Frontera de las tierras Grantz, Shin Makoku, Años del reinado de Shibuya Yuri 17º Maou Heika
Wolfram
«Las lágrimas derramadas por los hombres siempre llevan consigo un significado más profundo de lo normal, por eso dado que siempre queremos vernos fuertes ante las personas que nos rodean y ser el sostén de estos en los días aciagos, mantente firme y que nadie sepa que te afectan las cosas que van pasando si no lo haces te consideraran débil y no servirás para cuidar a tu familia.»
Esas fueron las últimas palabras que me dedico mi padre antes de morir en una emboscada realizda por humanos.
Muchos años he odiado a estos seres, que en este momento se encuentran a mis pies y hoy solo quiero llorarlos contradiciendo aquella enseñanza; parado en medio de lo que fue el último enfrentamiento contra Gran Shimarron y lo único que puedo recordar en estos momentos son las palabras dadas por un hombre que odiaba a los humanos, ironía.
Humanos, todo el tiempo jugaron bajamente, no tienen magia pero tenía la piedra houjutsu que nos debilitaba, aun así los veo y me reflejo tal cual espejo, son como yo, iguales a mí en batalla, defendiéndose para no caer, ¿Por qué entonces peleábamos si éramos iguales? La razón es simple a ellos no les toco la suerte de tener a un rey como el nuestro.
Tarde se dieron cuenta que no estaban peleando por que iban hacer invadidos por los demonios, peleaban por la avaricia de su rey, Belal el Magno; El Mao Heika Shibuya Yuri solo autorizaba el uso de maryoku cuando era necesario, las ordenes eran claras, no matar, solo sacarlos de combate.
A pesar de la inconformidad de algunos nobles que lideraban su ejércitos bajo el mando del general Von Voltaire y contra toda predicción negativa por las órdenes del rey, ganamos, claro solo se puede dar esa afirmación con sarcasmo, volteo lentamente viendo todo a mi alrededor, entre los caído veo a un gran número de mis compañeros de armas, hermanos de corazón y entre los más alejados también se pude observar al cuerpo inerte del causante de todo esto, el rey de los humanos había muerto a traición por un soldado que entro en locura ante su inminente derrota.
Puedo sentirlo, de mis ojos sin poder evitarlo salen lágrimas.
-WOLFRAM
Escucho que alguien grita mi nombre, se quién se trata, me busca, pero es la persona que menos quiero que me vea en semejante estado.
-Wolf…
Esa voz… dudo en voltear… pero no puedo evitarlo y sin embargo, no puedo verlo a los ojos.
-Conrad…-sale de mi boca en un susurro, tengo miedo de pronunciar en voz alta su nombre y desaparezca o se aleje.
-Debes descansar
-Aún falta mucho por hacer, ayudare lo más que pueda, no dejare a mis hombres solos. -Es cierto, no quiero alejarme de ellos para ir con los demás líderes y planear estrategias, así solo aria más real sus muertes, aun no era el momento, necesito un minuto más de duelo.
-Yuri te está buscando
-Yuri está bien sin mí. -Digo con más fuerza de lo que quería, pero escuchar ese nombre de sus labios me hace sentir incomodo; alzo mi vista y en sus ojos veo a un hombre diferente al que creí conocer.
Conrad hace un año era amable con todos, incluyéndome, pero su sonrisa era vacía; hace 6 meses era un hombre preocupado por el estado de emergencia que Shin Makoku se estaba sumergiendo, pero notaba particularmente interesado en mi relación con Yuri; hace un mes el ya no era un familiar más, lo deje acercarse, mi hermano y amigo, es el título que le conferí; hace unas horas un desconocido.
-La reunión dará comienzo en cualquier momento, debemos estar ahí
-bien, enseguida voy, ve adelante. -Necesito tomar distancia de él, me pone nervioso, la forma en que me observa no logro descifrarla; me volteo para dar un último vistazo y despedirme apropiadamente de mis compañeros, esperando así que él se alejara para darme espacio, pero se mantuvo junto a mí.
-Wolfram ¿lo amas aun con la misma intensidad?
Esa pregunta me ha paralizado, realmente no me había puesto analizar mis sentimientos desde que iniciaron los enfrentamientos, pero hasta ayer podía decir hasta el agotamiento que lo amaba, ¿Por qué ahora era diferente?; mi mirada se dirigió a la de Conrad y la respuesta llego, mi corazón había considerado un nuevo camino.
Decidí ser sincero
-No lo sé, supongo que todo ha sido muy repentino, los sentimientos salen sobrando cuando la guerra está tocando tu puerta.
-Ya veo, sabes que siempre contaras conmigo para lo que necesites
- Lo sé, lo sé…
Lo sabía, Conrad había corrido desesperadamente por el campo de batalla para llegar a mí.
Estuve a punto de caer bajo el yugo de una espada especialmente creada para asesinar mazokus, una espada con incrustaciones de cristal houjutsu empuñada por el guardia del rey; Belal junto a su mano derecha había pasado por alto el punto en donde se encontraba Yuri, la intención del hombre era de hacer más daño al rey enemigo de una manera diferente, asesinando al futuro consorte del rey demonio, su amor y amante; pero pocos sabían, el compromiso se había roto por el mismo Yuri un mes antes de la guerra.
Conrad había llegado a tiempo para ponerse entre el hombre y él; fue justamente ese momento en donde lo desconocí, esa mirada nunca la había visto ni en las situaciones más peligrosas, era de pánico e ira a la vez, eso había sido suficiente para paralizar al hombre que trato de huir, pero al dar espalda a Conrad y emprender carrera, Belal lo detuvo, el soldado no se detuvo a verificar quien lo había retenido y utilizo la espada para defenderse.
El rey Belal de Gran Shimarron murió atravesado por la misma espada que el mando hacer para ejecutar a los mazokus, pero lo peor de todo para el rey, es que murió de una manera humillante digna de una sátira escrita por sus propios hombres.
-¿Wolfram? –Conrad me veía preocupado ante mi abstraismo
-Disculpa, después de todo creo que tienes razón, necesito descansar
Emprendimos la marcha hacia la tienda recién levantada para los comandantes que empezarían a debatir sobre el futuro de Gran Shimarron, de lejos se podía observar a Yuri junto con Gunter y mi hermano Gwendall platicando seriamente, Yuri nos visualiza y nos dedica una diminuta sonrisa, la necesaria para darnos cuenta que se alegra de vernos, quizá no bien psicológicamente, pero al menos enteros físicamente.
Se acerca lentamente a nosotros y me pregunta si estaba bien, que pregunta tan fuera de lugar en un momento como ese, pero me limito a contestar una queda afirmación, pero creo que no le vasta porque me observa intensamente y noto que me quiere decir algo, pero es interrumpido por Gunter, la junta dará inicio, así que me da una última mirada y desaparece en la entrada de la tienda.
Conrad y yo imitamos el acto pero antes de realizarlo me volteo y le hablo
-Conrad, yo igual
-¿Qué?
-Podrás contar conmigo siempre.
Es mi hermano, mi amigo
-nunca más estarás solo.
No quiero ver más esa sonrisa vacía
-Siempre estaré contigo, pase lo que pase, lo afrontaremos juntos.
Le dedico una sonrisa y entro a la tienda sin esperar a que me pregunte la razón de esas palabras; en el momento que me salvo, lo desconocí porque vi a un hombre asustado de perder a alguien que quería y ese era yo; estaba nervioso porque hace mucho no había sentido ese sentimiento de ser protegido por alguien, pero sobre todo nunca me había fijado que para él podría ser tan importante.
Ahora recuerdo, él es mi querido Coni-chan.