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T'HY'LA por KeepKhanAndKlingOn

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Notas del capitulo:

Pavel achaca a la nave oscura el hecho de que humanos, klingons y romulanos puedan comprender a los kazon sin necesidad de ningún traductor.

A Sulu le temblarán las piernas cuando la más negra oscuridad le roba a su amada rosa.

 


La flor robada


 


                                                                                  Las flores de su jardín estaban bien cuidadas; los sirvientes vulcanos se ocupaban del riego, la poda, el abono y las pequeñas y molestas plagas de insectos que de vez en cuando lo azotaban. St. John Talbot lo único que tenía que hacer era disfrutar de su aroma y su belleza, robando alguna para adornar el cabello de su amada Carol Marcus de vez en cuando, como había hecho aquella noche con una pequeña agapantóidea, flor parecida a la violeta terrestre.


        Las dos lunas brillaban en el cielo de Nuevo Vulcano con su romántico influjo, la cena estaba servida en el atrio y su preciosa rubia vestía de su color favorito: el azul celeste. ¿Qué más podría pedir?


   - Cariño, te noto algo distante esta noche. - Le susurró con su voz aterciopelada sirviéndole una copa de vino blanco. - ¿Novedades de la Tierra?


   - Mi hijo está encantado con haber ingresado en la Academia, Spock me mantiene informada de todo. David es el primero de su clase en ciencias, no esperaba menos de él, la verdad. - Comentó orgullosa.


   - ¿Entonces? - Insistió. Ya la conocía lo suficientemente bien como para saber que algo daba vueltas en aquella cabecita.


   - Pues... - Carol dejó la copa tras haberle dado un sorbo. - No sé, pero creo que algo pasa con Pavel.


   - ¿A qué te refieres? - St. John se acercó para rozarle la rodilla bajo la mesa. - ¿Jim te ha dicho algo?


   - Es más bien lo que no ha dicho. - Carol le miró con sus inquietos ojos azules. - Hablé con David esta mañana y Jim andaba por allí, parecía preocupado así que le pregunté si ocurría algo.


   - Ya, y lo negó. - El diplomático imaginaba la conversación de su amada con su ex. Siempre tensos, al borde de la discusión.


   - Obviamente... pero su cara, su mirada... ¡Sé bien cuando me oculta algo! Él y David, tenían la misma expresión de “aquí no pasa nada”. - Carol le cogió la mano y la apretó con fuerza. - Mi amor, ¿tú no podrías enterarte, con tu influencia como funcionario de la Federación, de si Pavel está bien, si le sucede algo?


   - Sé que él y el teniente “Donald Black” - al decir el nombre le guiñó un ojo a su pareja – se encuentran a bordo del Enterprise. Si no me equivoco explorando el cuadrante Delta. No hay más datos, ya conoces cómo son los militares. - Ante la insistente mirada de Carol acabó por capitular. - Está bien, preguntaré a mis contactos a ver qué puedo averiguar... pero ya sabes que la Flota no informa de sus problemas al Servicio Diplomático hasta que suele ser demasiado tarde.


   - ¡Soldaditos! - Masculló la rubia con fastidio. - Tú haz lo que puedas, mi vida. Tengo un mal presentimiento, quisiera estar equivocada.


 


       Carol estaba sinceramente preocupada por el bienestar de Pavel. Sabía que su novio, perteneciente al cuerpo de diplomáticos de la Federación, acabaría por enterarse si la nave en la que el genio ruso viajaba, junto a Khan y Sulu, tenía alguna clase de conflicto con cualquier civilización alienígena; solamente esperaba que, como St. John había dicho, no fuese demasiado tarde.


 


 


 


                                                                    La sala de reuniones de la cubierta B en el Enterprise estaba completa. Pavel presidía la mesa sentado al lado opuesto del comandante de la Excelsior, Kevin Riley, a cuya derecha se sentaba la general T'rak y junto a ella, su amante, la canciller Azetbur. A la derecha del ruso se sentó Peter y junto a él su esposo, Alex. El capitán Sulu se les unió a última hora y tomó asiento entre su rosa y la klingon.


   - Me alegra ver que te encuentras bien, Sulu. - Le dijo Azetbur saludándole con una ligera inclinación de su cabeza.


   - ¡Aún no te he dado el alta, capitán! - Protestó Alex por su presencia.


   - Esto es bueno para mí, me ayudará a recuperar la memoria. - Respondió el japonés con una sonrisa. - Además, no ejerzo el mando, el teniente Chekov lo ostenta. - Señaló a su amigo con la palma de su mano derecha.


   Todos se aguantaron la risa cuando vieron la cara de Pavel encogiéndose de hombros, como un chiquillo al que le viene grande la camisa.


   - Bueno, vamos al asunto que nos ocupa: Jal Valek y su extraña manera de negociar. - Kevin trató de desviar la atención del ruso. - ¿A qué ha venido el obligar a Khan a pasar la prueba de madurez con ese muchacho de su secta?


   - ¡Querrás decir al teniente Black! - Se apresuró a corregirle Alex, desconcertado porque el irlandés utilizara el verdadero nombre de su amigo.


   - No es nessesario seguir fingiendo ante ellas... - Intervino Pavel señalando a la romulana y a Azetbur. - Ya lo saben, y ninguna dirá una palabra de eso. - Miró a T'rak con los ojos entrecerrados, amenazantes, y la vio asentir con rapidez.


   - El Maje no le obligó. - Aclaró Peter. - Khan se ofreció voluntario. Es el único de nosotros capaz de sobrevivir en Talos IV.


   - Nos estamos desviando del tema, amigos... Igual tendrías que haber servido cerveza, Pavel. - Kevin le sonreía socarronamente agitando en la mano el vaso con agua que les habían colocado delante a cada uno.


   - No importan los motivos de Valek. - Azetbur tomó la palabra. - Ha dejado claros sus deseos: que el chico pase la prueba y que la Flota aleje sus naves del territorio Kazon. A nosotros nos hizo lo mismo; demostrando su fuerza y su poder militar nos persuadieron para desistir de cualquier contacto con ellos, aquello causó numerosas bajas entre los klingons.


   - ¡Que son muy suyos, vamos! - Kevin le dio un trago al agua y puso cara de insatisfacción, habría preferido un buen whisky. - No quieren a nadie merodeando por sus territorios.


   - Sé que Khan saldrá adelante. He estudiado su sangre, sus capacidades son... - Alex no tenía palabras para describir al sobrehumano. - ¡Ahora que si el chico kazon no pasa la prueba, que los dioses nos ayuden!


   - ¡Ahí quería yo llegar! - Gritó Pavel dando un fuerte manotazo sobre la mesa. - ¿No os habéis dado cuenta de que no estamos solos?


    Todos volvieron los ojos hacia el teniente Chekov, atónitos por aquella salida de tono tan brusca.


   - Cariño... - Sulu le acarició la mano mirándole con extrañeza. - ¿Otra vez con lo del idioma?


   - Ah, yebát! *(joder) – El ruso se levantó de su silla apoyándose en el mueble y echando el cuerpo hacia delante. - ¡No utilisamos traductores y aún así entendimos a Jal Valek! ¡Preguntaos cómo! - Clavó los ojos en la romulana. - T'rak... ¿hablas su lengua?


   - Nadie de mi especie ha estado el tiempo suficiente en contacto con un kazon como para aprender su idioma... - Negó la morena poniéndose ligeramente verdosa, con rubor por haber pasado por alto aquel importante detalle.


   - No deja de ser una tontería. - Murmuró Sulu. - General, ¿alguna vez tuvieron que utilizar traductores en sus encuentros con los Kazon? Porque es posible que Valek sí conozca nuestra lengua.


   - Niet! *(¡No!) - Pavel fue rotundo. - Lorah, el chico kasson, disse hablar en su propio idioma y Khan le entiende... ¡Y no es debido a la influenssia del campo de fuerssa protector del planeta! - Pavel volvió a golpear la mesa para imponer su idea. - ¡Son los dioses! Sulu, no dudes de mí... ¡Te digo que la nave oscura anda serca!


   - ¿La nave oscura? - La romulana se estremeció. El recuerdo de su encuentro con aquella misteriosa nave procedente del exterior de la Galaxia, hacía ya tantos años, le vino a la mente. - ¿Qué sabéis en la Federación acerca de esa nave oscura?


   - Que siempre está ahí, oculta en la negrura del espassio, vigilando en silenssio nuestros movimientos... - Pavel caminaba nervioso alrededor de la mesa, gesticulando sin parar, haciendo que todos girasen el cuello para verle al pasar. - ¡Se llevaron a Jim! ¡Después a Spock! Y diessiocho minutos más tarde les devolvieron al puente... - Señaló con su dedo índice sobre su cabeza. - ¡Ya tenían lo que querían! ¡Nueve meses más tarde nassió Amy!


   - ¡Pavel! - Peter intentó hacerle callar, las caras de asombro de Azetbur y la romulana le estaban empezando a preocupar, no quería que su prima fuese objeto de sospechas.


   El ruso le ignoró, estaba demasiado agitado como para controlar lo que decía.


   - ¡Yo no estuve allí... pero lo vi! ¡Vi el laberinto! ¡El minotauro...! - Se giró hacia Sulu mirándole con los ojos aguamarina brillantes y desorbitados, como un loco iluminado que no podía dejar de gritar su visión. - ¡Tú me diste tu espada... la wakissashi... y yo se la hisse llegar a Spock para que pudiese matar al monstruo y proteger a su marido y a su hija!


   - ¿Su hija? - T'rak no dejaba de darle vueltas a todo aquello, intentando comprender lo que el ruso estaba contando. - Luego lo que dijo Spock era cierto. ¡Él y Jim tienen una hija...! Pero... ¿cómo...?


   - ¡Mi t'hy'la! - Continuó Pavel. - Un día Khan y yo la haremos nuestra esposa. - Al decir aquello vio cómo Sulu bajaba la cabeza. - Casi puedo sentir la pressensia de esa nave a nuestro alrededor. ¡He tenido sueños, sé que están ahí... que de algún modo se ocupan de nosotros!


   - ¿Crees que es gracias a ellos que podemos entender la lengua Kazon? - Preguntó Kevin tratando de comprender.


   - ¡Estoy seguro! - Pavel cerró los ojos, una sensación familiar le llegó a la mente. - Khan... lyubimiy moi... *(amor mío) – Murmuró quedándose en silencio.


   - Debe estar recibiendo los pensamientos de Khan desde Talos IV. - Les aclaró Alex a la romulana y a la klingon que le observaban pasmadas. - Están unidos telepáticamente, son...


   - T'hy'la. - Le interrumpió T'rak. - Comprendo el significado de la palabra vulcana, algo semejante también se da entre los de mi raza.


   - ¿Qué te dice mi violeta, rosa mía? - Sulu se había levantado, apoyando la mano sobre el hombro de Pavel esperó su respuesta.


   - ¡Que no haga ninguna tontería! - Contestó el ruso encogiéndose de hombros.


   - En tal caso no deberías... - Sulu calló de repente, una sombra oscura se cernía en torno a su amante. - ¡No! ¡Anata...! *(cariño) - Gritó desesperado.


   - ¡Pavel! - Kevin se levantó de golpe dejando caer la silla al suelo.


 


         Ante las impotentes miradas de todos el ruso fue abducido por la más negra oscuridad, desapareciendo frente a sus ojos sin que pudiesen hacer nada.


   - ¿Dónde está? ¿Qué ha pasado? - Azetbur se agarró al brazo de su compañera. ¿Quién o qué había raptado a su amigo, tan querido para ella?


   - Se lo han llevado... - Murmuró Sulu. - Igual que pasó con Jim y Spock.


  - ¿La nave oscura? - Peter se levantó para acercarse a su capitán, parecía que fuese a desplomarse de un momento a otro.


       Sulu asintió con la cabeza y se dejó sostener por los fuertes brazos del pelirrojo. Su rosa había desaparecido del Enterprise.


 

Notas finales:

Gracias por leer, gracias por tomaros unos minutos y comentar.

Dejo imagen de St. John Talbot, el diplomático enamorado de la científica Carol Marcus... creo que no os lo había presentado.

http://movies.trekcore.com/gallery/albums/tff_other/publicity/st_john_talbot.jpg


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