Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

T'HY'LA por KeepKhanAndKlingOn

[Reviews - 264]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

La montaña El Capitán será muda testigo de un pacto entre Bones y Jim que va a dejar a Spock de piedra.

 

Capítulo inspirado en Star Trek V: la última frontera. La película da para mucho, no tiene desperdicio.

 

El pacto de los terrones de azúcar

 

                                                                     Jim tiraba de la anilla pero la muy perra se había enganchado. El suelo estaba cada vez más cerca. Aunque le faltaba la respiración, la adrenalina hacía funcionar su mente con increíble rapidez. Se llevó la mano a la espalda, rasgó la mochila con sus uñas, llevándosela a la boca mordió la tela con los dientes...

   - ¡Ábrete joder! - Gritó viendo que no podía hacer salir el paracaídas.

 

      McCoy le perdió de vista cuando empezó a caer. Retrocedió el zoom pero iba demasiado rápido, acabó tirando los prismáticos al suelo y echando a correr hacia él. Sabía que cuanto más descendía Jim, más velocidad tomaba. Si Spock quería cogerle debía darse prisa... Él no podría hacer nada desde allí por mucho que se pusiera debajo e intentase cazarle entre sus brazos.

   - ¡Jiiiiim! - Su grito fue de frustración, tuvo la pierna al alcance de su mano pero las botas bajaban a velocidad constante, controlada y su marido no. Se le escapó... ¿Iba a ocurrir otra vez? Miró sus dedos vacíos, como cuando Chekov le subió de Vulcano y él no pudo llegar a sujetar a su madre. - ¡No! ¡Esta vez no!

   - ¡Spock! - Le había oído. Su amor, su mitad, su t'hy'la estaba con él... y supo que no moriría.

   Aumentó la velocidad del descenso pulsando un botón de su cinturón hasta estar casi a su altura, le agarró con ambas manos por la cintura con toda su fuerza vulcana y al tirar de él ambos se desequilibraron, acabando Jim golpeado en la cara por sus botas. Como pudo recuperó el control de su cinturón, disminuyendo la velocidad para contrarrestar el peso añadido. Giró su cuerpo en torno al de Jim en un baile macabro a escasos dos metros del suelo, hasta tenerle completamente entre sus brazos y recuperar poco a poco la verticalidad.

   - ¡Aaah, Jim...! - Su corazón estaba a punto de salirse por el costado.

   - ¡Jiiiiim! - McCoy llegaba a la carrera, no podía apartar la vista de él.

   - ¡Ahí viene Bones! - Se echó a reír, traía la cara descompuesta y tenía un aspecto ridículo corriendo boca abajo. Aunque era él quien realmente estaba boca abajo.

   - Tal vez porque está ahí no sea razón suficiente para escalar una montaña, Jim. - Le soltó con cuidado dejando que se deslizase sobre su pierna, apagando las botas gravitatorias para no quemarle la piel.

   - No estoy en posición de discutirte eso, Spock... a veces una imagen del pasado puede hacernos cometer una locura. - Apoyó los antebrazos en tierra y bajó primero una pierna y luego la otra, conforme su marido las iba dejando ir de sus manos.

   - ¡Jim! - McCoy llegó a su lado y se quedó parado, observándole, comprobando que estaba bien.

   - ¡Hola Bones! ¿Has calentado ya las judías? - Sonrió cogiendo aire desde su postura a cuatro patas.

   - Levanta, Jim... - Spock le sujetó del brazo. - Una imagen del pasado, ¿eh? ¿La foto de tu padre?

   - ¡O tu visión de Pavel...! - Le espetó mirándole con la nariz arrugada.

   - ¿Estabais hablando de él? Os vi discutir... ¡Por el amor de Dios, no sé a cuál de los dos abofetear primero! - Bones cogió la cara de Jim para mirarla de cerca, el golpe con la bota le había hecho un corte en la mejilla.

   - ¡Ay! ¡Duele! - Se quejó el rubio haciendo un puchero.

   - ¿Duele? ¡Maldito loco, idiota, imbécil...! - Las lágrimas impidieron que siguiera insultándole y le estrechó con fuerza entre sus brazos. Respiró, McCoy abrió el pecho y respiró. La caída le había dejado sin aliento. - ¡Oh, Jim... no vuelvas a hacerme esto!

   Spock se había quitado las botas gravitatorias apoyado en la pared de granito de El Capitán. Les miró, a sus dos t'hy'la, sintiendo el deseo arder en su interior... Se acercó a ellos y les envolvió en su cálido abrazo. Con la boca buscó sus labios, los de Leonard primero, los de Jim después... pero ambos le rechazaron. Notó sus mentes cerradas y vio sus caras, se estaban comunicando entre sí dejándolo a él fuera.

   - ¿Jim...? - Se separó del abrazo, ellos no le correspondían así que solamente tuvo que abrir sus brazos y retroceder. - ¿Leonard...?

   - Lo siento, Spock, pero Bones y yo acabamos de hacer un pacto. - Su esposo le miraba con los pícaros ojos azules y la más torcida de sus sonrisas.

   El vulcano inclinó la cabeza unos cuarenta y cinco grados y apretando los labios levantó su ceja derecha.

   - ¿Un pacto? - Carraspeó recuperando su adusta expresión vulcana de ausencia de emoción. - Comprendo...

   - No habrá azúcar para ti mientras sigas en tu absurda cabezonería. - Bones le dio una pequeña torta en la mejilla.

   - Vamos, me muero de hambre. - Jim tiró de su amante hacia el campamento.

   - Judías sí, Spock... - bromeó McCoy, - ...pero nada de azúcar. Anda, ven a cenar.

   Spock recogió sus botas y caminó dos pasos por detrás de sus t'hy'la. Se llevó la mano a la cara. La bofetada de Bones no había sido nada, apenas un cachete cariñoso, pero le dolía más que cualquier otro golpe que se hubiese llevado en la vida.

 

 

                                                                   Amy estaba mucho mejor, el color le había vuelto a la cara y a David le hacía gracia ver el tono verdoso de su sangre bajo la piel. Estaba feliz de tener a su hermana sentada a su lado en la hamburguesería, comiendo a dos carrillos igual que solía hacer él.

   - Fuera lo que fuese ya pasó. A'nirih... quiero decir nuestro padre, está bien. - Se fijó en los ojos de David que le sonreía sin cesar y se le acercó para darle un mordisco de su hamburguesa. - Prueba esta, es vegetal... Te aseguro que no notarás la diferencia, en realidad el sabor es hasta mejor.

   - No, gracias... no me gusta la soja. - David apartaba la cara riendo ante su insistencia. - ¿Tú también eres vegetariana? He oído que todos los vulcanos lo son.

   - A ratos... La verdad es que en casa comemos de todo. Una noche pillé a papi haciéndose un bocadillo con los restos del pollo asado del almuerzo. - Echó la cabeza hacia atrás con la carcajada. - ¡Se puso verde como un pimiento!

   - ¿Cómo es? - Le preguntó a su hermana lleno de curiosidad. - Ser la hija de Jim y Spock... ¿Habéis vivido siempre juntos? - En sus palabras había algo de envidia.

   - Sí, siempre. Desde que me sacaron de la nave oscura no me he separado de ellos. Salvo cuando lo de Rura Penthe... - Su mirada se entristeció por un instante.

   - ¿Nave oscura? - No entendía a qué se refería su hermana.

   - ¡Ay, David... tengo tantas cosas que contarte! - Le acarició la barbilla con la mano pringada de grasa por la comida y se echó a reír. - Y tú también tienes que ponerme al día. ¿Dónde naciste?

   - En Omicron IV. Mi madre trabajó allí durante años después de dejar el Enterprise... - Se detuvo. Pensó que él había sido concebido allí a bordo y se sintió extraño. - Nunca había estado en la Tierra, Amy, y tú eres la segunda vulcano a la que conozco. Soy lo que por aquí llamáis “un paleto”. Tampoco había visto nunca a dos hombres besarse hasta que conocí a Peter y a Alex en el Excelsior.

   - Nuestro primo y su guapísimo novio... ¿cómo están? ¿Cómo anda Sulu? - En los labios se le dibujó una perversa sonrisa. - ¿Él y Pavel por fin...? No, déjalo... eso ya me lo contará mi t'hy'la. Háblame de él, de Pavel, tengo que saber todo lo que habéis hecho juntos desde que os conocéis.

   - Dame un mordisco de esa hamburguesa, Amy... ¡quiero probar todo lo que te gusta!

   Su hermana se sentó en su regazo y le acercó, divertida, el trozo que le quedaba a la boca.
    *(Ver imagen de notas finales)

   David estaba deseando compartirlo todo con su hermana. Había reconocido los ojos, la sonrisa pícara, la verborrea nerviosa cuando la oyó hablar sin parar saltando de un tema a otro. Compartían su cariño por Pavel, y por su padre, aunque David apenas había disfrutado de su compañía. Se preguntó qué más podrían tener en común y deseó descubrirlo.

 

 

                                                                   Rodeando el fuego habían colocado unas piedras en círculo. Extendieron los sacos de dormir para más tarde, dos a un lado y uno al otro. Aquello hizo que Spock se sentara melancólico frente a ellos. Bones terminó de remover la olla con las judías en salsa de tomate y sirvió un cuenco para Jim.

   - Gracias, cariño. - Tenía la espalda apoyada en su pierna y le besó la rodilla por encima del pantalón.

   - Ten Spock, creo que te gustará... aunque no pienso que seas capaz de averiguar el ingrediente secreto. - Leonard le sonrió acercándole un plato hondo de metal lleno hasta casi el borde.

   - ¿Te queda algo de ese ingrediente secreto, Bones? - Le preguntó Jim acercándole una jarra de café caliente.

   El médico sacó una petaca del bolsillo interior de su chaqueta, la abrió y vertió un chorro en la bebida de Jim.

   - Mmm... gracias mi vida. - Le acarició la mejilla con una dulce sonrisa.

   - ¿Debo entender que ese ingrediente es alcohol? - Spock les hablaba mirándose las puntas de los zapatos, introduciendo con cuidado la cuchara en la comida.

   - Bourbon, Spock... el mejor de Tennessee. - Bones le ofreció la petaca para que se sirviera en su café.

   - Bourbon con judías, ¿no es una peligrosa combinación para Spock? - Bromeó Jim.

   - Con su metabolismo vulcano podría digerir cualquier cosa, cielo... - Le acarició la barba, le encantaba rozar aquella mejilla peluda.

   - ¿Vais a estar así de cariñosos toda la noche? - Spock estaba a punto de reventar, una mezcla de celos y envidia le hacía sentir un pellizco sobre la boca del estómago.

   - Puede que más después de la cena... - Jim miró los sacos de dormir a su espalda, se imaginó embutido dentro de uno de ellos apretado contra el cuerpo desnudo del doctor.

  - Spock... estás ahí porque quieres. - McCoy señaló el otro saco, apartado a su derecha. - Pavel ha cambiado, no hay motivo para que no hagas el koon'ul *(compromiso) – Le clavó los ojos avellana con una mirada cargada de esperanza, deseaba que cediese en su postura, deseaba tenerle también a él aquella noche.

   - ¿Qué es este paquete, Bones? - Jim había estado rebuscando en el macuto del médico, quería coger su vieja armónica para tocar alguna canción junto al fuego.

   - ¡Ah, eso! Ábrelo, es un regalo de cumpleaños... - Dejó su plato de judías por la mitad para mirar a Jim desenvolver la caja.

   - No es su cumpleaños. - Spock también soltó en el suelo su comida, las judías con bourbon no le habían agradado demasiado.

   - Viene con un retraso de... siete años. - Bones sonrió cuando Jim sacó las gafas y le miró con cara de asombro.

   - ¿De dónde las has sacado? Parecen tan antiguas... Ya no hacen estas cosas, ahora todo el mundo se opera de la vista. - Jim separó con cuidado las patillas y se las probó. - ¿Qué tal? - Preguntó mirándoles a los dos arrugando la nariz.

   - Tendremos que volver a graduarlas, creo que estás más ciego... - Rió revolviéndole el pelo con cariño. - Son para tu vista cansada. Esa particularidad en tus iris que hace que sea imposible de operar... Sé lo mucho que te molesta ponerte lentillas. Las conseguí en un anticuario hace años, se las di a Chris para que las guardara y luego ella... - Calló de pronto. La mano de Jim le acarició la mejilla. - ¡No sé cómo Pavel podía saber dónde estaban!

   - Bueno, él dice que vio a Christine en el Excelsior... - Murmuró Jim quitándose las gafas y guardándolas cuidadosamente en su funda.

   - ¿Se supone que habló con su fantasma? ¡Y decís que está bien, que puedo celebrar el koon'ul entre él y Amy! - Spock negó con la cabeza. Su voz sonó grave y oscura. - Creo que sigue igual de loco. Deberías hacerle un chequeo con un análisis de sangre completo incluido, a saber qué encontrarías, Leonard.

   - ¡Spock! - Jim le reprendió. - Cuando le veas entenderás lo mucho que ha cambiado. ¡Ha sufrido tanto... mi niño ruso!

   - No le veré si puedo evitarlo. - Spock se puso en pie, iba a mear detrás de unos árboles antes de acostarse.

   - Pues tendrás que hacerlo, a no ser que puedas trabajar en el Enterprise con los ojos cerrados. - Le dijo Jim siguiéndole de cerca. - Vendrá con nosotros, es mi mejor artillero.

   - ¡Jim! - Spock se apartó de su lado, al parecer su marido tenía intención de compartir “aseo”.

   - ¿Qué? En casa no tienes problema con esto... - Se puso a orinar junto a su marido, sonreía. Sabía en el fondo de su corazón que Spock estaba empezando a ceder.

   Bones les miró alejarse y recogió los restos de la cena comprobando que el vulcano apenas había probado bocado. Suspiró cuando vio los sacos de dormir separados. Guardó las gafas de Jim en el macuto y encontró la armónica. Soplando hizo sonar unas notas que, llevadas por la fresca brisa nocturna, llegaron a los oídos de sus dos t'hy'la.

   - Spock, tengo que contarte algo muy importante. - Jim se la sacudió y se la guardó en los pantalones.

   - No puedo, no me sale. Date la vuelta, Jim. - El vulcano estaba teniendo problemas a la hora de evacuar los líquidos.

   - Pavel no ha venido solo. Mientras trabajó en la base científica de Rinax, Carol llegó allí para completar su proyecto. - Se había girado, aún de espaldas pudo notar la tensión en la cara de su marido.

   - ¿Carol, la doctora Marcus? ¿Tu mujer de hielo? - Spock terminó de mear y se giró hacia Jim. - ¿Es que ha venido con él?

   - No, ella no. Su hijo, David... - Se volvió nada más oír la voz de su marido a su espalda. Ahora vendrían los gritos. - Mi hijo, Spock. Cuando Carol se marchó del Enterprise estaba embarazada.

 

Notas finales:

Gracias por leer, por comentar, por soportar la tensión de esa caída interminable... jajaja

Imagenes del David Marcus original, en la película Star Trek II: La ira de Khan, junto a Saavik, la vulcana que podríamos imaginar como su hermana...

http://31.media.tumblr.com/c3dba7fcb8e644c25f76a5cf63c7519f/tumblr_mzascs1wQl1qdll9ko1_500.jpg

http://images2.fanpop.com/image/photos/13200000/David-Marcus-star-trek-the-movies-13223856-580-901.jpg

Dejo imagen del pacto entre Jim y Bones.

https://lh4.googleusercontent.com/-BQHS2RNDybc/UXfRq0A9ljI/AAAAAAAABp8/OsgnwwVv1ms/s1600/Actors-Karl-Urban-%252528R%252529-Chris-Pine.jpg


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).