Los niños jugaban a los juegos del parque, mientras otros jugaban con sus familias o los que parecían ser sus amigos, algunos pocos comían dulces que compraban a los típicos vendedores que se encontraban en los parques. Todo estaba rodeado en un ambiente perfecto, todos eran felices, la vida era perfecta para todas esas personas que se encontraban en el parque, o eso era lo querían aparentar al mundo, paro todos ocultaban sus penas, temores y vergüenzas, el lo sabía, un niño de mirada dormida, el sabia que todos ocultaban sus males al mundo, hasta el mismo lo hacía. Y porque no? Si todos lo hacen, el también tiene el mismo derecho de hacerlo, o eso es lo que pensaba él.
El niño miraba a todos en el parque como se divertían, apretando sus en forma de puños. Porque él no podía ser feliz como los demás? La respuesta era simple, estaba en un lugar que no conocía a nadie, sus padres decidieron vivir en por cuestiones de trabajo. A su padre le ofrecieron un empleo que le pagaban el doble, que el empleo que tenía en china, y su madre comenzaría a trabajar con una vieja amiga en una oficina, no lo dudaron dos veces, se mudaron a las semanas, si preguntarle a él si quería dejar su vida en china. Solo tenía 10 años, que podía hacer? Sus amigos se quedaron en china, la niña que le gustaba se quedo en china, toda su pequeña vida se quedo en china, y él? El se tuvo que quedar en corea un lugar desconocido para el, con una lengua que apenas sabia pronunciar unas cuantas frases, donde en su nueva escuela lo molestaban por no saber hablar bien coreano, un lugar donde ya no veía casi a sus padres, un lugar que tan solo estar unas pocas semanas aprendió a odiar.
Pequeñas lágrimas empezaron a brotar de sus ojos mojando sus mejillas. Extrañaba todo de china, quería volver y que todo fuera como antes, poder sonreír de verdad y no estar sonriendo falsamente a sus padres, y diciéndoles *me gusta esta a aquí* cuando su pequeño corazoncito gritaba que por favor vuelva a china, a su vida normal, a su vida común y corriente, porque así lo era, común como cualquier vida de un niño de 10 años, corriente porque siempre hacia lo mismo, nunca había una emoción fuerte en ella, pero su vida, al menos tenia eso, esa común y corriente vida…en ese momento su cabeza dio un giro ¿pero que era exactamente lo que extrañaba? porque sus amigos no era realmente sus amigos, los escucho tantas veces hablar mal de él, decir cuántas estupideces que se les cruzaba sus cabezas, y esa niña que tanto le gustaba, tan solos con 10 años ya había besados a casi todos los niños de su ex salón de clases.
¿Que era realmente lo que sentía? ¿De que eran esas lagrimas que mojaban sus mejillas? Ya ni siquiera quería descubrir la causa de su tristeza. Sus padres no podían ser la causa, el sabia que están ocupados con sus trabajos, vivir en corea no era barata, el lo tenía claro, también sabía que sus padres aprovechaban cada momento libre para estar en familia. Entonces era ¿porque no tenía amigos? Pero eso era cuestión de tiempo, encontraría algunos, o eso esperaba. Entonces… ¿por qué lloraba?...
-Hey niño ¿por qué lloras?-escucha una voz de un niño detrás suyo-¿te duele algo?-se da la vuelta para ver quién le habla, y se encuentra con un niño de piel muy blanca como la nieve, y con una sonrisa que parecía casi angelical-¿te duele algo?-vuelve a preguntar y el otro niega tímidamente-entonces ¿por qué lloras?-
-n…no se…-entonces sus lagrimas se vuelven grandes lagrimas-no..se…-con su vista nublada no se percata que el otro niño se acerca a el, y lo abraza.
-entonces no debes llorar…-le susurra al oído, mientras aprieta mas el abrazo, el niño “llorón” se sorprende, y su corazón se acelera-no llores YiXing…no llores…-
-co…como sabes mi n…nombre??-logra decir entre llantos.
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