El Aroma que te enloquece por NatLB

 El Aroma que te Enloquece

Lucius se encontraba en el dormitorio, trataba de convencer a su compañero de habitación y mejor amigo Remus Lupin, que lo acompañara a una rebaja en tiendas, si se le puede decir rebajas a una tienda que solo en fechas especificas del año permite que se compren “ciertos” productos.

Remus le buscaba la quinta pata al gato, no quería ir, no le gustaba ¿Para qué? Solo iría por Lucius y terminaría impregnado de testosterona lo que le provocaría un celo a Malfoy.

Hace tiempo que la sociedad perdió su habilidad de Magia debido a un incidente que no permanece en las memorias del colectivo de las personas, solo se sabe que hubo uno. ¿Su única conciencia? La imposibilidad de hacer magia y permitir que todo Mago o Bruja desde nacimiento cambie a forma Animaga.
Bueno… de esto hace siglos, solo quedaba hoy en día la esencia de tu animal interno pero el aroma, eso esta hasta nuestros días.

Predominaban los llamados Alfas y Omegas, los Betas eran los humanos normales, antiguamente llamados Muggles.

Los Alfas se excitaban con el aroma que los Omegas producían.

Era solo una forma de distinción, la esencia del animal era variada, había incluso algunos con esencia de animales míticos o extintos.

Todos creían extintos a los Unicornios, en el globo había 19 personas con su esencia.
Nadie pensó que existieron los Dragones, habían 3 por el mundo.

Uno pensaría que solo patos con patos serian felices, no exactamente. Se tenía en conocimiento algunas parejas constituidas por un León y una Ballena, un Ratopín Rasurado junto con una Avestruz. Había de todo un poco.

Lucius le hizo un puchero a Remus intentando convencerlo, casi, casi.

Remus bufo, odiaba verse involucrado en los asuntos de su amigo ya que siempre terminaba siendo su guardaespaldas.

—¿No puede ir Severus?—  pregunto cómo última alternativa.

—Sabes que Tom no lo permitirá—  Remus asintió, en casos como este detestaba la sobreprotección de Riddle con Snape. Un Basilisco con un Murciélago. Aunque fueran motivos de fuerza mayor, eso no evitaba que Remus culpara a la sobreprotección de Riddle.

—¿Por qué vas?—  pregunto nuevamente aun no veía una razón lógica para ir.

—Son descuentos, sabes que lo que se vende amplifica el aroma o disminuye y todo eso…—  le vio a los ojos, aun no convencía a Remus. Cambio de táctica  —si no voy… no podre encontrar  a mi pareja—  explico al borde, no. Ya, estallando en llanto.

—¿Por qué yo?—

—Porque eres el único capaz de ocultar mi aroma, solo entran Alfas—  ahora si Remus entendió la razón. Miro a Lucius sin mostrar ninguna emoción por 10 largos segundos y suspiro rendido.

Remus era un animal perdido, un Lobo Plateado/ Gris.
El Lobo Plateado/Gris es unos de los pocos cambiantes que se sabe que existen.
Los Cambiantes son personas/animales con la habilidad de alterar el entorno. Un Dragón puede hacer subir la temperatura de la habitación a voluntad. Un Fénix puede curar solo posando sus manos en la herida. Un Lobo Plateado/Gris puede alterar el aroma de los cercanos.

Animal Perdido: Se refiere a que ya es el ultimo presente, la descendencia depende solamente de esta persona, si tiene un hijo podrá seguir con el animal interno, sino… se pierde.

—Aun te detesto—  dijo Remus mientras Lucius daba vueltas por la habitación dando saltos de alegría.

—Mentiras—  decía Malfoy dentro del armario. Necesitaba ropa para ir.

—¿Cuándo es?—  ahora que lo recordaba, Lucius no dijo nada excepto que lo acompañara  —¿Y donde es?—

—Yo sé llegar, es mañana—

—¡MAÑANA!—  grito  —tengo examen mañana—  dijo al borde de un ataque de nervios.

—Tranquilo—  le resto importancia  —si le muestras la entrada no te dirán nada—  Remus asintió, era conocido que Malfoy no mentía en este tipo de temas. No tenía nada que ver que Remus una vez lo amenazara en una plaza pública para que aprendiera.

Soporto los cambios de ropa de Malfoy durante el resto de la tarde y principio de la noche, ya cuando al fin el otro se decidió fue a su dormitorio a dormir.

En la Oficina del Director se encontraba este con su pareja.

—Gellert—  advirtió Albus.

—¿Qué?—  intentó hacer carita de bueno, fallando en el intento.

—No te quedaras. Fue TU idea permitir que salieran. TU iras a supervisarlos allá—  dijo señalando la puerta para que saliera.

—Pero Amor…—  trataba de excusarse Gellert, no era la primera vez que iba. En un principio le pareció buena idea pero ya cuando tenía que supervisarlos era una toda una Odisea, intento que Albus cancelara los permisos pero este se negó en rotundo.

—No—  advirtió el Fénix con un aura amenazante.

—Bien…—  el Quebrantahuesos salió de la oficina.

Albus miro enojado la puerta, definitivamente hoy dormiría Gellert en el sillón.

James Potter bufaba y pateaba la puerta molesto.

—¿Qué pasa ahora?—  pregunto Sirius entrando con una lata de cerveza en la mano.

—Lo de siempre—  escupió.

Sirius rodo los ojos. Sabía que su hermano estaba molesto por el día que sería mañana. Hace mucho tiempo Tom Riddle estaba detrás de James pero este creyéndose el centro del universo lo ignoro y siguió con Lily Evans, después se encapricho con Severus Snape pero este no le dio pasada.

Hace ya 3 años que Tom con Severus llevaban una relación, esta dichosa relación molestaba a James.

—Pues ya sabes… sale con alguien, busca a Lily, no sé—  dijo para que dejara de patear a la pobre puerta, no había hecho nada y estaba a punto de partirla.

—Lily sale con alguien—  Sirius escupió lo que estaba a punto de tragar  —asqueroso—  le dijo James mientras buscaba algo con que secarse él y la pared.

—¿Sale con alguien?—  Sirius no se lo creía pensaba que ese par terminarían juntos.

—Sí. Se canso de que solo la utilizara para calentar la cama—  le arrojo la polera con cerveza en la cara a Sirius.

—Eres un idiota—  James asintió y se acerco a Sirius  —No…—  dijo pero Potter lo ignoro.

Sirius estaba sentado en la cama de James, fue después de escucharlo golpear la puerta no sin antes una cerveza para escuchar mejor sus penas. James se sentó en sus rodillas y pasó sus brazos por el cuello de su amigo, se acerco hasta casi rosarse los labios.

—Sirius…—  dijo de forma libidinosa.

—NO—  Sirius lo empujo haciendo que James terminara en el piso. Se paro y se dirigió a la puerta. Salió sin dirigirle la mirada.

James vio como Sirius no se excito para nada, este era su hermano y mejor amigo pero desde que eran adolescentes Sirius no se calentaba con nadie que le gustara, le llamaban la atención, sí. James  quería ser el primero en compartir la cama con él (ya con un Sirius contento por voluntad propia no por una pastillita azul) pero este seguía ignorándolo. Definitivamente Sirius Black era la obsesión sexual de James Potter.
Que el primero lo ignorara… era solo un detalle, ya terminaría en la cama de Sirius.

Sirius Black era lo que muchos adolescentes aspiraban a ser, buen cuerpo, ojos, pelo, físicamente era todo lo que una mujer quería. En actitud… le agradaba a todos los ellos y pocas ellas.
Tuvo muchas relaciones esporádicas, simple sexo que satisfacía a los otros menos a él.

Por el lado animal Sirius era un Perro, uno grande, peludo y negro, con ojos grises.
Lo que tenían los “tipos” como Sirius/Perro eran la fidelidad, cuando encontraban a su pareja no permitirían que nadie los apartara de ESA persona.

Y James… bueno… James era un idiota. Cierto, también era una Ciervo.

Remus no despertaría hasta dentro de aproximadamente 30 minutos pero un peso sobre él lo hizo saltar. Lucius lo observaba con una sonrisa en la cara.

—¿Listo?—  pregunto aun sobre él y sin intenciones de moverse.

Remus simplemente le dirigió una mirada amenazante. Lucius desapareció más rápido que un rayo en la habitación.

Se levanto, baño, vistió, desayuno y recién aquí se dispuso en mirar a su amigo.

—Ahora si—  tomo sus llaves y espero el jalón, jalón de ropa que no tardo en llegar. Lucius corría escaleras abajo con Remus detrás.

No demoraron más de 45 minutos en llegar al dichoso lugar.

—Aquí es—  señalo Lucius una especie de bodega.

—Entonces…—  dijo para cambiar su semblante. Lucius sintió el aroma de otro Alfa, el que sería suyo.

—Gracias—  con eso ambos entraron.

Adentro estaba lleno, puestos a la izquierda y a la derecha, al fondo una pequeña saliente que llevaba a baños, comedor y sección de fumadores.

Remus trataba de no alejarse de Lucius si eso ocurría su aroma pasaría a ser el suyo propio, sería como dejar una botella con agua en medio del desierto y rodeado de sobrevivientes.

Observaba el lugar, no tenía pareja asique no compraría nada, solo estaba aquí para… ¡OH NO!

Ayer mientras esperaba a Lucius se quedo viendo el TCM, la película que encontró casi del principio era The Bodyguard, apoyo su cabeza en sus manos y empezó a lamentarse de su situación.

—Vamos Remus—  decía Lucius levantándolo del suelo donde se arrodillo  —necesito encontrar a mi Alfa—

—No puedes—  decía a través de sus manos  —un Alfa se excita solo sintiendo a un Omega y ahora “eres”—  recalco con sus manos a la vez que se paraba  —un Alfa en estos momentos—  Lucius quedo de piedra  —¿No lo pensaste bien verdad?—  el otro asintió. Remus suspiro.

Fuera como fuera estaban allí asique aprovecharon el viaje y observaron los nuevos productos que salían al mercado.

Sirius acompañaba a James, sabía que no podría separar a la pareja pero era mejor llevarle la idea que la contra.

Estaba en la saliente con un cigarrillo en la boca, observaba el lugar.

—Podría haber una solo de Omegas—  dijo en un susurro.

Se sentía vacio a estas alturas de la vida con 28 años y aun sin pareja. Sí, conoció algunas personas con un aroma de lo más agradable para su olfato pero eso no le era suficiente, quería en verdad verse como las parejas en las calles.
De la mano con sonrisas, caminar solo por hacerlo y detenerse por un helado, sonreírle a los niños en el parque y lamentarse de no tener uno propio.

¿Uno propio? Eso solo ocurre si ambos son… no del mismo sexo pero si…

Cuando James llego donde su amigo lo vio pálido, con el cigarro consumiéndose en la mano y observando a la nada. Lo hubiera despertado pero estaba a punto de quemarse así que decidió ver eso.

Sirius soltó el cigarro junto con un siseo, se metió los dos dedos en la boca para bajar la temperatura.

Logrando que a James se le antojase de lo mas seductor. Ya se imaginaba a Sirius preparándose el mismo para empalarse en su miembro.

—James deja de excitarte—  dijo una vez que saco los dedos y los secaba con su manga.

—No puedo evitarlo—  se le acerco insinuante  —eres… atrayente—  dijo en el oído de Sirius.

—Si claro…—  lo aparto de un golpe y se apoyo en la baranda para seguir mirando.

—Me encantaría que me obligase a ocupar eso—  dijo Lucius apuntando a un dildo. Remus lo jalo del cabello y lo saco de allí rápidamente, la mirada del dependiente basto para que Remus lo cargara al hombro y saliera corriendo de allí, rogando que no recordase sus caras.

Ya que quedaron en medio de todo el lugar Remus observaba la puerta y Lucius la saliente que dirigía el comedor.

—Tengo hambre…—  dijo apoyando las manos en su estomago con cara de afligido.

—No—  fue todo lo que dijo antes que por el altavoz se escuchase  “Los números de las casamenteras están al fondo”

La avalancha de gente no tardo en separarlos.

Lucius quedo congelado en su lugar, observaba solo una parte de la tienda. No quería ni respirar fuerte, necesitaba que Remus estuviera cerca o sentirían su aroma pero para evitar eso debían estar juntos, algo que no estaban ahora.

Aun recordaba cómo una vez hizo enojar a Remus y este le explico la situación. Se había acercado a un Alfa y cambio su aroma por un Omega, uno envidiable. Toda la gente presente con o sin parejas que fuesen Alfas se lanzaron donde el otro, por suerte Remus regreso todo a su normalidad evitando una desgracia.

Eso ocurriría ahora si no encontraba a Remus, era el efecto secundario de permitir que la habilidad del cambiante sea utilizada.

Respiro profundo y giro su rostro para ver detrás de su hombro izquierdo.

Con esa acción el lugar se congelo y todos observaron al rubio platinado, las pupilas de todos se empezaron a dilatar y empezaron a  caminar hacia Lucius.

Remus se encontraba en el suelo a punto de ser pisoteado cuando lo siente. Lucius olía como Omega, no podía llegar donde él y hacer que todo volviese a la normalidad, sabrían quien era lo que implicarían que personas de poder le impusieran el matrimonio con algún Omega.

Se quedo en su lugar y cambio su aroma al correspondiente si fuera Omega, esperaba darle tiempo a Lucius para que corriera.

Sirius y James conversaban cuando sienten un aroma. James inmediatamente empezó con una excitación, olfateaba buscando el origen. Como siempre en el caso de Sirius, frunció la nariz y expulso el aire por ella, no le agradaba el aroma.

James se estaba perdiendo cuando siente otro olor, desagradable a su parecer pero aun mantenían en sus fosas nasales el primero, giro para ver a Sirius y lo vio con una erección, estaba ido, buscaba desesperado el origen del aroma, siguió su mirada y pudo ver como muchas personas estaban igual que él acercándose a un rincón en una pared.
Escucho como gruñía Sirius, apretaba la baranda ya que no sabía qué hacer, era la primera vez que un olor le excitaba.

Una parte de Sirius quería alejar a todos esos malditos bastardos que veía y otra parte quería quedarse allí por miedo.

Ambos vieron una cabellera rubia correr hacia la salida, cuando desapareció el aroma cambio a otro foco, así fue durante un buen momento lo que desconcertaba a la mayoría.

Solo eran quienes sacaban cosas de alguna parte, bolsillos, mochilas, chaquetas, lo que sea pero que esa persona sacase algo.

Remus caminaba débilmente a la salida, hacer eso con varias personas y distancia largas lo estaba agotando.
Llego a la puerta, con un último esfuerzo dejo tres focos y salió del lugar.
Agradecía que Lucius lo esperara con un taxi.

Gellert estaba perdido, no sabía que había sucedido en el lugar, no pudo mover un musculo para ayudar o investigar, solo pudo embriagarse de los aromas.

Cuando llego donde Albus y le explico este se notaba muy sorprendido, le pidió volver a repetir mientras buscaba algunos libros.
Al finalizar el relato pudo ver una sonrisa algo maliciosa en Dumbledore, definitivamente se traería algo entre manos.

Tom llego molesto a la casa, arrojo las llaves a la mesa y cerro de un golpe, camino hasta el comedor donde tiro la chaqueta y el maletín, siguió hasta la cocina y arrojo unos papeles en la mesa. Severus simplemente le dirigió LA MIRADA.

—Lucius—  fue todo lo que dijo.

Severus se seco las manos en la ropa y empezó a hojear el informe. Definitivamente Remus acompaño a Lucius a ese lugar.

—¿Y?—  pregunto cabreado Riddle.

—Yo hablare con ellos—

—¿Ellos?—  estaba sorprendido  —¿Desde cuándo son ellos?—  el enojo se hacía presente.

—Desde que éramos niños—

Severus, Lucius y Remus se conocieron de pequeños, los primeros mucho antes. Remus se empezó a integrar cuando iba a ver a su mejor amigo quien se había mudado, Gregory. Les gustaba molestar a los demás con que eran hermanos ya que ambos en las iniciales tenían “L” de apellido.

Por tal razón en un principio Severus como Lucius se alejaban un poco de él, no era para nadie novedad que Greg era un chico revoltoso y pensaban que Remus era igual.

Ya cuando empezaron a  crecer y a conocer mejor a Remus se dieron cuenta que hacían las mismas estupideces que Severus junto con Lucius, desde entonces se hicieron buenos amigos. Remus fue el único de los tres que atraso sus estudios para trabajar y poder pagarse la carrera.

Ahora que Greg trabajaba no pasaba tanto tiempo con Remus (que tuviera pareja no tenía nada que ver, si claro) y como Remus y Lucius estaban estudiando, compartían habitación (el segundo terminaba la carrera de economía, ya había terminado la de abogado), Malfoy era un cerebrito cuando quería serlo.

—¿Me dices que Lupin es un Lobo/Gris?—  pregunto al borde de un colapso.

—Tom me estas asustando… ¿qué ocurre?—  Severus jamás lo había visto así.

—Si Dumbledore se entera le obligara a estar con alguien…—  dejo las palabras al aire para que entendiera.

—Mierda—  se sentó  —viejo metiche, no puede dejar de joder a las personas—

—¿Entiendes porque prefiero a  Gellert?—  Severus asintió.

Al día siguiente ambos llegaron al dormitorio de Malfoy y Lupin, les recriminaron su actuar y advirtieron a Remus que estuviera atento, aun tenía tres meses más de estudios.

James estaba como novia despechada, odiaba a la persona que llamo la atención de Sirius, odiaba a Severus y odiaba a Tom, también a Lily y a… ¡con quien saliera!

Debía encontrar a esa persona… si no lograba alejarlo de Sirius probablemente podría ocupar su amistad en beneficio personal.

Severus  no tranquilo y conociendo de primera el actuar de Potter esclavo del Director y Dumbledore, llamo a la única persona que podía tener un ojo en Remus si estaba en problemas.

Ese león era su salvación, león si fuera parte de “su mundo” pero solo era un Beta, lo mismo que su pareja. Ese Oso… en traje. Ambos no pertenecían pero Severus tenía un excelente tino al decir sus supuestos animales internos.

—Greg—  llamo Donovan entrando en la oficina de Lestrade.

—¿Qué?—  pregunto con una rosquilla a medio camino.

—Te llama por la línea 5 un tal Snape… dice que es importante—  Greg dejo caer la rosquilla y se lanzo hacia el teléfono.

—Dime—  dijo con el auricular en su oreja

—“Quiero que estés pendiente de Remus… tengo un mal presentimiento”—

—¿Cuándo dices eso… te refieres a…?—

—“¿Quieres que circules las fotos de ambos en sus 20 años?”—  amenazo. Greg palideció y negó.

—Bien… entonces yo le digo…—  la llamada se corto.

Greg respiro profundamente. Sabía que Severus no lo amenazaría con las fotos si no fuera importante pero si su pareja se enteraba que aun había pruebas del pasado de ambos, era capaz de hasta hacer desaparecer a Snape.

No todos los días se tiene una foto de un Greg de polera negra, chaqueta de cuero de color superior rojo e inferior negro con lagunas líneas blancas, pelo corto desordenado, una maldita sonrisa y una moto. Sin contar un Mycroft de polera blanca con estrella, chaqueta de cuero, jeans y converse, con un collar, ¿rubio?, de piercings y auto declarado gay.

Ambos en una pose comprometedora sobre la moto de Greg, en un callejón y con las manos perdidas en el cuerpo del otro.
¡MIERDA! Greg se excito de solo recordarlo pero es que… antes de ser el Gobierno Británico era un ser humano y vaya que ser humano… un hombre tan sexy. Tendría que ir al baño y arreglas su problema. Antes de salir regreso por su celular, quizás podría enviar una foto o tener sexo telefónico, mejor aun si su pareja estaba en una junta y con un manos libres.

Había pasado una semana desde el incidente, todo seguía tan normal como antes para los alumnos de la Universidad excepto el Director.
Buscaba entre todos los alumnos asistentes ese día al chico especial. Quería encontrarlo y quería encontrarlo YA, lo que causaba que estuviera de un pésimo humor, hasta Gellert se fue de reto.

Remus siguió estudiando como siempre, ignorante a todo lo que sucedía a su alrededor, no sabía de las amenazas de James, el interés de Albus, la protección de Greg, la preocupación de Severus… no sabía nada.

Por eso salió tranquilamente a la calle, tenía ganas de un granizado el día estaba feo pero estaba antojado. Se abrigo y salió no sin antes escribirle una nota a Lucius, su amigo aun no encontraba pareja, esto deprimía al mayor y entristecía al menor.

Compro un granizado de frutilla, empezó a comerlo mientras caminaba por las calles, regularmente se detenía fuera de las librerías, tenía una ganas de comprarse un libro pero no de los de siempre, algo diferente.
Algún tiempo atrás salió mucho el libro “Inferno de Dan Brown”, era el ultimo hasta el momento del personaje de Robert Langdon protagonizado en las películas por Tom Hanks, le gustaba el actor, definitivamente compraría el libro y se le gustaba buscaría los primeros.

Decidido siguió su marcha de regreso a los dormitorios.

En ese momento Sirius vagaba con su nueva novia en la librería, no era por… algo específico pero no le gustaba que alguien lo acompañara. Le agradaba vagar por los estantes en solitario, buscar libros, hojearlos y sentir ese típico aroma a libro nuevo.

Su novia era mucho más joven que él y a ella le agradaba otro tipo de cosas, el Manga específicamente, a Sirius no es que no le gustara, solo que prefería los libros, debe decirse que si había leído algunos Mangas, “Deadman Wonderland” le gustaba y hasta se llego ver el anime.

Hablando de la tele, el domingo darían “Scarface por Studios Universal”, tendría que evitar organizarse para ese día.

Giro y se quedo mirando la sección de Crimen, sintió algo raro y observo el ventanal, no había nadie.

Estornudó, al parecer se iba a resfriar lo mejor sería regresar.

Lucius estaba echado en la mesa.

—¿Qué ocurre?—  pregunto Remus a su amigo.

—Estoy solo…—  dijo afligido.

—Quizás… es una Beta… ¿lo has pensado?—  Lucius negó  —entonces, tranquilo ya llegara la persona indicada, mejor eso a un idiota metido aquí—  sonrió logrando que Lucius le imitara.

—¿Y tú?—  pregunto después de servirse un vaso de jugo.

—Ya me ves…—

—¿No… nadie?—  Remus negó haciendo que Lucius rodara los ojos  —deberías buscar a alguien…—

—No tengo apuro—

—Si como n…—  el timbre los interrumpió. Remus se dirigió a la puerta.

—¡ES SEVERUS CON TOM!—  grito desde la entrada.

Las visitan llevaron sushi, pasaron el resto de la tarde comiendo y viendo la televisión, al principio vieron películas y terminaron con Doctor Who, Tom jamás había visto un episodio pero le encanto la historia en general, sobre todo después de que le explicaron a grandes rasgos de que se trataba.

James fue a visitar a su Padrino, esperaba sacarle información de ese día, no era idiota, sabía que Albus estaría investigando lo extraño de la situación.

—Mi niño—  sonrió Albus cuando James entro por la puerta.

—Profesor—  Albus rodo los ojos, aun con los años James tenia la manía de decirle así.

—¿Qué te trae por aquí?—  James se encogió de hombros y camino hasta quedar al lado de su Padrino.

—Estoy aburrido…—  dijo sentándose en sus piernas.

—James—  advirtió el anciano.

—Se que Gellert no está y no lo he hecho en mucho tiempo—  hizo un puchero.

Albus respiro profundamente antes de que James lo besara en la boca.

Potter empezó a abrirle la camisa que llevaba puesta mientras lo besaba, con sus manos recorrió el torso de Dumbledore, este no se hizo de rogar y apretó las nalgas del menor  atrayéndolo más hacia él. James empezó a refregarse para hacer fricción en sus miembros pero antes de llegar a mas alguien toco la puerta.

—¿Te vieron?—  pregunto Albus. James negó.

Dumbledore sonrió y lo empujo bajo el escritorio no sin antes desabrocharse el pantalón.

—Adelante—  dijo el Director.

—Señor… mandaron estos papeles de lo que pidió—  dijo Dobby entrando en el cuarto  —¿Se encuentra bien?—  pregunto al observar al Director.

—Tengo un poco de calor… ¿me traes un vaso con agua?—  Dobby asintió y salió del despacho.

James seguía chupando el miembro del anciano bajo el escritorio, ya Albus no aguanto más y se vino en la boca de su ahijado, no dejo que James saliera y menos se tocase hasta que tragara todo su semen.

Cuando lo hizo le sonrió para dejarlo salir pero Dobby entro.

—Su agua—  la dejo en el escritorio y se retiro.

Se levanto y fue a ponerle seguro a la puerta, se giro y vio a Potter en su silla con el culo al aire.
Llego a su escritorio pero antes de abrir un cajón le dio una nalgada a su ahijado, Potter gimió mientras se mordía el labio.

Albus saco del cajón un gran dildo junto con lubricante, le hecho un poco al dildo y se acerco al culo de Potter.

Este ya tenía algo metido.

—Eres un insaciable—  dijo con una sonrisa irónica.

—Es tu culpa...—  puso la voz de cuando venia a los “castigos”.

Albus le saco el consolador y metió de un golpe el dildo en el trasero de Potter. No lo movió solo lo dejo allí bien al fondo, hizo que el menor se girase para quedar sentado y termino de retirar las prendas inferiores, recogió el bóxer y se lo metió en la boca.

Empezó con un mete y saca endemoniado, importándole una mierda si le rompía el culo a James Potter, su ahijado tendía por irse a la dominación, siendo sumiso de Albus Dumbledore.

Ya cuando el menor llego a su orgasmo le retiro el bóxer de la boca para que con este se limpiara.

—¿Mejor?—  pregunto cuando estuvo sentado.

—Si…—  sonrió de forma gatuna e insinuante.

—Bien… entonces vete—  lo despacho con un movimiento de mano.

—Pero…—  el menor estaba desilusionado esperaba algo más que solo una masturbación y un oral.

—Antes…—  abrió el mismo cajón y saco un consolador de gel, en el interior se veían unas esferas  —date la vuelta y bajete el pantalón—  ordeno. James no se hizo de rogar y obedeció. Albus se lo metió de una sola vez y lo dejo encendido  —lo quiero en tu culo hasta que regreses—

James gemía mientras asentía, definitivamente eso lo haría correrse.

—¿Cómo vas con Black?—  pregunto mientras James se revolvía en su lugar buscando venirse. Solo en estos momentos su ahijado soltaba la lengua sin remordimientos.

—Igual… aun no quiere joderme o que lo joda…—  se mordió los labios  —el otro día se excito… al parecer…—  se aferro al borde del escritorio  —alguien logro llamarle la atención…—  sus nudillos estaban blanco solo faltaba un poco más.

—Me gustaría que me hicieras un favor—  dijo con un control remoto en la mano. James gimió frustrado, quería correrse y para eso necesitaba que la maldita cosa se moviera.

—Si… si… lo que sea… solo… solo… ENCIENDELO—  grito lo ultimo ya prácticamente follando la pata del escritorio.

—Quiero que te hagas amigo de alguien… y que te acuestes con el…—  encendía y apagaba el consolador, dejándole en claro la situación a James  —pero no debes dañarlo… aun—  James asintió. Albus sonrió satisfecho y lo dejo encendido.

James gimo cuando al fin logro venirse, tenía una mancha en el pantalón café claro.

—No deberías chocar con mi escritorio y derramar mi vaso—  añadió Albus arrojándole el agua sobre la mancha.

Lucius había visto a Potter vagando con varios compañeros durante el último tiempo… solo dos meses y saldrían libres. Los rumores decían que buscaba sexo casual… algo que no le vendría mal a Lucius ya que estaba más solo que un dedo.

No paso más allá de dos días cuando James se le acerco.

—Buenas mi queridísimo Lucius—

—Malfoy, inepto—  respondió el otro.

—Ok… ok…—  levanto las manos en son de paz.

Lucius lo ignoro pero Potter lo siguió durante lo que restaba de día. Salió del camerino terminando de esparcirse una crema por la cara y manos, estar toda la clase de ejercicios bajo el sol dañaba la delicada piel de Malfoy. Cerró la puerta y se encontró nuevamente con Potter.

—¿Qué quieres?—  pregunto cansado ya de su presencia.

—¿Cómo estás?—  respondió con otra pregunta.

—Potter hablo en serio, tengo cosas más importante que gastar saliva en ti—  escupió las últimas palabras.

—¿La verdad?—  Lucius asintió  —no lo sé, solo me he… sentido solo y bueno… te vi…—  se encogió de hombros. Sabía que con eso podría convencer a Lucius.

James no entendía porque su Padrino Albus le pidió que se acostara con algunas personas, para evitar que se distraiga le inyectaba cada dos días una sustancia que no le permitirá sentir el aroma de otros. Malfoy era el penúltimo.

Lucius suspiro  —¿Quieres ver una película?—  pregunto sabiendo que se arrepentiría de su ofrecimientos. James abrió los ojos sorprendido  —no tengo nada que hacer y… eso…—

—Si… ¿Por qué no?—

Ambos partieron al dormitorio compartido de Lucius. Al entrar le explico la ubicación de algunos cuartos para que se orientara.

—¿Vives con otra persona? ¿TU?—  no creía que Malfoy fuera de ese tipo de personas.

—Vives con Black—  rodo los ojos.

—Sí pero… no creí que tu… bueno me entiendes—  resumió pasándose la mano por el pelo.

—Como sea… no te acerques a la habitación y estaremos bien—  advirtió la Pitón Birmana. James solo asintió ya que no podía distinguir el aroma de Malfoy, sin saber que esto afectaría a futuro.

Antes de irse, James paso al baño, al terminar se lavo la cara y las manos, se seco con una toalla cercana de color celeste.
Al volver a su dormitorio pudo ver a Sirius durmiendo en el sillón, se acerco como siempre lo hacía para besarlo antes de que despertara y lo corriera, lo que  no imagino es que su hermano le respondería el beso en el sueño. James no sabía donde sentarse, estaba sorprendido y muy (MUY) contento.

Las siguientes semanas eran similares. James tenia sexo casual con las últimas personas, visitaba a Lucius y compartía con quienes vio ESE día.

Ya después cambiaba de táctica para saber el origen de las ganas de Sirius, porque si, al fin había conseguido que Sirius lo viera con otros ojos.

Se dio cuenta porque hace tres días solo compartió con Lucius en su cuarto y al volver a su dormitorio Sirius literalmente se le lanzo encima, le saco la ropa y se masturbaron juntos. Sirius durmió como un niño de cinco años y James planeaba como quedarse permanentemente con su amigo pero lo que tenía claro era que no debía permitir que Lucius se acercara a Sirius.

Gellert estaba a punto de terminar un encuentro con Albus en el despacho del último. Al fin pudo correrse, recupero su respiración y salió de dentro de Dumbledore como venía sucediendo el último tiempo. Gellert llegaba a su orgasmo y salía sin preocuparse de su compañero, las cosas estaban tensas en esta relación.

Albus bufo y empezó a masturbarse, cuando en eso recuerda el encuentro que tendría con James.

—Bien… si eso es todo puedes irte—

—No planeaba quedarme—  respondió ya en la puerta el rubio.

Albus fulmino la puerta por donde se fue Gellert con la mirada, sospechaba que su Esposo podría tener una aventura, lo cual lo enfurecía pero sabía que no era quien para retenerlo, después de todo follaba con James, tenia algunos encuentros con McGonagall y estaba detrás de uno de los Profesores, que era bastante grande en todos los sentidos de la palabra.

No paso mucho cuando James entra en la habitación fresco como una lechuga, esto mosqueo mas a Dumbledore, su ahijado podía joder tranquilo y el… aun seguía con la erección y empezaba a dolerle.

—¿Algo?—  pregunto cuándo James entro, este negó.

Potter sabía que si le decía algo a su Padrino todos sus planes con Sirius se irían al retrete, por tal motivo esperaría a tenerlo entre sus redes para así decir algo.

—Pero tengo unas sospechas, necesitaría más tiempo—

—No queda mucho… solo queda un mes de clases y tengo que saber antes de que termine—  advirtió amenazante.

James pese a todo empezó a excitarse, tantos años con lo mismo, no podía dejarlo de un momento a otro.

—¿Algún problema?—  pregunto mientras se acercaba insinuante al escritorio.

—Chúpala y cállate—  nada mas, solo eso. James se acerco y se escondió bajo el escritorio, empezaba a palpitarle su propio miembro, esperaba que su Padrino estuviera de buenas para que así jugaran un poco.

Sirius estaba confuso, el último tiempo se lanzaba sobre James pero al estar solo se recriminaba, no le gustaba su amigo. ¡NO! Solo que… algo le hacía perder la razón.

Bufo y miro su reloj, aun faltaba para que su hermano le acompañara. El menor le había citado en ese bar para conversar un poco. Sirius llevaba dos botellas de whiskey, cuando Regulus se sentó frente a él.

—Deja de beber—

—Me encanta como le saludas—  molesto el otro. Dos botellas y aun se mantenía, tenía una resistencia envidiable pero cuando le daba la borrachera la daba más fuerte que a todos.

—Sirius…—  dijo sujetándole la muñeca que iba a su boca con otro vaso.

—¿Para qué me llamaste?—  pregunto dejando el vaso sobre la mesa.

—Me casare…—

—¿¡QUE!?—  grito parándose abruptamente y botando la silla en el proceso. Todos en el lugar lo miraron.

Regulus se disculpo con la mirada y miro enojado a su hermano.

—Siéntate—  ordeno.

Sirius recogió la silla y se sentó de forma obediente.

—Como decía…—  lo fulmino con la mirada por si se atrevía a interrumpirlo nuevamente  —me casare… con una linda gatita…—  Regulus se perdió en los recuerdos de su linda gatita Burmilla.

El era un Lince Ibérico por tal razón en algunas ocasiones chocaba con su hermano, se llevaba como el gato y el perro a veces pero ¿qué se le iba a hacer? No era culpa de nadie que Sirius fuera un Perro Pastor Belga Groenendael de pelo corto y con los ojos similares a los de un Siberian Husky solo que grises pero como siempre, su hermano era quien rompía el molde.

—Reg… Reg…—  seguía llamando Sirius… lleva ¿cuánto? ¿20 minutos así?

Cansado le arrojo el vaso que había dejado en un principio.

—SIRIUS—

—¿Quién?—  le ignoro el mayor. Regulus se sonrojo y susurro el nombre. Sirius no llegaría a dormir esa noche.

Remus estaba dando vueltas en su habitación, estaba cansado pero no podía dormir. El último tiempo Greg le había pedido ayuda y que lo visitara ya que hace mucho que no veía a su “hermanito”. Paso el último tiempo entre estudios, visitas a Severus y dormir en el departamento de Greg, sospechaba que solo lo hacía porque Mycroft estaba fuera del país.

Ya solo quedaba un mes y podría ser libre, buscar trabajo y visitar a sus Padres.

Ahora y más importante lo habían llamado para una trabajo. Se vendría una boda y necesitaban que alguien ayudara a los novios a planearla. Todos conocían las manías de Remus en ser organizado cuando era necesario, además de que casi nadie le negaba nada, sobre todo si algún organizador se atrasaba y necesitaba que lo atendieran ya o le hicieran un favor, Remus era perfecto, nadie podía resistirse a su forma de ser.

Su amiga Julie se había roto la pierna así que no podría trabajar, dejo el asunto en manos de Remus ya que a familia a la cual le haría el trabajo era importante.

Remus se paró de la cama y fue hasta el escritorio donde tenía su mochila, saco una carpeta y leyó los nombres de los novios. Black y Evans, le parecía escuchar alguno de estos en alguna parte.

Sirius estaba en la cama mirando el techo. Acababa de despertar, giro y vio el reloj en la mesilla. 04:21 de la mañana. Suspiro y giro para el otro lado. James Potter estaba durmiendo frente a él.

Como un balde de agua fría, las imágenes de anoche le empezaban a llegar.

James entrando y él arrinconándolo contra la puerta, le recorría entero mientras lo besaba y le quitaba la parte superior.
Arrojándolo a la cama mientras él se desabrochaba el pantalón, James simplemente lo miraba con lujuria.
Chupándosela a James, este gemía y se aferraba a sus cabellos, a medida que se acercaba al orgasmo empezaba a jalarlos.
Como Potter intento arrojarlo a la cama para que Sirius quedara debajo, recordaba cómo le gruño y sujeto del cuello lo enterró en el colchón, por tal motivo entro sin prepararlo aunque mucha falta no hiciese.
Estaba al borde de la cama, sujetaba una pierna de James mientras arremetía sin contemplaciones, entraba y salía importándole una mierda si James se venía o no, solo quería sacarse el calentón.
Se dejo caer en la cama, recuperaba el aire cuando James se sentó sobre él y empezó a repartir besos por su pecho para después empezar a excitarlo y enterrarse nuevamente. Sirius lo ignoro y se dejo llevar por los brazos de Morfeo.

Era extraño algo le calentaba pero no era James, era algo mas… casi todas las veces estuvo a punto de descubrirlo pero la respuesta se le iba como agua entre los dedos.

No era sano seguir así, ya por James como por su amistad. Se alejaría un tiempo, esperando descubrir la verdad de todo esto.

Lily fue donde Severus a contarle la noticia pese a que James lo hiciera distanciarse, volvieron a ser los grandes amigos de siempre.

—Así que… están invitados—  dijo con una sonrisa en el rostro. Tom y Severus seguían leyendo la invitación.

Era un papel simple, de color crema con bordes dorados, un detalle rojo, letras grises con una ligera sombra violácea.
No era un simple papel, tampoco una tarjeta, era una especia de carta cerrada por una cinta delgada roja que tenía un lindo nudo en la esquina superior izquierda al contrario tenia la escritura y el molde de un libro abierto, al abrirla permitía ver la invitación, tenía un ligero relieve en los bordes dejando el interior liso, le daba un toque más elegante.

—Me gusta—  dijo Tom mientras deslizaba los dedos por la invitación  —me dieron ganas de casarme a mí también—  Severus lo golpeo en las costillas.

—Me gusto mucho el resultado final, en un principio pensé que no alcanzaríamos pero el asistente que contrato Regulus es muy eficiente—  explico.

—Me recuerda a alguien…—  dijo Severus antes de pararse y abrazar a su amiga, tan ensimismados estuvieron con la invitación que olvidaron felicitarla. Lily agradeció, no el cariño sino también que les haya agradado tanto, estaba preocupada.

—Remus es todo un genio—

—Ahhh…—  dijeron Tom y Severus a la vez. Ahora entendían todo.

Remus daba vuelta como loco por la habitación, siempre era lo mismo, estaba a cargo de algún trabajo y su habitación automáticamente era un desorden.

—LUCIUS—  llamo mientras se enterraba en la montaña de ropa.

—¿Qué?—  pregunto mas sorprendido por la literal montaña de ropa que porque lo llamara.

—No tengo ropa…—  miro su reloj  —y tengo que verme con la pareja en 15 minutos—

—Voy por algo—  ambos salieron y corrieron a la habitación de Lucius.

Remus se sentía extraño, no estaba tan cómodo pero a nada… estaba tranquilo ya que Lucius le prometió ayudarle a ordenar.

Salió corriendo de la Universidad, choco con un chico pero siguió de largo, esperaba no llegar atrasado, caminaba lo más rápido para llegar al metro.

Dos semanas y seria un graduado, dos semanas y se mudaría, dos semanas y seria un excelente Profesor de Estadísticas y Algebra, agradecía no tener que dar exámenes, con sus notas pudo eximirse.

Sirius bufo, acababan de chocar con él. Como sea no se amargaría, espero en las puertas esperando a Regulus, este tenía un examen por ende se atrasaría. Sirius se había ofrecido a llevarlo a donde se juntarían con Lily y el asistente de bodas.

Todavía no le decía nada a James y como iba tampoco le contaría, otra vez había terminado en la cama con su hermano sin contar que James se le acercaba mas en las clases que compartían importándole un pepino que el resto los mirara.

—Vamos. Vamos. Vamos. Vamos—  sintió el jalón de ropa, Regulus lo arrastraba a donde estaba la moto de Sirius.

Se subió Sirius después de pasarle el único casco a su hermano, espero a que se acomodara y arranco como siendo perseguido por la policía. Regulus pensó que no llegaría a la boda.

—Pensé que me atrasaría—  dijo Remus llegando donde Lily.

Lily le sonrió y lo invito a sentarse  —Tranquilo, Reg tenía examen así que probablemente llegue un poco tarde—

Remus sonrió, si lo hubiera sabido habría podido buscar ropa limpia en la montaña y no ocupar la de Lucius.

Faltaban solo tres semanas para la boda y ahora tocaba la prueba del pastel, tenían las invitaciones y el lugar. Seria en una biblioteca, Remus le agradeció ya que estaría muy feliz de hacerla allí.

Faltaba el vestido de la novia y las damas de honor, el traje del novio y sus padrinos también organizar el lugar y parte de la decoración.

—Llegamos—  dijo Regulus entrando con Sirius al local.

Sirius observo a los presentes y reconoció al chico castaño. Lo señalo a la vez que decía  —Me empujaste—

Remus empezó a recordar, un ligero tono carmín apareció en sus mejillas  —Lo siento… creí que llegaría tarde—

Sirius le resto importancia.

—¿De dónde se conocen?—  pregunto Lily.

—Me choco a las afueras de la Universidad—  dijo Sirius sentándose al lado de Remus.

—Los presento. Remus Lupin mi hermano Sirius Black. Idiota, Remus Lupin—  les señalo Regulus.

Remus no pudo evitar reírse, contagiando al resto, insultado incluido.

—Riéndose de mí… lo mínimo es que me dejen comer—  soltó por bromear.

—Tranquilo pediré a Rose que traigo otra rebanada—  con eso se levanto para desaparecer tras un pasillo.

—Sirius—  le recrimino la pareja.

—Era broma—  se justifico. En eso aparece Remus acompañado de una mujer que lo agarraba del brazo y seguidos por otras personas con bandejas.

—Me presento soy Rose. Aquí tienen diferentes áreas de sabores, si les agrada una me avisan y yo le traigo las rebanadas, ¿de acuerdo?—  los otros asintieron  —disfruten. Nos vemos Remus—  se despidió con un beso en la mejilla y salió.

—Parece que te conocen—  le molesto Sirius, de un momento a otro sentía como si alguien le quitase la energía.

—Seguramente ha planeado muchas bodas—  comento Regulus antes de comer un trozo.

—Solo dos yo solo las otras ayudo a unos amigos o estoy en otros trabajos—  explico sentándose al lado de Sirius.

Así pasaron la tarde, comiendo trozos de tortas.

La pareja no estaba seguro de que elegir. Sirius opino que escogieran una de chocolate, bien mojada y decorada de forma bonita.

Lily asintió, era una mujer simple.

—¿Se puede?—  pregunto Reg a Remus.

—Claro… habrá que pensar en la decoración solamente—  con eso se paro para buscar a Rose.

Al final decidieron que conservaría el color chocolate, adornado por líneas blancas y decorado por rosas rojas y grises con hojas verdes y de unos tres pisos.

Regulus y Lily se despidieron cuando recibieron una llamada de los Señores Evans para que fueran a tomar once.

Remus declino la invitación y se despidió. Sirius no tenia que pintar allí así que solo se despidió y siguió a Remus.

—¿Tienes algo que hacer?—  pregunto mientras caminaban.

—No… ¿por?—

—No quiero llegar todavía…—

—¿Serás el Padrino de Regulus verdad?—  Sirius asintió  —¿Tienes una idea de tu discurso o si Regulus sabe bailar?—

—Yo no sé… me dijo que aprendiera aunque no veo el motivo…—  se encogió de hombros  —y respecto del discurso… será del momento… me salen mejor las cosas—

—Si tu lo dices… ¿Quieres bailar?—  Sirius lo miro extrañado a lo que Remus señala un local de salsa.

—Es salsa—  dice lo obvio.

—Quiero saber si eres suelto de cuerpo o no—  no perdiendo nada, acepto.

Lucius a la misma hora en la que Remus bailaba con Sirius, él tenía sexo con Potter.

Albus estaba cabreado, no sabía nada de James y de la extraña persona. Estaba seguro que sería un extraño Lobo Plateado/Gris.

Molesto fue detrás del Profesor. Al menos tuvo suerte en eso… el maldito sabia moverse pero lamentablemente se rompió el culo, tendría que arreglárselas solo.

Mientras caminaba cojeando de regreso escucho que Potter se encamaba con Malfoy engañando a Black. No tuvo que pensarlo mucho, sabía lo que eso significaba. Lupin.

Arrojo todo lo que tenía sobre el escritorio enojado, el maldito hijo de puta había pasado y con honores, no tenia como retenerlo y menos llevarlo a la oficina sin que sea extraño. Quizás… quizás… podría ocupar a James para eso.

Sirius entro en el dormitorio y se dirigió a su habitación. Cerró la puerta y se dejo caer en la cama, estaba muy cansado. No paso mucho cuando James entro molesto y prendió la luz.

—¿Dónde estabas?—

—Que te importa—

—Responde—  demando.

—Vete a la mierda—

—Sirius—  le recrimino molesto  —no puedes dejarme solo…—

—Si puedo James ¿Sabes por qué?—  este negó  —no somos nada, por eso—

James cambio su semblante a uno serio y enojado  —Bastardo—  con eso salió.

Sirius se volvió a acomodar para dormir.

La semana paso volando. Sirius ahora podía decir que sabia bailar y sobre todo salsa, le quedo gustando la clase con Remus y no tenía nada que ver la forma en la que se movía. El aroma lo confundía así que decidió dejarlo como quera un Beta. Al parecer le estaba importando bien poco lo que fuera, le empezaba a gustar.

Lucius paso la semana (como Remus no estaba) con Potter en su cama, al parecer este estaba molesto por algo, sea como sea no impedía que el sexo fuera bueno.

Última semana de clases. Los de último año desocupaban sus habitaciones para la próxima generación que entraría, lavaban y planchaban sus túnicas para guardarlas como nuevas para ese día, también protegían del polvo los birretes. El día de la graduación se acercaba cada vez más.

Severus llamo a Greg para que se juntaran, se había enterado de que James estaba muy cariñoso con Lucius y que Sirius podría estar interesado en Remus.

—No entiendo de que te quejas Severus—  decía nuevamente Greg.

—¿Cómo no vez lo grave del asunto?—  pregunto mosqueado de que no entendiera.

—Dices que entres “alfas” no ocurrirá nada, ¿Qué importa que se tal Black salga con Remus?—

—Que Remus puede cambiar el aroma, idiota—

—Bien, lo cambia como con todos—  Severus lo observo  —me entere lo de Lucius—  asintió el otro.

—Remus podría hacerlo permanentemente si el otro aceptase, esto evitaría que a futuro vuelva a tener esa “habilidad”—

—¿POR QUÉ NO DIJISTE ESO DESDE UN PRINCIPIO?—  salto del DI sobre la mesa para tomarlo de la ropa.

—Jefe—  le llamo Donovan al verlo así en la pequeña cafetería.

Falto Anderson para que pudieran arrancar al inconsciente Severus de las manos de Lestrade.

No tardo mucho en llegar el “Ministerio”(*) y el “Gobierno Británico” a la casi escena del crimen.

Ambas partes le recriminaban a la otra por lo sucedido. Todo el mundo veía a Mycroft reyna Holmes y a Tom voldemort Riddle discutir acaloradamente en público.
Severus y Gregory se miraron, había desatado a unas bestias.

 (*)Si, Tom hizo su propio Ministerio con Juegos de Azar y Mujerzuelas.

Remus estaba terminando de enviar unas cajas con sus cosas a casa de sus Padres cuando Lucius le aviso que Severus lo llamaba, que era urgente y lo necesitaban ya en la cafetería cerca de Scotland Yard.

Solo Remus al llegar logro controlar a dos SUPERPOTENCIAS MUNDIALES, en otras palabras hizo algo similar a la llave del sueño Vulcana.

—Listo… planeo una boda, no me molesten—  advirtió y con eso regreso, ahora se vería con Reg por lo de su traje.

Sirius intentaba convencer a su hermanito que le permitiera acompañarlo pero este negaba rotundamente.

Por otro lado, Albus le explicaba a James lo que tenía que hacer con Lupin.

En otra parte, Gellert disfrutaba del sol en medio del Caribe, agradecía encontrarse con otra pareja gay, congeniar tan bien y que le invitaran para así aclararse de lo que pasaba con Albus.

Will lo saludaba en el agua, en eso se le acerca Jack y le dice que los acompañe. ¿Por qué no? Charles y Eric se divertían bastante, qué decir del otro Jack con Bruce. Sin olvidar a la pareja que no salía del hotel Anthony y Bruce, aunque al parecer las cosas eran extrañas, Loki como hacía llamarse Tom también se perdía con el multimillonario, si el playboy conseguía que se armara un trió, le pediría que le enseñase.

Mientras entraba en el agua pensaba que se le hacía extraño que algunos pidieran que se les llamase por un sobrenombre. “Spock” y Kirk. Definitivamente tuvo que enterarse de este lugar antes.

Momento. ¡Jude llego! Bueno JARVIS en iniciales y Jude de nombre…  se dirigía al hotel… uff… Anthony estaba en problemas. Si lograba el cuarteto lo haría su dios personal.

—Gellert—  grito el más joven de todos. Jack. Al parecer era el nombre del momento. Y detrás de este su pareja Aster.

—Voy—  pero antes de moverse a aguas más profundas, Bones le lanzo una pelota desde la playa  —Gracias—  grito Gellert junto con la mayoría de los mencionados.

La mayoría de las parejas eran gay solo había una “normal”, de Penny con Sheldon, aun no entiende como son parejas y lo mejor de la situacion… aquí eran todos Betas, no tenia que preocuparse de nada.

¿Se debe agregar que todos ellas estaban en una parte de la isla? Fue raro ver a una peliplata con un pelicastaño, sin olvidar que el primero tenía Heterocromia, un ojo era negro y el otro rojo, el segundo lucia una cicatriz horizontal sobre su nariz.

Finalmente los alumnos se graduaron, todo bonito y bello. Supuestamente Remus partiría esa semana pero estaba con la boda y que Lucius le pidió ayuda para buscar un piso.

Esa semana se hizo amigo de Potter, solo sabía que tuvo unos problemas con Sev y Tom pero a medida que lo conocía a primera vista no parecía mal chico.

James hizo caso de lo que le dijo su Padrino, se hacía de a poco amigo de Remus para esto incluso se ofreció a ayudar a Lucius con su piso.
No podía ver mucho a Remus ya que planeaba una boda pero momento libre que tenía el pelicastaño, momento que estaba James.

Lucius pillo una película en la televisión. Grown Ups 2, con esta película conseguiría que Remus descansase un momento, podía asegurar que Remus se moría por el personaje de Marcus Higgins, si se encontraba con alguien similar en la vida real, se harían muy buenos amigos.

Dicho y hecho, Remus vio la tele y se dejo caer en el sillón.

James no prestaba atención a la televisión, estaba perdido en sus pensamientos. Había pasado tiempo con Lucius y luego con Sirius pero este ya no le asaltaba como antes, en realidad no lo hacía.

Agregar que Albus le pidió encamarse con Lupin ¿motivo? No importaba, solo debía hacerlo y nada más. Ya después debía drogarlo y entregárselo a Dumbledore para que este jugase con él.
James tenía claro que su Padrino quería probar cosas nuevas, con tal él no se lo haría ¿verdad? Obvio, ni a él se lo había metido, mucho menos que dejase que James se lo hiciera.

Cuando la película termino todos saltaron al escuchar la melodía de Psycho. Remus se disculpo y fue a buscar su celular.
Lo único que necesito James fue el nombre de Sirius para que captara mejor la conversación.

“No… si en la tarde, está listo… ajam… ¿juntarnos?... bien… ¿mismo lugar?...hummm… ¡Claro!... Adiós, duerme bien”

¿Mismo lugar? Entonces Sirius ya conocía a Lupin y juzgando por la llamada no lo quería solo de amigo. Definitivamente se lo entregaría a Albus. Maldito roba novios.

Remus regreso a despedirse, tenía que dormir temprano y llegar al departamento de Severus y Tom, ya que estos le ofrecieron el cuarto de invitados.

Sirius se junto nuevamente con Remus en el local de salsa, le quedo gustando el bailecito. Su único problema es que esta vez llego tarde, se pillo con un accidente y ni la moto podía adelantar.
Al entrar vio a Remus bailando con una chica, era de esas mujeres envidiables, curvas pronunciadas, buen trasero y pecho, vestido provocador, pelo largo y moldeable, junto con un maquillaje llamativo pero no que decía “Puta. Esquina tanto”.

No se sintió celoso solo… un poquitín molesto. Ya cuando hubo cambio de parejas un tipo un poco más alto que Remus y bien marcado quedo frente de su amigo. Pensaba que Remus haría de “chica” pero no, fue el otro chico. Aquí si sintió algo en la boca del estomago (querer estar en el lugar de Julian no significaba nada…)

Remus se movía con gracia y más suelto. Ya el baile pasó de diversión a una pelea… ¿Cómo decirlo? ¿Aromática sexual? Se acercaba bastante.

Sirius sintió el aroma de un Lobo y un Atún. Agradecía los “instintos” que permitía identificar a los otros.
Las puertas se cerraron y el ambiente cambio. El “alfa” paso a ser un “omega”. No entendía nada, el aroma de ese Atún cambio ¿Por qué? Y lo más preocupante ¿Por qué su propio aroma cambiaba?

Remus en un momento del baile quedo de pareja con Julian. Porque este odioso tipo era un amigo le pidió una pelea de poder, sabiendo que perdería le pidió a Remus hacerlo. Remus no se negó, agradecía los intentos de sus amigos por relajarlo un poco. Las puertas se cerraron y el hizo su trabajo.

El aroma de Julian paso a ser un “omega” pero también otro aroma en la sala. Sin pensarlo se detuvo. Julian seguía a su lado y pidió que detuvieran la música.

Remus se acerco a la fuente del aroma. Cuando vio a Sirius quedo en blanco. Dejo de hacer “eso” y se despidió rápidamente.

Corrió sin rumbo fijo.

La semana para Lily paso volando, ya era el día de su fiesta de soltera, mismo para Reg y pasado mañana se casarían. Martes 8 de Julio.

Se junto con sus amigas y algunos amigos. En el tiempo de ahora sería estúpido solo hacer una despedida con personas del mismo género.

Reg fue acompañado de amigos de Universidad que le insistían que era muy joven y que dejara plantada a Evans. Tom simplemente negaba y Sirius estaba apartado en un rincón mirando al vacio.

Remus lo últimos días los paso de lleno en el asunto de la boda así se podrían olvidar del incidente con Sirius.

¿Por qué ahora? Porque razón su habilidad involucro a Sirius. No entendía y estaba asustado, esperaba que Sirius no supiera que animal interno seria el suyo, estaría en varios problemas si era así o si les contaba a otros.

—¿Tom?—  llamo Sirius a Riddle, este estaba contento en una esquina con el teléfono en la mano.

—Dim… ius…—   tal vez no era el mejor momento pero necesitaba saber si era verdad o no.

—¿Qué animal interno cambia el aroma?—

—R… emusss…—  dijo con una sonrisa de idiota.

Bien… o Tom sabia la verdad o lo estaba agarrando pal chule… pero conociendo a Riddle según lo que sabía de su hermano, este era el tipo más serio, correcto, puntual y responsable. Opto por la primera opción. Remus era especial, en todo sentido de la palabra.

Era el día antes de la boda.
James estaba en la casa de los Padres de Lucius como últimamente pasaba, los Padres no estaban y ellos tenían sexo en cualquier superficie de la casa.

Un sonido lo sobresalto. Giro y se dio cuenta que era Remus. Vio como entró en la cocina, se sirvió un vaso con agua y se tomo unas pastillas.

Miro la hora. Lucius aun no regresaría y el… empezaba con una erección.

—¿Remus?—  pregunto como niño bueno.

—¿James? ¿Y Lucius?—

—Lo llamaron de urgencia por unos papeles extraviados… ¿estás bien?—  Remus negó  —cansado—

—Las bodas me estresan—  sonrió.

—Debieras dormir—

—Eso hare… me tome unas pastillas…—

—¿Dormirás aquí?—  pregunto sorprendido.

—Si… Tom y Severus llegaron muy tarde de la despedida de soltero… y bah… no los quería molestar—  James sabía que Lucius era amigo de Snape pero escuchar de la boca  de otro que era feliz le sentó mal, aunque no tanto como pensaba.

—¿Puedes llegar a la habitación?—  Remus lo pensó y negó  —te ayudo—

Como bien se ofreció, acompaño a Remus hasta la habitación de invitados. Abrió la puerta, corrió las mantas, recostó a Remus, le quito los zapatos, lo acomodo y tapo. Sabía que era un momento oportuno pero… no se sentía motivado a hacer lo que le había pedido su Padrino, al contrario como que se sentía desganados sin fuerzas, todo cambio desde el minuto que se ofreció a ayudarlo.

Al parecer Remus podía “quitar” la maldad de las personas.

Ya cuando lo dejo durmiendo se dispuso a salir pero vio unos papeles en el escritorio. Siendo como era James no pudo evitarlo y los reviso por encima.

“Están cordialmente invitados a la boda de Regulus Black con Lily Evans. La boda se realizara el día Martes 8 de Julio en la Bi…”

Quedo congelado en su sitio, se cubrió la boca y apretó el puño izquierdo. La rabia que sentía en ese momento provocaba que tiritase en el lugar. Miraba a Remus en la cama. Sin más salió rápidamente, no solo de la pieza, de la casa.

Sin saber a dónde dirigirse llego a un paradero cercano. Se sentó y observo el cielo nocturno.

Sirius sabia y obviamente seria el Padrino, lo peor del asunto no le había dicho nada. Lo de Lucius no lo consideraba ya que no eran tan cercanos. Remus, a él si lo odiaba en estos momentos y mañana se encargaría de impedir que fuese a la boda y que se sentara.

Con eso en claro emprendió el camino de regreso a casa de los Señores Malfoy.

Regulus estaba que explotaba, decir que estaba nervioso era bien poco, estaban a solo una hora y Remus no aparecia por ningún lado.

—Tranquilo… dejo todo perfecto, quizás tuvo un problema—  el problema era que Reg no lo escuchaba.

Sirius harto lo cacheteo.

—¡VA A SALIR BIEN!—  le grito en plena cara  —ahora tranquilízate y preparate te casaras. No es necesario tener a Remus—

—P… per... pero…—  Sirius lo fulmino con la mirada y a empujones lo llevo al segundo piso de la biblioteca.

Lily también estaba nervioso y necesitaba la presencia de Remus para asegurarle que todo saldría perfecto.

Por fortuna Severus le pidió ayuda a Lucius para ver a Lily y con una solo mirada envió a Tom donde Regulus.

—No sé que le ocurrió, estaba arreglándose cuando yo salí—  comentaba Lucius mientras junto a Sev arreglaban a Lily.

—Es extraño…—

—Sev… quizás le paso algo…—  decía Lily viendo el reflejo del mencionado.

—¿Qué dices…?—

—Tengo ese presentimiento—

Severus y Lucius se miraron, ambos sabían de los presentimientos de Lily.

Sirius apretaba los puños al otro lado de la puerta. Fue a ver cómo iba Lily cuando escucho la conversación.

También sentía algo extraño pero no podía dejar solo a su hermano. Esperaba que Remus estuviera bien hasta que llegara.

La boda empezó ahora con los nervios de Sirius. Tom no tuvo que haber dicho el animal interno de Lupin, ahora si Black entendió lo ocurrido en el local de Salsa y estaba más preocupado por Remus, quizás alguien también lo descubrió y buscaría sacar beneficios.

Estaban en el altar hecho para la ocasión.

—Sirius…—  llamo Regulus.

—¿Qué?—

—¿Te molestaría que Barty sea mi Padrino?—  Sirius quedo helado. ¿Qué decía su hermano?  —Estas preocupado por Remus y te entiendo yo estaría igual en tu situación con Lily, ve… Barty me acompañara—

Sirius lo vio a los ojos. Se acerco y lo abrazo para desaparecer.

—CROUCH SERAS MI PADRINO VEN—  grito mirando al aludido.

—¿Tu Padrino?—  pregunto con un puchero  —pucha…— se quejo  —yo quería el puesto de amante—

Todos lo miraron y se largaron a reír, Barty sabia como quitar tensión a la situación.

Era raro ver a Sirius en traje sobre su moto en medio de las calles.

—QUITENSE EL NOVIO SE ARREPINTIO—  gritaba un conductor.

—VA POR LA NOVIA—  grito otro.

—SE DIRIGE A SU BODA—  grito una mujer.

Sirius quería corregirlos pero si estaban dejándole el paso, callar y seguir no hacia ningún mal a nadie. Con una sonrisa de agradecimiento acelero.

Llego a la casa de Lucius, se acerco a la puerta pero antes de tocar se detuvo. Observo la calle y vio el auto de James.

Apretó los puños molestos, ya tenía una idea de lo que ocurría dentro.

Tomo aire y con un golpe intento abrir la puerta, no funciono y siguió haciéndolo unas 5 veces hasta que cedió y se abrió, no completamente pero con esfuerzo podría pasar.

La música se escuchaba de un piso superior. Subiendo lentamente las escaleras y sin hacer ruido intentaba deducir el piso, al parecer era el tercero.

Cuando estuvo frente a la puerta, dudo en abrir, quería hacerlo pero las imágenes que pasaban por su cabeza impedían que moviera la manilla.

Podía ver a un Remus atado a la cama y a James haciéndole lo que quisiera, la imagen mental lo aterraba.

Apoyo la mano en el pomo de la puerta cuando esta gira y se abre.

Un Remus arreglándose la ropa, con algunos golpes y un corte en la boca se disponía a salir.

Sirius sin poder evitarlo se le lanzo al cuelo y lo abrazo.

Remus seguía con drogas en su organismo por la cual no estaba del todo bien, por eso al devolver el abrazo lo atrajo contra sí y se permitió relajarse, lo que también hizo sin darse cuenta fue cambiar el aroma de Sirius.

Cayó de un golpe sordo al piso. Sentía que algo lo quemaba de adentro hacia fuera.

James veía el abrazo desde la cama. Remus lo había golpeado cuando se dio cuenta de la situación. James estando lucido se defendió pero los golpes de Lupin no eran despacios, si fallaba pero cuando le daba descolocaba a James.

Bajo la vista y se permitió sonreír, había jodido las cosas. Sirius jamás lo amo ahora entendía. Todo era por la influencia de Remus al vivir junto con Lucius, desde un principio había equivocado las cosas.

Ahora que lo pensaba se sentía mal por utilizar a Lucius. Abrió los ojos sorprendido. Le gustaba pero… al ser inyectado tantas veces por su Padrino todavía no podía sentir los aromas. Sus instintos le avisaron que estaba con la persona correcta pese a que acabara de arruinar todo.

Remus llevo a Sirius a la habitación de al lado. No paso mucho cuando se escucho el sonido de una celular.

—¿Diga?—

—“¿Remus? ¿Qué paso?”—  se notaba que Severus estaba muy preocupado.

—Eh…—  no podía decir algo, sentía que no era culpa de James, se le notaba muy confundido cuando intento algo.

—Mi…—  giro y lo vio apoyado en la puerta con solo los pantalones  —mi Padrino… dile que lo siento—  con eso se dio media vuelta y regreso.

—“¡REMUS!”—  gritaba aun Severus al otro lado.

—Yo… Lo siento—  con eso corto y marco otro número.

Cuando Albus salía de la Universidad se encontró con varios policías esperando órdenes, no se hubiera preocupado exceptuando que uno lo vio y frunció el ceño.

Haciéndose el santo siguió caminando como si nada.

Iba a cruzar cuando ve a James caminar, se le notaba herido y cojeando, entonces la gente de atrás… por culpa de Potter.

No se demoro nada en llegar frente a él y empezar a golpearlo.

James aun se sentía mal por lo sucedido así que solo atino a protegerse, ya estaba lo suficientemente cansado, morado y roto por dentro.

Los policías al ver la escena llegaron a socorrer a James y a llevarse a Albus sin esperar las ordenes de su superior.

Cuando James volvió en si estaba en una celda. No abrió la boca cuando apareció un hombre frente a él.

—Tranquilo Potter, nada es tu culpa… pero eso sí—  levanto un dedo admonitorio  —deberás ir con un Psicólogo—

—¿Deberé?—

—Si chico…—  busco una silla y se sentó al otro lado  —nada es tu culpa… tienes un problema que con el tiempo se arreglara—

—¿Problema?—  James no entendía nada.

—Tus Padres murieron cuando eras un niño y quedaste bajo el cargo de tu Padrino Albus Dumbledore—  James inmediatamente se abrazo a sí mismo  —y el… desde pequeño abuso de ti—  James lo miro extrañado. ¡RECORDARIA ESO!  —lo que pasa… es que como era muy niño te… lavo el cerebro… por eso no lo veía como algo malo y a medida que crecías lo seguías haciendo…—

—Entonces…—

—Por eso…—

—¿Dónde me quedare?—  dijo a solo segundos de una crisis.

Greg se altero, abrió la celda y entro. Se acerco lentamente a James y lo abrazo.

—Estará bajo el cuidado por el momento de su amigo el Señor Black. Si con el tiempo se informara que sería mejor estar alejado o internado se tomaran las medidas necesarias—  dijo lo que vio James entre las lagrimas, un hombre alto y con un paraguas.

—Nos deberían haber dejado pasar hace rato—  decía Sirius nervioso.

—Tranquilo—  le sonrió Remus  —Greg y Myc están con él—

Tardaron un mes en que la mente de James dejara de estar influenciada por Albus, los médicos no sabían qué hacer y los especialistas diferían en los métodos a utilizar.

Greg molesto y preocupado le pidió ayuda a Mycroft.

No tardo mucho en llegar Sherlock junto con John, un jovencito que estudiaba medicina en primer año.

Se encerraban en la habitación del hospital con James. A la semana se notaba una mejoría.

James fue a vivir con Sirius, en un principio se le hacía extraño y luego incomodo a medida que pasaban los días tomaba conciencia de los actos hechos en el pasado.

Ya cuando vio a Remus literalmente se encerró una semana en su cuarto. Sirius al ser carente de tacto no sabía cómo ayudarlo y James no quería hablar con Remus por vergüenza.

Remus siendo astuto, empezó a llamar la atención de James con temas variados, no respondía a ninguno excepto cuando tenían que ver con Lucius.
En un principio hablaban a través de la puerta, luego estaba abierta. Remus se sentaba en el escitorio de la pieza de James, la sala, la cocina y finalmente James podía hablar tranquilamente. Se le notaba la mejoría exceptuando cuando el juicio de Dumbledore se hizo presente.

Gellert pidió el divorcio y se hizo cargo de la universidad.

Pasaron meses para que Lucius volviera a ver a James y solo fue cuando Remus y Sirius se casaron, debían agradecer los movimientos hechos por Holmes.

Excusa de Mycroft para atar a Greg, estaba molesto y celoso desde que Dimmock entro al mismo departamento por una temporada al de Greg.

Definitivamente las relaciones no eran normales para ellos. Cuando James y Lucius se sentaron relativamente cerca se “ignoraron”.
James estaba molesto ya que Lucius llego con Rabastan y se lo notaban que “eran buenos amigos”

James empezó a salir nuevamente.

Sirius despertó temprano ese mañana. Quería arreglarse y no perder tiempo, planeaba hablar con Remus de agrandar la familia. Sabiendo que era imposible solo para ellos por ser ambos en un principio Alfas (Remus lo sigue siendo pero Sirius… blah con sus generalizaciones)

Por eso cuando pese frente a la pieza de James se acerco a cerrar la puerta cuando ve a Malfoy y Potter en la cama. Como Momia y en reversa regreso a la pieza para despertar a Remus.

Refunfuñando siguió a Sirius, vio al par y cerró la puerta, después de darle una colleja a Black regreso a la pieza.
Quizás la visita a la Clínica podría atrasarse, debería llamar.

Lily informo que estaba embarazada por segunda vez en una reunión. Severus anuncio que era igual pero primerizo. James y Lucius se miraron para levantar sus manos juntas. Todos sonrieron. Severus sabia mejor que nadie como sufrió Lucius primero al sentirse usado y luego por la situación de James.
Tom y él obligaron a Lucius a salir pero… se notaba que ese par terminaría juntos tarde o temprano.

Sirius pensando que era buen momento dejo caer la bomba de la Clínica. Remus término en la Clínica ese día por el desmayo y el golpe que se dio.

Y Gellert… digamos que sus vacaciones permanentes eran con los amigos que hizo en el Caribe.