Capítulo 7
‘’Domingo libre’’
—Cuando le dije a mi padre que quería estudiar fotografía se quería morir. — Dijo Thor a Loki quienes sostenían una agradable conversación a través del teléfono. Loki río ante lo dicho por el rubio.
—Ya me imagino, tu padre debe ser muy estricto en ese sentido ¿verdad? — Loki caminó a través de su cuarto, estaba tratando de ordenarla mientras charlaba con Thor.
—Si… Mi infancia estuvo llena de órdenes y órdenes y enseñanzas que hoy en día ya no sirven para nada. — Contestó el rubio a la vez que soltaba un largo suspiro, y seguido de esto sacudía una fotografía que estaba rebelando, se encontraba en su cuarto oscuro. — Lo bueno es que no me parezco a él en casi nada; estricto, conservado, no tiene casi amigos por cierto.
—Y tú eres todo lo contrario, atractivo, extrovertido y por lo que me han dicho eres muy popular entre la gente. — Dijo Loki en tono coqueto, Thor simplemente bufó ante las palabras dichas por su amigo.
—Bueno supongo que siempre fui así de… Lindo y agradable— Dijo burlonamente Thor y aunque él no podía verlo sabía que Loki había rodado sus ojos y estaba en lo cierto, lo había hecho, era increíble como en tan poco tiempo conocía muy bien al pelinegro.
—Bueno, pues yo siempre me tomo mi tiempo al escoger nuevas amistades, y cuando lo hago soy muy leal, créeme.
—Ni me lo digas, hace tiempo estoy tratando de deshacerme de ti pero no lo he logrado, ¡imagínate! Aún me sigues llamando.
— ¡Como te atreves! ¿Sabes qué? Me voy, no voy a tolerar los insultos de alguien de tu calaña. — Thor comenzó a reír. — No, en verdad ya me agarró mucho sueño ¿Qué tal si continuamos hablando mañana? — Inmediatamente el rubio dejó de reírse e hizo un sonido de disgusto.
—Pero si aún es temprano. — Protestó Thor.
—Son las doce de la noche. Además, que tu estés ocupado haciendo cosas no es mi culpa, allá tú con tus problemas si te aburres trabajando.
—A tu definición deberías agregarle que eres demasiado cruel… — Dijo el rubio haciendo sonidos con su nariz, fingiendo sollozo.
—Vamos Thor, por favoooor. — Suplicó Loki, en verdad le encantaba charlar con Thor, pero estaba demasiado cansado como para seguir despierto un minuto más.
—Ok, pero con una condición. Bueno la verdad quería pedírtelo hace unos días ya, pero la pena no me lo permitía.
—Oh, Thor. ¿Me vas a pedir algo atrevido? — Bromeó Loki.
—Si… Te voy a pedir que tú…
—Ajam…
—Que tú y yo…
— ¡Vamos Thor, no te hagas el tonto! — Regañó Loki, en el fondo se reía pero estaba tratando de sonar muy serio.
—Es que esto es tan difícil. — Dijo Thor, luego de un lago suspiro. — De acuerdo, quiero que me acompañes al parque.
— ¿A ese pedazo de hojalata? La última vez que fui casi se cae una viga sobre mi cabeza. — Recordó el pelinegro con una mueca de decepción.
—Bueno, lo reconstruyeron y en mi trabajo me pidieron que haga una página referente al lugar, que dices ¿me acompañas? — Loki lo pensó unos prolongados minutos, más que nada trataba de acomodar su agenda mental. — Es el domingo.
—De acuerdo, no tengo nada que hacer ese día. — Contestó Loki, a lo que el rubio agradeció infinitamente. — ¿Y qué tanto, no puedes ir tu solo? — Preguntó Loki, era una buena pregunta ya que desde siempre el rubio había ido a fotografiar muchos lugares y había ido solo. Es más, incluso cuando salía con Jane, aunque esto Loki no lo sabía.
—Supongo que puedo ir solo, pero no es divertido ir a un parque solo. — Fue su respuesta. En verdad quiero verte… Pensó Thor. Hacía unos días que le había urgido ver a Loki.
—Okay, entonces domingo… ¿A qué hora?
— ¿Te parece a las seis o es muy temprano?
—Está bien, cualquier hora me parece bien. — Contestó Loki. — Ahora. Señor, pido permiso para retirarme a dormir, señor. —Dijo Loki imitando a un militar.
—Permiso concedido, rompa fila soldado.
—Gracias señor, señor… Ahg. Carajo, se me lengua la traba. — Thor comenzó a reír nuevamente. — Buenas noches Thor.
—Buenas noches Loki. — Y el pelinegro Cortó.
Tres días después ya era domingo y Loki no podía quitarse la emoción que sentía por pasar la tarde junto a Thor, aunque este iba por parte de trabajo, pero suponía que la pasaría muy bien. Había escogido un atuendo casual para ese día, jeans color azul oscuro, casi negro y una camiseta blanca un poco ajustada para su verdadero talle, pero que importaba. En realidad tenía mejor ropa, pero no quería verse como un adolescente enamorado que va a tener su primera cita, seguro Thor lo trata de loco o quien sabe, lo mira raro. Por eso si demostraba que le daba igual no iban a sospechar nada.
¿Llaves? Si, ¿Dinero? Si… Loki tachaba todas las cosas en su lista mentalmente. Suponía que no necesitaba llevar nada más, o eso creía él. Cuando ya estuvo verdaderamente listo, salió por la puerta hacia la salida. Le había dicho a Thor que lo esperaría en la entrada. No esperó mucho tiempo cuando el rubio ya había llegado con su auto, llevaba puesto unos lentes de sol negros que en el momento se lo sacó y miró a Loki.
— ¿Listo?
—Listo. — Contestó Loki mientras caminaba hacia el auto y entraba en él. Solo ahí fue cuando el pelinegro pudo ver a Thor mejor. Traía puesto unos jeans negros y una camisa blanca arremangadas sensualmente hasta los codos. Loki siempre supo que Thor debía tener un gran cuerpo, a pesar de que solo se lo había imaginado por encima de la ropa. Por eso cuando vio sus brazos venosos y marcados de músculos supo que había estado en lo cierto.
— ¿Cómo has estado? — Preguntó Loki a Thor y este sonrió.
—Eh… ¿Bien? Un poco atareado pero bien ¿y tú? — El rubio sonrió y asintió animadamente.
—Bien, aunque eso ya lo sabes, hablamos hoy temprano ¿no lo recuerdas?
—Ah, tienes razón. — Thor solo podía patearse mentalmente, lo único que le faltaba era quedar como un reverendo idiota ante Loki. —Lo siento. —El pelinegro meneo su cabeza negando, no le molestaba en verdad. Pero le daba gracia como el rubio podía olvidarse tan rápido de cosas pequeñas como los saludos. Que importaba, después de todo era Thor. —Bueno, supongo que este viaje al parque te traerá muchos recuerdos ¿no?
—Oh, claro que me traerá recuerdos ¿reviviremos ese momento donde se me cae un fierro en la cabeza? — El rubio lanzó una ruidosa carcajada que a Loki no le molestó para nada. El ojiverde también rio ante su propia tontería, realmente antes de conocer a Thor siempre había tratado de demostrar que era una persona sumamente seria y fría, por supuesto que lograba provocar cierta sensación en las personas. Pero cuando estaba cerca del rubio no podía evitar lanzar algún comentario totalmente ¿estúpido? O simplemente tonto y fuera de lugar. Le encantaba ver sonreír a Thor, en especial si el causaba esa sonrisa. Simplemente no podía negarlo más.
Thor observó de reojo a Loki quien miraba en dirección a la ventanilla del acompañante, se veía muy relajado. Aun no podía entenderse a sí mismo, no podía comprender porque había hecho de Loki la excepción de tantas cosas. Por ejemplo: de llevarlo al parque con él, para hacerle compañía mientras cumplía su quehacer como fotógrafo. Cuando salía con jane siempre le había resultado muy incómodo fotografiar a su lado ya que la mujer siempre decía algo como: ‘’Sácale foto a esto’’ ‘’Fotografía lo otro’’ ‘’Enfócame posando aquí’’ y cosas así que en verdad le fastidiaba, por eso un día simplemente dejó de invitarla.
En esos momentos se cuestionaba si en verdad había amado a Jane, suponía que lo había hecho a su manera. Pero lentamente comenzaba a dudar si era amor o simplemente cariño que confundió con algo romántico. Cuando dejó de sentir también ese cariño, fue cuando se dio cuenta de que solo la quería como una amiga más y no como pareja y su decisión fue definitiva cuando conoció a Loki, allí fue cuando simplemente le dijo a Jane que ya no quería forzar más la relación.
Obviamente sintió mucha pena por ella cuando lloró delante de él ese día, lo peor que podía hacer un hombre era hacer llorar a una mujer. Tal como el dicho que escuchó una vez ‘’no aceptes rosas si no quieres las espinas’’, era lo que a la chica le costaba aceptar. Jane no se rendía, aún seguía llamando a Thor para invitarlo a esto y lo otro. Pero el rubio no aceptaba y nunca lo haría. Trataría de ‘’enamorarlo’’ de alguna forma u otra, de eso estaba seguro.
Cuando por fin llegaron el estacionamiento estaba repleto, a pesar de lo inmenso que se había vuelto el lugar y lo mejorado que estaba le había costado buscar un espacio disponible. Había mucha gente sin duda. Cuando llegaron a la entrada, quedaron muy sorprendidos al ver la inmensa cola que se estaba formando para simplemente sacar boleto, aproximadamente tendría unas diez cuadra de fila.
—Woa, siento como si estuviéramos esperando desde hace años en esta fila. — Dijo Thor después de estar más o menos una hora esperando a sacar boleto.
—Bueno, al menos ya estamos más cerca, si mis cálculos no me fallan hay unas cien personas delante nuestro. — Continuó diciendo Loki, como si fuera lo normal. El rubio observaba la espalda del pelinegro ya que este se encontraba levemente inclinado de lado, observando hacia delante. Loki era muy delgado y se le antojaba abrazarlo, pero siempre se contenía. — ¿Crees que debimos venir temprano?
—Nop, hubiéramos estado en la misma situación. — Analizó Thor mientras acomodaba el lente de su cámara a lo que Loki puso su mejor expresión de fastidio, sus piernas no estaban acostumbradas a estar parado tanto tiempo. Su trabajo en el café lo había acostumbrado a estar siempre en movimiento y estar allí parado y dando solo un paso cada cuantos minutos en verdad le fastidiaba.
—Loki…— Nombró el rubio al momento que colocaba su cámara en posición. Cuando el pelinegro se dio la vuelta una luz exageradamente blanca iluminó su rostro, dejando al más bajo un tanto desorientado y sorprendido a la vez. Thor le había tomado una foto sin previo aviso y además sin su permiso.
—¡¿Pero qué te pasa?! —Exigió saber Loki, pero fue totalmente ignorado por la risa escandalosa de Thor. — ¿Planeas dejarme ciego o qué? —Thor no podía parar de reír aunque quisiera, la foto que había tomado le había causado mucha gracia, atribuyéndole también la reacción del pelinegro. — ¡Te estoy hablando Thor!
—Ya, lo siento…— Respondió el rubio cuando logro recuperar la compostura. — Es que, tu cara…
—Déjame ver esa foto. — Pidió Loki pero Thor negó inmediatamente.
—No te va a gustar, estas…
—Déjame ver la maldita foto, Thor. — Exigió Loki con toda la seriedad posible, a Thor le pareció algo tenebroso así que antes de ganarse un puñetazo de parte del pelinegro le enseñó la foto que quería ver. En la pequeña pantalla de la cámara se podía ver a un Loki, con los ojos achinados y algo bizcos y su boca se veía muy rara, estaba entre abierta. Parecía recién amanecido. Loki se coloreo del color más rojo posible y frunció el ceño.
—Thor, por tu bien te voy a pedir que la borres.
—Nop.
— ¿Por qué? — Cuestionó el pelinegro molesto. Aparte del atrevimiento del rubio, era un total desobediente, así no era como le gustaban las cosas a Loki. (¿?)
—Mi cámara, mi foto. — A Loki se le cayó la mandíbula ante la simple respuesta del rubio, no podía creer que Thor sea tan posesivo ante cosas tan simples como una foto, que además de mal enfocada, terriblemente fea.
—Pero Thor, salgo feo. Además no te di permiso a que me fotografíes. —Thor rio suavemente, esa era una de las razones por las cuales le gustaba Loki, él nunca le daba permiso a fotografiarlo ya que no le gustaba que le tomaran fotos y sobre todo desprevenido. Le encantaba hacerlo enfadar de vez en cuando y Loki nunca se enojaba con él por mucho tiempo después de todo.
Cuando por fin compraron las entraras y Loki se olvidara por completo de la terrible foto, pudieron apreciar el reconstruido parque que tantos recuerdos de la niñez le traían a los dos hombres. Sobre todo Loki, que de vez en cuando miraba hacia arriba en alguna viga suelta que se viera sospechosa. Thor de inmediato se puso a sacar fotos a todo lo que le parezca interesante.
Se subieron a los juegos y a Thor le dieron ganas de sacar fotos mientras subía a los juegos, en se momento se reprendió por no llevar su cámara de camuflaje que se enganchaba en la ropa.
También entraron a la casa de los sustos que daba más miedo que entrar a un salón de belleza de mujeres viejas. Los muñecos estaban mejor hechos y se veían muy realistas, demasiado a decir verdad, tanto que Loki y Thor empezaron a explayarse diciendo cosas; que podrían ser personas reales momificadas o bisecadas. Thor constantemente apoyaba la idea que podría ser algo similar a la película de la casa de cera. Al final, terminaron por salir huyendo cuando una de las momias estornudó, Thor dijo ‘’salud’’ y de respuesta tuvo un ‘’gracias’’. En ese momento apareció Loki preguntando con quien hablaba y Thor se puso pálido como un fantasma. Había sido que el conserje que estaba reparando uno de los muñecos mecánicos era el causante del mal entendido.
Al llegar la noche ambos estaban muertos de hambre, pues de tanta diversión se habían olvidado de una cosa muy importante. Comer. Tenían mucho para elegir y disponer, pues los puestos de comida era lo que más abundaba en el parque.
—Shushi.
—Que es sushi, Thor… —Corrigió el pelinegro a sabiendas que el rubio lo hacía a propósito.
—Quiero comer sushi. — Loki hizo una mueca de asco, no le agradaba la idea de comer ese tipo de comida en un lugar desconocido, sobre todo porque no tenía idea de cómo era el ambiente en el que preparaban el pescado.
—Ya dije que no Thor, si quieres sushi te lo prepararé yo mismo. No confío en este tipo de lugares, seguramente el pescado debe ser de hace días. — Thor miró a Loki con asombro, ¿el pelinegro se preocupaba por su salud? Eso era tan tierno que apenas podía contener su emoción.
—Por favor no hagas esas cosas…—Dijo Thor cubriéndose el rostro con sus manos, tratando de ocultar el sonrojo que se le había clavado en la cara. Loki lo miró con una ceja enarcada, a veces no entendía la actitud tan rara que de vez en cuando atacaba al rubio.
—Bueno Thor, que tal si vamos a donde dice… ¿Todo español? No tengo idea de que tiene de diferente la comida española así que podría ser una buena oportunidad. — Dijo Loki a lo que Thor asintió, dejándose llevar por el pelinegro hacia el puesto.
Pidieron la orden y mientras esperaban se sentaron en los taburetes que había allí. Comenzaron a charlar de diversos temas y rieron en cada uno de ellos, eran anécdotas tontas pero aun así siempre les causaba gracia escucharse mutuamente. Ninguno de los dos se dio cuenta de la presencia de una mujer, hasta que ésta palmeo el hombro de Thor dejando a este sorprendido.
—Hola Jane…— Saludo Thor.
—Pero miren a quien me vengo a encontrar nada más. — Decía Jane queriendo sonar amistosa, pero en realidad lo que hacía era incomodar al rubio. — ¿Qué te trae por aquí? — Preguntó la chica a lo que Loki rodó sus ojos.
—Bueno, vine de parte de Fury. — Contestó Thor. —Y de paso a divertirnos un poco ¿no Loki? — Dijo volteándose hacia el pelinegro haciendo que la mujer se diera cuenta de Loki, que aparentemente no lo había notado allí. A Jane le picaron un poco los celos, y Loki lo había notado perfectamente haciendo que este sonriera de satisfacción al ver ese tic tan evidente.
—Oh, no sabía que tenías un amigo nuevo, Thor. — Dijo Jane sin siquiera molestarse en estrechar un saludo cortés con el hombre más bajo.
—Sí, bueno, nos conocemos de hace rato ya. — El rubio no veía la hora de que la mujer se fuera de una vez, no es que no le agradase más, solo que se sentía muy incómodo estando ella allí y Loki que no hacía nada por ocultar su molestia. Thor no se daba cuanta de aquello, pero Jane y Loki en ese momento se enfrentaban en una guerra de miradas frías y sínicas.
Luego de que Jane arrinconara a Thor en una larga sección de interrogatorios sobre su vida personal, decidió retirarse. No sin antes decirle a Thor que quería hablar con el de cosas serias y delicadas según ellas, el rubio no le dio mucha importancia al asunto así que solo se despidió de ella rápidamente.
Loki suspiro relajándose, por fin se había ido. Loki sabía que aquella mujer era la ex novia de Thor, ya que este se lo había dicho hace tiempo. Tal vez sean por los celos o la envidia que le causaba al saber que ella estuvo con Thor en el pasado, pero le había dado una mala impresión, sobre todo porque en todo el rato que estuvo allí no paraba de mirar a Thor con deseo y él lo había notado más que bien. No, algo no andaba bien con ella.
Decidieron que lo mejor era comer en casa, jugaron a piedra papel o tijera para decidir en cual y ambos acordaron que en la casa del rubio. Así que cuando llegaron los dos se dispusieron a comer en silencio. Thor miraba un documental de la vida silvestre en Discovery Channel y Loki hojeaba una revista bastante entretenida. Todo en un silencio agradable.
Eran las once y media de la noche y los dos seguían muy despiertos, así que Loki preparó en un recipiente enorme pochoclos para ver una película nueva que Thor había comprado. Loki se sorprendió al ver las películas que el rubio tenía, sobre todo porque no eran cualquier película. Casi todas eran de ese tipo que había que prestarle mucha atención o no entenderías nada. La que el rubio había comprado esa vez era una llamada Memento.
—Aun no entiendo ¿va retrocediendo? Es que ya me perdí…— Comentó de repente Loki, que después de un rato dejó de entender lo que pasaba en la pantalla.
—Ya te dije, que empieza con el final y termina con el inicio de todo, no es tan complicado. — Dijo el rubio sin despegar la vista de la pantalla.
—Según él, su esposa era hermosa…
—Oh, es terriblemente fea, no sé qué le ve…— Ambos rieron y continuaron haciendo comentarios referente a la película.
—Ya no sé quién es Leny, Terry ni quien sabe que más ‘’errys’’. — Comentó resignado Loki, provocando que Thor no parara de reír.
—Es un buen trabalenguas.
Habían pasado cerca de media hora y Thor y Loki se encontraban muy cómodos sobre la cama del rubio, este comía pochoclos mientras veía muy entretenido la película que estaba pasando. Soló después de un rato se dio cuenta de que el pelinegro ya no hablaba o hacía comentarios. Se había quedado profundamente dormido. Pausó el vídeo y contempló las facciones relajadas de Loki, se veía muy tranquilo dormido y no podía evitar mirarlo. Así que con mucho cuidado se levantó he hizo algunos malabares alrededor del cuarto, apago la tele y encendió los veladores. No quería despertar a Loki y arruinar su profundo sueño, se veía demasiado adorable como para arruinar aquel momento. Así que con cuidado acomodó al pelinegro y lo cubrió con las sabanas, seguido de eso se acomodó el mismo a su lado. Antes de apagar todas las luces, miró el rostro de Loki y no podía quitarse la tentación…
Sus labios estaban entre abiertos, como si ellos mismos se entregaran. Quería probarlos y sobre todo sentirlos como nunca. Las yemas de sus dedos acariciaron la comisura de aquellos finos labios, remarcando cada línea de ellos. Luego su nariz, sus ojos, todo su rostro. Si tan solo… Si tan solo tuviera el derecho de ellos, haría de él las mil y unas. Pero por la amistad que los mantenía unidos, se contendría.
Amaba a Loki más de lo que alguna vez amó a Jane, era una comparación absurda pero era la verdad. Al lado del pelinegro sentía que ya no importaba nada, se sentía completo a pesar de que no eran nada más que amigos. Pero en el fondo se sentía correspondido, por alguna extraña razón en su corazón creía que Loki le correspondía. Pero estaba seguro que eso se debía a que el pelinegro lo estimaba mucho y no había otros sentimientos más allá de esos.
Suspiró luego de una larga pausa y con mucha reticencia se apartó de Loki, no iba a profanar aquellos labios que no le habían dado permiso. Sobre todo, no iba a correr el riesgo de ser descubierto infraganti tratando de recrear la escena del bello durmiente. Así que por su bien, se acomodó al lado de Loki. Pasó su mano por la cintura de este, le susurró un ‘’buenas noches’’ y solo así logro quedarse dormido.