FIN DE UN COMPROMISO ACCIDENTAL.
La pareja real se encontraba discutiendo o mejor dicho un rubio de impactantes ojos oliva se encontraba gritando le a su prometido el rey por haber ayudado a una mucama que el accidentalmente golpeo y por consecuencia callo por culpa de una pelota de béisbol que el rey había lanzado distraídamente al estar perdido en sus pensamientos.
-enclenque… infiel… coqueto… ¿porque siempre tienes que ser amable con las demás personas? con el único que debes ser amable es conmigo… entendido enclenque…-dijo furiosamente el príncipe de fuego.
-Wólfram… solo la ayudaba ya que fue mi culpa de que se lastimara, no estaba haciendo nada malo…-decía retrocediendo con las manos en alto y muy nervioso.
Viendo la escena se veía a los hermanos mayores del príncipe de igual manera su madre y a un consejero que veían con diversión por las reacciones de los más jóvenes de del castillo sin contar a su hija la pequeña princesa humana.
-eres un infiel que le coquetea a cualquiera que tenga falda… Yuuri…-dijo enojado.
-solo la estaba ayudando, y no estaba haciendo nada malo… ¿sabes? Tengo mucho pápelo que firmar y aparte las clases de Gunter… mejor dejemos esto para después…-dijo con nerviosismo y volviéndose.
-no esta discusión la arreglamos ahora-dijo jalándolo del brazo.
Solo que el príncipe no midió su fuerza y lo jalo hacia el asiendo que ambos cayeran al piso Wólfram de espalda y Yuuri arriba de él, pero algo más pasaba a parte de esa intima posición de ambos ya que los labios de ambos estaban juntos en un casto beso que hiso a ambos sonrojarse y cerrar los ojos para seguir sintiendo esa nueva y hermosa sensación que los inundaba a ambos con ese simple rose pero un “kyaa” de parte de Cherry-sama los saco de esa hermosa sensación haciendo que Yuuri se separara rápidamente de su lindo prometido y ponerse de pie ayudando aun en shock al hermoso Mozoku de fuego.
-disculpa que te deje pero aún tengo que firmar las montañas de papeles que me da tu hermano, con permiso…-al decir eso salió caminando rápido casi corriendo con un sonrojo increíble en su tez y dejando al príncipe con uno igual.
-por lo menos con esto lo voy a mantener ocupado y sin querer escaparse de sus obligaciones como maou-dijo Gwendal siguiendo los pasos de rey.
-KYAA~ por fin avanzaron en su compromiso… ah~-dijo una soñadora rubia despampanante.
-yo creo que es muy pronto de que cantemos victoria, su majestad Yuuri es muy testarudo con estos temas-dijo con su ya típica sonrisa Conrad.
-es verdad Cherry-sama, Shibuya es además de testarudo es ingenuo e inocente-dijo apareciendo de la nada el gran sabio con el rey original en su hombro.
-bueno solo queda esperar a ver qué pasa con esos dos…-dijo con una enorme sonrisa la pequeña figura.
-¿Qué piensas hacer Shinou?-pregunto preocupado el gran sabio.
-¿yo…? Nada mi querido sabio… pero nos quedaremos a la cena… ya que presiento que algo va a pasar en ese momento y va a hacer algo sumamente grande.
-mientras tu no interfieras y hagas otras de tus travesuras, todo estará bien-dijo viendo ahora con diversión la sonrisa del rey original.
Tanto madre e hijo que se encontraban escuchando la conversación de los dos amigos solo se quedaron nerviosos ya que sabían las situaciones que se podrían desencadenar por esas astutas personas. Yuuri paso todo el día encerrado por voluntad en su despacho sin siquiera salir a comer y hundido en el trabajo para evitar pensar en lo que sintió por el hermoso príncipe de fuego, ya que lo que sintió con ese beso le sirvió para despejar todas sus dudas y romper ese compromiso que solo fue un error. Mientras el príncipe solo se encontraba perdido en sus recuerdos reviviendo una y otra vez ese hermoso momento con la esperanza que pronto vuelva a suceder. Ya a la hora de la cena Conrad fue por su ahijado al despacho de estés ya que todos se encontraban en el comedor menos el rey actual. Yuuri escucho que llamaban a la puerta y dio el permiso de que pasara el quien fuera con la esperanza que no fuera su prometido ya que aún se estaba preparando mentalmente para confrontar la situación en donde se encontraba, pero el destino estaba de su lado ya que era su padrino…
-disculpe su majestad pero todos están en el comedor esperando por usted-dijo al cerrar la puerta tras de sí.
-si ya voy Conrad…-dijo Yuuri hundido en sus pensamientos sin darse cuenta como lo llamo el soldado.
-¿paso algo majestad? Se encuentra muy pensativo-dijo al ver que otra vez no lo corrigió.
-Conrad… ya es tiempo de que este compromiso accidental se termine…-dijo al ponerse de pie y caminar a un lado de él y salir del despacho.
El soldado se quedó en shock y caminar solo por inercia a un metro de distancia de su rey, ya que lo escucho tan decidido y sin ninguna traba en su voz que le indicara que solo estaba bromeando pero no encontró ningún signo de que fuera así. Al llegar a las puertas del comedor tomo aire para ver si podía quitarse un poco el nerviosismo que sentía, al abrir la puerta vio como ese hermoso rubio se sonrojaba y desviaba la mirada avergonzado mientras los que estaban en la habitación lo veían con picardía pero al ver el semblante de Conrad se preocuparon.
-perdón por la tardanza, comencemos-dijo serio mientras se dirigía a su lugar.
Wólfram al escuchar lo serio que se escuchaba su prometido se sorprendió y vio su perfil que estaba igual de serio.
“creo que esta vez sí me pase con mi comportamiento para que este así de serio” vio asía su hermano mayor de cabellera castaña pidiendo una respuesta para saber si él sabía algo, el castaño solo le dio una mirada de ternura y una sonrisa para que le trasmitiera tranquilidad que no llego a su hermano menor.
La cena trascurrió con tranquilidad sin que nadie hablara, extrañamente había una atmosfera de paz y tranquilidad que inundaba todo el lugar, todos de vez en cuando dirigían su mirada hacia su rey actual mientras que este le dirigía una mirada nerviosa a su aun prometido accidental, cuando el postre fue servido y Yuuri tenía por fin el valor suficiente se decidió a hablar y dirigir su mirada a todos los presentes que hasta ese momento vio cómo su amigo el gran sabio y el rey original sentado el hombro de este estaban presentes pero no dijo nada y se decidió.
-quiero informar algo…-hizo una pausa y continuo al ver que todos le prestaban a tención-Wolfram… creo que ya es tiempo de arreglar el error que cometí al llegar por primera vez al castillo y no saber lo que hacía al darte esa bofetada…-todos absolutamente todos se tensaron al escuchar eso hasta los dos invitados autoimpuestos ya que sabían que algo iba a pasar en ese momento pero no algo así… no, de esa magnitud-este compromiso que tenemos siempre fue un error, un accidente de mi ignorancia al no saber de las costumbres que se tienen es este país… este compromiso accidental se acaba ahora… por…-fue interrumpido por Wólfram.
-claro… lo comprendo… no te preocupes por nada…-se puso de pie con el flequillo cubriéndole los ojos para que nadie viera las lágrimas que se formaban en sus hermosos ojos-solo que te pediré dos favores que tú te encargues de todo el papeleo y que me dejes ir a las tierras Bielefeld… con su permiso pero me retiro…-tan salo dio tres pasos cuando fue retenido por el pelinegro.
-aun no terminaba…-dijo sujetando su brazo, todos se quedaron sorprendidos al ver como retenía al joven de ojos oliva.
-¡¿Qué aun vas a seguir humillándome?! ¿Por qué esto no lo hiciste en privado? ¿Por qué con todos presentes?-dijo furioso aun cubriéndose los ojos con su cabello.
-porque era necesario que lo presenciaran-dijo aun serio.
-para que presenciaran… presenciaran ¿qué? ¿Todo lo que me estas humillando?
Todos estaban en shock sin mover ni un musculo incluso los dos invitados que por primera vez no sabían que hacer o decir, Greta tenía un sus lindos ojos marrones ríos de agua salada al ver a sus padres en esa situación.
-papá Yuuri… papá Wólfram…-susurro la pequeña niña.
-no te quiero humillar… jamás lo aria-dijo aun sujetándolo.
-¿por qué lo haces?-pregunto ya viéndolo a los ojos con las lágrimas aun no derramadas-¿Por qué simplemente me dejas en paz? Tu nunca me has amado como yo te amo a ti…-dijo aun con su orgullo inquebrantable al seguir sin derramar ninguna lagrima.
Gwendan, Conrad y Cherry-sama se pusieron de pie al querer detener de una vez por todas a ese rey que solo lastimaba al joven de bellos iris olivos pero se quedaron congelados al ver como su joven rey abofeteaba por segunda vez la meguilla izquierda dejándole un leve carmín en esa zona que contrarrestaba muy bien con la piel de porcelana del joven. Todos se sorprendieron aún más como el joven colocaba una rodilla en el suelo y la otra la flexionaba.
-¡¡SHIBUYA!!-dijo el joven de lentes al ver lo que su amigo hacía.
-¡¡YUURI!!-Conrad olvido toda ética al llamarlo sorprendido al reconocer lo que hacía.
Todos se quedaron mucho más confundidos por la reacciones de los otros dos y viendo como el maou ahora sostenía una pequeña cajita de terciopelo negro y dentro había un hermoso ~anillo~ de oro blanco que el aro no estaba completo y que se completaba con una hermosa esmeralda y que el ancho del anillo era de menos de un centímetro pero un poco más ancho que el de las mujeres, sin duda era una pieza de joyería muy fina.
-esta es una tradición en la tierra para pedir matrimonio… ¿Wolfram von Bielefeld me arias el más grande honor de casarte conmigo?-dijo Yuuri con seguridad sin ningún signo de duda.
-¿por… por qué…?-no pudo terminar la pregunta ya que no soporto más y empezó a crearse un rio en sus meguillas sonrojadas por el llanto, aunque no pudo terminar la pregunta Yuuri sabía lo que le preguntaba.
-porque te amo, te amo como nada en el mundo… ¿porque rompí el compromiso? porque eso fue un accidente, porque no quería que siguiéramos comprometidos por un accidente… ¿Por qué reanude el compromiso? Porque te lo vuelvo a repetir y te lo diría todo el tiempo si es que tu me lo permites ¡TE AMO! Y no era justo que siguiéramos con ese compromiso… quería que nuestro compromiso fuera consiente… quería comprometerme contigo como se debía ante la ley de Shin Makoku como por la tierra.-dijo aun con la postura inicial viéndolo a los ojos olvidándose de todos los presentes, en ese momento solo eran ellos dos.
-Yuuri-susurro arrogándose a sus brazos.
Todos que ya habían salido de su shock y confusión vieron con ternura como la pareja se abrazaba con amor, se separaron del cálido abrazo y Yuuri coloco el anillo en el dedo del corazón ahora si de su prometido tanto en la tierra como en la nación de los demonios. Y como pensó Yuuri al ver el anillo un mes atrás en el cuarto de los tesoros que le pertenecía todo en su interior y que podía hacer con esos objetos lo que le viniera en gana y que Gunter le había dicho que esa pieza de joyería aunque sencilla era muy valiosa por su hermosa esmeralda. La argolla le quedo perfectamente a la mano de porcelana del hermoso príncipe, que lo único que hacía era resaltar las hermosas joyas de esos bellos ojos oliva que contrarrestaban perfectamente bien con los iris.
-Shibuya tu si sabes cómo matar a las personas de un paro cardíaco -rompió el silencio el gran sabio.
-disculpen… principalmente tu Wolf… desde el principio no me di a entender como quería-dijo poniéndose de pie y abrazando a su prometido por los hombros aunque quería hacerlo por la cintura para sentir su calor pero por respeto a su prometido y madre e hermanos presentes de hermoso joven se contuvo.
-su majestad ¿cuándo va a ser la boda?-pregunto Cherry-sama sonriendo con sinceridad.
-por mi seria mañana mismo… pero dado que se tienen que arreglar muchas cosas… seria en…-fue interrumpido por su pequeña hija.
-en dos semanas…-dijo entusiasta.
-¿¿¿dos semanas???-todos preguntaron sorprendidos.
-perfecto… en dos semanas será… yo me encargo de todo los preparativos-dijo la rubia ya de pie-Greta amor ven conmigo para que me ayudes a organizar todo de una vez y sirve que duermes conmigo y dejas un poco de privacidad a los tortolos-dijo tomando de la mano a la niña mientras veía como los dos jóvenes se sonrojaban de pies a cabeza.
Todos vieron como la exmaou como la niña salían del comedor, Annisina solo veía aliviada la escena, Gunter tranquilo veía a los des jóvenes que aún estaban invadidos por un marcado carmín y como Gwendal los vía censurando las palabras de su madre como diciéndoles “ni se les ocurra hacer nada antes del matrimonio”, Conrad los veía con una sonrisa sincera y feliz, el gran sabio y el rey original se les acercó a la pareja.
-felicidades a los dos… Yuuri realmente me asustaste cuando dijiste que romperías tu compromiso, ya que su destino es estar simple justos, me alegra poder ver que a si va a ser.-dijo la pequeña figura con una sonrisa resplandeciente.
-gracias Shinou
-felicidades y eres muy malo Shibuya no me dijiste absolutamente nada-dijo con un puchero de enojo fingido.
-lo siento pero esto lo decidí antes de la cena-dijo con nerviosismo.
-¿antes de la cena? ¿Y de dónde sacaste el anillo?-preguntaron al unísono los viejos amigos.
-ya tenía planeado hacer esto pero no sabía cuándo… y el anillo lo encontré hace un mes cuando fue a la habitación de los tesoros… cuando lo vi pensé que sería perfecto para que Wolf lo llevara y no me equivoqué.-dijo besando los nudillos donde llevaba el anillo el rubio haciéndolo sonrojar.
-de verdad que es un anillo que va a la perfección con lord von Bielefeld… escogiste bien Shibuya-viendo el sonrojo de la pareja.
Después de eso todos se fueron a dormir, la pareja real no hiso nada de lo que le insinuó la rubia, solo se quedaron abrazados toda la noche, desde 1 años atrás cuando Yuuri regreso de la tierra cuando pensó que ya nunca más vería a sus padres el bello rubio ya no era un torbellino al dormir pero aun así seguía hablando dormido y lo que balbuceaba por las noches era algo que siempre adoraría el rey que era “Yuuri… te… amo…”. Transcurrieron dos semanas de preparativos para la boda muy especial para todos los mozuko’s ya que se casaría su joven rey con un hermoso y tierno noble de hermosas hebras de color de los rayos del sol al medio día. Todo fue mágico el príncipe de fuego con un traje blanco con detalles en negro muy parecido al de su prometido pero que resaltaba su bello cuerpo y Yuuri el mismo traje de siempre con los mismos detalles de diplomacia pero aun así se veía radiante de felicidad, la ceremonia fue privada en el templo del oráculo donde estaban las cuatro cajas prohibidas y que era los únicos a parte de la pareja, la sacerdotisa a cargo de oficiar la ceremonia, el rey original y el gran sabio como los trece nobles y la madre y el hermano castaño del rubio y sin olvidar a la familia del rey y al maou de la tierra que se encontraban ahí siendo testigos como se unían su rey con su prometido. La ceremonia fue rápida y al terminar se fueron al gran banquete donde se celebraba con invitados tanto humanos como demonios que felicitaban sinceramente a la pareja real. Y no se podía olvidar al pueblo que festejaba a lo grande por la boda de su querido rey y el noble. Cuando ya fue entrada la noche se fue el nuevo matrimonio a sus aposentos discretamente para no incomodar a nadie.
-Yuuri… antes que nada tengo que decirte algo…-decía su ya hermoso concerté real.
-si dime-dijo viéndolo desde arriba ya que se encontraban acostados en la cama besándose son pasión.
-los mozoku de raza pura como yo… algunos tenemos el don de concebir… de embarazarnos… Yuuri… soy fértil y me puedo quedar embarazado…-dijo con un fuerte carmín en sus meguillas.
-gracias… gracias por darme la oportunidad de darle unos hermosos hermanitos a Greta.
-no hablemos de Greta en estos momentos que es vergonzoso mencionar a nuestra niña en esta situación…-dijo antes de que sus labios fueran prisioneros por los de su esposo.
-ok… como diga su majestad…-dijo al separarse del beso.
-tonto…
Después de eso ninguno de los dos dijo nada disfrutando de las caricias que se proporcionaban mutuamente. Toda la noche estuvo llena de pasión pero también de amor entregándose torpemente por ser la primera vez para ambos pero nunca falto el amor, la delicadeza y dulzura con la clara muestra de inocencia y ternura.
*** UN AÑO Y MEDIO DESPUÉS ***
Por fin después de días sin descanso estaba disfrutando del sol, la hierba y la pequeña laguna que se extendía cercas de ahí con agua tranquila y trasparente dando un escenario mágico con su esposo sentado en sus piernas mientras el sentado en la hierba recargado en un árbol que daba una excelente refugio del sol.
-por fin mi lindo cuñado me dejo descansar después de días sin ver la luz del sol-dijo acariciando el abultado vientre de su lindo rubio.
-para eso eres el maou… tienes que hacer tu trabajo-regaño a su lindo esposo con un puchero de fingida molestia.
-pero por lo menos tengo ya días libres para disfrutar de ustedes dos.-dijo besándole el cabello que contrarrestaba con los pequeños rayos de sol que se filtraban de las hojas del árbol.
-¿y dime como cuantos días tie…?-no termino la pregunta ya que una punzada de dolor hizo que se encogiera y no pronunciara palabras.
-¿Qué sucede cariño?-dijo preocupado por la mueca de dolor en el bello rostro de su esposo.
-Yuuri… amor… creo que nuestro pequeño remolino nos quiere conocer ahora-dijo mientras abrazaba delicadamente su vientre.
-calma… respira y exhala…-dijo tratando de tranquilizarse.
Wólfram lo hiso así aminorando un poco el dolor… el ir de paseo a esa laguna cristalina y disfrutar del descanso era un plan maravilloso pero… no estaba en sus planes en el que su hermoso hijo viera tan pronto la luz del día, ya que faltaban poco más de 3 semanas para que fuera el momento ideal de que naciera. Wólfram no se preocupaba por el dolor sino de que se encontraban completamente solos a más de 2 kilómetros del castillo por el pequeño berrinche que hiso al saber que su lindo pelinegro tenía unos días libres, y quiso ir de paseo los dos solos precisamente a ese lago solitario para relajarse y Yuuri accedió como casi siempre lo hacía con los caprichos de su rubio. Yuuri actuó rápido al ver que las contracciones iban en aumento, le quito el pantalón negro para revisar y se encontró que tenía la dilatación adecuada para recibir a la hermosa creatura…
-Wolf… no se puede retrasar mas el parto… ya estas casi listo para que él bebe nazca… ¡¡tienes que ser fuerte, mi amor!!-dijo colocándose entre sus piernas y cubriéndole la mitad del cuerpo con una manta.
-Yuuri… Yuuri… nuestro bebito-dijo alterándose al recordar que estaban solos-¿Qué vamos a ser? Estamos solos y legos del castillo.
-no te preocupes… tranquilízate… lo vamos a recibir aquí juntos… no por nada recibí clases de “la sargento”-dijo dándole una sonrisa tranquilizadora.
Tal vez no era un soldado medico como Gisela, pero si recibió conocimiento de cómo y cuanto maryoku curativo proporcionar para calmar y aliviar el dolor, también de cuál era el momento justo de que él bebe naciera y por si se complicaba o todo iba según lo planeado de cómo debía nacer el bebé… no por nada asistió a varios partos tanto de mujeres como de hombres… después de unos momentos de que el rubio pujara y que Yuuri le diera algunas instrucciones de cómo, el calmado bosque se llenó de un potente y sano llanto de una hermosa creatura de cabellos negros azabache y unos hermosos y grandes ojos oliva que brillaban con intensidad y que contrarrestaban muy bien con su cabello y tez de la más delicada y fina porcelana, sin lujar a dudas esa hermosa creatura se convertiría a muy corta edad en un guapo príncipe.
-Yuuri…-jadeante y cansado hablo el consorte real-¿Cómo está?
-tranquilo… él está muy bien, están hermoso como tú-dijo terminando de limpiar a su hijo con su maryoku de agua-bien ya termine ahora que estas limpio ve a conocer a mami-dijo con cariño el monarca.
-¡¡¡Yuuri!!!-a pesar de estar cansado protesto por cómo se refirió a él-ya dámelo quiero conocerlo…-a pesar de estar cansado se le podía ver una radiante sonrisa cuando se esposo se acercó a él con un pequeño bulto cubierto nada más por otra manta muy grande para el pequeño.
-aquí tienes-dijo al entregarle su hijo a su esposo que este lo recibió gustoso-está bien dentro de que pude detectar con mi maryoku pero aun soy un inexperto, tendría que verlo Gisela.
-está bien ¿pero ahora que vamos a ser? Estoy muy cansado como para caminar-dijo con preocupación viendo como su pequeño se acorrucaba en su costado.
-ya pensaré en algo pero por lo pronto descansa que lo necesitas mientras yo termino de revisarte-dijo besando su cabello sudoroso.
Al terminar de limpiarlo y de toparlos a los dos con las mantas sobrante limpias y de recargar al rubio en el árbol con el dormido bebe en sus brazos mientras el pelinegro los abrazaba a ambos.
-Yuuri ¿cómo lo vamos a llamar?-pregunto viendo con amor al dormido bebé.
-mmm… ¿Qué nombre te gusta?-dijo besando su frente.
-siempre me gustó el nombre de Eliot y también el de Willem -dijo acariciando la meguilla regordeta del durmiente príncipe.
-mmm… Eliot Willem… me gusta… ¿y por qué?-pregunto viendo a su hijo.
-mi madre tenía un novio el cual me gustaba y se llamaba así… y siempre me gustó tanto el nombre como el portador-dijo viendo a la lejanía.
-¿sabes qué? Prefiero llamarlo Florencio antes que ese nombre tan feo-dijo celoso.
-pero Yuuri… realmente me gusta ese hombre tan guapo…-dijo haciendo una infantil expresión.
-no ya dije… se llamara Florencio y punto.
-celoso…-dijo con una risa de felicidad que desmintió las mentiras pasadas-me gustan esos dos nombres porque mi madre siempre me contaba la historia de unos amantes llamados Eliot y Willem que siempre se amaron y fueron felices a pesar de tantas trabas… cuando era niño me encantaba ese cuento y siempre soñé con algo parecido… y prometí que si llegaba a tener un hijo lo llamaría con esos dos nombres cuando encontrara al ser que me ayudara a cumplir mi sueño.
-está bien… Eliot Willem bienvenido a nuestra hermosa familia-dijo con un sonrojo por la vergüenza de sus celos y la historia que le contó su rubio, le dio un beso en la frente a su bebito y cuando le iba a besar esos hermosos labios carnoso de Wolfram cuando escucho una voces acercándose que lo pusieron alerta-¿Quién anda ahí?-pregunto poniéndose en pie y situarse en frente de su familia protegiéndola.
-Yuuri…-dijo asustado mientras abrazaba con más fuerza y delicadeza a su hijo.
-al fin los encontramos…-dijo todo un ejército preocupado mientras veía a Yuuri con cara de alivio, confusión y enojo creciente.
-¡¡¡¿POR QUÉ DEMONIOS ME ASUSTAN ASÍ?!!! ¡¡¡CASI ME DA UN INFARTO!!!-les grito al ejército.
-discúlpenos su majestad-volvió a decir el ejército al unísono con miedo al ver que su monarca tan enojado.
-¿se encuentra bien majestad?-pregunto acercándose un castaño con una típica sonrisa.
-¿Por qué tan enojado Shibuya?-dijo sonriendo el gran sabio sonriendo con picardía-¿interrumpimos algo?
-¿en dónde está Gisela?-pregunto ignorando las preguntas.
-estoy aquí su majestad-dijo apareciendo detrás de su padre adoptivo que se veía aliviado.
-qué bueno qu…-fue interrumpido por un potente llanto reclamando atención, al cual todos se sorprendieron-¿Qué paso? ¿Está bien? ¿Esta lastimado?-dijo volviéndose rápidamente y arrodillándose muy preocupado al lado del rubio.
Todos se quedaron sorprendidos por el llanto mientras que Gisela se acercaba corriendo asía la familia y se arrodillaba en frente de los tres, cuando Gisela tomo en brazos al bebé y arrullarlo dulcemente todos se acercaron corriendo asía ellos.
-papa Yuuri… papa Wólfram-dijo asombrada la niña al ver al precioso bebé.
-Greta él es tu hermanito Eliot Willlem Shibuya von Bielefeld-dijo con una sonrisa de orgullo el pelinegro.
Más de uno se desmayó como Gwendal al escucharlo y otro sonrió de felicidad al tener al nuevo miembro de la familia real, el gran sabio, Conrad, Cherry-sama, Gunter y Annisina se sorprendieron, y otros cuantos ovacionaron la sorpresiva llegada.
-su majestad hiso un excelente trabajo, a pesar de que el príncipe Eliot nació prematuro con su maryoku al momento de limpiarlo también hizo la función de terminar el desarrollo de los pulmones e impidió alguna enfermedad-dijo orgullosa de su alumno-y también con su majestad Wólfram, los tres hicieron un excelente trabajo.
-un momento…-interrumpido Murata-¿Shuibuya como aprendiste que hacer en un parto?-pregunto confuso.
-es que cuando supe que Wólfram podría concebir le pedí a Gisela que me enseñara de todo en el parto y que quería estar presente si Wolf llegaba a embarazarse y me enseñó a escondidas, además de estar en varios partos e incluso de animales-dijo sonriendo.
-así que por eso desaparecías…-dijeron al unísono sus cuñados, su consejero y esposo.
-si… ¿por cierto que hace todo un ejército aquí?-dijo viendo a su alrededor viendo a los soldados regados por el lugar cuidando no estropear la hermosa naturaleza.
-Ulrike y Shinou dijeron que tenían problemas… pero no especificaron que tipos de problemas así que lord von Walde se trajo a todo un batallón por si las dudas-dijo un sonriente gran sabio.
Cuando Gisela termino de revisar al concerté real y al príncipe y colocar al rubio en una camilla para descansar como se debía en una cómoda cama.
*** 10 AÑOS DESPUÉS ***
-¡¡¡ELIOT!!! Ya pasa de media noche… deja de estar escondiéndote en el patio que debes dormir-decía un cansado rubio buscando por los jardines a su pequeño príncipe-¡Eliot Willem Shibuya von Bielefeld! Ven a hora mismo aquí-decía viendo de un lado a otro buscando a su pequeño.
-vamos hijo que tu mami está cansada-dijo un pelinegro llegando al lado de su rubio depositándole un beso en los labio, además de que ya no le molestaba en lo absoluto a ese lindo rubio que le digieran mami, y estaba totalmente acostumbrado desde que su hijo le llamara si por primera vez-¿Cómo estas amor?
-estoy cansado ya quiero irme a dormir y tu hijo está muy entretenido jugando a las escondidillas… estoy tan cansado además de este pequeño revoltoso como su padre que no deja de moverse-dijo tocando su abultado vientre por los 9 meses recién cumplidos-sin duda tus hijos son unos remolinos sin control, encl…-no termino la frase porque se tuvo que sujetar de su esposo para no caer al piso por el dolor-Yuuri ya es hora…-dijo en un susurro
-Wolf… hijo no estoy jugando tu madre va a tener a tu hermanito ven rápido-dijo el monarca tomando en brazos a su concerté.
-ya va a nacer mi hermanito…-llego un niño hermoso que aparentaba alrededor de 3 a 5 años.
-sí, llama a Gisela y dile que estaremos en la alcoba-dijo mientras le trasmitía maryoku curativo al su rubio para que no sintiera el dolor.
A la mañana siguiente se podía ver a la familia real con su nueva integrante una niña físicamente parecida a su hermano mayor, exactamente igual el mismo cabello junto con los ojos y su piel la única diferencia es que tenía un lindo y coqueto mechón color rubio como el de su madre.
-bienvenida Catherine Kirsten Shibuya von Bielefeld princesa de Shin Makoku y sucesora de las tierras de Bielefeld-dijo el heredero al trono haciendo sonreír a sus padres.
“gracias… muchas gracias Yuuri… gracias por romper ese compromiso accidental… ya que si no lo hubieras echo no me sentiría completo a pesar de tener dos hermosos hijos…”
*** FIN ***
