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T'HY'LA por KeepKhanAndKlingOn

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Notas del capitulo:

CAPÍTULO REEDITADO.

La relación entre Kirk y Spock debe mantenerse en secreto. ¿Será eso posible? Las mujeres hablamos...

Confidencias

 

                                La luz de aquel espejo era algo escasa para poder depilarse las cejas adecuadamente. Nyota maldijo a la Flota y a su diseño “funcional” y salió a toda prisa de su camarote con las pinzas en la mano. Corrió por el pasillo de la cubierta C hasta llegar seis camarotes más allá. Llamó a la puerta y esperó. Al momento la enfermera Chapel abrió y la invitó amablemente a entrar. Sin mediar palabra le tendió las pinzas sentándose al borde de la cama.
- Christine, ¿te importaría...?
- Nunca hay suficiente luz, ¿verdad?
- Deberíamos quejarnos... ¿por qué no instalar un salón de belleza en la nave?
- Propónselo al capitán, a ver qué te dice...
    
    Ambas rieron divertidas. La enfermera terminó de depilar a Nyota con pulso firme y rapidez.
- Gracias, Christine. ¿Quieres que yo te...?
- Bueno, ya que estás aquí...

    E intercambiaron posiciones. La idea de pedirle a Kirk un salón de belleza volvió a su cabeza y Nyota rió de nuevo.
- Teniente, no sería apropiado; esto es una nave estelar para la exploración del Universo, si quería estar usted guapa haberse quedado en la Tierra... - Dijo imitando la voz y los gestos del capitán.
- ¡Oh, Nyota... para... si me sigo riendo me dejarás sin cejas...!

        Ambas mujeres se habían conocido a bordo del Enterprise. Habían compartido tantas cosas desde que embarcaran... tantas experiencias, buenas y malas... y se habían hecho tantas confidencias que eran ya íntimas amigas. Christine se levantó, tomó un cepillo del pelo y sentando a Nyota frente a su escritorio comenzó a cepillar su negra melena.
- ¿No tienes novedades que contarme? - Preguntó con una sonrisa.
- Si te refieres a Scott... sí, hay novedades. - Uhura se hizo la interesante.
- ¡Dime, por favor! - Exclamó tirando de un nudo en los cabellos.
- ¡Ay! Pero ten cuidado... esta noche me ha invitado a cenar y no quiero tener una calva en mi coronilla...
- Perdona, cielo. - Christine le acarició la cabeza con cuidado. - ¿Una cena? Entonces te haré un recogido.
    La enfermera abrió el cajón del escritorio y sacó montones de horquillas y pasadores...
- Mejor vamos a mi camarote. Las horquillas para rubias no me sientan muy bien.

    Ambas se rieron y Christine, asintiendo, la siguió.

        Una vez en la habitación de Nyota su amiga se echó a reír por el desorden reinante. Era como si un huracán hubiera salido de su armario ropero: vestidos, blusas, túnicas y faldas desperdigados por todas partes.
- De paso me ayudas a decidir qué ponerme. Estoy algo dudosa...
- No hace falta que lo jures. - La risa de Christine tintineaba en el aire como un cascabel. - Y ¿se puede saber por qué tanta indecisión? Con el carácter que tú tienes...
- Es por la cena... - Confesó Uhura. - Sé de buena tinta que ha reservado el comedor privado de la cubierta B, el de las reuniones diplomáticas.
- ¡Vaya! Eso promete... - Dijo abriendo los ojos sorprendida.

    Christine tomó un largo vestido rojo con detalles en negro que enmarcarían un precioso escote. Nyota frunció los labios y negó con la cabeza.
- La Alférez Swampson, de cocinas, me ha dicho que Scott ha solicitado un menú especial y que se deje la cena servida en la mesa. - Sonrió nerviosa. - ¡Eso quiere decir que estaremos completamente a solas!
- Espera velas, flores y algún postre delicioso... ¿Qué tal el azul? - Dijo señalando un vestido corto y ceñido de un tejido elástico que no dejaría curva sin marcar en el cuerpo de la teniente.
- Demasiado... no sé. - Lo rechazó igualmente. - Chris, me temo que lo va a hacer. - Nyota sonaba preocupada.

    Ambas se quedaron en silencio. En extraño equilibrio entre la sonrisa y la sorpresa, entre la alegría y la preocupación.
- ¿Crees que va a pedírtelo? - Habló al fin la enfermera con excitación.
- ¡Sí, eso creo, Chris! - Su voz temblaba emocionada. - Montgomery es un hombre muy formal para esas cosas... Es escocés y... Bueno, ya sabes. Creo que quiere formalizar lo nuestro antes de ir más allá, no sé si me entiendes.
- ¡Te entiendo! - Confirmó Christine. - Lo que no acabo de comprender es qué te inquieta. Tú le quieres, eso está claro...
    
    Nyota se mordió el labio inferior y luego sonrió mostrando su gran felicidad.
- Sí, le quiero. Monty es todo lo que busco en un hombre: es fuerte, inteligente, trabajador, serio... y me ama, me desea... ¡Me lo ha demostrado!
- Entonces chica, no veo el problema... - La enfermera se encogió de hombros y levantó las palmas de sus manos hacia arriba.

    Uhura se dirigió a la puerta, salió y se asomó al pasillo. Luego volvió dentro cerrando con clave el camarote.

- Mujer, qué misteriosa te pones... ¿Qué ocurre?
- Primero júrame que no se lo contarás a nadie. - Dijo tomándole las manos entre las suyas.
- Sabes que puedes confiar en mí. Yo te he contado también mis secretos...

    Nyota la miró con ternura. Hacía tiempo que Christine le había confesado que creía estar enamorada del doctor McCoy. Sabía que tenía que escuchar sus comentarios sobre lo desgraciado que le habían hecho sus ex-mujeres a diario y algo así echaría atrás a cualquiera. Ella nunca daría el primer paso con el doctor. Sentía pena por ella, pero sí, desde luego: había confianza.

- Desde que rompí mi relación con Spock él ha cambiado... quiero decir que, ha “cambiado”...  - Hizo un gesto con la mano, un ademán de mariposeo que dejó a su amiga desconcertada. - ¡Ay Christine, no me mires así! Quiero decir que él ha... cambiado de bando...
- ¿El señor Spock? ¿Qué...? ¿Cómoooo?
- ¡Shhhsss... creo que es un secreto! Bueno, lo sé: sé que es un secreto. - Nyota le había tapado la boca a su amiga con la mano. La apartó para seguir explicándole. - Vi un tatuaje donde termina la espalda de Kirk que me lo dejó muy claro y la Flota no consiente relaciones amorosas entre un Capitán de nave estelar y su Primer Oficial, ni heterosexuales ni homosexuales, ya que podrían poner en peligro la misión de... ¿Qué te pasa, Chris?

    La enfermera se había dejado caer sobre la cama, ni siquiera se había preocupado de apartar una fina blusa de seda negra antes de sentarse. Se daba aire con las manos y su rostro estaba algo congestionado. Miró a Nyota con las cejas sonrosadas, recién depiladas y completamente levantadas.
- ¿Estás diciendo que Spock y Jim... tienen un lío? - No se imaginaba al vulcano con su capitán. ¡No se lo imaginaba con nadie desde que su amiga le contó que habían roto!
- ¡Sí, eso digo! - Uhura la miró asintiendo con la cabeza. - No es que lo sepa por ellos, pero... Leí su tatuaje en el gimnasio, les he observado cuando están juntos... cómo se miran, cómo se hablan y sobre todo lo que no se dicen... Chris, ¿no te has dado cuenta? Desde que volvimos del permiso se ha hecho totalmente evidente, al menos para mí. No sé si lo sabrá alguien más, imagino que McCoy, él está muy unido a los dos.
- No le he oído nada, creo que ni él podría imaginar que sus amigos... ¡Vaya! ¡Menuda noticia!
- No olvides que es un secreto. - Uhura la miraba esperando una confirmación.
- No, claro... No diré nada. Pero Nyota, ¿qué tiene que ver eso con tu relación con Scott?
- Es que aún no se lo he contado a Spock. Dadas las circunstancias, no sé si hacerlo, la verdad... Él no se ha abierto a mí para contarme lo de Jim. Aún así es mi ex-novio... Creo que se lo debo. - La cabeza de la joven teniente estaba llena de dudas y sus manos cruzaban el aire de un lado a otro mientras gesticulaba. - ¿Y si Monty me propone matrimonio y acepto? Tendría que decírselo, Spock se acabaría enterando... Si le digo que no a Monty yo... podría perderle... Pero tampoco estoy segura de querer casarme, no todavía, Chris... ¡Me gusta mi trabajo! ¡No quiero tirar mi carrera por la borda y cargarme de hijos! ¡Oh, Christine! ¡Estoy hecha un maldito lío!

    La rubia clavó sus ojos azules en su compañera. Negó con la cabeza por un momento. Luego, levantándose, le acercó una prenda a su amiga.

- El rojo, el vestido rojo sin duda alguna.  - Afirmó con seriedad tendiéndoselo a la mano. - ¡Y te recogeré el pelo...! Sobre lo demás, Nyota, no puedo ayudarte. Debes hacer lo que consideres mejor para los tres.


Notas finales:

 

¿Cómo afrontará la complicada situación Uhura?

Y sí: agradecería comentarios.


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