nombre- aunque intentaba aparentar seriedad, se escuchaba débil.
-¿Eres un marine?- pregunto Trafalgar, aunque estaba seguro que no, ella no portaba el uniforme de la marina.
-Nada de eso, no soy ni un marine o un pirata, solo quiero el tesoro.
-Es mío- le corrigió Nami quien junto con Momonosuke y Usopp empezaron a recoger los tesoros que habían sido robados y ahora estaban esparcidos.
Zoro se estaba desesperando y le puso una katana en su cuello.
-Matarme no te va ayudar- le sonrió al espadachín. –Si quieres matarme hagámoslo con nuestras katanas- la intrusa había tomado su katana, pero no se podía levantar.
-¿Para que el parche?- pregunto Luffy, la intrusa le dirigió una mirada extraña, si mal no estaba informada, ese chico frente a ella era el capitán de la tripulación. -¿Puedo usar uno?
Zoro guardo su katana, Luffy había terminado con el ambiente tenso.
-¿Quién eres tú?- le pregunto Trafalgar.
-Que te importa ojeroso- le respondió –Como dije solo quiero los tesoros es todo. Si ataque a su amigo fue porque tenía que salir de aquí. Aunque debí de haber atacado a quien lanzo esa bola apestosa.
-Tu robaste primero- se defendió Usopp, viendo como había terminado Sanji, se había espantado al saber cómo le hubiese ido.
-De seguro fuiste tú- sonrió con suficiencia.
-¡Me descubrió!- pensó asustado Usopp.
-Dinos tu nombre- le ordeno Trafalgar.
-Law-san- apareció Brook –De esto yo me encargo- Brook se limpió un poco su traje y se acomodó su sombrero de Soul King y se inclinó frente a la chica –Señorita ¿Me podría mostrar sus pantis?
-¡Míralas!- le pateo la cabeza la chica molesta. Creía que serían piratas más serios, tal vez se equivocó de tripulación.
Un grito muy agudo puso a todos en alerta, era un grito de Chopper. Todos se fueron corriendo hacia la enfermería.
-Ni le paso nada- hablo la chica.
-¡Le atravesaste el corazón!- le grito Zoro, esta mujer le estaba enfadando con su actitud.
-¿Te preocupa?- le sonrió maliciosamente la chica, Zoro se fue junto con sus nakamas -¡Ve a revisarlo por ti mismo!- le había gritado.
Chopper salió corriendo de la enfermería.
-¿Qué es lo que te ocurre?- le pregunto Usopp algo preocupado.
-San-san-Sanji no tiene ninguna herida- decía nervioso Chopper.
-¿Cómo dices?- preguntaron incrédulos. No podían creerlo.
-Pero aquella kunoichi atravesó a Sanji-Dono
-Chopper explica que es lo que ocurre- ordeno Zoro, no quería demostrarlo, pero estaba preocupado.
-No sé cómo decírselos, iba a revisar la herida de Sanji, pero no la encontré, era como si solo hubiesen golpeado y después de eso, a Sanji una luz lo empezó a cubrir y… y… ¡Ahora son dos! ¡Chicos!
Todos sin poder seguir creyendo en la explicación habían entrado a la enfermería, la sorpresa cubrió sus rostros cuando vieron a Sanji sobre la camilla inconsciente, sin ninguna herida, pero más sorpresa al ver a un pequeño a su lado. Había un Sanji adulto inconsciente y un Sanji niño inconsciente a su lado.
-¡¿Qué significa esto?!- preguntaron todos.
Una risa llamo su atención.
-¡Tu tuviste algo que ver en esto!- se acercó Zoro a la muchacha.
-Kyajajakyajaja, hay por favor ¿en serio no saben que le ocurre a su amigo? Bien, se los diré. Preguntaron mi nombre ¿cierto? Soy Strauss Jeanne, usuaria de la Chibi Chibi No Mi.