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T'HY'LA por KeepKhanAndKlingOn

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Notas del capitulo:

CAPÍTUO REEDITADO.

Así es: Spock es feliz. Feliz con su T'hy'la... y ahora Uhura lo sabe.

Feliz

 

 

                                                                                        “Sé feliz con quien tu vínculo te une, yo nunca podría darte eso y es muy importante para ti.” Aquellas fueron sus palabras. Tras pronunciarlas Nyota se giró, su coleta se agitó ante la cara de un estupefacto Spock y se movió de lado a lado con cada paso mientras ella se alejaba.

    Había pasado algún tiempo desde entonces pero él lo seguía teniendo fresco en la memoria. Aquella maravillosa mujer había comprendido, sin necesidad de explicaciones, que su relación con él no tenía ningún futuro. Se había comportado con lógica al romper con él. Tal vez había subestimado esa capacidad en los humanos, al menos en ella. Desde entonces habían pasado tantas cosas... Jim... básicamente Jim era TODO lo que había pasado.
    Jim tatuado, Jim besándole, Jim acariciándole, Jim gimiendo bajo su peso, Jim gozando con su placer más íntimo, Jim... Jim... ¡Jim!

    No había hablado con nadie acerca de aquello y pensó que ya era hora de hacerlo. Su padre le había aconsejado decir lo que pensaba. Era necesario, y lo que es necesario nunca es imprudente.

        Casi sin darse cuenta, sumido en sus pensamientos como estaba, llegó ante la puerta de la teniente Uhura. Estaba anocheciendo y las luces en los pasillos de la nave se volvían más tenues para imitar así el transcurrir del tiempo en la Tierra. Antes de llamar a la puerta se detuvo a escuchar. Su fino oído vulcaniano le permitió saber que Nyota no estaba sola, y por las risas femeninas que venían del interior dedujo que la enfermera Chapel era su acompañante.
    Dudó si volver en otro momento, pero algo en su interior le decía que o hablaba con ella ahora o cuando lo intentase de nuevo le costaría aún más.

- Christine, ¿te importa abrir? Voy a terminar de maquillarme. - Le pidió a su amiga al escuchar a alguien llamando a su puerta.
    Cuando la enfermera Chapel vio al primer oficial plantado ante ella con cara de circunstancias casi se echa a reír. Giró el rostro hacia el interior del camarote para ocultar la sonrisa.
- Nyota, no te vas a creer quién ha venido a verte...
- Necesito hablar un momento con la teniente, enfermera Chapel. ¿Podría dejarnos a solas? - Dijo Spock con seriedad.

     Christine preguntó con la mirada a su amiga y ante su gesto de asentimiento abandonó el camarote.

- Puedes sentarte. - Le ofreció a Spock. - ¡Eh...! Sí, espera, apartaré todo eso.

    Nyota retiró los vestidos, blusas, faldas y medias amontonándolos en el suelo. Una vez despejada la cama Spock tomó asiento en el borde, la espalda recta, las manos sobre las rodillas. Parecía que se hubiese tragado el palo de una escoba.

- ¿Y bien? Tengo algo de prisa... - Uhura siguió con su tarea frente al espejo, aplicando cuidadosamente algo de rímel a sus largas pestañas negras.
    Spock la observó en silencio. Estaba preciosa. El cabello deliciosamente recogido dejando la nuca despejada; el vestido rojo largo hasta el suelo mostrando un generoso escote, con unos adornos en negro alrededor del pecho, la cintura y las caderas. Sin duda tenía una cita. Y creía saber bien con quién.
- ¿Te preparas para Scott? - Murmuró sin quitarle la vista de encima.

    A Nyota casi se le cae la máscara de pestañas de la mano. Suspiró y sin darle mucha importancia respondió.
- Sí, me ha invitado a una cena íntima.
    Cuando cerró el frasco de rímel se giró y vio lo que esperaba ver: a Spock con su cara impertérrita. No sabía si abofetearle o darle una caricia. Se dijo a sí misma que aquello ya no era asunto suyo.
- Ambos hemos seguido adelante, Nyota. Eso está bien. - Dijo Spock tratando de disimular su nerviosismo. - Tengo en alta consideración a Scott y...
- ¿Ambos? - Interrumpió Uhura. - ¡Explíquese Sr. Spock...! - Le dijo imitando la voz del capitán.
    Él no pareció captar la broma y levantó su ceja con su acostumbrado gesto de fastidio.
- Venga Spock... ¡Lo sé! Sé lo tuyo con Kirk...

    Spock bajó la mirada, parecía estar estudiando detenidamente las puntas de sus zapatos. Una ligera sombra verdosa asomó a sus mejillas.
- No te preocupes. Tu secreto está a salvo conmigo. La Flota no tiene por qué saber que el Capitán es tu T'hy'la...
    Ahora Spock la miró directo a los ojos y fue Uhura la que se sonrojó.
- ¿Habías venido a hablar de esto? - Dijo ella buscando algo a lo que aferrarse, el cepillo que Christine se había dejado sobre el escritorio. Lo estrujaba nerviosa.
- Realmente sí. - Spock tragó saliva. - Dado nuestro pasado creí conveniente contarte... mi relación con Jim. Y comunicarte que me alegro por ti y por Scott, que espero que vuestra unión sea duradera y próspera.
- Podrías haberme enviado una circular interna. - Bromeó Uhura sonriendo.
    Spock ladeó la cabeza antes de replicar.
- No creo que eso hubiese sido lo apropiado. - Su ceja se alzó otra vez en su cara.
- ¡Oh, déjalo, Spock...! - Se inclinó sobre él para besarle en la mejilla con cariño.
- Entonces... ¿todo está bien entre tú y yo? - Preguntó Spock inocentemente. – Para mí es importante, eres mi amiga, me conoces mejor que nadie.
- No mejor que tu T'hy'la... - Ahora era ella quien arqueaba su músculo frontal.

    De nuevo la sombra verdosa en la cara. Spock ladeaba la cabeza, a punto de levantar una de sus cejas. Pero la risa de Uhura detuvo el proceso. Obviamente todo estaba bien entre ellos.
- Ayúdame a buscar unos zapatos. - Le pidió ella señalando el altillo del armario.

    Spock bajó unas cajas de aquel lugar y las dispuso en el suelo frente a Uhura. Una a una iba abriéndolas y según la reacción de su rostro sacaba o no sacaba un zapato para entregárselo en mano.
- ¡Qué horror! Esos amarillos debería haberlos tirado hace tiempo.
    Spock bajó más cajas y se quedó en cuclillas evaluando qué par combinaría mejor con aquel espectacular vestido. Luego se dio cuenta y se levantó de un salto.
- ¡No se verán! - Señaló los pies de su amiga. - Podrías ir descalza, daría lo mismo. Tus ropas llegan hasta el suelo.
- Eso no es excusa. - Dijo Uhura molesta y dejándose caer sobre la cama.
    Spock volvió a ponerse en cuclillas a observar detenidamente las cajas. ¿Todas las mujeres a bordo de la nave acumulaban tal cantidad de zapatos? Aquello era totalmente ilógico.

- Spock, tú y Kirk... ¿Habéis establecido el vínculo?
    Su voz, detrás de él, le sonó suave y temerosa. No quiso darse la vuelta para responder. Mirando fijamente unas sandalias que debían resultar tremendamente incómodas asintió con la cabeza varias veces.
- Me alegro por ti. Tu Pon Farr se acerca y temí que no hallaras a nadie con quien... - su voz se quebró en mitad de la frase.
    
    Spock se giró para ver sus ojos húmedos. Le tendió una caja con un par de preciosos zapatos de color rojo oscuro con adornos en negro acharolado.
- Estos irán perfectos. - Afirmó.
    Ella sonrió. Se tocó los lacrimales con la punta de los dedos, antes de que las lágrimas hicieran estragos con su maquillaje y tomó los zapatos de las manos de su amigo.

- Conmigo no podías encontrarlo, sé que era frustrante... Lo era al menos para mí.  - Uhura recordó cada vez que Spock tratara de conectar sin lograrlo con su mente. - ¿Cómo supiste que estaría en Kirk?
- No lo supe... lo encontré casualmente, establecí contacto mental con él sin querer en Rigel XII, durante una tormenta de arena. - Se estremeció al evocar aquel maravilloso momento, casi mágico.
- ¿Sin querer? Eso debió asustarte... - Intentó imaginar Uhura, por un momento sintió envidia de su capitán.  - Encontrarte de repente con el tel... así, sin siquiera buscarlo.
- Fue impactante, cierto. - Reconoció el vulcano.
- ¿Y Kirk? ¿Cuál fue su reacción? - Ahora la envidia se había convertido en morbosa curiosidad.

    Spock desvió la mirada, la sombra verdosa en su rostro se hizo más intensa.
- Entiendo... Él quiso... - Murmuró Nyota poniéndose en el lugar de Jim. Sabía que el vínculo implicaba una incontenible excitación sexual.
- Creo que ambos queríamos... pero no dejamos que ocurriese.
- Entonces, ¿aún no lo has completado...?
- Mi unión con Jim es completa, Nyota. Es mi t'hy'la... mi sa-telsu *(esposo), o lo será pronto...
    Uhura abrió los ojos como platos ante aquella confesión. No podía estar hablando en serio... Una cosa era mantener una relación con el capitán a escondidas del resto de la Flota, otra era ¿el matrimonio?

- Tengo que irme ya o llegaré tarde – Dijo ella poniéndose los zapatos y levantándose.
- Te deseo lo mejor con Scott, Nyota. - Extendió sus brazos para acariciar los de ella.
- Gracias... - Se dejó abrazar por su amigo. - Yo... yo deseo que Kirk te haga feliz.
- Lo hace, Nyota. - Spock dejó asomar una minúscula sonrisa a su boca.

    La teniente Uhura se giró y salió por la puerta de su camarote rumbo a la sala de reuniones diplomáticas de la cubierta B. Atrás quedaba un Spock de rostro casi imperturbable, de no ser por el curioso rubor verdoso de las mejillas y aquella inaudita elevación de las comisuras de sus labios. Un Spock feliz.

Notas finales:

A mí lo que de verdad me haría feliz es que me dejaseis algún comentario.

Gracias por leer, y gracias por comentar.


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