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T'HY'LA por KeepKhanAndKlingOn

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Notas del capitulo:

En el universo de Star Trek, el “pellizco vulcano” o “pinza vulcaniana” es una técnica usada por los vulcanos para dejar inconscientes a otras formas de vida, pellizcando la base del cuello de la víctima con los cuatro dedos y el pulgar. Normalmente, esto se hace con otros humanoides, aunque en al menos una ocasión, Spock lo utiliza con un ser similar a un caballo, en la película Star Trek V: la última frontera.


Leonard Nimoy inventó la maniobra en los comienzos de Star Trek, la serie original. En un guión para un episodio se requería que Spock le pegara a otro personaje con la culata del fáser pero el actor pensó que esto contradecía la naturaleza sobre-racional y lógica de Spock (y de los vulcanos general), por lo que Nimoy salió con esta alternativa. En otro episodio, Spock comenta que intentó enseñarle la técnica al capitán Kirk, pero sus intenciones didácticas fracasaron... (a saber cómo terminaron esos dos) ¬¬'


Afortunadamente nuestro Spock sí pudo enseñar a su hija cómo realizar la pinza vulcaniana.

 

La pinza vulcaniana

 

 

                                                                                        Cuando el rumor de la muerte de B'Etor llegó a oídos de Lursa éste se puso muy nervioso: su alianza con los klingons rebeldes peligraba. El ex-emperador romulano trató por todos los medios de afianzar las relaciones con la raza de Kronos, invitando a algunos de sus cabecillas a su palacio en Remo, el planeta menor gemelo de Rómulo, donde vivía oculto entre los miembros más destacados del Tal'Shiar.

             Últimamente todo le salía mal. De Nuevo Vulcano le habían llegado informes a través de una espía que trabajaba en la casa del Embajador terrícola... ¿cómo se llamaba? ¿Tambor...? No, ¡Talbot! Aquello solamente había conducido a la captura de sus dos células terroristas más importantes en el cuadrante Alfa. Ahora sospechaba de todos los vulcanos y dio orden de que eliminaran a los más destacados en la Tierra: Spock estaba en esa lista.

     El capitán Klaa, hijo primogénito del desaparecido general Chang, último representante de la casa de Mogh, tenía fama de no haber estado nunca conforme con las decisiones que su gobierno tomó después de la explosión de su luna, Praxis, cuando los klingons se anexionaron a la Federación. No le costó demasiado que contaran con él para organizar las fuerzas rebeldes, una vez que convenció a todo el mundo de que él, en realidad, no había querido ayudar al ex-almirante James Kirk cuando el asunto de la sonda que estuvo a punto de acabar con la Tierra, sino que actuó obligado por el Canciller Korrd.

   - ¡Ese viejo gordo me acorraló, me quitó el mando de mi pájaro de presa y me encerraron en los calabozos del Enterprise! - Contaba con furia en los salones del palacio de Lursa en Remo.

   - ¿No estuviste trabajando bajo sus órdenes en Kronos una temporada? - Le preguntaba el ex emperador romulano.

   - Planeaba mi venganza... pero el muy lo'Be Vos *(cobarde) huyó. - Se justificó Klaa. - Ya sabes, Lursa... al enemigo hay que tenerlo cerca. - Le dijo con una sonrisa cargada de cinismo.

   - ¡Hombres como tú son los que hacen falta en estos tiempos! - Exclamó el romulano henchido de orgullo. - Si tú y los tuyos permanecéis a mi lado... - le echó el brazo por encima del hombro, - ...te convertiré en Emperador de tu pueblo, Klaa.

   - Me gustaría saber cómo planeas hacer tal cosa, señor de Remo.

   - ¡De Rómulo! - Lursa protestó por aquello. - Esta choza es provisional... pienso regresar a mi planeta muy pronto, en cuanto los míos acaben con todos esos presuntuosos vulcanos de la Tierra... - Rió a carcajadas. - ¡Será un duro golpe para la Federación!

   - ¿Qué vulcanos, oh Gran Emperador de Rómulo? - Klaa le doró la píldora para sonsacarle.

   - ¡Aquí tengo la lista! - Le mostró el bobo romulano acercándose ambos al monitor de su ordenador personal. - Los míos están infiltrados por todas partes, hasta en la mismísima Academia de la Flota Estelar... ¡Y lo mejor es que nadie sospecha nada! Llevan años operados, sus orejas... sus cejas... - Rió con más fuerza agitando su repugnante barriga. - ¡Su apariencia es completamente humana!

   - A no ser que alguno se sonroje... - Bromeó Klaa. - Su sangre verde les delataría.

   - No son hombres de ruborizarse, Klaa... ¡Son despiadados asesinos!

   - Cuéntame más... - Le pidió el klingon, ya le tenía en el bolsillo. - ¡Bebamos algo de tu maravillosa cerveza azulada mientras tanto!

 

        Klaa se enteró de todos los planes de Lursa sin que el romulano sospechara lo más mínimo. En cuanto regresó a su pájaro de presa transmitió un mensaje cifrado al Enterprise. Los pocos klingons rebeldes que quedaban tras la muerte de B'Etor no tardaron en ser apresados por la Flota y los Kazons en una operación conjunta que acabó con esa parte de la Alianza Rebelde. A los escasos supervivientes que lograron escapar les costaría volver a organizarse.

         Sobre los miembros del Tal'Shiar en la Tierra, Klaa no consiguió nombres. Solamente la información de que estaban haciéndose pasar por humanos y la valiosa lista de vulcanos a los que pretendían asesinar. Sulu tembló al leerla. El nombre de Spock aparecía en tercer lugar.

 

 

                                                                Aquella mañana David exponía su trabajo en la clase de química del profesor Mallory. El resto de sus compañeros bostezaban aburridos ante su monótono discurso. Cuando el rubio se giraba para garabatear más fórmulas en la pizarra una de las muchachas, intentando hacer una broma, le lanzó algo a la espalda. El chico se volvió y se echó a reír recogiendo la bola del suelo. Se trataba de una prenda pequeña y arrugada.

   - ¡Bonitas bragas! - Se las llevó a la nariz. - ¿De quién son? Me gusta cómo huelen... - Dijo con su más pícara sonrisa.

       La clase entera se echó a reír a carcajadas. Mallory trató de recuperar el control del aula golpeando su mesa con la palma de la mano.

   - ¡Basta muchachos! - Alzó la voz. - ¡Silencio he dicho! - Nadie le hacía ni caso.

   - Tengo una idea para averiguar quién es la dueña de esto... - Dijo David sin dejar de sonreír. - ¡Que todas las chicas suban al estrado! Profesor, tumbémonos en el suelo y no tardaremos en saber...

   - ¡Marcus! - Gritó el maestro furioso. - ¡Salga al pasillo ahora mismo!

   - ¿Por qué? - Preguntó el chico. - Si yo no he hecho nada... ha sido una chica... es evidente que no lleva puestas unas de estas... - Agitaba las braguitas con una mano delante de la cara de su profesor que, por un instante, perdió la compostura y se ruborizó.

   - ¡He dicho que está usted expulsado de la clase, señor Marcus! - Mallory le miraba con auténtico enfado.

   - ¡Está bien! - Exclamó David poniéndose totalmente serio. - Ya me voy...

        El chico salió al pasillo. Había visto algo raro. El profesor Mallory no se puso colorado al ruborizarse sino más bien... verdoso... ¡Igual que les pasaba a su hermana Amy y a Spock! Sangre verde... se dijo, esto es importante, tengo que contárselo a alguien. Corrió por el pasillo hacia el despacho del director del departamento de ciencias donde le encontró reunido con la profesora Uhura de xenolingüística.

   - David, cielo... ¿qué ocurre? - Le preguntó Nyota levantándose de la silla al verle tan alterado. - Parece que hayas visto un fantasma.

   - Cariño, ¿qué pasa? - Spock se sorprendió. David se le había echado encima abrazándole al cuello.

   - Sé que intentan matarte, a ti y a otros vulcanos... Amy te escuchó hablar con papá y Bones en la biblioteca la otra noche y me lo dijo.

   - No te preocupes, tesoro. Es cierto, Klaa nos puso sobre aviso, estamos alerta. - Le respondió Spock acariciándole el pelo.

   - De eso mismo le estaba hablando yo. - Comentó Uhura. - Le decía si no sería un buen momento para tomarse unas vacaciones.

   - ¡Mallory, el profe de química...! - Gritó David. - Spock... ¡Su sangre es verde! La he visto bajo la piel de sus mejillas...

   - ¿Sangre verde dices? - Uhura se llevó las manos a la boca. Aquello sólo podía significar una cosa.

   - ¡Romulano! - Spock apretó al chico contra su pecho durante unos segundos. - Iré a por él. - Dijo apartando a David hacia su amiga Nyota.

   - ¡Cómo! ¿Ahora mismo? - Preguntó ella algo asustada. La expresión de rudeza en la cara de Spock no auguraba nada bueno.

   - Sí, ahora. - El director caminó a grandes zancadas hasta salir al pasillo. - Le interrogaré, descubriré quiénes son los demás romulanos disfrazados de humanos y dónde se encuentran. Evitaré que los míos mueran a manos del Tal'Shiar.

   - ¡Ten cuidado, querido! - Gritó Nyota sujetando a David de un brazo. El chico quería ir con el esposo de su padre.

   - ¡Spock! - Le llamó David. - ¡Ah, Nyota... déjame... ya no soy un niño!

 

             Al final el muchacho se soltó de la amiga de su padre y corrió por el pasillo detrás del vulcano. Pudo ver cómo entraba al aula y sacaba de allí a Mallory emperchado de la camisa. Sus compañeros cuchicheaban y se asomaron al corredor. Un gran barullo se montó alrededor del director que tenía al profesor de química acorralado contra las taquillas.

   - ¡Cómo se nota que eres un Kirk! - Le dijo un chico dándole un codazo. - ¿El director le va a dar una paliza al profe por haberte echado de clase...? ¡Claro! Eres el hijo de su marido, ¿verdad?

   - ¡Cállate idiota! Mallory es un romulano, un espía del Tal'Shiar... - David le empujó a un lado, quería ver lo que Spock le hacía al enemigo.

       De momento le tenía agarrado entre el cuello y el hombro, apretando allí donde la pinza vulcaniana surte su efecto. Mallory se resistía como podía, tratando a su vez de dejar inconsciente a Spock del mismo modo. El vulcano acercaba su otra mano a la cara de espía, colocando los dedos en la posición de fusión mental... pero el romulano le esquivaba, las fuerzas estaban muy igualadas.

   - ¿Papi? - La voz de Amy sonó casi infantil cuando vio a su padre en el pasillo peleando con el profesor de química. - ¡Dave! ¿Qué mierda está pasando?

   - Ese tío es un romulano, hermanita... - respondía sin quitarles ojo de encima, - tu padre intenta detenerle pero son igual de fuertes.

   - ¡Oh... ya veo...! ¡Un maldito espía!

       Amy se les acercó entre la multitud de chicos y chicas que les rodeaba, estiró el brazo y agarró al romulano del cuello levantándolo en peso con una sola mano.

   - Papi... ¿quieres que le mate? - Le consultó con su sonrisa torcida.

   - ¡No, Amy! - Protestó Spock. - Basta con que le dejes inconsciente, cariño. Usa la pinza, tal y como te enseñé.

       La chica asintió y le aplicó la técnica vulcaniana al aturdido profesor Mallory que no se explicaba cómo una simple cría podía ser tan fuerte. El pobre hombre no tardó en desmayarse. Rápidamente unos soldados aparecieron por el corredor fasers en mano, provocando que todos los alumnos gritaran formándose un considerable escándalo.

   - ¡A vuestras aulas! ¿Me habéis oído? ¡Vamos, todo el mundo fuera del pasillo! - Spock impuso su atronadora voz por encima del guirigay. - Llévense a este tipo al sótano. Es un romulano. - Les indicó a los hombres armados que cumplieron su orden de inmediato. - Ahora bajaré a interrogarle.

   - Spock... - Nyota llegó detrás de los soldados que ella misma había llamado. - ¿Estás bien?

   - ¡Claro! ¡Mi hermana ha acabado con ese tío! - Contestó David por él, sacando pecho orgulloso de la hazaña de Amy.

       Nyota miró atónita a su amigo que simplemente se encogió de hombros y asintió. La mujer se echó a reír.

   - Así que tu hijita te ha salvado el culo... - Uhura se sujetó el vientre. La cara de circunstancias del vulcano le hizo carcajearse.

   - Nyota, llévate a los chicos a casa. Esperaré a Jim para interrogar a ese romulano infiltrado. - Spock besó a su hija en la frente y después hizo lo mismo con David. - ¡Sin protestar! - Les dijo antes de que pudieran hacerlo. - Venga, recoged vuestras cosas y marchaos con ella.

 

          De camino a su casa, en el asiento trasero del coche de Uhura, David no le quitaba la vista de encima a su hermana. Sabía que era muy fuerte pero lo que le había hecho a Mallory, aparentemente sin ningún esfuerzo, le había dejado pasmado.

   - Un día serás la mejor soldado de la Flota, hermana. - Le susurró al oído para que Nyota no le escuchara. - Me gustaría servir contigo. Mientras esté a tu lado sé que no dejarías que nadie me hiciese daño.

   - ¿Servir juntos? - Amy le miró con una sonrisa en los labios. - ¡Tú y yo viajando por toda la Galaxia! Sí... algún día, David... tú y yo.

    Los dos hermanos soñaron despiertos con las aventuras espaciales que les aguardaban en el futuro, imaginándose a sí mismos luchando contra los enemigos para implantar la Paz de la Federación, descubriendo nuevos mundos, nuevas civilizaciones; yendo juntos, valientemente, allá donde ningún otro hombre ha ido jamás.

 

Notas finales:

Gracias por leer. Gracias a los valientes que osan comentar, con la mala leche que gasto en mis respuestas. Jah jah wajahjah

Dejo imagen de Spock haciendo la pinza vulcaniana a Khan cuando Jim murió por su culpa.

http://img1.wikia.nocookie.net/__cb20140330123158/memoryalpha/en/images/a/a6/Spock_neckpinches_Khan.jpg

Un amargo recuerdo, la verdad.


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