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T'HY'LA por KeepKhanAndKlingOn

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Notas del capitulo:

Sí, el título es lo que significa mi nick. También lo que Pavel y Amy sienten que deben hacer: seguir a Khan hasta el mismo infierno si hace falta, aferrarse a él como un náufrago a una tabla.

Sigue a Khan y aférrate a él

 

                                                              ¿Cómo que Pavel estaba besando a Khan? Scotty debía estar bromeando. Jim tomó una bocanada de aire y lo expulsó con fuerza antes de volver su silla. Aún tenía dos naves enemigas ante sí.

   - Intentan escapar, capitán. - Le advirtió Sulu.

   - ¡Destrúyalos Carroll! - Ordenó Jim furioso al artillero.

   - ¡No! ¡Kirk! ¡Les necesito vivos...! - La voz de Khan le llegaba a través del comunicador de su silla, escuchándose en todo el puente.

   - ¡Bones, baja a la sala del transportador y examina a Pavel! ¡Asegúrate de que está bien! - El médico corrió hacia el ascensor. - ¡Scotty, transporta a Khan directamente a una celda de seguridad...! ¡Ahora mismo! - Jim no dejaba de gritar órdenes.

   - ¡No, Jim! ¡Por favor, escúchale.. tienes que ayudarle! - Los gritos de Pavel eran una pura súplica.

   - Chekov no le suelta, si le transporto... ¡tendré que encerrarles a los dos, Jim! - Scott se justificaba por no haber cumplido con el mandato del capitán.

   - ¿Qué demonios dices, Scotty? - Jim no podía creer lo que su ingeniero jefe le estaba contando. ¿Pavel aferrado a Khan?

 

      Una explosión le cegó desde el monitor principal.

   - Objetivo derribado, señor... La otra nave está huyendo. - Informó Carroll.

   - Kirk, te lo ruego, te lo suplico... ¡detén a esa nave! ¡Sólo ellos pueden decirnos dónde tienen a mi tripulación! Luego podrás hacer conmigo lo que quieras, pero por favor Kirk, no dejes que desaparezcan... - Khan parecía estar llorando.

   - Jim... hass lo que te pide... - El tono de Pavel era igual de emotivo.

   - ¿Pero qué locura es esta? - Jim dudó por un instante. Pavel... Pensó. Si él se lo pedía... - ¡Está bien! Sulu, usa el rayo tractor, no dejes que esa nave escape. - Ordenó al fin.

   - ¡Gracias...! - Khan, con su voz vibrante y profunda, sonó totalmente sincero.

 

       Jim cogió a Spock del brazo y tiró de él hacia las puertas del turbo ascensor.

   - ¡Sulu! Toma el mando... Que lleven a los klingons a los calabozos. - Dijo abandonando el puente con su marido.

   - ¿Qué está pasando ahí abajo? ¿Puedes entender lo de Pavel? - Le preguntó a su esposo fuera de sí.

   Spock negó con la cabeza. Algo había hecho que el alférez cambiase de bando poniéndose del lado del enemigo. Así consideraba a Khan desde que el almirante Pike muriese por su culpa, y el propio Jim... y tantos, tantos otros...

 

                  Dos guardas apuntaban a Khan con sus fásers sin quitarle ojo de encima. Pavel le tenía rodeado con sus brazos, ambos de rodillas sobre las plataformas circulares. Scott le miraba sin entender absolutamente nada.

   - ¡Chekov, deja que te examine! - Le dijo McCoy nada más entrar a la sala corriendo hacia ellos tricorder activo en mano.

   - Yo estoy bien, doctor... Él no tanto. Los klingons le dispararon y ha estado inconssiente... ¡Oh, y el monstruo! Un cocodrilo gigante le lansó por los aires desde gran altura... Apúntale a él con tu tricorder, no a mí. - Le pidió al médico sin dejar de acariciar la frente de su amante.

      ¿Un cocodrilo gigante? Bones no salía de su asombro. ¿Qué había pasado entre esos dos?

   - Chico... - dijo McCoy mirando a Chekov con preocupación, - ...creo que tienes un síndrome de Estocolmo como el Palacio del Consejo de la Federación.

   - Doctor McCoy... es un placer volver a verle. - Saludó educadamente Khan con una leve sonrisa. - Hizo usted un gran trabajo con mi sangre.

   - Scott, ¿puedes dessirle a esos guardas que dejen de apuntarnos? - Le pidió Pavel rozando el histerismo.

   El escocés negó con la cabeza ante la solicitud de Chekov, sin dejar de mirar a Khan con desconfianza.

      El médico no sabía qué hacer. Su tricorder mostraba que el mucacho estaba completamente sano, incluso su labio se había curado. Pero Khan había sufrido un traumatismo craneoencefálico; además de una reciente dislocación del hombro derecho, un fuerte golpe en las costillas, - dos de ellas estaban soldando a una velocidad sobrehumana... - y sus niveles de glúcidos en sangre se encontraban muy por debajo de lo que cualquiera podría tolerar.

 

               Las puertas automáticas de la sala se abrieron de pronto. Spock y Jim entraron y se quedaron un momento allí plantados contemplando la chocante escena. Jim observó perplejo cómo Pavel acariciaba a Khan, cómo le sostenía entre sus brazos, cómo le miraba y... ¡por todos los dioses!, cómo volvía a besar su frente una y otra vez mientras Bones le examinaba.

   - ¿Qué coño haces, Pavel? ¿Qué está pasando aquí? - Le gritó totalmente desconcertado.

   - ¡Jim! Retira a los guardas... te lo explicaré todo. - Le solicitó su alférez.

      A la señal del capitán los dos hombres de rojo enfundaron sus armas y salieron de la habitación. Spock se había acercado a Chekov con la mano extendida por delante de su cara. La apoyó en el rostro del joven y cerró los ojos concentrándose.

   - Transmíteme lo que ves, mi amor. - Le pidió Jim arrodillándose a su lado.

   El vulcano tocó también su frente y juntos se introdujeron en la mente del joven genio ruso para ver todo lo que él había visto... Contemplaron a Khan a través de sus ojos y comprendieron por qué Pavel se comportaba de aquella manera. Sintieron el profundo amor que profesaba por Khan, su compasión por la miserable vida que aquél había tenido. El sufrimiento de Khan, su dolor, su arrepentimiento...

   Aquello fue demasiado para Jim. Se dejó caer de espaldas sobre el suelo de la sala, deslizándose por los dos peldaños de la plataforma. Permaneció tumbado un momento, con los ojos llenos de lágrimas, mirando al techo mientras McCoy le agitaba por los hombros. No podía oír su voz llamándole. Estaba conmocionado por todo lo que acababa de experimentar en unos segundos.

   - ¡Jim! ¡Jim, por Dios! ¡Reacciona! - Bones le abofeteó con fuerza.

   El capitán le miró a los ojos. Había vuelto. Se incorporó sentándose con las piernas cruzadas, respirando lentamente, recobrando la calma. Miró a Khan y sintió que él, en su lugar, habría hecho exactamente lo mismo. Tenía que ayudarle a recuperar a su tripulación.

   - Lo que está delante de nosotros y lo que queda detrás, poco importa comparado con lo que reside en nuestro interior. - Dijo Spock ofreciendo su mano a Khan.

   Él le miró conmovido y la estrechó con fuerza en un apretón conciliador.

   - Lamento todo el dolor que he podido causaros. - Se disculpó Khan ante ambos. - Me dejé llevar por mi rabia, mi ira... Los deseos de venganza no han traído nada más que la muerte de inocentes. No volveré a permitir que eso ocurra.

       Amy apareció de repente, entrando como una exhalación con su vestidito azul cielo y lanzándose derecha a los brazos de Pavel. Detrás de ella llegó Christine. Al ver a Khan se quedó, prudente, junto a la puerta.

   - ¡T'hy'la! - Exclamó la niña agarrándose a su cuello.

   Pavel correspondió al abrazo pero en su cara se podía adivinar la vergüenza por haber roto su promesa. Le había sido infiel a Amy... y no sólo eso: se había enamorado de Khan.

   - Amy, yo... No he podido evitarlo. He conossido a este hombre tan extraordinario, tan singular y... ¿Podrás perdonarme, t'hy'la? - Pensó Pavel sin saber siquiera si la niña le estaba escuchando.

   - ¡Mi criatura imposible! - Murmuró Khan con su voz grave mirando a la pequeña.

   Rozó sus rizos con una caricia. Jim no sabía si permitir que lo hiciera o apartarle las manos de su bebé. Aquel gesto le pareció insólito.

   - ¿Por qué la llamas así? - Le preguntó directamente.

   - Mi sangre corre también por sus venas a través de ti. - Respondió sin dejar de rozar el cabello de la niña. - De alguna manera es mi criatura... y su sola existencia, no lo negarás, es imposible. - Fijó los ojos en los de Jim con una pregunta. - ¿Rezaste mucho a tus dioses para tenerla?

   - ¿Cómo dices? - Jim sacudió la cabeza... Tal vez Khan tenía razón en aquello. Su bebé era un regalo de los dioses.

   - T'hy'la... - Repitió Amy, pero esta vez rozando la cara de Khan con sus manitas.

   La niña tomó la mano de Pavel y la unió a la de Khan con la suya. Pretendía que todos allí comprendieran su vínculo, su unión con aquellos dos hombres.

   - Spock... ¿dos t'hy'la? ¿Es eso posible? - Pensó Jim dirigiéndose a su marido.

   - Sólo conozco un precedente. Una mujer, T'prank. Su padre eligió para ella a Serok cuando cumplió los siete años, quien a su vez completó el tel con T'pol, su compañero de estudios. Cuando alcanzó la edad adecuada ella se unió a ambos, tomándoles por esposos. - Spock respondió en voz alta a la pregunta, Pavel y Khan también tenían que saber aquello. - T'prank era mi tatarabuela.

      Los cuatro volvieron sus miradas a la niña. Amy sonrió orgullosa, como si supiera que un día haría lo mismo que su antepasada, casándose con sus dos t'hy'la por el rito vulcano.

 

Notas finales:

Gracias por leer. No dudéis en comentar lo que opináis. Espero que la historia sea de vuestro agrado.


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