Las calles se han vuelto tranquilas desde que Potter derroto a Voldemort con ayuda de sus compañeros y claro yo también ayude un poco, pero como siempre no todo termina bien para los Malfoy estoy aquí como un delincuente .Que irónico después de que ayude a san Potter me mandan aquí en esta asquerosa celda.
_La vida no es injusta, de eso estoy seguro.
Draco extrañado miro a su alrededor, pero no encontró a nadie en la celda ni por los pasillos, su celda era pequeña Tenía 2 camas, pero una estaba vacía ya que todavía no llegaba su compañero. Confundido levantó la vista hacia el techo y no vio nada.
_creo que me estoy volviendo loco.
Draco se acostó en su cama y cerró los ojos, se encontraba cansado de todo lo que le había sucedido, pero más que nada arto de su miseria. Todo lo que hacía lo hacía mal.
Nunca debí intentar ser amigo de Potter ni mucho menos acercarme a él.
_sabes que lamentarlo no te ayudara.
Draco rápidamente abrió los ojos, se enderezo y en voz baja y firme dijo:
_Quién diablos eres?
Espero unos minutos en silencio, pero nadie contesto.
_no te lo voy a repetir ¿Quién diablos eres? Y ¿qué quieres?
Después de unos segundos se escuchó una risilla burlesca.
_vaya que carácter.
Draco miro por todos lados pero no vio a nadie.
_no te molestes en buscarme, ya que no me encontraras y respecto a tus preguntas, solo te diré ¿Quién crees que soy… yo? Dicho esto último se volvió escuchar una risa burlesca.
_no me he vuelto loco verdad.
_no Draco en verdad me oyes.
Draco se quedó pensando en aquella voz que nos cedió cuenta cuando su compañero de celda había vuelto.
Abel era un joven de cabello negro lacio y largo, sus ojos eran de azules como el mismo cielo y de piel pálida pero no tan pálida como la de Draco. Él se había hecho cercano a Draco debido a que compartían juntos la celda, a él lo habían metido injustamente a prisión debido a golpear a un abogado reconocido. (Cosa que era mentira, él se lo tenía bien merecido pero bueno ni modoL)
Abel entro a la celda y vio a Draco sentado en la esquina de la cama pensativo, se acercó a él y le dio un golpecito en la espalda.
_que tienes Malfoy.
Draco sintió el golpe y se sobre salto.
_Oh eres tú, no vuelvas hacer eso. Me asustaste.
_disculpe su alteza.
_agg ya cállate y que es lo que quieres. Dijo en tono molesto.
Abel soltó una risita burlesca.
_solo vengo a darte buenas noticias, mañana sales de prisión.
_y porque?
_ ¿porque? Bueno eso que importa, lo que importa es que ya vas a salir de esa pocilga.
Draco se quedó pensativo, se le hacía raro que fuera salir pronto ya que le faltaba un año más para cumplir con la sentencia.
_que raro no me quedaba un año?
_no, al parecer el juez encontró pruebas de que no recibiste la marca tenebrosa, sino que solo era un simple tatuaje para pasar desapercibido con Voldemort.
_pero como lo descubrieron si nadie sabía de eso, ni siquiera yo lo mencione.
_o eso no lose, por lo pronto descansa, yo ya tengo sueño, buenas noches Draco.
Abel se alejó de Draco y se acostó en su cama y después de un rato se quedó dormido.
Draco solo se acomodó en su cama y se acostó, pero no podía dormir ya que no podía dejar de pensar que algo raro estaba sucediendo.
Al día siguiente
Draco aún seguía dormido cuando una voz lo despertó.
_Malfoy levántate, ya es hora de irte.
Draco en cuanto escucho al guardia se levantó. Y se paró junto al guardia, el guardia abrió la celda y lo escolto hacia la oficina del director.
Al llegar, se abrió la puerta y Draco entro, el guardia se quedó a fuera.
_buenos días señor Malfoy, perdón por levantarlo tan temprano pero al parecer un tal señor Carroll va a recogerlo, entiende usted desde este momento está libre de todo cargo.
Draco no podía entender que estaba sucediendo, ni muchos menos quien era ese tal Carroll para que lo trataran tan amablemente.