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The Boy Who Wants To Play por VampireDark

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Notas del fanfic:

Bien, este fic se me ocurrió escuchando una de las canciones de Trouble Maker. Sin embargo, aun no existen los indicios de esta, no se notaran sino hasta el segundo y tercer capitulo (sobre todo el último).

Los dos primeros capítulos serán POV Chanyeol, pero el tercero sera POV Baekhyun. Sin más espero que lo disfruten y le den la oportunidad. Muchas gracias por su apoyo.

¡A LEER!

Notas del capitulo:

Este cap es corto, debido a que es una especie de prologo, pero los otros dos prometo seran más largos.

Gracias por su comprensión.

Un Jugador, no existía otra palabra, otra forma en la que nadie, ni siquiera yo mismo, fuera capaz de describirme. Naci con el don del habla y de la seducción, toda mujer, y todo hombre, caía a mis pies con una facilidad que a mí mismo me aburría, sin embargo, la diversión de la noche era más que suficiente para utilizar mis tácticas. Y esta noche era una de esas.

El establecimiento estaba a reventar, el licor pasaba de un lado a otro y mis amigos, ya más que borrachos, empezaban a mostrarse cariñosos con completos desconocidos o incluso entre ellos mismos.

Cumplir dieciocho debería ser algo realmente gratificante, algo realmente especial, pero no encontraba una sola persona en aquel lugar que fuese capaz de darme la talla. Veía a cada hombre y mujer restregando su cuerpo contra los otros, movimientos que deberían de ser sensuales, pasando por la ligera (o incluso extrema) vulgaridad. Nada realmente interesante.

Voltee a mirar a Kris, y supe inmediatamente que no recibiría ni el más mínimo de apoyo en aquel instante. Él era, hasta ahora, mi más fiel  y cercano amigo y no dudaba que hubiese acudido a animarme en este día tan “importante”, si no hubiese sido por aquel pelinegro que se encontraba en sus brazos, mientras se besaban apasionadamente, sin duda, una distracción suficiente para que Kris se olvidara absolutamente de mi.

No lo pensé demasiado, y me levante de la mesa dirigiéndome hacía la barra, necesitaría algún trago, algo que lograra que perdiera lo suficiente la consciencia como para meterme con cualquiera de aquellos que se encontraba en el lugar. Sin embargo, no llego a ser verdaderamente necesario.

Uno de los jóvenes que estaba en aquel instante atendiendo se me acerco tranquilamente, la mayoría de personas estaba lo suficientemente distraídas en el “baile” como para tener vacía la barra, y en aquel instante lo agradecí eternamente.

—¿Qué te sirvo?— se acerco lo suficiente como para que le escuchara sobre la música, mientras me escrutaba con aquellos ojos café, que en ese momento se volverían mi perdición.

—Tu favorito, no importa que sea— su sonrisa se borro por unos segundos mientras me miraba fijamente, pero poco después volvió a posarla en sus labios mientras se alejaba y empezaba a preparar la misteriosa bebida.

—Espero la disfrutes— dijo tranquilo, mientras me tendía el vaso con una sonrisa picara, casi como si planeara algo, o tal vez solo se trataba de mi imaginación.

—Salud— y sin apartar la mirada bebí el contenido a fondo blanco, sintiendo el dulzor de la bebida invadir mi boca y pasar por mi garganta. Dulce, exageradamente dulce para mi gusto, yo odiaba el dulce.

—Caballero, por su rostro debo imaginarme que deseaba algo más fuerte— sus palabras se alcanzaban a cortar un poco por las carcajadas que sacaba despreocupadamente, burlándose a carcajada limpia, como si fuésemos amigos de toda la vida.

—Estoy contento con la bebida— dije tranquilamente mientras su risa se iba  apagando paulatinamente —te identifica.

—¿Si? Explíqueme como, por favor— dijo coquetamente, sin despejar esa bella sonrisa de sus facciones.

—Es tan dulce y tan sabrosa, como estoy seguro que lo eres tú— lo susurre, por lo cual tuve que acercarme en exceso, logrando que este acto junto a mis palabras le sacaran un bello sonrojo y un más que notable nerviosismo.

—Baekhyun, no quiero interrumpir, pero realmente necesito tu ayuda— la voz del otro chico que atendía la barra nos saco de nuestro ensimismamiento. No me di cuenta en verdad en qué momento ocurrió, pero ahora la barra estaba a reventar y el chico se hallaba realmente atareado intentando atender a todos los clientes.

El pequeño solo pudo sonreír burlonamente por lo bajo y echarme una última mirada coqueta, para después, sin decir más, alejarse a ayudar a su compañero, mientras yo era incapaz de despegar mi mirada de uno solo de sus movimientos.

—Hombre, te estaba buscando, es el colmo que te desaparezcas en tu propio cumpleaños— la voz de mi rubio amigo me hizo desviar mi mirada por unos segundos, para observar como este se sentaba a mi lado. —¿Por qué desapareciste de esa manera?

—Encontré a mi presa e esta noche— respondí tranquilamente devolviendo mi mirada al pequeño, viendo como Kris repetía mi acción.

—Vaya… sí que tienes buen gusto Yeol… pero toca mirar si la suerte del cumpleaños te esta acompañando— la voz ronca de Kris mientras desvestía al pequeño con la mirada, no podía hacerme sentir más orgulloso de mi elección.

—Por supuesto que sí— dije tranquilamente. —Sabes mejor que cualquiera que nadie es capaz de resistirse a mis encantos.

 

 

 

 

 

Estaba en la pista de baile, una chica restregándose lo que más podía contra mí y yo devolviéndole los movimientos, mientras tocaba, nada sutilmente, cada parte de su cuerpo y saboreando su cuello y labios en el proceso.

A pesar de la distracción, mi mirada se hallaba pérdida en la barra, en aquellos dos chicos hablando y sonriendo felizmente, de nuevo la barra se encontraba vacía,  y ellos parecían mucho más cercanos que dos simples compañeros de trabajo. No es que sea posesivo ni nada por el estilo, pero me gusta cuidar a mis presas y simplemente no me gustaba compartirlas, cuando proclamaba a alguien como mío era únicamente mío, hasta que yo obtuviera lo que quisiera.

De repente, vi como Baekhyun se lanzaba a los brazos del otro, dándole un beso en la mejilla, bastante íntimo y cercano a los labios si me han de preguntar, para después salir de la barra apresuradamente.

De un empujón a parte a la chica, quien me lanzo algunas miradas —e insultos— a los cuales no preste atención por seguir a mi objetivo, quien entro en una puerta al fondo del pasillo, de esas en las que solo puede entrar el personal autorizado y que siempre andan con seguro. A pesar de ello, no lo dude y me acerque rápidamente verificando, para mi desgracia, que al entrar había vuelto a encerrar la puerta.

Me recargue en una de las paredes cercanas y espere pacientemente, no tardo mucho tiempo para que el muchacho, bastante más bajo que yo, saliera por la puerta dejando atrás aquel incomodo uniforme y vistiendo ahora ropa totalmente informal y muy al estilo de la fiesta que se encontraba en el lugar. Volvió a acercarse a la barra y con un último abrazo al otro muchacho salió rápidamente del lugar.

No perdí ni uno solo de sus movimientos, espere pacientemente a que salía del lugar mientras le seguía a una distancia prudente, ya que no me parecía conveniente una escena en medio del lugar, prefería algo más solitario, solo nosotros dos sin aquel chico de la barra.

Una vez fuera corrí lo más rápido posible, hasta que logre tomarle del brazo delicadamente.

—Baekhyun— dije tranquilamente, mientras este volteaba sorprendido y algo asustado, para después observarme fijamente mientras, al parecer, trataba de tranquilizarse.

—Diablos, no sabes el susto que me has dado, chico— un último suspiro y parecía que ya se encontraba perfectamente tranquilo. Yo simplemente, no pude evitar lanzar una risa burlona ante ello, viendo como un ligero puchero se iniciaba a formar en sus labios. —No me parece gracioso gigante.

—Pero a mi si— dije controlando mi risa, mientras le sacaba la lengua burlonamente, causando que él, simplemente, se diera media vuelta y siguiera en su camino. —¡Espera!— tuve que volver a detenerle, esta vez con un poco más de fuerza.

—Suéltame…— el pequeño puchero aun adornaba sus labios y fue allí que me di cuenta que no estaba realmente enojado, y súbitamente la situación se volteo, permitiendo que pudiese usarla a mi favor.

—Discúlpame, en verdad no quise burlarme— le voltee delicadamente cada acariciar lentamente una de sus mejillas, haciéndole estremecer. —Permite compensarte las molestias.

—¿Co-compensarme?— su voz tímida resaltaba fuertemente con mi voz seductora, creando un ambiente verdaderamente atractivo y llamativo, por lo menos en lo que a mi refería.

—Así es, permíteme invitarte a unos tragos, como mi manera de pedirte perdón— le dije usando otra de mis infalibles tácticas, una pequeña sonrisa de medio lado, firme y seductora.

Normalmente eso era más que suficiente para tenerlos donde quería. Pero, a diferencia de todo lo que esperaba el semblante de Baekhyun cambio radicalmente, se puso serio de un momento a otro y me miraba con un claro indicio de enojo.

—No estoy interesado en su oferta, señor…

—Chanyeol, Park Chanyeol, y no me digas señor que apenas hoy estoy cumpliendo mi mayoría de edad.

—Excelente, mis felicitaciones por ello entonces. Pero le repito joven Park, no me encuentro interesado en su oferta.

—No puedes dejar plantado a un cumpleañero ¿O si Baekhyun?— vi como abrió sus labios para responder, sin quitar aquel aire serio en su mirada y sus gestos. Sin embargo, ningún sonido llego a salir de sus labios.

—¡Baek!— una voz a mis espaldas llamo la atención de ambos, y al voltearme logre notar que era el mismo chico del que Baekhyun se había despedido con tanta emoción.

—¡Chen!— grito con efusividad Baekhyun mientras el otro chico llegaba hasta su encuentro, abrazándolo con posesividad y protección. —¿Qué haces aquí?

—Te vi aun aquí de pie, no pude evitar extrañarme— el recién llegado me miro fijamente, con desconfianza. —¿Y quién es el chico?

—Un cliente nada más— Baekhyun respondió antes de que yo siquiera pudiese abrir la boca para intentar contestar. —Pero tranquilo, él ya se iba. ¿Verdad?

—De hecho, estaba intentando invitarle unas copas al joven, cosa que hubiese conseguido de no haber sido por la interrupción— no pude evitar el veneno que salió en mis palabras, mucho menos la mirada llena de ira que le mande al tan Chen, y peor fue cuando este inicio a reír con una clara burla en su tono.

—Dudo que alguien como tú hubiese logrado lo mínimo con él— sonrió ampliamente, mientras me observaba de arriba abajo, casi con asco. —Gracias por la oferta, pero Baek ya tiene con quien salir esta noche— y diciendo esto paso su brazo por lo hombros de mi chico, acercándolo más a él.

¡Dios! ¿Por qué no permitiste que las miradas fueran suficientes para matar a un imbécil? Juro que ya no quedaría ni un mínimo rastro de aquel idiota si fuese así. Lastimosamente, mi mirada solo logro queme devolviera una igual, pero con una maldita sonrisa burlona surcando su rostro. Lo repito, imbécil.

—Chen tiene razón Park, debo irme. Sin embargo, gracias por la oferta— su voz sonaba fría y ausente, y eso me fastidio. Nunca, ¡NUNCA! Nadie había rechazado alguna de mis ofertas, menos de aquella manera tan ruin y descarada. ¡Carajo! Quería joderlos, joderlos a ambos sin ningún tipo de compasión. —Por cierto, feliz cumpleaños.

Dieron media vuelta, y los vi alejarse por la calle, con ese imbécil aun sin quitar su brazo del hombro de Baekhyun. No aleje mi vista de su espalda, hasta que los vi dar vuelta en una de las esquinas, y solo entonces me desquite con el bote de basura que se encontraba a mi lado. Maldita, maldita suerte la que me acompañaba aquel día.

Pero eso no se quedaría así, por supuesto que no, Byun Baekhyun estará en mi cama, gemirá como puta pidiendo por más, claro que si, es una promesa, y yo nunca fallo a mi palabra, así que más te vale atenerte zorra, que tu novio y tú disfruten mientras puedan, porque pronto serás mío.

Notas finales:

Espero les gustara, en verdad me gustaría recibir sus comentarios y su apoyo. Supongo que no tengo nada más que decir. Gracias para los que llegaron hasta acá, nos leeremos pronto en el siguiente cap.

Sayo♥


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