No sabía cómo habían terminado en esa posición tan incómoda. Estúpido el momento en que decidió aceptar el juego, maldecía el instante en que le pareció buena idea ir a la fiesta de celebración por la Winter Cup, bailaría sobre la tumba de quien pensó en hacer tal fiesta y justo en ese momento deseaba volver en el tiempo y haberse negado a tener una bola de amigos tan imbéciles que lo habían arrastrado a esa situación. Si, Midorima Shintarou estaba realmente irritado, más que irritado…algo sofocado. Tenía a Takao Kazunari encima de él algo sonrojado y moviéndose con un leve temblor en el cuerpo, no quería que las cosas se dieran así, no quería que sus sentimientos se confesaran de esa manera pero todo fue culpa del idiota de Kise.
>>>>>>Hace 15 minutos<<<<<<
-Juguemos a la botella –dice el animado rubio ante una mirada de desaprobación del resto.
-¿Quién invitó al oxigenado? –dice irritado Aomine. Ahí se encontraban varios integrantes de los diversos equipos que participaron en la Winter Cup celebrando un torneo limpio (excepto por Hanamiya, ustedes saben. El solo estaba ahí para matar a uno, dos o treinta (?)).
-No sean crueles, tal vez sea la última vez que nos reunamos todos. –en eso el rubio tenía razón, pronto los senpais se graduarían.
-Yo te apoyo, tengo mucho sin jugar esto –dijo Teppei.
-Suena como la oportunidad perfecta para destruirlos –comentó Hanamiya descaradamente.
-Eh, no juego eso desde que estaba en América – Himuro tomó su asiento en el suelo conociendo el juego a la perfección y los demás empezaron a seguirle. Eran bastantes y el único que notó un leve error en el juego fue Kagami.
-¡Somos puros hombres! Así no podremos poner castigos…-Kuroko que apareció ‘mágicamente’ (?) a lado de él le dio un codazo.
-Kagami-kun, no arruines la diversión –el pelirrojo se retorcía mientras se preguntaba cómo podía golpear tan fuerte. Así el animado Kise giró la botella haciendo que cayera primero darle pregunta o reto a Aomine por parte de Koganei.
-Veamos…¿Verdad o Reto?
-Tch…Reto –dice no queriendo contestar las preguntas indiscretas. Koganei lo pensó por un largo rato.
-Ve a la cocina y prepara una pizza. –todos le miraron con cara de ‘¿Qué demonios está pensando este sujeto?’
-¿Pizza?....Me llevará toda la noche –dijo bastante molesto.
-No nos moveremos, además solo tardarás media hora. –dijo señalando para que apurara el paso- en la cocina hay de todo, ya revisé.
-Puedes preparar una Nino’s Bellisima* –dijo Izuki haciendo que el moreno se enojara aún más.
-Esos malditos de Seirin, se creen tanto solo por llegar tan lejos –dijo refunfuñando mientras partía a la cocina.
-Izuki…una pizza así vale 1,000 dolares…-comentó Hyuuga.
-Que se las arregle. –dijo mientras Koganei giraba de nueva cuenta la botella y ahora la víctima fue Midorima. Su verdugo era el mismísimo Akashi quien le miró con una expresión divertida.
-¿Verdad o Reto? –dijo esperando. Midorima estaba en problemas, Akashi sabía demasiado de él y seguro lo avergonzaría frente a todos pero sabía que su reto tampoco sería sencillo así que ahora estaba ahí sentado en la alfombra sudando frio mientras todos esperaban la respuesta.
-Reto…-no permitiría a Akashi la oportunidad de confesar los secretos que tiene del verano de Seirin.
-Tú y Kazunari al closet por treinta minutos–señaló autoritario a un closet que estaba por ahí. Ambos se miraron y Takao sonrojó levemente. Se maldijo ¿Cómo Akashi se dio cuenta de sus sentimientos? ¿De los sentimientos de ambos? Le miró fijo y se resignó ante el juego poniéndose de pie para ser seguido por un tímido Takao ante la mirada de todos. Midorima abrió el closet y suspiró pero tan pronto dio el primer paso alguien empujó a Takao haciendo que los dos entraran de golpe al lugar, uno encima de otro. Lo último que pudo ver era a un Akashi con sonrisa victoriosa cerrando la puerta. Esa escena causaba temor hasta en el más valiente.
>>>>>>>>>>>>>Transición<<<<<<<<<<<<<<<
Esto debía ser una broma, una de muy mal gusto. Descubrió la maldita receta de la maldita pizza que los malditos de Seirin querían pero nunca pensó encontrar a uno de sus ingredientes vivo por la cocina. La langosta le miró, Aomine miró a la langosta y justo en ese momento nació una eterna rivalidad entre ellos…
>>>>>>>>>>>Transición<<<<<<<<<<<<<<<<<
Era incómodo, debía estar media hora ahí con un Takao que no se podía mover de forma adecuada porque estaba demasiado aterrado para hacerlo. Tenía que pasar eso justo ese día, Midorima prometió responder a su inesperada confesión tan pronto terminase la Winter Cup pero no habian tenido tiempo a solas hasta ese momento. Era como si Akashi lo supiera y hubiera hecho todo a propósito, la ventaja es que estando ahí el juego seguía y se libraría un rato de otro posible e indeseado castigo.
-Shin-chan…-susurró Takao levantando un poco el rostro que vaya y estaba cerca al de Midorima. - ¿Responderás mi pregunta?
-Takao…no es momento –dijo mirando a otro lado acomodándose los lentes.
-No, te equivocas, este es el mejor momento. –le sostiene con fuerza de la camisa- yo imaginé esta situación de muchas maneras cursis y vergonzosas pero ahora pienso que no importa de la forma que sea mientras que Shin-chan me diga lo que siente por mi…
-Bakao…¿Cómo dices esas cosas tan a la ligera? –agradeció la oscuridad del sitio porque así el otro no veía su sonrojo.
>>>>>>>>>>>>Transición<<<<<<<<<<<<<
Había intentado meter la langosta a la sartén de muchas maneras pero esta se había negado a entrar. Había intentado partirla con un cuchillo pero siempre se detenía antes de hacerlo, inclusive había intentado lanzarla contra el suelo para darle fin pero le fue imposible. Ahora estaba ahí sentado en el suelo con la langosta a lado de él.
-¿Sabes? Yo no quería hacer esto. Es solo que esos idiotas de Seirin quieren una pizza de langosta y caviar. Esos malditos asesinos de la naturaleza –dice apretando el puño mientras la langosta le mira con admiración. Aquella enemistad se había disuelto.
>>>>>>>>>Transición<<<<<<<<<<<<<<
Ya habían pasado 20 minutos y Takao seguía sin recibir respuesta, al contrario habían estado peleando de cosas sin sentido.
-¡Shin-chan!¿Puedes dejar tu tsunderismo por una vez en la vida y aceptar que te gusto?
-No, digo…no soy un tsundere, idiota –dijo en una frase demasiado cliché que Takao no pudo evitar reir.
-Incluso eso amo de ti …-Takao coloca sus manos alrededor del cuello de Midorima y le mira fijo. Por una rendija de luz el peliverde puede notar lo ligeramente llorosos que estan los ojos del otro. Una punzada en el pecho le invade, realmente estaba siendo cruel con el otro al no ser sincero.
-Eres un molesto, me haces enojar hasta querer vomitar, a veces pienso que demonios hago juntándome con alguien como tú, muchas veces me molesta esa risa tuya, me crispa los nervios conocer tus planes locos, me irrita mucho esa manía tuya de llamarme ‘Shin-chan’ –suspira y baja la mirada- pero siempre, a pesar de todo, estaré contigo… porque es peor estar lejos de ti- confesó al fin ante un muy sorprendido Takao que de un momento a otro no pudo contener su felicidad y puso sus labios sobre los del peliverde. Al principio este se asustó y después le correspondió poniendo sus finos dedos en la espalda del otro. Justo cuando el beso se volvía más intenso la puerta se abrió mostrando a un inexpresivo Kuroko.
-Hola…-dijo sin impactarse aunque no se podía decir lo mismo de las estrellas de Shutoku – ya terminó el juego. Hanamiya hirió de gravedad a Sakurai con un cheto. No entraré en detalles así que su castigo queda revocado…dice Akashi –Kuroko cierra de nueva cuenta la puerta del closet y ambos jóvenes se quedan ahí sin saber que hacer o donde meter la cabeza de la vergüenza. Al menos ahora podían decir que una cosa buena salió de esa fiesta…¿o dos?
>>>>>>>>>>>>Transición<<<<<<<<<<<<
-AOMINECCHI, AOMINECCHI –entraba Kise corriendo a la cocina totalmente alterado- Hanamicchi hirió de gravedad a Sakuracchi con un cheto, necesitamos ir al hospit….-mira a Aomine sentado encima de la mesa en una situación un tanto melosa con la langosta.
-Creo que tengo una buena explicación para esto…-dice muy seguro de sí mismo.
-No, está bien…siento interrumpir –dijo un perturbado Kise saliendo de la cocina. Y perturbar a Kise era digno de un premio.
-Vaya, que incómodo…bueno, al menos quedamos tu y yo …-dijo a la langosta quien respondió moviendo sus pequeñas tenazas.
*Nino’s Bellisima es uno de los alimentos más costosos del mundo. Valen aproximadamente 1,000 dolares y está hecho de caviar y langosta.