Simple Inocencia III
Los secretos son buenos, estamos bien así.
El tiempo pasó en Asgard, seis años para ser exactos, desde que Thor le declaró su amor a Loki y viceversa. Tenían sus discusiones como toda pareja, y es que eso se debía a que lo de ellos aún era un secreto. Pero había un momento en el que Thor se cansaba de mantener su relación con el pelinegro oculta ante todos, nadie, más que su querida madre sabía de la relación. Ya que una vez los había descubierto infraganti una noche cuando el rubio se había escabullido al cuarto del pelinegro, no estaban haciendo nada malo más que besarse y acariciarse mutuamente y su madre entró en ese momento. Imagínese la cara de la mujer en ese instante, Thor le explicó y confesó todo a su querida madre y Loki no podía hacer más que avergonzarse y aún más cuando la mujer le dio su bendición. Frigga prometió no decir nada a Odin hasta que estén preparados para decirle ellos mismos. Era todo un dilema, Thor quería gritarle a los cuatro vientos quien era su pareja, en cambio Loki tenía que convencerlo de esperar un tiempo más. Había veces en las que el rubio, apropósito, arrinconaba al pelinegro en algún lado, donde medio Asgard podían verlos, gracias a los dioses, nadie los descubrió, ya que Loki encontraba la forma de controlar a su gorila, es decir, novio…
Thor se encontraba junto a Loki, haciéndole compañía en la biblioteca. Ese día no tenía muchos ánimos de ir a entrenar con sus amigos, pues, siempre era lo mismo con ellos. Y Loki se sentía un poco ‘’incómodo’’ ante la presencia del otro, ya que básicamente, acostumbraba a estar solo en ese lugar. A Thor parecía darle igual donde estaba, mientras el pelinegro esté con él, el rubio era feliz.
— Y… ¿Hoy no entrenarás? — Preguntó Loki, tratando de sacar algún tema en especial.
— Nope…
— ¿Nada?
— Nones…
— ¿Nadita de nada?
— Absolutamente nada. — Contestó. — ¿Por qué? ¿Quieres que me vaya?
— ¡No! Para nada, quédate, quédate. — Le contestó. — Se me hace raro verte aquí y que hayas aguantado tanto sin dar un bostezo.
— Oh… Eso, ofende Loki… — Dijo Thor con un puchero en los labios y fingiendo estar ofendido.
— Lo siento. — Se disculpó el ojiverde. Entonces Thor se acercó más a él, para agarrarlo de la cintura y atraerlo más a su cuerpo. El rubio le plantó un apasionado beso el cual Loki correspondió con gusto. — Thor, detente… — Dijo cuando este dejó de besarle. Pero el rubio parecía no parar y continuó besando su cuello y mordisqueando un poco, haciendo que Loki diera casi inaudibles gemiditos. Oh, Thor estaba caliente, muy caliente. Pero debían parar hasta ahí, a pesar de que llevaban años con su relación, aun no lo habían hecho. Ya que, nunca encontraban el momento perfecto para consumar su amor. (?)— T-Thor, alguien podría entrar y vernos.
— Nadie viene aquí, solo déjate llevar…— Loki quería hacerlo, quería dejarse llevar por sus emociones y sensaciones. Pero había algo que lo estancaba siempre, era miedo. Si, Loki tenía miedo de perder a quien más amaba. Sabía que el amor que se tenían era prohibido ante los ojos de Odin, el hombre jamás lo permitiría. Sin embargo ¿Qué pasa si se dejara arrastrar solo un poco? Amaba a Thor con todo su corazón y por eso… — Confía en mí… — Pidió el rubio con una sonrisa, entonces el pelinegro asintió, sus ojos estaban fuertemente cerrados y su cara sonrojada, iba a confiar en su amado. A Thor le pareció muy tierna la imagen de Loki tímido y avergonzado, esta vez no iba a perder la ocasión.
— Pero aquí no. — Dijo Thor, tomándole del brazo y sacándolo de aquel lugar a la arrastra. Lo llevó hasta la habitación del rubio y allí comenzó a besarle con más pasión que antes. Thor lo tiró a la cama y seguido de eso, se abalanzó sobre el pelinegro comenzado a besarle en cada extremo de su cuello y pecho con real entusiasmo.
— ¿Desesperado? — Preguntó sarcástico, Thor simplemente le gruñó como si fuera una confirmación, no podía parar. — Tienes razón, menos charla y más…— Pero no pudo terminar su frase ya que Thor comenzó a desvestirlo por completo, en unos segundo Loki ya estaba casi completamente desnudo, lo único que mantenía era su bóxer. — T-Thor…
— Lo siento, no puedo retenerme... — Volvió a unir sus labios con los del pelinegro, Loki le daba aseso a esa parte sin problema, y Thor entraba con gusto. El rubio bajó hasta su cuello y luego hasta su pecho, encontrándose con unos tentadores botones rosas que se le hicieron irresistibles en ese momento, así que se llevó uno a la boca, mientras que con su otra mano acariciaba y trataba como quería al otro. Thor mordió un poco el pezón que tenía en la boca y succionó con fuerza haciendo que Loki gimiera de placer. A Loki le pareció injusto que Él estuviera prácticamente desnudo mientras que el otro aún permanecía con casi toda su ropa, lentamente recorrió el pecho del rubio con sus manos y desabrochando su ‘’traje’’ para sacárselo parsimoniosamente mientras el desesperado chico aun lo besaba. Thor se incorporó comprendiendo las intenciones de Loki, así que comenzó a desvestirse de manera seductora, para vergüenza del dios del engaño.
— No sabía que era un experto en seducción. — Le dijo Loki acercándose a Él para agarrarle y besarle, recorrió su mano por el perfecto pecho de Thor, la piel y prácticamente todo su cuerpo se sentían calientes, seguro que él estaba igual de excitado pero no lo sentía como en Thor. Loki no iba a negar que se sentía algo nervioso, nunca lo habían hecho ¿Qué debían de hacer primero? Y que era lo que tenían que hacer más que nada, sin embargo, Thor parecía estar tranquilo y sereno ¡¿Cómo podía estar tan tranquilo?!
— Loki… — Nombró el joven hombre. (Porque ya tiene 18 años) La mano de Thor corrió por uno de los muslos de Loki, este se estremeció por el contacto de la mano y su cercanía en aquella zona tan sensible, su trasero, además de que su erección se estaba comenzando a notar. Loki había quedado recostado en la cama y Thor encima de él, el pelinegro lo miró detenidamente dándose cuenta de lo grande que se había puesto su Thorsito, los años habían hecho un buen trabajo con el rubio honestamente.
— ¿Qué vas a hacer? — Preguntó Loki un poco asustado, cuando una de las manes apretó una nalga.
— Ya te dije que confiaras en mí. — Dijo Thor en su oído, entonces en un abrir y cerrar de ojos Loki había quedado completamente desnudo ya que había sido despojado de sus pantaloncillos. Thor, sin pudor alguno tomó la hombría del pelinegro, la cual ya estaba completamente erecta y la masajeó, provocando un estremecimiento completo en el cuerpo del pelinegro. Luego Thor aburrido con el mismo movimiento tomó la erección de Loki con su boca lamiendo desde la punta hasta la base de su pene y engulléndoselo por completo. Loki se sentía en las nubes, jamás en su vida había experimentado semejante placer.
— Thor… Para… ¡Me voy a venir! — Le suplicó Loki pero este no pretendía detenerse en ningún momento. El pelinegro estiraba de los pelos al rubio para poder apartarlo, pero era imposible. Entonces el momento llegó, y Loki no podía aguantar más, así que se vino en la boca de Thor. Este bebió la esencia con gusto, tragándoselo por completo. Loki se había cubierto con ambas manos la cara de la vergüenza que tenía, no podía creer lo que acababa de hacer.
— Delicioso… — Dijo Thor mientras se erguía de aquella posición, para estar más cerca del rostro del rubio, el cual permanecía cubierto por los brazos del joven pelinegro.
— C-callate, no lo digas de esa forma… — Dijo, entonces Loki intentó levantarse de la cama pero fue detenido por el rubio, quien lo volvió a estampar en la cama de nuevo.
— ¿A dónde crees que vas? Aún no hemos acabado. — A continuación Thor tomó las piernas de Loki y las extendió por los costados de manera obscena para el espanto de Loki. Thor le metió llevó sus dedos a la boca de Loki pidiendo que los lamiera, seguido de esto Thor introdujo uno de los dedos por el recto del chico y entonces…
— ¡Aah! — Se quejó el pelinegro al sentir la invasión adentrarse en su agujero, luego de un tiempo sintió como un segundo más se sumaba a la fiesta lujuriosa. Thor comenzó a hacer movimientos de tijerita, debía prepararlo bien antes de introducirse en él, pues, no quería que su Loki sufriera. Cuando creyó que ya estaba bien preparado y ver que Loki ya no se quejaba, más bien, había comenzado a disfrutar, se posicionó entre las piernas, Loki cerró sus ojos fuertemente, esperando con nerviosismo lo que tenga que pasar en ese momento. Thor, lentamente comenzó a introducirse en el pelinegro.
— ¡Mhn! — Se quejaba dolorosamente Loki, aquello era demasiado nuevo para él. Thor se introdujo en el hasta el fondo, claro, deteniéndose cuando veía que su pelinegro hacía expresiones de dolor. Cuando por fin se introdujo por completo en él se detuvo para esperar a que Loki se acostumbrase a Él. — ¿Estás bien? — Le preguntó Thor. El pelinegro asintió, aún tenía sus ojos fuertemente cerrados, Thor lo beso en los labios tiernamente y le pidió que se relajara, lo cual Loki trataría de hacer.
Thor había comenzado a moverse paulatinamente para que Loki no sintiese tanto dolor, la cavidad del pelinegro era deliciosamente estrecha, lo cual a Thor le daba mucho placer, pero quería que Loki también disfrutara con él. Los movimientos iban lentos, pero con el tiempo se hicieron más rápidos y rítmicos, en ese momento Thor presionó un punto en el interior de Loki, el cual provocó que este gimiera de otra forma y más constante al seguir estocando aquella parte. Bingo, había encontrado aquel punto. Loki gemía y gemía de puro placer, ya no se quejaba como antes y había comenzado a disfrutar del placer que sentía ahora. Thor embestía a Loki con fervor y desenfreno, estaba que ardía, pues todo se debía a que, pronto llegaría al querido climax.
— ¡Aah! ¡Aah! — Una última estocada bastó para que Thor se viniera en el interior de Loki y que Loki también se viniera, por no se cuanta vez durante todo ese tiempo. Exhaustos y sudados terminaron, el rubio recostado sobre el pecho del pelinegro y Loki completamente agotado, aquel día había sido tan jodidamente mágico que se había quedado sin habla (¿?) Thor besó a Loki en los labios con pasión, aquello no se lo olvidarían nunca.
— Te amo, Loki. — Le dijo Thor.
— Y yo a ti. — Contestó Loki, entonces en ese instante se giró a ver la puerta y vio que esta estaba entre abierta. Su cara había cambiado de felicidad a horror ¿Y si alguien había pasado y los había visto? No, eso no podía ser. — La puerta está abierta…
— ¿Qué? ¡Pero si la había cerrado! — Exclamó Thor.
— Entonces Loki apresurado cerró la puerta con un truco de magia que había aprendido hace tiempo. Estaba asustado ¿Para qué negarlo? Si esto llegaba a los oídos de Odin, se acabaría todo por completo. Inconscientemente Loki comenzó a llorar, no quería que aquello que tanto se empeñó en proteger se terminara por quebrar.
— No llores Loki, seguro la puerta se abrió con el viento… — Decía Thor mientras trataba de consolarlo, lo abrazó y besó su cabeza, esperando a que se tranquilizara. Debían guardar un poco de esperanzas, pero las sospechas de Loki eran acertadas con seguridad, y que…
Al día siguiente, Thor y Loki habían sido llamados ante Odin, quien los miraba con cara de desagrado y disgusto. Se había enterado y Loki no podía sentirse cada vez peor, aquel era el peor día de su vida. Porque no solo iba a perder su relación con su hermano, sino que también iba a enterarse de algunas cosas que en ese tiempo Odin había estado ocultando.
Loki fue obligado a dejar de encontrarse con su hermano, siendo custodiado por soldados. No podía hacer nada, más que odiar profundamente a Odin. No podía hacer más nada más que odiarse a sí mismo, de ser quien es, de ser aquello que tanto le habían enseñado a odiar.
Loki se había enterado de que no era hijo de Frigga ni Odin, que en verdad había sido traído por el mismo Odin como un puto trofeo. Si, él era un gigante de hielo, era parte de aquellos que habían sido tan temidos hace tiempo. Y su odio había crecido con ello, pero él no odiaba a los gigantes, el odiaba a Odin y por eso, algún día se vengaría de él.
De eso, estaba muy seguro.
-FIN-