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Sweet nothing por Lizie CoBlack

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Notas del fanfic:

Advertencias: AU= Universo vampírico (VampireLock).

Hay ciertas discordancias con los vampiros de la autora original y las que leyeron los libros o conocen las crónicas vampíricas, se podrán dar cuenta, en cierta forma siguen teniendo las bases de ellos pero tienen modificaciones, así que tómenlo en cuenta si deciden seguir la historia. 

Este fanfic participa en el reto "La maldición del de abajo" del foro "I am SHER locked".

Sin beteo, siento las posibles faltas de ortografía, que las hay, una disculpa. 

Notas del capitulo:

¡Hola!


Antes que nada, No es PWP, tendrá una base en los siguientes capítulos, será muy bizarra la manera en que empecé, y según veo será la única ocasión explicita.  Ahora sí, espero que quedara claro. 

Disclaimer: estos personajes no son míos, si lo fueran John sería exclusivamente de Sherlock, y quizá de Hamish en algún futuro. El universo de Sherlock Holmes le pertenece Sir Arthur Conan Doyle, y la serie “Sherlock” a la BBC. Yo solo me divierto creando fics.

Este fanfic participa en el reto "La maldición del de abajo" del foro "I am SHER locked".

Advertencias: Lemon (sexo explícito). 

Prólogo

****

*•~-.¸¸,.-~*'¨¯*•~-.¸¸,.-~*

Su cuerpo se estremecía ante su toque, ese toque casi fantasmal de sus manos, las manos que a la perfección tocaban el violín, y que en su cuerpo los gemidos como notas él lograba con precisión, dando un concierto personal, solo para él, el autor de tal melodía. Su cuerpo vibró, de nuevo y con mayor intensidad, al sentir las mordidas que a al interior de sus muslos prodigaban. Sintiendo momentos después la candente lengua recoger gota a gota la sangre que de algunas escurrían, eso solo lo excitaba más. Su pene erecto lo avalaba.

Pronto esa boca que lentamente lo torturaba se abría paso a su entrada. Por primera vez; Disfrutando de la anticipación dada. Un grito ahogado salió de su garganta, al sentir la lengua preparando su ano, anillo por anillo de músculos pasaba, como si las resistencias naturales de su cuerpo no fueran nada, y no lo eran para él. Se aferraba con fuerza al cabecero de la cama, lentamente sus manos blancas se ponían de la presión, pero es que la sensación combinada de aquellos dedos largos con lo húmedo de la lengua era una delirante tortura.

Sus labios fueron reclamados al mismo tiempo en que el tercer dedo entraba. Era fuego, el beso, lleno de pasión y desenfreno, con las lenguas, fieles conocidas, batallando por la ganancia de esa guerra. Cuando los dedos tocaron su punto g, su bendita próstata, tuvo que separar los labios en busca de aire, admitiendo con ello su derrota, dejándose someter nuevamente contra esa fina boca.

El filo de un colmillo rasgó su labio, brotando al instante un hilillo de sangre que se mezcló con sus salivas en el beso, volviéndolo más feroz, con más brío, si eso era posible. Sus labios ardían ante la pasión del otro, aun así no te importaba solo caldeando más el encuentro. Cuando el aire le hizo falta volvieron a soltar sus labios, plena necesidad para él. Sin que en ningún momento, la viciosa lengua abandonara la zona lastima de su labio.

Los dedos sin parar acribillaban su próstata, con fuerza, sin consideración, con rudeza, una que tanto en él amaba. Su mente se encontraba ya nublada, sin ningún pensamiento racional, perdido en la nube de placer en la que estaba. Arqueando su espalda ante cada mordida y succión hecha por su amante, probando poco a poco su elixir vital. Ese líquido preciado para ambos, cedido por uno y tomado con prudencia por el otro. Sollozando ante cada embate de esos largos dedos, gimiendo por cada succión.

Jalando aire al sentir la respiración de su compañero en su cuello, exactamente a la altura de su yugular. Su cuerpo se estremeció, esperando. Caliente órgano ensalivando la zona, como si con la lengua lo esterilizara antes de hacer la incisión. Dientes, colmillos, raspando con ligereza el mismo lugar, como un acto de indecisión, aunque solo era diversión, para ambos, preámbulo de lo que venía. Gritó en un suspiro de éxtasis su nombre, al momento en que la barrera de su piel rompió y comenzó a succionar a tomar sorbos de su sangre. De su boca solo saliendo sonidos incongruentes, su saliva siendo como afrodisiaco, aumentando de súbito la excitación en ambos. Por todos los dioses, se encontraba en la gloria. Y no quería que terminara. Era todo una delicia.

Con el calor de la situación y sin ser consciente de nada más allá del placer, sus manos soltaron el respaldo de la cama, inquietas revolviéndose al compás de su cuerpo; sus caderas empalándose con insistencia ante los dedos que no paraban en su interior, disfrutando al máximo de la oportunidad dada, siendo esa la primera y única vez que, presentía, le otorgaran tales atenciones; él tomaría todo de ese momento. Sus palmas se cerraron con fuerza a las sábanas porque aquella boca con instancia ahora le besaba y lamía la zona. Sentía que su orgasmo se aproximaba.

Sin preverlo, con rapidez, los colmillos volvieron a enterrarse en su cuello y a sorber con frenesí; sus manos se aferraron con fuerza a los hombros contrarios en reacción, sin darse cuenta de lo prohibido de la misma, algo que su compañero no notó o quizá no quiso hacerlo. Puesto que siguió en lo suyo. Alimentándose de su cuerpo, una vez más, pero sintiendo y siendo esta distinta a las otras. Sus manos osadas recorrían con pasión el cabello rizado del contrario, disfrutando de la suavidad de los mismos, perfectos como todo en él. Tirando de los rizos por una succión en especial ruda. El calor de todo su cuerpo concentrándose en su bajo vientre.

—¡Sherlock! —Gritó ante su culminación, mientras sentía al otro todavía alimentándose. Se aferró a su cuerpo con la desesperación del momento compartido.

Su compañero seguía perdido en el elixir de su vida, robándosela lentamente sin resistencia. Con la poca energía que conservaba acomodo su cabeza sin interrumpirlo, besó su frente con amor. Y como lo amaba, porque ya no podía negarlo. Sus ojos haciéndose más pesado; si su amante no paraba él moriría pero no importaba, ya no. Su propio cansancio pesándole también, cada vez más. Con dejadez cerró los ojos, sin tratar de abrirlos de nuevo. Y al borde de la inconsciencia; sus brazos cayendo con lentitud, laxos a sus costados, ya sin energía; Un susurro salió de sus labios, con procedencia de su corazón en las raíces de sus sentimientos.

—Te amo.

En el estado de consciencia en que se encontraba, o en la falta de ella, no se dio cuenda que era soltado, con un pensamiento rondando en su mente.

Estaba totalmente perdido, habiéndose hundido solo, rotó todas las reglas que su relación establecía, pero lo amaba y eso era lo único de lo que no se arrepentía; aun así todo terminaría al despertar.

Con ese último pensamiento se abandonó a la total inconsciencia, recibiéndola como el consuelo de una amiga. 

 

Notas finales:

Gracias por leer.

Me encantaría que si lo leyeron me dejaran un comentario, de que estuvo mal o que necesito mejorar o quizá de lo que les gusto, sean respetuosos eso sí.

Mi asignación en el reto es: Los personajes de Sherlock en el universo de Entrevista con el vampiro.

Hay ciertas discordancias con los vampiros de la autora original y las que leyeron los libros o conocen las crónicas vampíricas, se podrán dar cuenta, en cierta forma siguen teniendo las bases de ellos pero tienen modificaciones, así que tómenlo en cuenta si deciden seguir la historia.

Esto que leyeron es el prólogo, y espero me sigan para que vean de que va, no es una introducción es más bien un suceso, y no es el inicio de la historia, esta como tal empieza en el próximo capítulo. Que no sé cuánto tardare en postear. Pero si no empiezo no me dará tiempo de terminar el reto.

Espero, en serio, que les gustara y no esté muy confuso.

Sin beteo, siento las posibles faltas de ortografía, que las hay, una disculpa.

Nos vemos :D

Lizie. 


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