‘’Simple Inocencia’’
Un joven Thor de al menos doce años, se encontraba caminando por los pasillos del enorme castillo, el cual llamaba hogar. Se había pasado casi toda la mañana pensativo y en las nubes, había tenido una pequeña conversación con su amiga Sif, la chica le había hablado algo sobre ‘’el primer beso’’. El joven dios no le había comprendido en lo absoluto, obviamente sabía que era un beso y esas cosas, no por nada, pero había visto a su padre Odin y a su madre Frigga de ‘’esa’’ manera. Le parecía algo desagradable ese tipo de acciones, sin embargo su amiga parecía emocionada con respecto a eso.
Sif había finalizado con ese tema diciendo; ‘’ Me gustaría que mi primer beso fuera con la persona que me gusta mucho’’. Thor aún no había dado su primer…Beso… Nunca en su joven y corta vida se le había cruzado por la mente hacer eso, hasta ese día. Entonces se puso a meditar ¿A quién le daría su primer beso? Comenzó a buscar en su cabeza a esa personita, pero todos los pretendientes parecían ser automáticamente descartados ¿Acaso no le gustaba nadie? Tenía que haber aunque sea alguien a quien… Oh, sus ojos se iluminaron con emoción al encontrar a aquella persona. Si, definitivamente debía ser él.
Con pasos apresurados y detonando su emoción se dirigió al lugar donde seguramente estaba, ya que frecuentaba bastante aquel lugar. Entró por la enorme puerta, ese tipo lugar se le hacía muy aburrido a Thor, él prefería algo más emocionante que una simple biblioteca. Y allí sentado sobre un enorme y cómodo sillón estaba la persona deseada, sosteniendo un enorme libro, un pelinegro de ojos verdes de al menos once años.
— Loki… — Lo llamó tímidamente Thor.
— ¿Qué pasa, hermano? — Preguntó Loki, aun sin despegar su vista del enorme libro.
— Quiero darte algo… — Dijo Thor, no sabía porque se había puesto tan nervioso de repente y sus mejillas se convirtieron en tomatitos.
— Mmh… ¿Un regalo? — Preguntó el pelinegro, completamente desinteresado.
— Oh… Bueno, depende de cómo lo tomes tú, bueno… Yo…. Es decir. — Loki lo miró de reojo, entonces suspiró resignado y cerró el libro bruscamente. Thor no podía estar más que apenado en ese momento.
— Bueno, entonces dime que es lo que quieres darme. — Para Loki, la paciencia no era una de sus más grandes virtudes, así que decidió acelerar el proceso de decepción. (¿)
— Quierodartemiprimerbeso. — Dijo rápidamente, Loki lo había entendido a la primera, pero decidió jugar un poco con el avergonzado Thor fingiendo sordera.
— ¿Tú, qué? — Preguntó el pelinegro con su mejor cara de confusión e ‘’inocencia’’. Thor respiró hondo y repitió.
— Que quiero darte mí… Primer beso… — Dijo más claramente y ya no se notaba tan tenso o nervioso, ya que más aba, que sea lo que los dioses quieran.
— Creí que ya lo habías dado. — Soltó Loki y Thor lo miró confundido. — El ya sabes…
— Y ¿A quién se lo daría?
— Ehem… ¿Sif?
— Pero ¡Por supuesto que no!
— ¿Por qué no?
— Porque se supone que se lo tengo que dar la persona que me gusta. — Loki había quedado estático y sorprendido y un leve sonrojo se coló en sus mejillas, eso quería decir que ¿A Thor le gustaba… él? Agachó un poco su cabeza, la vergüenza se había apoderado del peli negro.
— ¿Por qué te gusto? — Preguntó apenado Loki. La verdad era que nunca se sintió tan especial como para obtener un lugar más profundo en el corazón de Thor.
— ¡Jajaja! Es obvio, eres mi hermano. Contigo siempre la paso muy bien y me divierto mucho con tus bromas, por eso me gustas. — Dijo, entonces Loki lo supo, los sentimientos de Thor no pasaban más que la de un simple amor de hermanos. Thor era tan puro e inocente, por más que le gustase aceptar aquel beso simplemente no podía, su hermano pensaba diferente y él no podía corromperlo con su egoísmo y amor el cual no era para nada fraternal.
— No puedo besarte. — Dijo Loki desviando la mirada para no verlo.
— ¿Por qué? — Preguntó Thor triste al ser ‘’rechazado’’
— No puedo… — Dijo por último Loki, para luego salir de la sala apresurado, dejando a un Thor muy triste y confundido a la vez. ¿Por qué Loki no aceptó el beso? No lo entendía… Entonces lo sintió, aquella presión y un leve dolorcito en la zona de su pecho. ¿Qué era? No lo sabía y tampoco quería averiguarlo, era demasiado para él.