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Click, Flash y Café por Vegeta II

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Capítulo 6

''No es para dos''

— ¿Seguro que no es una cita? — Preguntó Frigga mientras miraba el atuendo que su hijo tenía preparado para esa noche.

—Ya te dije que no, y sal de mi cuarto por favor…— Thor entró al lugar, arrastrando a su madre fuera y llevándola a otro lugar que no sea su cuarto, que por cierto estaba muy desordenado, pareciera que un tsunami pasó por ahí.

—A ver, soy tu madre no una extraña. — Frigga había llegado muy temprano en la mañana, como su hijo se había comportado algo… Bueno, raro, decidió que era un buen momento para darle una visita, (también era una buena excusa para saber si se andaba alimentando bien). — Por todos los cielos hijo ¿Cuándo fue la última vez que comiste algo sano? — Esto lo dijo al momento de abrir la heladera y ver que solo había sopa instantánea o latas de ''algo''.

— De hecho como muy bien, mi amigo de la cena de hoy trabaja en un café que hacen comida muy rica… ¡Pero ese no es el caso! Lo que quiero saber ahora es porque vienes a tempranas horas de la mañana; me levantas y me sermoneas ¿eh? — Thor se cruzó de brazos y miró a su madre atentamente.

—Hijo…

—Mamá.

—Ok, me iré pronto, pero primero quiero que me expliques eso de tu nueva pareja. — A Thor casi se le cae la mandíbula al escuchar semejante cosa, su madre estaba padeciendo los síntomas de la vejez y eso que aún era bastante joven.

—Yo no tengo una nueva pareja. — Respondió Thor con toda la paciencia del mundo.

—Y tú crees que yo nací ayer. — Ella le lanzó una mirada achinada, como queriendo penetrar la mente del rubio. — Tú no eres tan delicado con algo, a no ser que te guste mucho. Me da un poco de pena decir que ni con Jane tú fuiste de tal manera, lo tomaste con madurez y decisión. Y aunque sigo viendo esa decisión… Thor, pareces una quinceañera.

— ¡Ay por Dios!

— ¡Lo ves!

—No, no estoy saliendo con nadie, y la cena de hoy es con un amigo, un HOMBRE. — Dijo y la mujer rodó los ojos.

—Me gustaría conocer a ese amigo tuyo, dile que los acompañare en la cena. — Dijo la mujer muy decidida, quería conocer a la persona que traía a su querido hijo hecho un desastre emocional.

— ¿Qué? No, nada de eso.

—Claro que sí. Bueno, iré a comprar algunas cosas para esta noche y… Oh, me pasas a busca ¿ok? — Y antes de que Thor dijera o protestara algo más, la mujer salió de la casa, con todos los planes en mente. En esos momentos el rubio se encontraba en un gran dilema ¿Cómo le diría a Loki que la metida de su madre también iría? Ahora tendría que llamar al pelinegro y decirle de alguna forma que la mujer también los acompañaría.

Y Thor que creía que iba a estar solo con Loki, pero el destino parecía que así no lo prefería. Buscó el número de Loki en su agenda y presionó el botón para llamar, mientras esperaba a ser atendido Thor pensaba en las palabras que iba a usar con el mesero.

— ¿Hola? — Contestó Loki del otro lado.

—Hola Loki, soy Thor. — Respondió inmediatamente Thor, con evidente nerviosismo.

Jeje, lo sé. — Loki sonaba tan bien por teléfono, no perdía esa pisca de sensualidad que desprendía.

—Yo… Llamaba para decirte algo. — El rubio comenzó a caminar en dirección a su cuarto.

— ¿Pasó algo? — Preguntó Loki con voz preocupante.

—Tal vez, no sé si sea malo o bueno. — Dijo, riéndose un poco.

Pues, sea lo que sea no creo que sea tan malo ¿o sí? Oh, no me digas, no vas a venir hoy. — Dijo Loki preocupado, y de inmediato Thor continuó.

— ¡No! Claro que no, es mi madre… Ella, quiere acompañarme hoy a conocerte.

Oh…

—Sí, oh…

No tengo problema con eso, además, no estaría del todo mal que yo la conozca también. — Dijo, se notaba su felicidad a pesar de todo. En verdad que a Thor le encantaba Loki, toda su forma de ser, su amabilidad, todo. El rubio se sentó en su cama.

—Solo espero que no te incomode, ya sabes cómo son las madres… Son muy preguntonas. — Comentó el rubio y Loki largó una carcajada.

Eso no lo sabremos hasta que pase. — Continuaron hablando un rato más, hasta que decidieron despedirse y verse esa noche. Thor quedó recostado en su cama, estaba un poco cansado debido a que su madre le había despertado temprano.

Era un día sin mucho que pensar, no pensaría en su trabajo, o en sus problemas emocionales, simplemente estaba tranquilo y quería mantenerse así por un largo tiempo o por lo menos hasta volver a su monótona vida. A pesar de que estaba cansado, no quería cambiar nada o hacer algo para arreglar esa monotonía. Tenía miedo de cambiar las cosas de una forma tal que luego no pudiera reconocerse ni a él mismo, no quería perderse en un baldío donde no quedara nada de él.

Thor pensaba que así como estaba viviendo, estaba… Bien, en orden o por lo menos eso quería creer el en ese entonces. Quería dejare de lado el hecho de que algo faltaba en su vida, en su ser. Porque sabía que ese algo era tan importante como su vida misma, que si lo buscaba todo cambiaría por completo, para bien o para mal, sabía que cambiaría. La pregunta era ¿Dejaría que ''algo'' lo cambiara? ¿Lo buscaría si quiera?

Se levantó de su cama parsimoniosamente, miró hacia su escritorio y caminó hasta el, allí en uno de los cajones se encontraba la foto de Loki, cuidadosamente enmarcada, tomó el cuadro y lo observó. Le encantaba hacer eso todas las noches antes de dormir, recordándolo y escuchándolo en sus pensamientos con su voz, solo con eso Thor lograba dormir tranquilamente.

En el fondo sabía que ''algo'' era Loki y si él se atreviera a buscarlo, ''algo'' formaría parte de su ser por completo. No era que no le agradara, pero tenía miedo de atraparlo y nunca dejarlo ir porque solo lo quería para él y nadie más. Tenía miedo de que si algún día perdía a ''algo'' que era Loki, se sentiría perdido, vacío, en soledad.

Quería intentarlo, enfrentarlo, pero era muy cobarde como para si quiera tomar tal decisión. Además, estaba seguro de que Loki no sentía exactamente lo mismo. Simplemente iba a esperar y a llevar las cosas con calma, ya de por si el tiempo tiene su propio ritmo y las cosas se daban cuando el tiempo lo requería o que una fuerza sobre humana lo ayudara, solo eso.

Habían acordado reunirse a las ocho y eran las siete y media cuando Thor salió de su casa, primero fue a buscar a su madre, lo cual le llevaba alrededor de quince minutos de viaje y de ahí a la casa de Loki que quedaba a mayor distancia desde la casa de sus padres. Llegaron en punto y Thor antes de tocar a la puerta del departamento le suplicó a su madre que se abstenga de hacer preguntas incómodas, lo cual su madre aceptó algo renuente, pero el rubio confiaba en que se iba a contener.

—Hola Loki…— Saludó Thor con una sonrisa de oreja a oreja, su madre lo imitó.

—Buenas noches, querido. — Continuó su madre amablemente como era de costumbre, lo primero era dar una buena impresión.

—Buenas noches, es un gusto y un placer conocerla señora. — Dijo Loki igual de amable, estaba muy feliz de recibir buena visita como la de la mujer y de Thor. — Por favor, pasen…— Loki invitó, a lo que madre e hijo pasaron, Thor con un poco de timidez entro al departamento, no era para nada fuera de lo normal, era algo… Común, si así se podía llamar. Thor había creído que debido al comportamiento amable y sincero del joven pelinegro había sido criado de buenas raíces, de gente adinerada como él, pero al parecer vivía como un trabajador de clase media como cualquier otro.

—Por favor, solo dime Frigga. — Pidió la mujer y Loki asintió avergonzado.

— Eh, no es un lugar muy grande ni lujoso como se ve que ustedes están acostumbrados, pero se puede acomodar bastante bien… — Dijo bastante apenado Loki, Thor le regaló una sonrisa tierna y Frigga lo miró de igual manera.

—Oh, no te preocupes, está bien. Además me hacía falta cambiar de aire ¿No crees Thor? — Dijo Frigga y luego se dirigió a Thor quien asintió con su cabeza. — Por cierto, te traje un regalo. — Thor miró a su madre con los ojos como plato ¿regalo? A él no se le había ocurrido esa gran idea nunca, ahora se sentía en falta con el pelinegro. Loki tomó reticente el paquete que le extendió Frigga, no sabía qué hacer con eso ya que no acostumbraba a recibir regalos.

—Ah… No se tendría que haber molestado. — Frigga rodó los ojos y le tomó por el hombro delicadamente.

—Acéptalo como una forma de agradecimiento, le diste de comer a mi bebé comida saludable y con eso estoy gratamente feliz.

— ¡Mamá! — Thor le reprendió, detestaba cuando le llamaba bebé delante de sus amigos o conocidos. Él era todo un hombre que se había independizado hacía tiempo. Loki rio ante los tratos de la familia, a él le encantaba ver eso de una madre y su hijo.

—Bien, ábrelo. — Le incitó la mujer a lo que el pelinegro asintió y se dirigió a un pequeño sillón y comenzó a abrir el paquete. De él sacó una camisa blanca, con finas rallas bordadas en turquesa y unos simples pliegues en ambos lados del pecho. Loki quedó maravillado con tal detalles y abrazó a la mujer que estaba a su lado y le dio las gracias infinidades de veces. — Ahora, quiero que te lo pruebes. — Loki corrió felizmente a su recamara y se cambió su camisa actual por la del regalo. Al salir madre e hijo quedaron encantados de cómo le quedaba, se veía realmente apuesto.

—A mí nunca me regalaste una camisa así… — Dijo Thor con una pisca de celos.

—Seamos honestos hijo, tú jamás la lucirías como él. — Al rubio se le cayó la mandíbula de tal declaración y una parte de su galanura se perdió en un agujero negro, aquellas palabras habían sido como una flecha en llamas que había calcinado aquella parte de él que se llamaba autoestima. Pero eso ya no importaba porque él único que se sentía bien ahora mismo era Loki y nadie más.

A pesar de las insistencias de Frigga para que Loki se quedara con la camisa puesta, este decidió ponerse la que llevaba antes por miedo a ensuciarla cuando comieran. Y hablando de la cena, en eso se encontraban en esos momentos. Después de charlar un breve minutos que fueron media hora, el pelinegro decidió que ya era hora de comer porque la cena llevaba preparada bastante tiempo y si no comían rápido se iba a enfriar.

— ¡Mmmh! Esto está delicioso. — Exclamó Frigga al probar la comida. Se trataba de carne al horno sazonada con especias, sobre esta una salsa simple acompañado de una ensalada que Frigga no conocía pero que le encantaba, ya luego tendría tiempo de preguntar su nombre y donde compró tal delicia.

—Sí, delicioso. — Loki sonrió complacido ante los halagos de su comida, había estado viendo recetas tras otra, en sus tantos apuntes ya que estaba nervioso por no saber que le gustaba a la madre de Thor y no quería verse mal antes la mujer, y el saber que le encantaba se sentía mucho más aliviado.

—Gracias. — Dijo Loki feliz.

—Me gustaría saber en que restaurant compraste esta delicia. — Pidió la mujer y Loki se encogió de la timidez, no podía decirle a la mujer que él cocinó ¿o sí? Debía de darle una buena excusa.

—Él cocinó mamá. — Se adelantó Thor, ya que él sabía que Loki cocinaba muy bien y tan rico. La excusa del pelinegro se había caído en ese momento, seguro que la mujer se reiría de él.

— ¡Oh! ¿De verdad? Eso sí que es increíble. La verdad que conozco a muchos chefs profesionales pero no cocinan tan rico como lo que he probado hoy. — Loki se sorprendió ante el halago de la mujer, se sintió muy feliz por eso. Continuaron comiendo, Loki no podía quitar de sus rostro la felicidad que sentía en esos momentos, entonces levantó la vista y su mirada verde se cruzó con la azul de Thor, por unos breves momento sostuvo aquella conexión entre sus ojos pero al darse cuenta de lo que hacía apartó la vista de inmediato. Esto no pase desapercibido ante los ojos de Frigga cabe destacar.

Al terminar Loki recogió la mesa velozmente, como ya era tarde y Frigga tenía cosas que hacer al día siguiente el rubio decidió llevarla a casa. Al pelinegro le hubiera gustado que se quedara un rato más pero sabía que no podía interferir ante las obligaciones de su rubio, es decir… De Thor. Limpió la mesa solo y estaba por lavar los platos para no hacerlos mañana ya que no le agradaba la idea de levantarse y ver la cocina sucia. Pero en cuanto abrió el grifo del agua caliente escuchó que golpeaban su puerta, a Loki le pareció raro aquello ya que era demasiado tarde para recibir visitas. Miró por el mirador y vio al rubio parado delante y de inmediato abrió la puerta recibiéndolo entre sorprendido y confundido.

—Hola de nuevo. — Saludó Thor y Loki le sonrió con una ceja alzada.

—¿Acaso te olvidaste a tu mamá en alguna parte? — Dijo en broma a lo que el rubio rio suavemente.

—Seguramente…— Loki invitó a pasar nuevamente a Thor a su morada y de inmediato preguntó:

— ¿Ah pasado algo?

—Vine a ayudarte con los trastes ¿no es obvio? — Contestó y Loki rio a carcajada y Thor le regalo una mirada con el ceño fruncido. — ¿Qué?

—Pues… Se te olvidó el delantal en casa ¿no crees?

—Tú me prestarás uno ¿verdad? — Loki lo observó conteniéndose la risa en el fondo de su alma, no quería ofender a Thor, pero era que jamás se había imaginado al hombre haciendo los quehaceres del hogar después de ver su casa entre desordenada y algo limpia, sabía que alguien le limpiaba de vez en cuando.

—Bueno… De acuerdo, supongo que no puedo impedirte nada. — Thor sonrió. Había decidido ayudarle en eso ya que no quería que el pobre hombre trabajara lavando hasta tarde… (En verdad era una gran excusa que pensó para estar un rato más con él). Habían arreglado entre ellos que uno lavaría y otro secaría. Es decir, Loki lavaba y Thor secaba —mal, pero secaba—, a pesar de todo se mantuvieron callados, cada uno ensimismados en sus pensamientos. Hasta que Thor habló irrumpiendo aquel silencio que no era uno incomodo, sino uno relajante.

— ¿Por qué te pusiste renuente cuando mi mamá preguntó eso, lo de la cena? — Soltó Thor, no era de chismoso ni nada de eso, simplemente no le había dado salida al hecho y quería saber.

— ¿Quieres la verdad? — Loki preguntó a lo que Thor asintió, obviamente quería que el pelinegro fuera honesto. — Toda mi vida quise ser chef, era mi sueño desde pequeño.

—¿Y qué hay de malo con eso ahora? — Preguntó Thor, no entendía cuál era el problema.

—El problema es que siempre se me ha puesto un obstáculo en mi sueño y supongo que a estas alturas perdí toda esperanza de que se haga realidad. — Thor iba a preguntar que cuales eran esos impedimentos, pero Loki como leyéndole la mente se adelantó. — Mi padre siempre había sido un hombre machista, el creía que cocinar, lavar platos, limpiar, eran tareas solo de mujeres y que yo, como hombre que soy debía de hacer cosas, bueno, de hombres. Pero jamás me interesaron las ofertas que él me hacía sobre estudiar o hacer algo que sea masculino. Siempre me llenó la mente diciendo que cocinar era para niñas y que todas las personas que me rodeaban se sentirían avergonzadas de eso, o algo así. Creí que tu madre era esa clase de personas…

—No, mi madre es una mujer muy respetuosa y más abierta de mente que tu padre, sin ofender. — opinó Thor.

—No es nada…Bueno, ese es uno, el otro es que el estudio estaba demasiado caro en ese entonces y no podía pagar la academia, ahora que trabajo en el café y gano un poco de dinero puedo pagar, cuesta pero lo estoy logrando por el momento. — Si Thor antes quería a Loki, en ese momento comenzó a amarlo con todo su ser. Se dio cuenta de la clase de vida que tenía Loki, era totalmente diferente a la suya que era más fácil de llevar. Entonces comprendió que él no tenía por qué quejarse de su trabajo teniendo a su lado a alguien que luchaba cada día para cumplir su sueño. — Ahora el problema es que, me di cuenta de que cuando termine de estudiar la carrera gastronómica no sabría qué hacer, al principio quería poner mi propio restaurant, pero eso lo vi imposible al saber que no tengo los recursos necesarios ni la iniciativa que se requiere, no sé qué haré con mi vida la verdad, supongo que conformarme trabajando en el café por el resto de mi vida.

—Yo no lo creo así, pienso que cada persona puede cumplir sus sueños si tanto lo anhela. Pienso que eres la persona más indicada para dirigir un restaurant, tienes la paciencia, la experiencia, a actitud de alguien que puede hacer ese trabajo y eso es lo que me hace admirarte cada día más, solo te falta creer más en ti mimo. Solo recuerda que esas virtudes no te las quita nadie. — Finalizó Thor, mientras continuaba secando unos de los vasos. Loki no despegaba la vista del rubio, había quedado boquiabierto ante sus palabras ya que nadie le había dicho todo aquello, aquel día había sido llenado de halagos y concejos que ya no sabía qué hacer con sus sentimientos. Se sentía maravilloso y dichoso de haber conocido a tan bella persona como Thor.

Sus ojos se había llenado de lágrimas sin derramar y que no las soltaría, ya que se sentía muy bien como para arruinar el momento con sus sentimientos desbordados como un río en plena tormenta. En cuanto terminaron de lavar y secar todo el rubio se despidió y se retiró, Loki por fin había encontrado un momento a solas para sí mismo, corrió a su pequeño cuarto y allí se tiró a la cama con ropa y todo y lloró, peo no eran lágrimas de tristezas, más bien eran de felicidad y de un sentimiento que se iba con ellas llamado vacío, soledad. Porque en esos momentos sentía que tenía algo especial, algo que lo llenaba de alegría —desde ese momento— con solo recordarlo.

A pesar de que se había dicho a si mismo que no estaba preparado para un nuevo amor, había tropezado en ese mundo de nuevo en un abrir y cerrar de ojos. Había caído en un paraíso placentero, sin temor, sin dudar a ser herido de nuevo. Estaba seguro de que Thor era diferente y que de la forma en la que le hacía sentir nada malo sucedería con el rubio a su lado.

Se había enamorado perdidamente, lo único malo es que estaba seguro de que Thor no sentía exactamente los mismo por él, y que lo que le había dicho horas atrás era simples palabras de ánimo, sin ningún sentimiento oculto que él pueda descifrar, porque desde que recordaba él siempre había sido amable y que él no era la excepción de nada.

Solo esperaba algún día poder estar más cerca de aquel hombre, y que si algo tenía que pasar entre los dos lo iba a dejar en manos del destino y que lo único que le tocaba era esperar con la mano en corazón y un suspiro de anhelo.

 

Notas finales:

NA: Hola. Bueno, no se cuanto tarde en escribir pero aquí estamos nuevamente. Lamento tanto tardar casi un mes en sacar un nuevo cap, enserio. No es por flojera ni nada, es por tiempo y en algunos casos la imaginación anda fallando y más cuando estoy bajo mucha presión.

Quiero agradecer a todos los que me dejaron comentario, en verdad muchas gracias. Se que no soy una gran escritora ni muy conocida en el foro pero trato de dar lo mejor.

Si bien este capítulo no es uno de los mejores, pero no sé, no supe que más cambiarle. El proceso de todos mis fics son así: -escribir un capítulo- Leerlo- empezarlo de nuevo- releerlo- arreglarlo- etc. Y este tuvo muchos comienzos, muchas ideas como iba a ser la cena y sobre todo muchos finales distintos. Pero bueno, quedó así y yo ya no pude hacer nada con mi imaginación. Que se le va a hacer...

Quise hacer algo con Loki, como vi que siempre me fijaba mucho en la vida de Thor decidí pasar a la otra cara de la moneda. Intenté hacer un Loki humilde, trabajador y agradable (?) (si lo sé, creo que es algo absurdo). Loki vivió mucho maltrato debido a su sexualidad, y sobre todo de parte de su padre, veremos más de esto a medida que avancemos en la historia.

¡ESPERO QUE LES GUSTE! o sino he fallado en mi labor de escritora.

Espero sus amados reviws, ya saben como son las cosas, los tomatazos están autorizados si gustan.

¡Saludos!

 

PD: No planeo nada malo con Tony y Thor (por el hecho de que sean amigos). Vi aque alguien me lo preguntó, así que no hay porque preocuparse (creo yo). Algo haré con esos dos, ya verán (?). 


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