El costo de la universidad era muy elevado y no contando con el apoyo de mis padres, desde aquella situación bochornosa, tuve la obligación de comenzar a trabajar. Estudiaba en horario matutino y después de un almuerzo rápido y una carrera, llegaba al restaurante donde trabajo por las tardes. El local es familiar y su ambiente es bastante extrovertido. Sombreros locos, canciones infantiles, rimas y juegos son mi especialidad. Mis compañeros son extraordinarios y me aceptan tal y como soy. La paga es buena y las propinas ayudan bastante, pero eso no alcanza a cubrir los gastos de la colegiatura. Así que heme aquí, posando con una sabana alrededor de mi cuerpo, bajo una luz azul en el estudio de fotografía de la facultad.
Si, así como oyeron. Soy modelo para fotografía, pintura y escultura, pero solo para la Universidad. La verdad no sé que me vieron, con mi 1.60 mts. Soy bajito, piel canela, algo de músculos si tengo (bajar tantos platos debe servir para algo ¿verdad?), cabello negro indomable que me hace lucir rebelde. Lo único que me gusta de mi aspecto son mis ojos. Verde esmeralda.
Tuve una entrevista con el decano de la facultad en persona, un estudiante de intercambio necesitaba un modelo para modelado en mármol, algo inusual. El muchacho era considerado un genio en su país de origen, Francia, y había venido a Inglaterra para diversificar sus técnicas de modelado. Así que estaba ahora en el salón de modelado esperando por el dichoso genio.
La puerta se abrió y todo mi mundo tembló.
El ángel rubio al que había fotografiado y del cual hui estaba parado en medio de la habitación mirándome de pies a cabeza. Iba acompañado de un hombre que, con un andar rápido se paro frente a mí.
-tu debes ser Harry Potter. El señor aquí parado es Draco Malfoy, uno de los escultores más reconocidos en Francia. No sabe hablar ingles por lo que yo soy su traductor. Mi nombre es Blaise Zabini. Cuando él trabaja no le gusta que lo molesten así que quítate la camiseta y párate en medio de la habitación-
Estaba mareado de la rapidez con la que hablaba, así que, con lo poco que entendí supe que aquel era un excéntrico solitario y que me quería sin camisa. Oh, ya sé que no dijo eso pero para mi sonó casi igual.
El moreno hablo en un rápido francés para después abandonar la sala dejándonos solos.
-se que no me entiendes pero mi nombre es Harry Potter, gusto en conocerte. ¿Como quieres qué...?- no pude terminar de hablar pues el rubio estaba tocando mi pecho y una sensación electrizante recorrió toda mi espalda. Parece que no será una buena tarde.
Fui obligado a pararme en medio de la habitación con los brazos flexionados hacia atrás. Espero que no demore mucho porque esa misma tarde había tenido un día muy ajetreado en el restaurante y estaba realmente cansado.
Una hora, una hora, parado en la misma posición.
-ah maldición, como me duelen los pies- solté casi inconscientemente.
-debiste decirme que estabas cansado. Yo me tomo bastante tiempo moldeando y no creo que aguantes- la voz me saco de mis quejas mentales.
-¿si hablas ingles?- claro Harry, que gran pregunta estás haciendo.
-sí, perfectamente. En realidad el no es mi traductor sino mi guardaespaldas, solo que no podemos ser tan obvios- ohh eso explicaba lo “grande” que era.- entonces si estas cansado podemos dejar el modelado para mañana-
-oh no, no, como crees. Solo dame 10 minutos me tomo un café y suficiente. Además ese es mi trabajo-
Con renuencia aceptó a darme un pequeño descanso con la condición de aumentar el tiempo a 30 minutos. Corrí a los dormitorios estudiantiles y me di un baño rápido, comí en un santiamén y regrese cinco minutos antes. La sala estaba vacía.
Me senté en un sillón reclinable esperando su llegada, estaba cansado y la ducha había llamado a la modorra sin querer. Los ojos se me cerraban poco a poco y no se en qué momento me dormí.
-éveillé, beauté de sommeil*- sentía suaves caricias en mi cabello y muy a mi pesar abrí los ojos.
Casi me da un paro cardiaco, ¿Por qué demonios la cara del rubio tan cerca de mi rostro? Y ¿Por qué rayos acariciaba mi cabello?
*despierta, bello durmiente.