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Caperucito y el lobo feroz (Usagi x Misaki) por LuceroHood

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Notas del fanfic:

Los pesonajes no me pertenecen, son creacion de la sensei Shungiku Nakamura, yo solo los tome prestados un ratito.

Notas del capitulo:

 Este es mi primer fic de esta pareja y llego esta idea recordando una escena que tuvieron Usagi y Misaki en la página Marukawa Editorial de Facebook (I am Usser de Usagi) fue linda y chistosa, pues Misaki le siguió el juego a Usagi, son tan lindos esos dos :3

Debo mencionar, que algunos de los diálogos que se encuentran aquí y la maravillosa actuación de Misaki  fueron creados por una amiga y Usser de Misaki, Satine Inclán, ¿que haría yo sin sus historias que me sacan sonrisas? n.n ¿y que haría Usagi sin Misaki? jejejejeje

¿Qué hacia ahí? No lo sabía, estaba molesto, pues nuevamente había sido engañado por Isaka, nuevamente se hacía presente su debilidad por Misaki, pero no lo podía evitar, lo amaba y ante la promesa de el jefe de Marukawa de buscarle un disfraz sin igual al menor, no pudo evitar sentir curiosidad y asistir a esa fiesta de disfraces de la agencia, obviamente no iba disfrazado, pues ¿De qué se vestiría? Sería ridículo.

 

Camino por el lugar buscando a Aikawa, la fiesta se llevaba a cabo en un hotel de alto renombre como solían ser siempre, camino, pero de vez en cuando era detenido por algunos de los socios que lo saludaban felicitándolo por su última novela, cortésmente daba las gracias y seguía en su búsqueda y así siguió hasta que encontró a la chica, está vestía un elegante vestido blanco con detalles azules, y detrás unas alas no tan grandes llenas de plumas, y sobe su cabeza muy bien acomodada una discreta tiara dorada, su editora se había disfrazado de ángel, pensó que esa chica debió haberse vestido de demonio, no de ángel, se acerco a ella, mucha gente la felicitaba por su trabajo como editora, y la chica disfrutaba las alabanzas, pero cuando vio a Usagi no dudo en cortar su conversación e ir a su lado.

 

-Sensei, me alegra saber que vino a la fiesta -la chica lo miro de arriba a abajo-. ¿No tiene disfraz?

 

-No me pondré uno -contesto rápidamente, la había buscado para otra cosa-. ¿Dónde está Misaki?

 

-Sensei tan desesperado -la chica sonrió de oreja a oreja-. Isaka-san me dejo comprarle su atuendo, y se lo fue a poner, pero no sé porque aun no viene, tal vez le da pena.

 

La chica rio discretamente.

 

-Iré a buscarlo, ¿Dónde está?

 

-Se lo diré, pero debe disfrazarse también sensei -la chica sonrió dándole a entender que no le diría hasta que dijera que se pondría el dichoso disfraz-. Además le conviene.

 

-No lo hare, dime de una vez donde esta Misaki.

 

La chica hizo un puchero, pero decidió decirle, y estirando su mano con la llave de la habitación respondió.

 

-Está en la suite A-01, al igual que su disfraz sensei -le mando una mirada de complicidad y le guiño el ojo-. Las habitaciones están reservadas todo el fin de semana, así que esa es su habitación.

 

-Gracias -agradeció por educación, tomo la llave y se dirigió al elevador, si Misaki no iba a aparecer en la fiesta, para que estaba ahí, decidió buscarlo y si el chico quería bajar a la fiesta lo haría solo un rato, sino, bueno tenia la habitación por todo el fin de semana, el mayor sonrió ante sus pensamientos.

 

Llego al último piso y camino a la suite, introdujo la llave y abrió. Camino por la habitación llegando a el cuarto principal, había una gran cama matrimonial y sobre esta se encontraban dos cajas, una mediana y otra chica, se acerco a la mediana y leyó una nota sobre está.

 

“Sensei, aquí esta su disfraz, notara que es algo muy sencillo, lo difícil fue encontrar el de Misaki-kun, usted entenderá”

 

                                                                                                                                  Aikawa.

 

Abrió la caja y se encontró con unas orejas de animal y una cola, dedujo que eran de algo como un lobo para colocar en el cinturón del pantalón, no entendía nada de eso así que las coloco en la mesa de noche y miro la otra caja que también tenía otra nota.

 

“Mañana se hará un almuerzo con personas importantes, y no escaparas, no exigiré tu presencia en la fiesta de disfraces, mas si en ese desayuno, este es solo un regalito para chibi-tan y para ti, pues no creo que desaprovechen esta noche, con un trago bastara, diviértete”

 

                                                                                                                                 Isaka.

 

 Abrió la caja y había un frasco mediano con una sustancia liquida y de un color lila, sospechaba lo que contenía esa botella, pero le pareció raro que el regalo viniera de Isaka, de repente escucho algo proveniente del baño, dejo el frasco junto al disfraz y se acerco a la puerta.

 

-Misaki ¿Eres tú?

 

Del otro lado de la habitación el castaño maldecía interiormente por su mala suerte, no podía creer que Aikawa le hubiera comprado algo así, ¿acaso lo odiaba? Se miro nuevamente al espejo sonrojándose, no, no saldría así, había prometido probárselo y si es que le gustaba, iría con  él, ahí estaba, le quedaba justo a la medida, pero no, no iría a la fiesta con eso, cuando escucho a Usagi rápidamente contesto.

 

-Etto… sí, soy yo -giro buscando su ropa en el baño para cambiarse-. En un momento salgo, so…solo espera.

 

Busco en todo el baño, pero su ropa no se encontraba ahí, recordó que se había vestido en el cuarto y después había ido al baño para verse al espejo, su ropa estaba afuera, en un sillón junto a la cama, el menor maldecía su mala suerte, golpeo la barra donde se encontraba el lavadero.

 

- ¿Te encuentras bien? -el de pelo gris pregunto después de oír el golpe.

 

-Sí, estoy per…perfectamente -no quería que Usagi lo viera así, así que decidió mentir-Usagi, olvide mi ropa afuera, podrías pasármela, esta sobre el sillón.

 

El mayor vio su ropa, pero le extrañaba, eso no era un disfraz, era su ropa que llevaba en la mañana, Misaki le ocultaba algo y lo descubriría.

 

-Claro -el chico inocentemente agradeció su “buena suerte”-. Abre la puerta para que te la de.

 

El universitario abrió solo un poco la puerta y saco su mano para recibir la ropa, suspiro aliviado, pero en lugar de sentir la tela sobre su mano sintió como otra cálida mano lo tomaba y tiraba de él.

 

-¡¡¡No!!! Baka Usagi -el chico fue jalado justo al pecho del mayor quien lo rodeo, y Misaki al mirarlo sonrojado gritándole, vio como el mayor estaba sin palabras observándolo fijamente.

 

Misaki usaba un atuendo digno de un cuento de hadas, una camisa blanca, pantalón negro que entraba en unas lindas botas cafés, la ropa tenia algunos encajes rojos y dobleces con acabados negros que lo hacían ver infantil, llevaba un delantal blanco frente al pantalón, pero lo que definitivamente dejaba claro su disfraz era la gran capa roja que llevaba atada por el cuello, con capucha y todo, Usagi pensó que solo le hacía falta la canasta, Misaki era como la versión masculina de Caperucita roja, le pareció simplemente adorable.

 

-Te vez muy bien Misaki -el mayor lo soltó y el castaño se pego a la pared.

 

-Baka Usagi, me veo ridículo, voy a cambiarme -intento tomar su ropa y entrar al baño, pero Usagi lo abrazo desde atrás pegándolo a su cuerpo.

 

-No te vez ridículo, te vez hermoso -beso su cuello logrando que el menor luchara por zafarse de él.

 

-¡¡Hermoso no es un término que debería ser usado para un típico chico de universidad como yo!! -Misaki luchaba por soltarse pero no podía.

 

-Tú no eres como cualquiera de esos chicos, tu eres especial -lo beso dirigiéndolo poco a poco a la cama.

 

-Usagi, espera -el chico se alejo lo que sus brazos extendidos le permitían-. Usagi, yo… quisiera hacer algo por ti, pero no puedo, lo siento, me es muy difícil aun, yo, no sé qué hacer.

 

Misaki se miraba triste, con la cabeza gacha, aun le era difícil estar con Usagi, tal vez era lo mucho que lo amaba, no lo sabía, Usagi lo tomo de los brazos y lo sentó en la cama, el se hinco y con una mano tomo su barbilla haciendo que lo mirara.

 

-Tranquilo, no necesitas pensar en ello, solo disfruta el momento -los ojos de Misaki parecían vidriosos, como si fuese a llorar.

 

-Pero yo quisiera ser para Usagi alguien útil -se sonrojo y trataba de evitar mirarlo a los ojos-. Más no puedo.

 

Usagi miro la botella con el liquido morado, la tomo y sin pensarlo dos veces dio un trago, mas no lo paso, lo mantuvo en su boca y se acerco para besar al menor haciendo que este bebiera el liquido que le ofrecía, haciéndolo tan rápidamente que el menor no pudo ni siquiera resistirse a beberlo, cuando se alejo Usagi, el chico tocio y pregunto.

 

- ¿Qué fue eso? -el chico pudo sentir el sabor, era dulce y viniendo de labios de Usagi era más, pero ¿Qué era?

 

-No lo sé -el menor lo miro con duda y miedo en el rostro.

 

- ¿Y si eso es dañino? -pregunto asustado.

 

-No lo es, tranquilo -se sentó a su lado y lo abrazo, Misaki no entendía nada de lo que había pasado, pero también lo abrazo.

 

Pasaron así algunos minutos, y Misaki en ese abrazo tan cálido comenzaba a sentirse algo extraño, era como un escalofrió que llegaba desde sus piernas hasta su pecho expandiéndose por todo su cuerpo, algo lo hizo hablar, quería olvidar esa sensación que sentía.

 

-Usagi, ¿no deberías estar en la fiesta? -Usagi se alejo de él mirándolo.

 

-No necesariamente, Isaka me dejo tomarme esta noche.

 

Un silencio incomodo se formo, y la sensación de apenas segundos antes iba aumentando, pero ahora también se encontraba algo nervioso.

 

-Así que… estas libre por hoy -algo en su mente le decía que dejara de hablar, pero había algo más que le obligaba a hablar.

 

- Así es -lo miro con la cabeza ladeada-. Acaso ¿hay algo que quieras hacer, Misaki?

 

-Amm, p-pues no se… ¿Quieres jugar algo? -¿jugar algo? Misaki  no podía creer lo que estaba diciendo, estaba apenado.

 

- ¿Jugar a qué? ¿Quieres proponer un juego nuevo? -Usagi se hinco en el colchón y poco a poco comenzó a quedar sobre Misaki mientras lo iba acostando y avanzaba a gatas.

 

El chico estaba muy nervioso, pero se sentía muy raro y no podía luchar contra los impulsos que estaba sufriendo en esos momentos.

 

-P-pues no se... ¿tienes alguna idea? -decía el chico sonrojado-. Y-yo... no tengo una... pero si quiero jugar con Usagi.

 

Usagi no se lo podía creer, ese líquido sí que le había funcionado y claro estaba, no lo desaprovecharía.

 

-Bueno, ya se, juguemos a caperucita y el lobo -le sonrió-. Después de todo tu ya tienes el disfraz, tu llegabas inocentemente a la casa sin ningún temor pero entonces... -mordió ligeramente el cuello de Misaki-. El lobo te devoro.

 

El chico lanzo un ligero gemido y lo miro desde abajo todo sonrojado y un poco agitado.

 

- ¿Y Caperucita tiene opción de escape?

 

-Mmm… déjame pensar, solo si al lobo le conviene y claro esta si puedes con él -puso cada una de sus rodillas a los costados del universitario y con una mano sujeto sus muñecas poniéndolas sobre su cabeza-. ¿Tienes algo que decir para convencer al lobo?

 

-Am... Suéltame ¿por favor? -el castaño lo miro como si rogara por ello.

 

-Eso es trampa -dijo con una sonrisa el mayor, pues al verlo así, casi lo hubiera considerado-. Pero lo siento, no creo poder soltarte y ahora menos.

 

-Usagi, me siento…extraño -el chico lo dijo, no sabía que le pasaba.

 

-Tal vez fue lo que te di, fue un regalo de Isaka para esta noche -Usagi sonrió de lado.

 

- ¿Me drogaste? -Pregunto el chico justificando con eso sus emociones actuales.

 

-Tal vez, y esa sensación no se irá hasta que te relajes y disfrutes de esta noche, así que, tú eliges -lentamente Usagi comenzó a besar su cuello.

 

Misaki sentía tan bien esos besos en su cuello, ahora sabia que todo lo que sentía era causado por esa droga, Usagi era el causante de eso, el causante de que en esos precisos momentos no se sintiera ni él mismo, ¿Qué más daba? Era culpa de esa droga, no era como si él lo deseara realmente, tomo valor y contesto.

 

-U-Usagi... digo... Lobo... Lobo Usagi... -Misaki trataba de soltarse pero no podía por como lo sujetaba y también porque realmente estaba disfrutando del juego relajándose un poco más.

 

- Caperucito... esta vez no escaparas -con una mano comenzó a explorar por debajo de esa linda camisa-. Has de ser delicioso.

 

Se relamió los labios y comenzó a desabrochar los botones del menor.

 

-N-no, t-tengo un sabor extraño de verdad Lobo Usagi -se removía un tanto excitado por la sensación causada por la mano y mirada que le dedicaba Usagi y soltando ligeros gemidos.

 

Ante esto Usagi termino de desabrochar la estorbosa camisa y paseo su lengua por todo su pecho.

 

-Pues a mí me pareces delicioso, ¿no estarás mintiendo, verdad? no me agradan las mentiras -le quito la camisa completamente y con su mano libre el también comenzó a quitar su propia corbata y ato las manos de Misaki, para así poder comenzar a besar con más libertad el dorso de su amante.

 

-L-lobo Usagi...ah... de verdad, n-no miento... -lo miraba sonrojado y porque ciertamente iniciaba a sentirse excitado.

 

Usagi en un movimiento brusco mordió uno de los pequeños botones rosados de su pareja haciendo que estuvieran más erectos, estimulándolo lentamente y abriendo poco a poco el pantalón del chico y retirando sus botas.

 

- Me agrada ver como reaccionas ante mi -comenzó a frotar suavemente su entrepierna y su pareja arqueo la espalada, pues las sensaciones eran indescriptibles, sentía algunos espasmos que iniciaban en ese punto de su cuerpo donde Usagi masajeaba tortuosamente y recorrían todo su cuerpo, para después regresaban nuevamente ahí, causando que su miembro comenzara a despertar, intento tapar su entrepierna con sus manos, mas Usagi lo evito-. Tranquilo, no eres el único aquí.

 

El mayor pego su propia entrepierna a el vientre de Misaki, comenzó a susurrarle cosas a Misaki al oído, le decía lo mucho que lo deseaba, lo mucho que lo amaba, le quito rápidamente el pantalón y no dudo en desgarrar su ropa interior haciéndola trizas dejando a su “Caperucito” sin mas ropa que no fuera la gran capa roja en la cual descansaba.

 

-U-Usagi…-El chico lo miraba desde bajo de su cuerpo, jamás lo admitiría, pero deseaba mas de aquellas caricias, comenzaba a desesperarse.

 

-No te muevas o te castigare - sonrió y comenzó a quitarse su propia ropa lentamente, Misaki lo miraba atentamente y sumiso no se movía de cómo lo había dejado Usagi, en menos de lo imaginado quedo simplemente en bóxers, sonrió y aprovechándose de la sumisión del menor pregunto-. Caperucito Misaki, ¿Qué hare contigo? ¿Alguna sugerencia? ¿Algo que te gustaría, que no sea dejarte ir?

 

El castaño seguía con las manos atadas, así que lo que hizo fue atraer a su cuerpo a Usami, para susurrarle agitadamente y suplicante.

 

-P-por favor Lobo Usagi, quiero...

 

Usagi comenzó a besar el cuello del menor causando algunos gemidos, era tan provocador.

 

- ¿Que desea mi presa?... dime -con sus manos acariciaba el vientre y cintura del otro chico, quien agitado, indefenso, sonrojado y frustrado casi le grito.

 

-¡¡Q-quiero a Lobo Usagi!!

 

-Concedido -sorprendido ante la actitud de su chico, pero igual excitado se quito el bóxer que cubría su miembro y también retiro la corbata que ataba las manos del menor masajeándolas un poco-. No creo que seas capaz de escapar e estos momentos, así que, tu solo disfruta.

 

Delante del rostro de Misaki puso tres dedos, el menor supo que era lo que tenía que hacer, así que sin dudarlo y sintiendo sus mejillas arder abrió su boca para lubricar esos tres dedos, comenzó tímidamente, mas cuando sintió la mano de Usagi comenzar a masturbar su  miembro, una nueva ola de emociones se adueño de él y comenzó a lamerlos sexymente como si de un dulce se tratara.

 

El peli gris gruño profundamente al sentir la lengua de Misaki en sus dedos imaginando como se sentiría en su miembro, haciendo que la excitación se hiciera aun más presente y queriendo apresurar las cosas, quería sentir la calidez del chico ahora.

 

- Que obediente es mi bello Caperucito Misaki, eso hace que solo merezca lo mejor -retiro sus dedos húmedos de la boca de Misaki y mirándolo directamente a los ojos en señal de advertencia y comenzó a deslizar lentamente uno de sus dedos.

 

El menor se tenso y Usagi lo sintió, así que comenzó a besarlo cálidamente, adentrando su lengua en esa boca que tanto le gustaba y que lo llevaba a la mismísima gloria.

 

Usagi ya usaba los tres dedos para dilatar su entrada, y el chico comenzó a moverse con la espalda arqueada acercándose más a Usagi, pidiendo más que simples dedos, el mayor se dio cuenta, lo tomo de la cintura, retirando sus dedos y recibiendo un gemido de Misaki, quien no sabía si quejarse por que lo dejo o alegrarse por lo que seguía.

 

-Misaki -se acomodo entre sus piernas, comenzó a penetrarlo lentamente mientras besaba callando un quejido largo del chico quien sentía un poco de dolor, pero al mismo tiempo deseando que entrara de una vez por todas en él-. Eres tan exquisitamente estrecho.

 

Usagi gruño un poco, era tan cálido y estrecho su amado,  tomo a Misaki firmemente para penetrarlo de una vez por todas obteniendo un gemido alto y sonoro del chico.

 

-Usagi - grito jadeante al sentirlo completamente dentro de él y se aferro fuertemente a su dorso para que no se moviera, necesitaba acostumbrarse un poco más a la intromisión, cosa que Usagi le entendió y comenzó ayudar al chico dándole besos en todo el cuello y rostro, poco a poco el dolor comenzó a ceder-. Por favor Usagi, no digas esas cosas tan extrañas.

 

Pidió recordando que cada vez que lo hacían le decía cosas muy vergonzosas como las de hace un momento.

 

- Lo lamento, pero no puedo evitar decirlo, eres tan cálido, y cada expresión tuya es todo un poema para mí -con su mano comenzó a estimular al joven para lentamente comenzar con un ligero vaivén de embestidas.

 

El chico se sonrojo al escucharlo, pero más pronto de lo esperado su cabeza comenzó a dejar de razonar, pues el placer comenzaba nuevamente a inundarlo, se aferro a la espalda de Usagi, no quería que lo soltara, quería seguir ahí junto a él, el placer lo cegaba, comenzó a clavar sus uñas en ese perfecto dorso.

 

- U-Usagi... nnnhgnnn... p-por favor... basta... - no sabía que decía, ya nada tenía sentido, algunas lagrimas escapaban de sus ojos, se sentía desfallecer.

 

- Déjate llevar Misaki -comenzó a hacer las envestidas más veloces y profundas, y aprovechándose de los gemidos de Misaki inicio un nuevo beso lleno de lujuria y pación.

 

-U-Usagi... Mmm... -le dio acceso total a su boca y cuando sintió la lengua de Usagi entrar en su cavidad no dudo en jugar con él mientras sentía como lo iba envistiendo mas y mas rápido, provocándole más placer.

 

El vaivén se volvió delirante, incluso Misaki comenzó a moverse para que fueran más profundas las embestidas. Pronto Usagi encontró el punto que hacía que su amante se estremeciera.

 

-U-Usagi!... b-basta... si sigues yo... y-yo no aguantare mas... -el chico se movía un poco agitado, era una lucha interna entre parar o no, todo era muy confuso.

 

- Tu boca dice eso, pero tu cuerpo pide mas -siguió envistiendo ese punto y lentamente comenzó a estimular también el miembro de su amante, su mano hacia un excelente trabajo, de eso Misaki era testigo, no podía parar de gemir, se recargo en el hombro de Usagi-. Déjate llevar.

 

Usagi gimió roncamente, Misaki negaba, y no paraba de gemir, su cuerpo buscaba liberación, pero no quería terminar aquello, sin poder evitarlo mordió el hombro de su pareja, pero al darse cuenta de lo que hacía lo soltó, pero esos malditos gemidos no paraban de salir de su boca.

 

-U-Usagi…ah… no digas esas… cosas -el chico se sentía morir, ya no recordaba ni como respirar, los gemidos salían sin orden desde su garganta, luchando por aire, y su cuerpo pedía mas.

 

-Misaki...no te resistas - También él  jadeaba, lamio el cuello de su amado y comenzó a morderlo suavemente, una pequeña venganza por lo de su hombro.

 

Todo aquello llevo a Misaki a sus extremos, ya no lo soportaba más.

 

- U-Usagi... m-me vengo... mmgh... -se aferro fuertemente a Usagi y comenzó a sentir rápidas y violentas contracciones por todo su cuerpo, su escancia manchaba el vientre de ambos chicos y todo se intensificaba pues Usagi seguía penetrándolo, mas eso no duraría tanto tiempo tampoco.

 

-Misaki -el mayor sintió el interior de Misaki contraerse y eso ocasiono que el también se corriera dentro de él.

 

Pasaron algunos minutos hasta que ambos se sintieron algo más calmados, Usagi salió de él robándole un ligero gemido, los tapo a ambos y después lo abrazo fuertemente, se tiro a su lado envolviéndolo entre sus brazos y sintiendo la calidez, la respiración y latir del corazón de Misaki, ambos intentaban regularizar un poco mas su respiración.

 

-Usagi -hablo escondiendo su rostro en el pecho del mayor -. Lamento haberte mordido, y rasguñado.

 

Al escuchar eso el mayor no pudo evitar reír.

 

-Te hago mío y tú lamentas morderme, aunque… ¿desde cuándo el lobo era el que terminaba mordido y arañado? -beso su frente-. Tranquilo, no pasa nasa, además fue estupendo el día de hoy.

 

El menor se sonrojo.

 

-E-está bien.

 

- Aunque me las cobrare -el mayor soltó del cuello del menor la capa y lo subió a sus caderas-. Al lobo no le gustaría que le hicieran eso, así que no soltara a caperucita hasta que la haya devorado completamente.

 

Sonrió abiertamente y lo beso.

 

-E-espera Usagi, ¿no es suficiente? -pregunto con los ojos abiertos como platos y todo rojo.

 

- ¿Bromeas? Aun quedan tantos cuentos de hadas para aprovecharme de ti -le sonrió pícaramente y comenzó a besar posesivamente al chico.

 

Esa sería una larga noche para el castaño, una noche llena de cuentos y seres de ficción donde su papel siempre seria la víctima.

 

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Eran las 9 de la mañana, todo era silencio, solo se veía entrar por la habitación algunos rayos de luz de la mañana, en la cama se encontraban Usagi y Misaki dormidos, había ropa por doquier, el disfraz, los pedazos de ropa interior de Misaki, la capa, todo era tranquilidad después de esa noche tan agitada para ambos, no sabía a qué hora habían terminado, pero Usagi si que había agradecido infinitamente a los hermanos Grimm por tan buenas historia inventada, todo era quietud hasta que…

 

-Akihiko-san -Isaka entro de improviso a la habitación del escritor viendo aquel tiradero-. Levántate Usagi, ya te divertiste anoche, ahora debes de ir al desayuno con los inversionistas.

 

El mayor entro sentándose en la cama, y los dos chicos despertaron, uno sobresaltado y el otro enojado.

 

-Son malos, no me dejaron ver el disfraz de Misaki -entro Aikawa también a la habitación-. Debiste hacerte visto tan, pero tan lindo que el sensei no dudo en comerte.

 

La chica hacia grititos de emoción, Usagi se sentó en la cama mirándolos con odio y Misaki se tapaba todo rojo con la colcha que se encontraba sobre él.

 

-No me mires así Usagi, se que has de estar cansado, pero bueno para eso es mi regalo, también para ti chibi-tan.

 

- ¿Regalo? -Usagi pregunto.

 

-Claro, es un energético, con solo un trago te llenas de energía, incluso le servirá al chico para que pueda estar activo tan temprano -Usagi no entendía-. Te lo dije, un trago y será suficiente.

 

Los dos chicos de la cama se sorprendieron, ¿un energético?

 

-Pensé que era una droga -Usagi había.

 

- ¿Una droga? -Isaka comenzó a reír- ¿Quién crees que soy para darte algo así Akihiko?

 

El mayor volteo a ver a Misaki quien ardía de vergüenza, no había sido el liquido lo que lo había puesto así, había sido él mismo.

 

-Así que… r13;se acerco a Misaki y beso su hombro-. Eras tú mismo ayer, no fue la droga.

 

-¡¡Cállate baka Usagi!! -le grito aun mas sonrojado.

 

- ¿Podrían dejarnos solos? -Usagi pregunto e Isaka miro su reloj.

 

-Tienes una hora, después te veré en el restaurante, sino bajas vendré por ti y te sacare tal como estés -se despidió con la mano y salió junto con Aikawa que aun daba saltitos de felicidad-. Suerte Chibi-tan

 

Los dos se fueron y Usagi quedo solo con Misaki.

 

-Me alegra tanto saber que no era una droga -hablo abrazando a Misaki.

 

-¡¡No lo digas!! -grito Misaki, pero se quedo cayado  al ver que Usagi solo lo abrazaba.

 

-Me sentí un poco culpable por haberte dado eso, me había puesto a pesar que te había forzado otra vez -Misaki se sintió un poco triste al escuchar eso, así que se giro en los brazos de Usagi y correspondió el abrazo ocultando el rostro en su pecho, quería decir tantas cosas, pero ninguna de ellas salía de sus labios, no tenía el valor suficiente-. Te amo tanto Misaki, gracias.

 

Misaki inconscientemente hacia muy feliz a Usagi con solo responder físicamente a sus actos, sabía que su chico no diría nada, que tendría que esperar a que el chico se sintiera seguro de sí mismo, que confiara lo suficiente en su amor por él para recibir respuestas, no esperaba ya más del chico, pensó que estar así con él era lo mejor que podría pasarle, pero se sorprendió, estaba tan equivocado, pues cuando Misaki le contesto, sintió tanta paz en su interior y felicidad, esas simples  5 palabras, lo había sido todo, definitivamente ese había sido el mejor fin de semana de su existencia.

 

-Yo también te amo Usagi.

Notas finales:

Espero sus comentarios si asi gustan ustedes, pero principalmente espero le haya gustado n.n

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(^W^)/ Lucero Hood Fuera Paz

 

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Lucero Hood


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