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Janus por Ana Malfoy Drake

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Notas del fanfic:

DISCLAIMER:los personajes no me pertenecen si no a J.K.R y Anne Rice y tampoco el grupo de kpop:Boyfriend-a mi desgracia.-

Notas del capitulo:

bueno aquí nuevo fic,espero que os guste

~27/7/98 Roma, Italia~

 

La tarde calurosa ya estaba acabando y dando paso a una igual o más caliente.

 

Un hombre moreno de ojos verdes y tez pálida de ultratumba, paseaba por las calles de esa preciosa ciudad, lo habían arrastrado allí sin preguntar ni nada, por lo que no pensaba estar en esa casa con su ‘’amigo.’’

 

El ruido de un corazón bombeando la sangre y está circulando por todo su cuerpo, hizo que  se diera cuenta que alguien estaba a muy pocos metros detrás suyo.

 

Se giró lentamente para quedar frente a frente con una mujer, de pelo negro, corto, liso con  algún que otro mechón blanco y unos grandes ojos azules, llevaba un vestido negro y en la mano derecha, lo que parecía ser un palo.

 

Sus ojos se encontraron y el supo que no tramaba nada bueno, ella sonrió como una desquiciada y antes de que el moreno pudiera hacer ningún movimiento un rayo azul oscuro mezclado con verde salió de esa cosa y lo acertó de lleno.

 

Con un grito cayó de rodillas al duro cemento, la mujer pasó por su lado y se rio como una loca, se giró hacia él y susurró algo como un ‘’desmaius’’ y otro rayo de color rojo salió del palo para después desaparecer convertida en una voluta de humo negro.

 

Un par de horas después, un rubio de ojos azules pasó por allí y al ver el cuerpo del moreno se acercó a él como un rayo, lo cargó y se lo llevó a su casa.

 

Lo recostó en el sofá y se sentó en un sillón al lado de él, oyó el repiquetear de unos tacones entrando por la enorme puerta de cristal y pino, poco después sintió una mano en su hombro.

 

 

-me voy a dormir, dentro de poco amanecerá-dijo acercándose a la ventana y cerrando las cortinas, para luego subir los escalones.

 

Lo único que alumbraba esa habitación en penumbras eran los azules ojos del rubio, hasta que poco a poco se fueron cerrando por el cansancio.

 

 

~1/8/98~

 

Ya habían pasado cinco largos días y el moreno aún no había despertado, el rubio se sentía impotente al ver como poco a poco se le iba la vida al oji-verde.

 

Sobre las siete de la noche de ese mismo día, los dos rubios estaban en la cocina, cuando oyeron un ruido proveniente del salón.

 

Se levantaron y anduvieron con paso decidido para ver qué era lo que pasaba, pero cuando llegaron todo seguía igual.

-¿Louis?-preguntó el rubio esperando una respuesta.

 

-¿Les-tat?-se escuchó en un murmullo.

 

A la mierda todo su orgullo, se acercó con paso rápido al sofá y lo abrazó poniendo la cabeza en el cuello de este.

 

-¿Estás bien?-preguntó una vez que se separaron.

 

 

-s..si, creo-dijo llevándose una mano a la nuca- ¿Qué pasó?

 

-eso querríamos saber nosotros-contestó la oji-azul.

 

Miró a los dos sentados en el sofá y decidió ir a picar algo por ahí…

 

El silencio reinó en el salón por un largo rato, ninguno de los dos sabía que decir y se estaba volviendo incómodo estar en esa situación, Lestat miró de reojo a Louis el cual estaba mirando a un punto perdido en la habitación navegando en sus recuerdos.

 

-ahora vengo-dijo Louis.

 

-¿A dónde vas?-preguntó curioso el rubio

 

-a ducharme, ¿Qué crees?-dijo el oji-verde sin pensarlo, pero luego vió la mirada del rubio-¡Ja!-dijo con ironía-ni lo sueñes Lioncourt.

 

El rubio se encogió de hombros, como si no supiera de lo que hablaba el otro, Louis empezó a andar pero en un movimiento en falso casi se cae, si no llega a ser porque Lestat fue lo demasiado rápido para cogerlo.

 

-¿Y ahora qué dices?-dijo sonriendo.

 

-vale, tu ganas pero suéltame.

 

Lestat acompañó a Louis al baño y cuando estuvieron en el baño, este empezó a desvestir al moreno poco a poco y empezó a repartir besos por aquí y por allá en su pálido.

 

 

 Un mes después de que Louis despertara, todo parecía ir bien.

 

Un día como cualquier otro, Gabrielle y Louis hablaban animadamente de Magnus sabría qué cosas, Lestat se estaba aburriendo a sí que cansado de aquella entre su madre y su compañero decidió ir a dar una vuelta.

 

-¿Sabes que mosca le picó?-preguntó Gabrielle mirando por donde había desaparecido su hijo.

 

-a veces se comporta como una mortal de esas hormonales-los dos se rieron, pero Louis se dio cuenta de que algo no andaba bien.

 

Un latido de varios corazones, le inundó sus oídos, miró a Gabrielle, pero ella parecía que no era capaz de oírlo, tal vez fuera la falta de alimento, los latidos empezaron a ser cada vez más frecuentes, Louis miraba cada rincón o por las ventanas por si había alguien, pero no, en un acto reflejo se llevó la mano al vientre como si nada, ¿será qué...? Palidece aún más, si es posible ¿Cómo había ocurrido?

 

 

~8 meses después, Borneo, Francia~

 

La noche estaba fría, la lluvia caía despiadadamente y los truenos y los relámpagos no se quedaban atrás y el viento corría rápido y salvaje, parecía que en cualquier momento tiraría todo lo que se interpusiera en su camino.

 

 

-¿Gabrielle?-preguntó Louis entrando al salón.

 

-¿Si?-respondió la rubia.

 

-¿Y tu hijo?-preguntó recargándose en la pared.

 

-no lo sé ¿Por?-un grito proveniente de los labios del moreno haciendo que Gabrielle se levantara y lo cogiera antes de que cayera al suelo-vamos, relájate-dijo cogiéndolo del brazo y ayudándole a ir a su habitación-ahora vengo-dijo saliendo del cuarto.

 

Poco después Lestat apareció azotando la puerta.

 

-tranquilo ¿Si?-dijo acercándose a el y acariciándole los morenos mechones.

 

-Les…¿Sabes que cuando esto termine moriras no?-Lestat sonrió.

 

Después de tres largas horas, Lestat salió con un bebé, el poco pelo que tenía el pequeño era rubio.

 

-¿Qué tal?-preguntó Gabrielle nada más que Lestat salió, este sin contestarle aún le entregó al bebé.

 

-hay dos, Louis no se ha dado cuenta, pero…-la voz se le apagó y miró el bebé que su madre llevaba en los brazos-el, no…

 

-yo me haré cargo-dijo Gabrielle saliendo de la casa

 

 

El llanto de un niño fue lo que le despertó, se levantó poco a poco y se acercó a la cuna, donde había un bebé, de cabello negro azabache y ojos azules, le acarició la cara y lo cogió en brazos hasta que se volvió a dormir.

 

~en algún lugar en Londres Muggle~

 

Gabrielle andaba entre la lluvia con el bebé en brazos, después de haber salido de la casa, había sentido el corazón latir y empezar a bombear sangre por todo el cuerpo, pero en vez de haber vuelto a entrar con el bebé, se fue, no sabía dónde dejarlo, un hijo de vampiros no se debe dejar con alguien así de buenas.

 

Ando por muchos sitios, hasta que encontró una pequeña casa, se acercó a la venta y allí, había una mujer rubia de ojos azules y un hombre castaño de ojos verdes, se veían buenas personas, por lo que tomando valentía, dejó al bebé en la puerta y llamó a esta y se fue de allí, pero no sin antes de verificarse que cogían al bebé y sonrió…pudiera que con ellos estuviera mejor.

 Fin prólogo

 

Notas finales:

espero vuestros RW besoss


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