Planes de boda
Pavel entró al camarote con cuidado de no despertarlos. Lo primero que vio fue a Kermit de cara a la pared en su lugar sobre la cómoda. Se hacía una idea de quien había colocado así a su ranita.
Serían las seis de la mañana y Sulu roncaba a pierna suelta apoyando la cabeza en la espalda de Khan. El moreno abrió los ojos un momento, al ver que era él volvió a cerrarlos. El ruso se encogió de hombros y se metió en el baño para darse una ducha.
- ¿Ya ha vuelto? - Murmuró el japonés despertando del sueño.
Khan no respondió. Se giró sobre su costado izquierdo para abrazarle.
- Estás enfadado... lo noto. - Sulu le besó el lunar junto a la nuez. - ¿Has visto en tus pensamientos algo de lo que ha pasado en el Excelsior?
- No. - Los ojos azul hielo centellearon un instante. - Ha tenido el detalle de cerrar su mente.
- Y... ¿él sabe lo que ha ocurrido entre tú y yo? - Sulu se sonrojó, la sonrisa asomaba a sus labios.
El moreno negó con la cabeza y le regaló la visión de sus hoyuelos. Apretándolo más aún contra su pecho besó su frente.
- Lo de anoche sucedió solamente para ti y para mí. - Musitó, soplando con su aliento las palabras contra el flequillo de su amante.
- ¿Y puede saberse qué pasó? - Pavel salía del baño. El grifo de la ducha seguía abierto pero él había estado escuchando junto a la puerta. - No puedo entrar en tu mente, Khan. ¡No me gusta eso!
- Ni a mí que te acuestes con otro. - El moreno se levantó. Pasando por su lado se metió en la ducha para aprovechar el agua.
- Ya se le pasará, Pavel. - Sulu se había puesto en pie y le abrazó. Su desnudez acabó frotándose con la de su amigo. - Te quiere demasiado.
- Y yo a él, aunque no lo crea. - El ruso terminó con una erección, el miembro de Sulu acariciaba el suyo con fruición.
- Vamos... entra a la ducha conmigo. Démosle a Khan los buenos días. - Bromeó tirando de su mano.
- Si no me echa... - Pavel no tenía muy claro que su novio fuera a consentir.
Pero lo hizo. ¿Cómo iba a negarse? Ante la imagen de ambos completamente empalmados, mirándole con deseo y relamiéndose los labios, su propio sexo quedó erguido en unos segundos. Khan los atrajo hacia él, besándolos y acariciándolos terminó por poseerles a los dos bajo el agua tibia de la ducha.
Pavel no podía creerlo, cuando su novio salió de él y le vio entrar en Sulu casi se derrama de placer al contemplarlo. La cara de su amigo cambió con el gozo reflejado en el rostro, el rubor en sus mejillas se hizo más intenso.
- Sulu... moy drug! *(amigo mío) – Mientras Khan le penetraba, Pavel le acariciaba el miembro sin parar, mirándole pasmado.
- Devórale, cielo... - Le sugirió el moreno, o más bien se lo ordenó. Le estaba obligando a ponerse de rodillas mientras le hablaba, empujándole la cabeza con la mano. - Cómetelo y escúpelo después.
El capitán pudo disfrutar de la boca de Pavel lamiendo su entera longitud. Los embates de Khan se hicieron más fuertes a su espalda, acelerando el ritmo hasta que los dos se corrieron casi al mismo tiempo. El ruso dejó que la blanca semilla de su amigo le resbalase por la barbilla. Había estado bombeando su propio sexo, un chorro cálido y espeso se le disparó contra las piernas de sus dos amantes.
Khan, sin separarse de Sulu, agarró del pelo a Pavel y le obligó a ponerse en pie. Acercándose su boca lamió los restos de semen del japonés.
- No vuelvas a hacerlo, Pavel. - Le advirtió. - Sé que me amas, que Kevin no ha significado nada... pero no me gusta, cariño.
- Lyubimiy moy...! Proshchayet! *(¡Mi amor...! ¡Perdona!) - Se disculpó. - No volverá a susseder. - Le prometió.
Khan se retiró de una vez de la espalda de Sulu. Él gimió al sentirle salir. Un líquido blanco se le deslizó por los muslos.
- Aishiteru! *(te quiero) – Musitó dándose la vuelta para besarle.
- Watashi aishiteru mo! *(yo también te quiero) – Fue la respuesta de Khan.
- Y yo os quiero a los dos. - Pavel se pegó aún más para acercarles la boca que juntos mordieron con pasión. - Yebát! *(joder) – Exclamó quejándose.
Los tres se echaron a reír, dejando que el agua corriese sobre sus cuerpos, limpiándolos de fluidos y sudor.
La mañana transcurría tranquila, el Excelsior y el Enterprise alternaban sus posiciones en órbita sobre HarOs, el planeta esmeralda. Riley aprovechó para poner a punto su nave, reparando un pequeño error en los motores de curvatura. Sulu ordenó revisar todos los sistemas mientras esperaban noticias de T'rak y Azetbur. Las tres aves de presa no dejaban su cola, manteniendo sus posiciones de vigilancia.
- Peter, pareces muy callado. ¿Te ocurre algo? - El japonés no encontraba normal semejante silencio en un Kirk. ¿Qué le preocupaba?
- Yo... - El pelirrojo se sonrojó, no sabía cómo decirle aquello a su capitán. - Quiero pedirte un favor, Sulu.
- Adelante, amigo. Lo que esté en mi mano... - El japonés le miró con atención.
- Alex quiere casarse, bueno... quiere que nos casemos. - Las mejillas se le encendieron y los ojos azules se le iluminaron. - ¿Nos harías el favor de oficiar la ceremonia?
- ¿Quién, yo? - Sulu estaba aturdido. Aquello era una gran noticia.
- Bueno, sé que es algo precipitado... pero si tenemos que esperar tres años hasta volver a la Tierra igual cambia de opinión, no quiero arriesgarme, la verdad. - La verborrea de su familia había hecho aparición. - No sé si lo sabes, pero Alex tuvo una infancia muy desgraciada en Oslo: sus padres se llevaban fatal, hasta que se divorciaron y él fue a San Francisco a vivir con su padre que le metió en la Academia. Allí le conocí y bueno, ya sabes, nunca nos hemos separado. Le propuse matrimonio una vez y me dijo que no, por su mala experiencia ¿entiendes? Pero cuando despertó de la muerte, gracias a tu sangre... - esto último lo susurró, Khan le miraba con una amplia sonrisa en la cara, - ...me lo pidió él. ¿Cómo iba yo a negarme? Le amo, siempre le he amado... Así que le dije que sí. Ahora que las cosas entre los romulanos y la Federación parecen haberse calmado un poco, creo que sería buen momento para que...
- ¡Vale, está bien, os casaré si te callas! - Sulu se echó a reír, con ternura abrazó a su jefe de seguridad, todo el personal del puente les observaba.
- ¡Una boda! - Exclamó la alférez Milla. - ¡Qué emocionante! Habrá que engalanar la sala de reuniones... - La morena ya estaba haciendo planes y pensando en las flores que podría conseguir en el planeta HarOs.
- Pavel sube ahora mismo. - Advirtió Khan, su t'hy'la había recibido la imagen de Peter a través del vínculo. Él se la había enviado. - Quiere darte también un abrazo.
- Gracias... yo... - Los ojos azules de Peter se habían nublado en lágrimas. - ¡Mierda! ¡No sé qué decir!
- A tu tío Jim le va a dar algo cuando lo sepa. - Sulu besó en la frente al pelirrojo, empujándolo con cuidado a los brazos de Khan.
- Lo sé... Me gustaría que él, tío Spock, mi tío Bones y mis primos... Nyota y Scotty... ¡que todos estuviesen aquí! - Sus mejillas eran ya dos ríos salados.
- Cuando regresemos haremos una celebración. - El moreno le tenía sujeto por la espalda y le acunaba contra su pecho. - Yo que tú me casaba de inmediato, por lo que cuentas Alex podría de veras cambiar de idea. - Bromeó con su acento más británico.
La puerta del turboascensor se abrió y Pavel corrió hacia ellos, apretándose contra Peter hasta dejarle sin aliento, atrapado como estaba entre su pecho y el de Khan.
- ¡Casaros! ¿Por qué habéis tardado tanto? - Le besaba la nuca, las mejillas, tirándole de la barba cobriza y sin dejar de sonreír. - ¡Tenemos que hasser una despedida de soltero! ¡Bajaremos los cuatro esta noche a ese planeta! En alguna parte tiene que haber un bar...
- ¡Oh, Pavel! - Se quejó el pelirrojo tratando de separarse de los dos para respirar. - ¿Eso es imprescindible?
- ¡Lo es! - El ruso no le dio alternativas. - Tú vendrás con Sulu, Donald y conmigo. Que Alex se busque otros acompañantes. ¡Tenéis que llegar con resaca a la boda! Es la tradissión... os traería mala suerte si no.
- ¡En ese caso yo elijo a Riley, Nichols y Oetker como compañeros de juerga! - El noruego había entrado sin ser visto al puente. En jarras, con las manos sobre la cintura, reía satisfecho con la sonora y vibrante carcajada de vikingo que poseía.
- Capitán, permiso para ausentarme del puente, señor. - Solicitó la alférez Milla. - Quisiera hablar con Chelsea Gambel y con la doctora Norton para preparar la boda, ¿será mañana?
- ¡Mañana...! - Exclamó Alex. - Sí, mañana nos casaremos. - Tomando a Peter entre sus brazos le besó delante de todo el mundo. - Min mann! *(mi esposo)
- Ay, lyubimyi moy...! *(amor mío) – Suspiró Pavel dándole la mano al oficial científico. - ¿No hassen una pareja pressiosa?
- Moy muzh! *(esposo mío) – Pensó Khan para su amante. - Si no fueses tan promiscuo ya te lo habría propuesto.
- ¡Puedo cambiar! - Gritó Pavel sin darse cuenta de que lo hacía en voz alta.
- Demuéstralo y ya veremos. - Khan fue algo cruel, enseñando sus hoyuelos le soltó la mano y se giró hacia Sulu. Con su cínica sonrisa daba a entender que no importaba lo que pudiese ocurrir: un día Pavel acabaría siendo su marido.
- Bien, todos a trabajar. Mañana oficiaré por primera vez una boda en esta nave. - Sulu consintió que su alférez de comunicaciones se ausentara del puente. - ¿Tendré que dar un discurso? - Se preguntó.
Pavel le miró encogiéndose de hombros, con la sonrisa de oreja a oreja y los ojos aguamarina irradiando felicidad. Sus amigos Alex y Peter iban a contraer matrimonio, sería un día imposible de olvidar... igual que esa noche: tenía pensado beber hasta desmayarse en la despedida de soltero.