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T'HY'LA por KeepKhanAndKlingOn

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Notas del capitulo:

La nulidad matrimonial es la invalidación de un matrimonio porque en su celebración han existido o se han producido vicios o defectos esenciales que impiden que el mismo pueda surtir efectos. Supone que el matrimonio no ha existido. Se diferencia del divorcio, por cuanto en este último se disuelve un matrimonio válido por voluntad de uno o ambos cónyuges.


¿Y qué ocurre con un hijo de esa unión que nunca existió?

 


Nunca he estado casado


 


 


                                                                                  Las restantes sectas de los Kazon aceptaron la anexión a la Federación de Planetas Unidos. Los cinco Majes representantes de las más poderosas les habían traído el agua, gracias a aquel tipo tan extraño que no dijo una palabra cuando Jal Valek le condecoró con la más alta medalla de su pueblo.


         Desde su crucero de guerra vieron partir al Excelsior y después al Enterprise, los Primeros Majes tenían mucho que hacer en Ocampa. La vida había regresado a la superficie del planeta.


   - Echaré de menos a esos humanos. - Murmuraba Jal abrazando a su futuro esposo. - Y sé que tú también, mi vida... - Sonrió.


   - ¡Tienen un olor tan delicioso...! - Susurró Lorah mordiéndose el labio inferior. - Espero volver a verles.


   - ¿A tu teniente Black? - Valek vio cómo una sombra de rubor se marcaba en las mejillas del muchacho. - Yo me conformaría con volver a tener a Sulu unas horas para mí solito.


 


 


                                            Kevin se despidió de sus compañeros a su estilo: vaciando una botella de un buen whisky escocés. La misión del Excelsior había finalizado y regresaba a la Tierra junto a su tripulación. Sulu sintió envidia por un momento. Pensando en Amy y su futura unión con Pavel y Khan se le pasó enseguida.


   - Os quedan algo más de dos años por delante, amigos míos. - El irlandés sonreía con la mirada triste. - Espero que vuestras aventuras terminen bien, que nada malo os suceda y que, como dicen los vulcanos, tengáis una larga y próspera vida. - Levantó su copa y volvió a brindar. - ¡Por la Flota! ¡Y por un feliz regreso a casa!


   - ¡Amigo, será lo que los dioses quieran que sea! - Pavel le besó en los labios. - ¿Soñarás conmigo alguna vess?


   - ¡Ah, maldito idiota! - Protestó Kevin sacudiéndoselo de encima. - ¡Puede que tenga pesadillas con tus poderes telequinéticos! - Bromeó soltando una fuerte risotada.


 


                                            Dos años, cinco meses y dos semanas. Toda una eternidad. La Excelsior partió rumbo a la Tierra, Sulu la vio alejarse y hacerse más y más pequeña en la pantalla principal hasta que fue sólo un puntito. Sentado en su silla de mando la hizo girar a izquierda y derecha, como solía hacer Jim, para atraer la buena suerte.


   - Señor, han llegado unos documentos para usted. - Sjare le entregó una tablet y se volvió a su puesto de telecomunicaciones.


   - ¿Una nueva misión, Sulu? - Preguntó Peter inclinándose sobre el hombro de su capitán para echar un vistazo.


   - No... - El japonés se levantó. - Es algo personal. Teniente Black, quedas al mando. Estaré en mi despacho.


 


                      Sulu cerró con clave, no quería ser interrumpido. Lo que llevaba en la mano eran los papeles de la anulación de su matrimonio. Selene se los había hecho llegar desde París. Tendría que hablar con ella. Si firmaba, si realmente nunca habían estado casados... ¿qué pasaría con Demora? ¿Perdería todos sus derechos sobre su hija? El japonés tragó saliva y ordenó a Sjare que estableciese la llamada.


 


   - Va a hablar con Selene. - Cuchicheó Peter al oído de Khan. - Los documentos, por lo que pude ver, venían de Francia.


   - Bien, supongo que serán los papeles del divorcio. - Murmuró el moreno. - Ya nos contará, si es que quiere...


   - Entiendo, no es asunto nuestro. - Peter asintió y salió del puente de mando. Tenía que regresar a sus obligaciones.


       Sjare anunció a Khan una comunicación que les llegó desde Rómulo. En el monitor principal apareció la sonrisa torcida de Jim, acompañado de T'rak, Azetbur y St. John.


   - ¡Eh! ¡Teniente Black! ¿Dónde se mete Sulu? - Le preguntó guiñándole un ojo.


   - En su despacho... ¿cómo estás? ¿Qué tal ha ido todo? - Respondió Khan con más preguntas.


   - Paz firmada, mi Imperio es ya parte de la Federación. - T'rak sonreía orgullosa.


   - ¿Podéis recogernos, a St. John y a mí? Ya no pintamos nada en Rómulo...


   - Te he dicho que mis naves te llevarán de regreso a casa, Jim. - Le interrumpió Azetbur.


   - Gracias, pero me gustaría abrazar a mi familia... ¿y mis sobrinos? - El rubio movía la cabeza de lado a lado esperando ver a Alex o a Peter por la pantalla.


   - Será un placer traeros a bordo pero tendréis que usar un transporte klingon para llegar a la Tierra. - Khan se encogió de hombros. - La Flota nos tiene en el cuadrante Delta, de momento no podemos salir de él.


       El moreno no dejaba de sonreír, ver la cara de Jim y pensar en volver a abrazarle pronto le hacía sentirse feliz.


   - El Excelsior acaba de salir rumbo a casa... - Comentó el joven alférez Quiroly. - Por poco no lo pillan, señor.


   - Teniente Sjare, comunique con el comandante Riley e indíquele que esperen en la Base Estelar XXIII. - Ordenó Khan.


   - Veo que se te da bien el mando, Black... - Bromeó Jim. - ¡Estaría bien volver a casa con la Excelsior! Ver a Kevin, a Otto y a Johnson... les echo de menos, mis viejos amigos...


   - Te estás poniendo nostálgico, capitán. - Khan le mostraba sus hoyuelos.


   - Señor, el comandante Kevin Riley confirma que realizará una parada de dos días en la Base Estelar indicada. - Informó Sjare girándose en su silla hacia el monitor principal.


   - ¡Perfecto! Nos podríamos reunir allí todos... tenemos mucho que celebrar. - Sugirió Azetbur.


   - Se lo diré a Sulu. De momento... ¿transporte para cuántos? - Preguntó el moreno.


   - Súbenos a mi y a St. John, Donald. Estas dos tienen aún papeleo por hacer. - Dijo Jim señalando a la romulana y a la klingon.


   - Nos veremos en la Base Estelar esta noche. ¡Cena de gala, caballeros! - T'rak les despidió con una leve reverencia de su cabeza.


   - Ya lo ha oído, alférez Quiroly. - Dijo Khan con su acento británico. - Vaya a la sala del transportador y suba a bordo al capitán Kirk y al embajador...


   - ¡St. John Talbot! ¡Un placer conocerle, señor Black! - Le saludaba el diplomático con una cínica sonrisa. - Jim me ha hablado mucho de usted.


   - Espero que bien, señor embajador. - Bromeó Khan con su voz más grave.


 


                     Pavel corrió como un loco hasta la sala del transportador para recibir a su querido Jim. Nada más integrarse sus moléculas el ruso se le lanzó al cuello, abrazándolo y besándolo por todas partes para acabar mirándole embobado, con los ojos aguamarina encharcados en lágrimas, tirándole de los pelillos blancos de la barba.


   - ¡Mi niño ruso...! ¡Mi genio! - Exclamó Jim estrujándolo entre sus brazos. - ¡Has hecho un auténtico milagro con Ocampa! ¿Cómo se te ocurrió semejante idea, cariño?


   - Inspirassión divina... - Se echó a reír y volvió a hundir la cara en el pecho de su suegro. - ¡Ay, Jim... te quiero tanto...!


   - Y yo a ti, mi niño... tesoro mío... - Le mecía, enredando los dedos en los rizos de su nuca, encantado de volver a tenerle tan cerca.


   - Teniente Chekov, reciba mi más sincera enhorabuena como miembro del servicio Diplomático por lo que ha hecho usted en el planeta de los Kazon. Ahora contamos con otros importantes aliados dentro de este cuadrante, además de los romulanos. - St. John le ofrecía formalmente la mano, el ruso le miró un segundo y se la estrechó con rapidez, volviendo a abrazarse a Jim.


   - ¡Bienvenidos a bordo! - Khan apareció por la puerta de la sala con los brazos abiertos, seguido por Peter y Alex.


   - ¡Chicos! - Gritó Jim al verles. - ¡Venid acá los tres...!


       Jim abrazó a sus sobrinos y a Khan sin soltar a Pavel. Aquello empezaba a parecer una melé. St. John Talbot se echó a un lado riendo, bajando los escalones de la plataforma circular.


   - Tu familia te echaba de menos tanto como tú a ellos, Jim. - Sonrió el diplomático. - Me alegra ver que estáis todos bien.


   - ¿Y Carol? - Le preguntó Pavel dejando a Jim, ahora era Peter el que le tiraba de la barba. - ¿Cómo está mi amiga?


   - Te añora, se preocupa por ti... Cuando supo lo de los Kazon se asustó. Ahora que te has convertido en el héroe de Ocampa no deja de hablar de lo listo e inteligente que eres. - Le respondió con los ojos grises brillantes por la emoción. - He hablado con ella esta mañana temprano, te envía recuerdos. Bueno, en realidad me pidió que te diera un beso de su parte... pero no voy a hacerlo, espero que lo comprendas.


   - Ah, sí... sus besos... - Pavel se echó a reír. - No, mejor me espero a que me lo dé ella en persona.


 


                                    Sabía que le estaban esperando, que Jim y St. John habían sido transportados a bordo y que esa noche, en un par de horas, tenían una cena en la Base Estelar del cuadrante Delta, la XXIII, la más lejana de la Tierra. Una maldita cena de gala... Todos llevarían sus mejores trajes, ¿o tal vez los uniformes de gala? No, trajes civiles. ¡Era una celebración por la Paz, nada de uniformes! Romulanos, Klingons y humanos juntos. Habría buena comida y abundante bebida. Hikaru Sulu no tenía maldita gana de ir a ninguna parte después de la conversación que acababa de tener.


   - Selene, es mi hija, no puedo dejar que eso se borre... que desaparezca... como si nunca hubiera pasado... - La palabra anulación sobre la tablet en su mano le daba verdadero pánico.


   - Tiene cuatgro años y te ha visto dos vesses.


   - ¡No exageres!


   - ¡Dos vesses, Sulu! Cuando ega un bebé y cuando viniste a la Tiegra del Exsselsior para volveg a embagcagte en el Entegpgrise, hasse meses.


   - ¡Estuve con ella cuando vino al mundo!


   - Sí, y no tagdaste en magchagte al espassio... Ni siquiega la oíste hablag, no estabas cuando dio sus pgrimegos pasos... ¡Demoga no te conosse de nada!


   - Sabe que soy su padre...


   - Puedes venig a vegla cuando se te antoje, basta con que llames pgrimego. No voy a pgrohibigte nada... aunque dudo mucho que apaguescas pog aquí.


   - Selene... yo... No puedo aceptar esto, no tengo ninguna seguridad respecto a la niña. ¡Esto no es un divorcio!


   - No hasse falta que figmes nada, ¿no lo entiendes? La Iglesia ha anulado el matgrimonio... ¡Tú y yo nunca hemos estado casados!


   - Pero mi hija...


   - Demoga sigue siendo tu hija. Demuéstgraselo tú, si es que tienes integués.


     La morena cortó la comunicación, no tenía nada más que decirle. La pantalla se iluminó de nuevo y la teniente Sjare le informó de las novedades sobre Jim y la cena. Sulu apagó el monitor y se tapó la cara con las manos, permaneció así unos minutos, pensando cómo enfrentarse a su hija cuando regresara a la Tierra.


      Demora tendría seis años para entonces, si es que iba a verla nada más terminar su misión con el Enterprise. ¿Cómo le explicaría a una niña que él, su padre, la abandonó por vivir su sueño aventurero como capitán de una nave estelar junto a sus dos amantes? El esmoquin negro con solapa de seda, pensó. Levantándose se fue a su camarote a vestirse para cenar.


 

Notas finales:

Gracias por leer. Gracias por comentar. Espero que la historia no se os esté haciendo demasiado larga.

Esta página ha tenido de ayer a hoy 343 lecturas, 92 lecturas en la otra web donde la cuelgo y solamente recibo 2 comentarios aquí, allí ninguno.

No sé, a veces creo que las personas, con tanta facilidad para comunicarse (internet, wassap, tlf, sms...) cada día tienen menos que decir y se vuelven más y más autistas.


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