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T'HY'LA por KeepKhanAndKlingOn

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Notas del capitulo:

Nyota encuentra el par de zapatos perfecto, pero resultan demasiado caros y no podrá comprarlos. La tropa se muda a una casa de alquiler donde los problemas de familia volverán a aparecer: Bones está realmente afectado por el asombroso parecido que la bióloga marina mantiene con la difunta Christine Chapel.


 

Aquellos divinos Manolos

 

                                                                           Scott era arrastrado literalmente por su esposa a lo largo de la interminable calle Market, donde la preciosa y excitada morena daba grititos de asombro delante de cada escaparate, no solo en las zapaterías. Jim le había dado un buen fajo de billetes de cien dólares, no tenía mucha idea de lo que podrían comprar con ese dinero pero Nyota no paró hasta encontrar el par de zapatos más maravillosos y hermosos de toda la historia, como ella los llamó.

   - ¡Oh, Monty... míralos! - Le decía mimosa a su marido, tirándole de la manga de la camisa roja a cuadros escoceses que llevaba puesta sobre una camiseta blanca. - ¿Cómo crees que me sentarían con el vestido que te enseñé antes?

   - ¿Cuál de los doce que te has parado a mirar, cariño? - Scott no pretendía sonar sarcástico, el pobre estaba realmente confundido.

   - Debí traer a Spock, él tiene más gusto para estas cosas. - Se lamentó Uhura.

   - ¡Perla mía...! - El ingeniero miró el precio del calzado y silbó. - Creo que no podemos permitirnos ese gasto.

   - ¿Qué? - Nyota no había leído el cartelito blanco junto a la suela del zapato derecho. - ¿Más de dos mil dólares? ¡Mierda!

   Nyota se dio la vuelta y echó a andar dirección a la Bahía. Una sombra de tristeza se proyectaba en su mirada de ojos almendrados.

   - Venga, busquemos una inmobiliaria y alquilemos un apartamento con el dinero que nos queda.

   - ¿No vas a comprarte nada? - Scott la siguió asombrado.

   - No merece la pena, nada podría compararse con esos zapatos. - Nyota no quería conformarse con otra cosa; o los Manolos negros con rosas rojas en la cinta del empeine, o nada.

 

             Tras mucho discutir acabaron decidiéndose por una casita de dos plantas con jardín trasero y garaje en la entrada, situada en la avenida Newcomb haciendo esquina con la calle Keith, cerca del campus del sudoeste del City College de San Francisco. Estaba bien de precio y, de las cinco que vieron aquella mañana con el joven de la inmobiliaria, fue la que más agradó a Nyota.

   - Cuatro habitaciones, bien iluminada, zona residencial muy tranquila, cocina amueblada y con enseres: horno, lavavajillas, lavadora, secadora... - La preciosa morena no dejaba de elogiar las ventajas de la vivienda. El vendedor estaba encantado, alguien le estaba haciendo todo el trabajo.

   - ¡Ya, ya... cariño! Nos la quedamos. - El escocés estrechó la mano del trajeado muchacho cerrando el trato.

   - ¿Por cuánto tiempo van a firmar? - Preguntó él con una radiante sonrisa.

   - Una semana. - Respondió Scotty.

   - No alquilamos nada por menos de un mes, señor Scott. - Le aclaró mostrándole un contrato estándar. - Y necesitaré algún documento de identidad.

   - Hablaremos esta tarde, pasaremos de nuevo por su oficina. - Intervino Nyota, evitando que su esposo empezase a ponerse nervioso con su típica sonrisa tensa en la cara. - ¿Puede indicarnos dónde tomar un transporte hacia Sausalito?

   ¡Un documento de identidad! ¿Cómo iban a conseguir algo así? Scott maldijo su suerte, pensó si no sería más sencillo forzar la cerradura y esperar, simplemente, que el agente inmobiliario no enseñase la casa a nadie más en unos días.

 

         Contactaron por los intercomunicadores y se reunieron en el parque nacional del Golden Gate, junto al pájaro de presa. Jim quería que Scott comprobase el estado de los cristales de dilitio una vez más.

   Mientras el ingeniero hacía su trabajo, discutiendo con Spock cómo cristalizarlos de nuevo, Uhura les contó a los demás lo de la casita tan acogedora a la que había echado el ojo.

   - Pero hay un problema, para alquilar hacen falta documentos de identificación. - La comandante puso cara de sentirse frustrada, frunciendo los labios y arrugando las cejas.

   - Khan le devolvió la sonrisa diciéndole que por la tarde dispondrían de un par de carnets de conducir a nombre de Hikaru Sulu y Donald Black.

   - ¿No pudiste elegir otro nombre? - Rió Nyota al escucharlo. - Así es como se refieren al demonio en Escocia, Khan.

   - Lo sé. - El moreno le mostró una sonrisa que hizo aparecer un par de hoyuelos en sus mejillas.

   - Bien, con los carnets alquiláis la casa y a descansar, mañana será otro día. - Resumió Jim dirigiéndose hacia la nave.

   Se preguntaba si Bones estaría allí dentro, con Spock y Scotty. No le veía desde hacía rato y tampoco podía sentir sus pensamientos, el médico los había bloqueado.

   Resultaba gracioso ver desaparecer el cuerpo tras el escudo de invisibilidad, al adelantarse paso a paso subiendo la plataforma.

   - Veamos; Sulu y yo recogemos los carnets en el bar, espero que ese imbécil de tupé engominado no siga por allí, nos llevaremos las motos. - Señaló Khan a su espalda, donde las habían aparcado en un recodo del camino de tierra.

   - ¿Estás de broma? ¡Aún no habrá salido del hospital! - Pavel vio cómo Nyota le miraba asustada, fijándose en el corte reciente en su ceja. Le sonrió para tranquilizarla.

   - Tú y Scott nos esperáis en la inmobiliaria y haremos el papeleo. - Khan la señalaba con un dedo mientras hablaba. - Luego podéis ir arreglando la casa, ya sabes Nyota... Comprar comida, ropa de cama, esas cosas. Pavel, dales dinero.

   - ¿Otro cajero, cielo? - A Nyota le hicieron chiribitas los ojos al ver tanto billete junto. Pensó en sus zapatos y se le escapó una sonrisa.

   - Nos veremos en esa oficina de inmuebles a las seis. ¡Sulu, vamos! - Khan le llamó a su lado y el japonés acudió ligero. - Tienes que ayudarme a encontrar ese sitio que dijiste, ya sabes... - Vio cómo Pavel les seguía y se giró para detenerle. - No, tú espera aquí.

   - ¿A dónde vais? - Preguntó el ruso intrigado ante tanto misterio.

   - Es una sorpresa, mi amor. - El moreno sujetó la carita de bobo de su novio y le besó con ternura en los labios. - Quédate con Jim, nos vemos esta noche.

 

 

                                                        Jim preparaba la cena para todos, ya eran las ocho de la tarde y Khan y Sulu aún no habían vuelto. Después de firmar el contrato de la casa desaparecieron otra vez, sin decirle a Scott ni a Nyota lo que estaban tramando. Bones probó la salsa del guiso de carne y se relamió.

   - Tienes un don para esto, mi amor. - Le dijo besándole en el cuello, justo donde empezaba su barba.

   - No es para tanto. - Se quitó méritos. - Me gusta cocinar, me relaja. ¿Habéis contactado con esos dos? - Se interesó por sus amigos que llevaban toda la tarde fuera.

   - Spock ha hablado con Khan, él y Sulu venían hacia aquí. - Contestó Nyota poniendo la mesa para ocho. - ¡Almirante... eso huele de maravilla!

      El rugido de unas motocicletas se escuchó en la entrada, los dos desaparecidos habían regresado al fin.

   - ¿Dónde os habéis metido? - Les preguntó Scott nada más verles entrar por la puerta.

   - ¡Khan...! ¿Qué es eso? - Jim salía de la cocina con un cucharón de madera en la mano, al escuchar los motores había corrido hacia el recibidor. - ¡Por todos los dioses! - Gritó. - ¡Son... aaah! ¡Son preciosas! ¿De dónde las habéis sacado? - Hasta el momento Jim no tenía ni idea de las dos motos que sus compañeros se habían agenciado. - ¡Mira esas líneas, Bones...! - Le decía a su amante dándole el cucharón para acercarse a acariciar los depósitos. - ¡Una auténtica Triumph Thunderbird del ochenta y dos... y una Kawasaki Ninja totalmente nueva! - El almirante alucinó.

   - La Ninja es de Sulu, si quieres puedes darte una vuelta en la Triumph. - Khan le lanzó una de las llaves magnéticas que había cogido del maletín de herramientas de Scott, para poder así arrancar las motos sin necesidad de la telequinesia de Pavel.

   - Luego, se me va a quemar la salsa. - El rubio cogió de nuevo el cucharón de las manos de Bones y corrió a la cocina.

   - ¿Cuándo cenamos? - Preguntó Sulu dejando que su nariz le llevase detrás de Jim.

   Pavel agarró a Khan por la cintura y le miró con una sonrisa juguetona.

   - ¿Y mi sorpresa? - Le preguntó.

   - Aquí... - El moreno se quitó la cazadora negra dejándola caer al suelo. Luego, delante de los atónitos ojos de Bones y Nyota, se sacó la camiseta azul marino.

   - ¡Eh, oye...! - Exclamó el médico empezando a ponerse colorado. - ¡Subid a vuestro cuarto!

   El ruso se quedó mirando el pecho desnudo de su amante. Justo por encima de su corazón vio el tatuaje recién hecho. El trisquel dibujado en negro sobre su piel de alabastro resplandecía atrayendo su atención.

   - Ay, lyubimiyi moy...! *(amor mío) ¡Sabía que te lo harías justo aquí! - Pasó sus dedos por encima, hipnotizado con la forma entrelazada.

   - ¡Uf, menos mal, creía que era otra cosa! - Bones se echó a reír mirando a Nyota para salir del salón hacia la cocina.

   - ¡Qué bonito! - Exclamó Uhura al ver el tatuaje. - El dibujo me resulta familiar... - Con una pícara sonrisa se dio media vuelta y siguió a Bones.

   - ¿Ha visto tu tatuaje? - Le preguntó el moreno a su novio.

   - No sé, creo que no. Igual se lo ha contado Scott. - Pavel se encogió de hombros y fundió sus labios con los de Khan.

 

      Nyota no había visto el trisquel sobre la rabadilla de Pavel, pero reconoció la forma por el tatuaje que Amy tenía en su pelvis. Aquello le hizo pensar si no tendría algún misterioso significado.

   A Spock lo que más le gustaba de la casa era la enorme televisión en la sala de estar, Jim tuvo que ir a buscarle para llevarle de la oreja a la mesa.

   - Limpiacristales, - dijo refiriéndose a su amigo el ingeniero, - creo que la mejor solución para hacer que el dilitio vuelva a ser útil es utilizar un reactor de fusión nuclear, y con el tamaño adecuado solamente se me ocurre el de un submarino. ¿Tú qué opinas?

   - Que servirá, si tú lo dices. - El escocés sonrió al vulcano, sabía que no podría estar equivocado.

   - ¿Un submarino? ¿Pretendes que robemos el reactor de una nave militar? - Khan se quedó con el tenedor a medio camino de la boca al oír a Spock decir aquello.

   - Vimos uno en la Bahía a lo lejos esta mañana, ¿verdad Bones? - Le comentó sirviéndole más vino.

   El doctor no respondió. Se había quedado perdido en sus pensamientos otra vez, la cara de la doctora Woolcott flotaba ante sus ojos con la viva imagen de Christine. Aquello le resultaba doloroso, así que cerró su mente para que ninguno de sus dos t'hy'la supiera lo que estaba pensando.

   - Jim... no me deja entrar. - Pensó Spock para su sa-telsu, Leonard le bloqueaba los pensamientos.

   - Lo sé, a mí tampoco. Lleva así todo el día desde... - Le respondió Jim del mismo modo.

   - La bióloga... - Musitó mentalmente. - ¿Cómo puede ser que se parezca tanto? ¿Serán parientes?

   - ¡Averígualo! - Le ordenó a su esposo. - Bones... mi vida, ¿quieres un poco más de carne? Ha sobrado algo.

   - No tengo apetito, Jim. Gracias. - El doctor se levantó de la mesa. - Disculpadme. - Murmuró saliendo hacia la planta superior, quería estar un rato a solas con sus recuerdos.

   - ¿Qué le pasa? - Preguntó Nyota preocupada por la cara tan triste que llevaba McCoy.

   - Hemos conocido a una bióloga marina esta mañana, en el acuario donde tiene a las ballenas bajo su cuidado. - Explicó Spock. - La mujer es idéntica a Christine.

   Pavel soltó los cubiertos de golpe. Retiró la silla hacia atrás y se incorporó como impulsado por un resorte.

   - Voy a hablar con él. - El ruso no esperó a que nadie expresase su opinión. Se limitó a subir las escaleras de dos en dos hasta estar frente a la puerta del dormitorio de sus amigos.

 

Notas finales:

Gracias por leer y por comentar a aquellos que os tomáis la molestia.

Dejo imagen de los Manolos de los que se ha encaprichado Uhura.

http://www.blogcdn.com/www.luxist.com/media/2006/01/rosemanolos.jpg

Y de las motos que Khan y Sulu conducen.

http://www.vintagebike.co.uk/wp-content/uploads/2013/06/1982-triumph-thunderbird-tr65-image-760x570.jpg

http://motosyamahasuzukikawasaki.com/images/kawasaki-ninja-500-02.jpg


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